Bueno, ahora voy a escribir la versión castellana de mi viaje a Medellín el pasado 20 de octubre. Salimos de Madrid diecisiete miembros de la familia Sagaró a celebrar el 80 cumpleaños de mi ex-marido, Fernando. Entre, hijas, nietos, sobrinos, cuñados eramos 17 como he mencionado antes. El vuelo Madrid-Bogotá fue de diez horas y luego una hora Bogotá-Medellín. El primer dia descansamos. En el apart-hotel que compartí con una sobrina, el balcón daba a una verdadera jungla de arboles de todas las especies. Precioso. Respiramos hondo para llenar nuestros pulmones del oxígeno que estabamos seguras emanaba de toda esa arboleda. Por la mañana, tuvimos una visita guiada de Medellín. No es una ciudad bonita pero está situada en un valle rodeado de montañas repletas de arboles y pájaros exoticos, tiene unos parques tematicos muy bonitos--para enamorados, para mirar las estrellas, para ecologistas y luego está la fabulosa plaza de Botero con sus inmensas esculturas. Medellín es el centro económico e industrial de Colombia, llena de gente trabajadora que van y vienen de sus respectivos quehaceres. Esa tarde/noche tuvimos una fiesta en casa de Fernando y Alejandra (su actual esposa) para conocer nuestras respectivas familias. Fué una fiesta entrañable donde todos nos lo pasamos en grande comiendo, bebiendo y bailando.
Al dia siguiente, nos fuimos a la zona cafetera a unas seis horas por carretera. El viaje fue infernal debido a todas las curbas, acantilados, camiones; gracias a Dios que nuestro chófer, Luis, era un excelente conductor. Todos ibamos en un mini-bus. Por la carretera había muchísimos soldados, en un control nos pararon y nos hicieron bajar del bus. Una de mis sobrinas estaba pálida porque pensaba que nos iban a raptar de un momento a otro (no creo que nos hubieran aguantado mucho tiempo...) de todas formas les pedi su documentación para cerciorarnos de que, efectivamente, eran militares. Un amigo colombiano nos dijo que si hubieran sido rebeldes, me hubiesen pegado un tiro ahí mismo...! Continuamos el viaje, nos perdimos y finalmente llegamos a nuestro destino. Un lugar paradisiaco! "El Bosque del Saman" un cafetal que tambien han convertido en hotel rural. Todos ocupamos un barracón especial de 20 habitaciones. Nos quedamos tres dias e hicimos muchísimas actividades, ver el proceso de hacer el café, colgarse por raíles de acero que atravesaban toda la plantación cafetera (los nietos y los jovenes hicieron eso), piscina, jacuzzi. En fin, fueron tres dias inolvidables en un lugar idilico. Los propietarios aún se dedican a la producción del café pero hace unos años, cuando los precios bajaron enormemente, decidieron explotar las fincas como hotel rural. Es una lástima que se juegue tanto con los precios del café cuando uno ve el trabajo que lleva su elaboracion.
Al final de los tres dias, de vuelta una vez mas por esas carreteras de Dios, a Medellín. En el camino de vuelta paramos en un restaurante absolutamente precioso con unas vistas maravillosas sobre el Rio Cauca con sus montañas repletas de bosques tropicales y de flores. Quedamos una noche en nuestro apart-hotel y al dia siguiente fuimos a la finca de unos amigos muy queridos y generosos. La finca, tipica Colombiana, estaba repleta de flores, sobre todo de todo tipo de orquídeas. Tenía grandes extensiones de hortensias blancas que exportan a Estados Unidos, un lago lleno de patos y flores de loto; vacas, ovejas, gallinas, perros etcetera. Un lugar maravilloso. Al dia siguiente ya nos fuimos (parte de nosotros) al aeropuerto para coger nuestros aviones de vuelta. Encontré Colombia un pais fantástico, sus gentes muy amables y acogedoras que hablan un excelente castellano--mejor que nosotros en España-- y en un futuro no muy lejano me encantaría regresar. Me encantó. Ah, se me olvidaba escribir sobre sus frutas deliciosas, zumos de todo tipo que te levantaban la moral y la salud!
caray parece que te os lo pasaste muy bien, una oye mencionar siempre colombia o medellin y piensa en otro tipo de gente, mas peligrosa, un lugar menos seguro, pero por lo que cuentas parece que hay las dos caras de la moneda. Como en todo el mundo supongo.
ResponderEliminarbesos merche.
¡Uuuaaauuu...! Si casi me has contagiado el perfume de tantas flores... ¡Qué maravilla! Algún día me gustaría ir para ver todo eso...
ResponderEliminarBikos.
Queridas, gracias por vuestros comentarios. Pues, sí es un país maravilloso y no siempre hay que fijarse en lo que dicen los medios porque, como sabeis, lo que vende siempre es lo negativo nunca lo positivo. Me encantó Colombia y en cuanto pueda, volveré. Besotes, M.
ResponderEliminar¿Qué dices en el blog de Metis de que nadie te lee? ¡Con todas las cosas interesantes que tienes que contar! Tú sigue escribiendo y ya te llegarán lectores. O igual ya te leen muchos y son tímidos y no comentan... ¡A saber!
ResponderEliminarUn abrazo.
Ana
Querida Amelche, gracias por tu comentario, por cierto que contacté a Bruixot pero creo que mi mensaje no se publicó. Me gustó mucho lo que escribió sobre Toronto. Hoy en dia es verdad que es una ciudad crisol de todas las razas habidas y por haber pero cuando yo fuí en 1955 era puro blanco, anglosajón. Por cierto, cuál es tu blog??? Besotes, M.
ResponderEliminarPincha en la foto o en "Amelche" y te saldrá mi blog. De todas formas, si no lo encuentras, es http://amelche.blogspot.com
ResponderEliminarsaludos merche¡¡ wooww helena y amelche por aqui, que masquieres? mujeres maravillosas ellas. me alegro. poquito a poco. tus elogios no se merecen, te lo agradezco de veras.
ResponderEliminarun beso
Gracias por el piropo, Metis. :-) ¿Ves Merche como tu blog ya lleva varios comentarios? ¿A que no te lo esperabas? Y conforme vayas conociendo a más blogueros, más tendrás.
ResponderEliminarY ahora, a escribir, que tus lectoras están ávidas de saber más cosas tuyas. :-)
Amelche me recomendó tu blog, y me encanto leerte, me gustaría mucho poder viajar y conocer todos los lugares, yo también soy una inmigrante , soy una argentina hija de gallegos y vivo en Australia.
ResponderEliminarColombia como tu la describes debe ser hermosa me dan ganas de ir.
Besos.
P.D. Como dice Chela otra bloguera ...yo también soy una chica de oro ( tengo 61 años)
Querida Nanny Lidia, gracias por tu comentario, me alegro que haya otra blogger de mi generación!! Yo tambien estoy aprendiendo en esto del blogging. Besotes, M.
ResponderEliminarYa lo he leído!!! Me encanta!!! Que recuerdo más bonito tenemos todos de ese viaje. Como bien dices hay que repetir. Una experiencia así llena de fuerza y vitalidad para seguir la rutina con la esperanza de un nuevo encuentro ¿Verdad? Medellín siempre sorprende, lo oígo de toda la gente que va, y para nosotros que tuvimos el privilegio de ir tantos junto y conocer la zona cafereta fue too much! ¡Viva Colombia!
ResponderEliminarBesos, Fatima
Fatimita querida, gracias por tu comentario, es verdad que fue un viaje inolvidable y maravilloso. Lo tenemos que repetir. Besotes, M.
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