sábado, 6 de septiembre de 2008

EDUCACION - EDUCATION

Bueno este es el tercer intento de escribir esta entrada, a ver si tengo mas suerte y puedo retomar el hilo... Como muchos de vosotros queridos bloggers sois profesores y maestros/as, os quería contar sobre cómo percibí de niña la diferencia entre la educación en España y en Canada. Simplemente un pequeño botón de muestra. En Irún asistí a una escuela laíca dirigida por una maestra maravillosa e inolvidable, la Srta. Mª Luisa Beltrán. Cuando ella salía del aula por alguna razón, todas empezábamos a hablar como cotorras; cuando volvía JAMAS se le hubiese ocurrido preguntar QUIEN o QUIENES habían alborotado tanto porque nos hubiésemos reido en su cara. Al llegar a Toronto, en las diferentes escuelas a las cuales asistí—fueron varias-- cada vez que salía el profesor o profesora de la clase pasaba lo mismo, todos y todas hablando por los codos (yo, la primera...) pero cuando volvía de nuevo preguntaba QUIEN había estado hablando. Veía que muchos levantaban la mano (yo no, al contrario me reía por lo bajini pensando qué gilipuertas eran...). Pasaron los meses y... empecé a levantar la mano... Esto me enseñó a admitir mis errores, a ser consecuente de mis actos y a ser responsable. Gran lección de civismo. No nos castigaban, simplemente querían saber quienes habíamos sido los charlatanes (generalmente era yo la que mas...).


This is my third go at publishing this post, I hope I'm luckier this time and can follow it up... Since many of my dear bloggers are professors and teachers I wanted to tell you of my experience as a little girl and my perception of the differences in the education I received in Spain and in Canada. It's just a small example. In Irún I assisted a public school run by a wonderful and unforgettable teacher, Ms. María Luisa Beltrán. Whenever she left the classroom for whatever reason, we started gabbing our heads off. When she came back, she would NEVER have dared to ask WHO was talking because we would've laughed in her face... When I arrived in Toronto in all the schools I attended—there were various—whenever the teacher left the room, the same thing happened—everybody talking (I, the first..) and when the teacher came back she/he asked “all those who were talking, please put up your hand” the first time I saw that the rest of the kids put their hands up (not me, of course, on the contrary I laughed to myself thinking HOW stupid they were...). After a few months, however, I also began to put up my hand... This taught me to admit my errors, be consequent and responsible for them. A great civic lesson. They didn't punish us, simply, they wanted to know who had been talking in their absence (it was usually me...)

53 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Si, aquí el concepto de responsabilidad personal, y aceptación de los propios fallos es ciencia ficción.

Así nos va.

Besos.

Fernando Manero dijo...

Es imposible que cuando se deja a un grupo de niños solos, éstos no hablen por los codos. Es lo más natural del mundo y además sería sorprendente que no lo hicieran. ¿Qué clase de niños serían esos?. Mientras hablen, lo que supone un placer en una clase donde está de momento ausente la disciplina del profesor (a), las cosas transcurren con la mayor normalidad, tan aceptable como el silencio que se impone una vez restablecida la autoridad que marca las pautas y ordena los tiempos. Yo tampoco preguntaría, como hizo la Srta. Beltrán. Me inclino más por ésta que por la severidad anglosajona del teacher canadiense. Y respecto a lo de levantar o no levantar la mano, opino, querida Merche, que lo mejor era no levantarla, porque no se había transgredido nada y a nadie había que acusar. Aunque no tengo experiencia de ese nivel de la enseñanza, siempre he creido que es bueno que los niños hablen, se comuniquen y digan lo que quieran, lógicamente conducidos por el profesor y en un ambiente distendido al servicio de la comunicación formativa. Y, cuando el profe se va, ¿qué mayor placer que sentirse libre y dar rienda suelta a la imaginación?. Disfrutar de la libertad es una necesidad. En todas las etapas de la vida. Un fuerte abrazo

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Siempre he tenido muy claro que las diferencias escolares entre los países no depende tanto del sistema de enseñanza como de la sociedad. Cualquier sistema puede fracasar o no en un país si se adapta a la sociedad de ese país. En una sociedad en la que no hay cultura del esfuerzo ni sentido del civismo, el mejor sistema de enseñanza fracasará.
Lo del profesor es diferente. Igual que hay niños (en este caso, en pequeño porcentaje) que en un sistema de enseñanza malo y un contexto social no adecuado pueden, con constancia y voluntad, salir a delante, hay algunos profesores que logran colarse por entre las rendijas y sacar a flote lo mejor de los alumnos.
Es una buena anécdota la que cuentas. Besos.

MentesSueltas dijo...

Encantado de leerte, excelente.
Un placer.

Te abrazo.
MentesSueltas

Francisco O. Campillo dijo...

Me ha gustado tu historia, es muy aleccionadora. Me recuerda una anécdota que contaba Camilo José Cela, pero aquella terminaba con un bofetón y la sorpresa del niño que un día fue don Camilo.

Merche Pallarés dijo...

TORO, efectivamente. Tienes mucha razón, querido. Besotes, M.

FERNANDO, perdona que discrepe contigo querido amigo, pero sí veo que la actitud canadiense era la correcta porque, aunque niños y normal que nos expandiáramos (¡?)hablando como cosacos cuando salía el profesor/a, tambien estaba bien que nos llamaran la atención para responsabilizarnos de nuestros actos. Como digo en mi post NO nos castigaban (eso hubiera sido MUY diferente) simplemente preguntaban QUIENES habían estado hablando (había niños/as que no lo hacían) pero no encontré que esa actitud fuera una cortapisa a nuestra libertad. ¡Si nosotros fuimos los niños más libres del planeta! Era cuestión de ética, disciplina, educación y responsabilidad. Gracias por tu cariñoso comentario como siempre. Besotes, M.

PEDRO, por supuesto que cada sociedad tiene sus própios códigos de enseñanza y quizá la educación anglosajona es más estricta en cuanto a asumir responsabilidades particulares. Tambien hay profesores maravillosos que logran sacar lo mejor de su alumnado en cualquier país. Besotes, M.

MENTESSUELTAS, gracias por tu visita, me alegro de que te guste mi blog. Besotes, M.

Merche Pallarés dijo...

FRAN, pues igual si me hubieran dado un bofetón hubiera terminado siendo una "Camila Josefa Cela"... Besotes, M.

CarmenS dijo...

En mi clase cantábamos canciones cuando nos dejaban solas. Era una forma de rebelarnos porque la letra de la canción no tenía nada que ver con la enseñanza que nos daban, sino todo lo contrario. Nunca lo he olvidado

★Carlos Becerra★ dijo...

Merche...

Cuando emigre de Argentina, hace casi diez años, el primer destino fue Montreal, allí encontré además de un clima extremadamente frío y duro (en comparación con mi tierra) muchos ejemplos de civismos que obviamente se veían instaurados en la población con firmes anclajes.

Aquella es una sociedad en la que los conceptos comunitarios son parte medular de la educación.

Solo a modo de ejemplo, te cuento que soy fumador, tu sabes que allí la cuestión del tabaco es sencilla, no se puede fumar en ningún lugar publico o semi-publico que tenga techo...

...pues bien, lo único que nos queda a los fumadores es hacerlo en la calle, y si el frío y la nieve es mucha, meterte dentro de tu coche...

Varias veces iba yo fumando por la vía publica y de madres que caminaban con sus hijos pequeños escuchaba que les explicaban a sus niños lo malo que era el tabaco y las consecuencias letales que tenia...

Como me ocurrió varias veces comenzo a llamarme la atención.

Unas semana después me enteré que el gobierno canadiense había realizado una campaña para que las madres hagan esto frente a la presencia de cualquier fumador, y en ella instruían a hacerlo en voz alta de forma tal que sirviera para los niños y para el fumador.

Merche, no tienes idea de las veces que lo escuche...

Es increíble la cantidad de ejemplos de civismo y conciencia social que se pueden contar de aquellas gélidas tierras.

Luego me fui a vivir a New Orleans, donde el descontrol y la marcha extrema realmente no conllevaban a ningún civismo.

Un cariño.
CarlosHugoBecerra.

Euphorbia dijo...

Qué curioso. No tiene mucha relación pero tu anécdota me ha recordado la primera vez que fui a Londres. Estaba en una residencia de estudiantes de las afueras y cuando salí a la calle el primer día y crucé por un paso cebra sin semáforo se paró un coche para dejarme cruzar y me quedé alucinada, en Barcelona no se paraba nadie ni por casualidad.
Un beso Merche

Merche Pallarés dijo...

CECI, ¡cantar canciones! Eso sí que era revolucionario... Besotes, M.

CARLOS, lo del civismo y la ética, me parece muy bien pero ya el histerismo sobre el tabaco, me parece nefasto. No puedo creer que el gobierno hiciera una campaña para que las madres les dijeran a sus hijos eso de no fumar en voz alta. Esa comedura de coco de los ciudadanos, no me gusta nada. Cuando era adolescente en Toronto TODO el mundo fumaba como chimeneas. Yo, no. Cuando iba a algun "party" e invariablemente me ofrecían un cigarrillo, decía "no, thank you, I don't smoke..." ¡Bueno! me miraban como un bicho rarísimo. Una "square" (pardilla) de mucho cuidado. Cuando volví a los treinta y pico que ya fumaba (empecé estúpidamente, lo reconozco, a los 30) entonces era al revés, a todo el mundo le molestaba el humo, me miraban esta vez como una sub-especie humana cuarto-mundista... En fin, que las exageraciones no son buenas. Contra eso me rebelo totalmente. Besotes, M.

EUPHOR, sí son MUY cívicos. Eso da gusto, la verdad. Besotes, M.

Merche Pallarés dijo...

CARLOS, por cierto he mantenido un debate muy interesante con MANZA en su blog: http://manzacosas.blogspot.com/ sobre el tabaco por si lo quisieras leer. Es en el post "Polonio". Besotes, M.

Antonio Ruiz Bonilla dijo...

Yo siempre aprobaba también esa asignatura. Aquí en Andalucía ni siquiera lo preguntaban, la algarabía es algo normal. Es broma. Un saludo

Pedro dijo...

Prefiero mil veces la educación que recibiste en Canadá y la que recibí yo, que la anarquía en la que llevan educando a nuestros niños y jóvenes de un tiempo a esta parte.
Tengo varios familiares y amigos en el sector de la enseñanza y son constantes las quejas que dan sobre malas contestaciones,insultos e incluso agresiones por parte de los alumnos.
Esos niños y jóvenes, son los que a su vez, educarán a las generaciones que vienen...¡así nos va!

Merche Pallarés dijo...

ANTONIO RUIZ BONILLA, gracias por tu visita a mi blog. Creo que en ningun colegio de España preguntaban nada. Por supuesto que la algarabía es normal entre crios. Me alegro que aprobases la asignatura ¿cual exactamente? Besotes, M.

PEDRO II, bueno, lo de ahora, es ya de juzgado de guardia... No hay derecho de que los estudiantes no tengan ni la más mínima decencia, educación y respeto por sus maestros/as y éstos se sientan desbordados, deprimidos y desmotivados. Ahora, mucha culpa la tienen los padres quienes la mayoría de las veces, son peores que los hijos... Besotes, M.

Silvia_D dijo...

Habladme de gente como "debe ser" con nombre propio, por países no me convence.

Merche, sabes que en las islas nos tratamos con todo tipo de gente de todos lo países y sinceramente he visto de todo.
Yo no veo tanta concienciación social cuando están aquí, se comen la isla, la llena de mierda, la expolian, la están desarmando entera.

O qué pasa?¿ que de vacaciones no se tiene que tener conciencia?

Nena, es sólo una reflexión mía, por experiencias totalmente opuestas a la tuya :)

Besitos, reina

★Carlos Becerra★ dijo...

Merche...
Me leí todo el post de http://manzacosas.blogspot.com/ y también la totalidad de los comentarios...

Una verdadera apología de la intolerancia y de querer ser digno juez de los comentaristas.

En fin...los que no fuman recibieron su ley...no fueron capaces de defender sus convicciones sin ella.

Yo fumo en casi todas partes...

...hasta ahora nunca me multaron.


CarlosHugoBecerra.

Merche Pallarés dijo...

DIANNITA, tienes razón esos bárbaros ingleses que llegan a nuestras islas y arrasan con todo. Pero, desgraciadamente, lo que le pierde al inglés es el alcohol. Cuando no beben son encantadores, cívicos, educados, respetuosos, ahora se meten un litro de vodka mezclado con drogas, y son totalmente SALVAJES. No sé cómo serán en Mallorca pero aquí en Ibiza son la repanocha. Tienes muchísima razón. Besotes reina, M.

CARLOS, a mi tampoco me han multado nunca y espero que no lo hagan porque ¡armo la de San Quintín! Besotes, M.

Anónimo dijo...

¿Te parece que se trata de una diferencia entre países?. Creo que más bien cada maestro le impone su impronta a la enseñanza. Recuerdo a algunos que tuve, con mucho respeto y cariño, y sin embargo también vienen a mi mente otros que no me dejaron absolutamente nada. Me parece que el amor por la buena educación no reconoce fronteras, cada país tiene sus buenos y sus malos educadores.

Merche Pallarés dijo...

CHUQUIS, sí me parece una diferencia entre países, en ese pequeño botón de muestra como digo, porque (estoy hablando de España y Canada no del mundo entero) aquí jamás se atrevería un profesor a hacer esa pregunta y sin embargo en Canada sí. Eso es lo que me llamó la atención cuando era niña. En mi post simplemente he querido dejar plasmada esa diferencia que percibí siendo niña. Muchos besotes, queridos, es un placer leeros en mi blog de nuevo, M.

amelche dijo...

Yo no les preguntó: lo sé porque los he oído desde el pasillo o, sin oírlos también sé quién ha hablado y quién no. Además, ellos mismos se delatan unos a otros en cuanto entro en clase, son unos chivatos, ¡ja,ja!

Sin embargo, procuro no dejarlos solos porque nunca se sabe lo que puede pasar. En caso de que se me haya olvidado algo necesario (el libro, el CD o lo que sea), mando a uno a buscarlo y que se lo pida a algún compañero en la sala de profesores. Si no puedo porque está en un sitio bajo llave (exámenes, por ejemplo) y tengo que ir preciso, depende. 1) Si tengo que ir lejos, no voy. Cambio la lección, no hago el listening ese día, o me pongo al lado de un alumno y con su libro doy la clase. 2) Si el objeto está en frente o al lado y veo que me da tiempo a ir y volver rápidamente, les digo que es muy importante que estén en silencio o, al menos, que no se oiga mucho jaleo en el pasillo. Que voy a dejar la puerta abierta para comprobar el nivel de ruido y, como sé que son mayores, responsables y puedo confiar en ellos, no armarán mucho escándalo y no tendrán que venirse a quejar los profesores de al lado.

Suele funcionar, hablan, pero lo normal. Creo que nunca he castigado a nadie por eso. Si el nivel de ruido se ha pasado un poco de decibelios, les pego a todos la bronca en general, les digo que me han decepcionado, que ya no voy a poder confiar más en ellos y tal y me dan la razón ellos mismos.

MeTis dijo...

me acuerdo que a mi las monjas me hacian salir al patio y cara a la pared, simplemente por pedirle un sacapuntas a mi compañera. A ver como le hacias creer a ella que solo le habia dicho eso. Eso era dictadura pura y dura. Menos mal que a veces no todo se aprende.

un beso wapa.

antonia maxwell dijo...

He leído con gran interés todos los comentarios por que mi educación varió de tierras como de costumbres. Todo según las experiencias. En mi caso ha dependido más de las personas que del lugar. Antes había mucha mala leche adulta y alguna mano larga pasando por las aulas. Aparte, un frío que solo calmábamos metiendo bulla y moviéndonos a la mínima para escapar de aquéllos bancos duros e incómodos donde como niños veíamos esclavizadas nuestras horas.
Los únicos profesores que recuerdo fueron los que se saltaron las normas y compartieron esa hora eterna desde un ángulo más cercano.

Anónimo dijo...

Tenías suerte, generalmente cuando llegaba el maestro/a y habíamos estado alborotando, directamente y sin preguntar nos castigaban a todos.

Bikos.

Teresa dijo...

Merche necesito comer salmón que desfallezco.. arf, arf, arf...

Yo pasé mucho miedo en el colegio de monjas. No eran monjas sino militares con toca.

Silvia_D dijo...

Yo quiero salmón , también , síiii.

Merche, aquí, la mayoría, son alemanes prepotentes, más dañinos que los ingleses que lo único que hacen es vomitarlo todo, los que se están llevando la isla a cachos o implantando la "klaine deuchland" (no se si está bien escrito, "pequeña alemania"), son los alemanes.

Yo también me eduqué bajo régimen franquista , interna en colegio de monjas, tengo pesadillas recordando aquellos años, le cogí miedo a los hábitos, las iglesias y a las estatuas brbrbbrb jajajaja

Besos, cariño :)

Merche Pallarés dijo...

AMELCHE, tu actitud tambien es correcta, ¡si ya digo que debes de ser una profesora excelente! y tus alumnos te recordarán SIEMPRE. Enhorabuena, querida. Muchos besotes, M.

METIS ¡cómo se recuerdan tambien las injusticias! Tuve mucha suerte en mi infancia. No recuerdo ninguna injusticia en ninguno de mis colegios... Muchos besotes, M.

ANTONIA menos mal que diste con algunos profesores transgresores...
Muy bonito lo que cuentas y cómo lo cuentas. Besotes, M.

SALONDESOL ¡Qué alegría leerte de nuevo por mi blog! Ves, eso de castigar lo veo muy mal, como menciono más arriba a nosotros NO nos castigaban, simplemente querían que reconociéramos que habíamos estado hablando. Bueno, nos decían que en adelante nos comportáramos...pero siempre pasaba igual. Muchos besotes querida, M.

BIPO ¡¿Qué tiene que ver el salmón en todo ésto?! Ja,ja. Si supongo que las monjas en España deberían ser un poco militares con toga... ¡Cuánto me rio contigo, querida Bipo! Besotes, M.

DIANNITA, sí en Mallorca los alemanes arrasan... Lástima que tu tambien te educases en colegio de monjas en aquellos años. Te acompaño en el sentimiento... Muchos besotes vampirita, M.

GRACIAS MUCHAS A TODOS/AS.

Ramón María dijo...

Hola merche, lo cierto en mi caso es que la educación la recibí más en mi casa, que a los múltiples centros a los que me enviaron.

Y no cambiaba de centro por motivos lógicos como cambio de domicilio...etc ¡que va! es por que era un autentico cafre.

Como es lógico esto lo cura el tiempo, si hay suerte.

Lo que me lleva a una pregunta ¿Que hacer con personajillos como lo "fui" yo?.

Puedo asegurarte y confirmarte que si alguien hablaba ó pasaba algo en el aula y algunas (pocas)no era yo, la opción mía en cuánto llegaba el educador era la de huir lo más rápido posible y mientras marchaba se oía a lo lejos Monnntxuuuuuuuuuu.

PD. Yo no respetaba mucho la autoridad y esto me pasaba factura, con los típicos "capones" y las manos rojas( tal vez sea por esto)que cuanto más me daban, más rebelde me ponía, en fin, todo una joya.

Agur un saludo.

Ramón María dijo...

Por cierto, todo empezó en centros de "mis amigos del alma" los curas.

¡Como me ponian!.




Agur un saludo.

Merche Pallarés dijo...

MONTXU, gracias por tu visita. Sí, por lo que cuentas, deberías ser bastante rebelde... pero eso no es negativo, la rebeldía es sana (bien encauzada). Ahora bien, los que os habeis educado en la época franquista con monjas y curas, comprendo que tengais vuestras "piedras" porque el sistema educativo, supongo, se basaba más en los castigos como forma de disciplina. Una pena. Qué bien que en casa te enseñaran como tenía que ser. Algunos, pobres, no tienen ni eso... Besotes, M.

Martine dijo...

Merche Guapa, hoy en día los alumnos hablan en clase con o sín profesor... y lo de hablar es un eufemismo... Pero si lo que se les explica les interesa el silencio es sepulcral... A nosotros nos toca hacer las clases para motivarles, y cada vez están menos motivados... Pero es lo que hay, eso sí, es una vocación...de lo contrario "nothing at all"!!!

A lot of kisses, honey!!!

Thiago dijo...

Cari, pues cuando yo era peque e iba a un colegio de monjas en Galicia, tb preguntaban quién habí hablado, y no era una educación muy brillante.... No solo eso, sino que dejaban al chileta de la clase, al más pelota al mando de la clase en el encerado y nos apuntaba a todos los que hablabamos... yo tb.siempre estaba en esos apuntes, jajaa

bezos.

Merche Pallarés dijo...

SELMITA ¡Bienvenida! Qué contenta estoy de leerte de nuevo en mi blog... Supongo que eres profesora tambien; hoy en dia, teneis una triple labor porque no es como en mi época que RESPETÁBAMOS al profesor. Os admiro, os respeto y os quiero. Ahora, tenerlos en un silencio sepulcral dice mucho de tu labor. Debes de ser ¡excelente! Enhorabuena querida. Besotes, M.

THIAGUIÑO, mi queridiño eso de ser el chivato de la clase es lo peor de lo peor. Me parece que la manera canadiense era mucho más humana y didáctica. Muchos besotes, M.

GRACIAS DE NUEVO A TODOS/AS.

Anónimo dijo...

La educación en clase es una cosa y otra muy distinta la que se recibe en casa.si no van de forma conjunta,todo queda en nada.
Me imagino Merche, que en aquella época sería así.Hoy día los niños tienen debajo del brazo un manual de derechos,son tantos que a veces olvidan lo que realmente es la responsabilidad y la educaíón.

Besotessssssss

Antunes Ferreira dijo...

LISBOA * PORTUGAL
ferreihenrique@gmail.com

¡Hola!

¿Cómo vas? ¿Y cómo sigue tu blog? Veo que reforzó su bueno camino. ¡Bravo! Y decirte otra vez que el tío me encanta tu, por supuesto. Ya te lo dijo, pero te lo repito: volveré. Tú y él lo merecen.

Mira, que tienes que volver a mi Travessa do Ferreira (www.travessadoferreira.blogspot.com). ¡Vete! Y si lo visitarás por primera vez, fíjate que no cuesta nada y es indoloro. Dicen que la primera es siempre muy dolorosa y, a veces, difícil... Aquí, seguro que no… Entonces, te espero. Con mucha ilusión.

Qss / Abz

Isabel Huete dijo...

Ay, Merche, si he de serte sincera, el exceso de disciplina puede ser también un handicap para la educación. Creo que comparto más lo que dice Fernando Manero que la postura de obligar a los niños a inculparse de algo que es tan natural como la vida misma. Yo fui muy rebelde siempre y me expulsaron de varios colegios, pero no porque hiciera cosas imperdonables sino simplemente travesuras. Si entrases en un aula donde el profesor está ausente y vieras a todos los alumnos calladitos y estudiando seguramente te sorprendería, te parecería algo anormal. No se puede exigir a un niño o niña que se comporte con la responsabilidad de un adulto. Es que creo que ni aunque los alumnos fueran adultos lo harían.
Los niños deben comportarse como niños en todo momento y no por ello sentirse culpables. Y como dice Pedro, la buena educación tiene más que ver con otras cosas.
Eso creo yo.
Un besito.

Merche Pallarés dijo...

CARMEN, a veces la educación en casa es la mas importante... Besotes, M.

ANTUNES gracias de nuevo por tu visita aunque no he entendido muy bien lo del "tio y tu" y lo de "tu y el lo merecen"... Te visitaré de nuevo cuando tenga tiempo. Por cierto me puedes escribir en portugués. Lo hablo y lo entiendo pero me cuesta escribirlo. Besotes, M.

ISABEL, perdona que tambien discrepe contigo querida. NUNCA me sentí, ni los demás niños, "culpables" de nada. Simplemente los maestros preguntaban quien/es habían estado de charleta, levantábamos la mano para reconocer nuestra "responsabilidad" no "culpa". Y, como digo, no nos castigaban. Tambien como le digo a METIS, no recuerdo recibir ninguna injusticia durante mis años escolares, ni con la Srta. Beltrán ni, por supuesto, en Toronto. ¿No crees que eso dice mucho de la educación que recibí? Muchos besotes querida y gracias por tu comentario como siempre, M.

Unknown dijo...

Merche, una vez una profesora nos contó que en Francia no sabían lo que eran "las chuletas". Ella se lo explicó y en un examen alguno quiso probar pero carecían del ingenio y de la práctica.
Ja, Ja! eso me recuerda que en mis primeros tiempos de maestra mis alumnos me gastaron una broma: una bomba fétida en la clase. Soy muy sensible a los olores y casi me desmayo. Me eché a reír y les dije que hicieran no sé cuántos ejercicos y que yo estaría fuera en el pasillo. Los dejé encerrados en clase y no les dejé abrir las ventanas.
Me gastaron otras bromitas que me hacían reir pero nunca más "olorosas".
Besos.

administrador dijo...

Querida Merche, hace mucho que no me asomaba a los blogs de los amigos, pero aquí estoy de nuevo.
Comparto la opinión de Fernando, el sentido de la responsabilidad y asumir las consecuencias de lo que uno hace es lo que nos hace dejar de ser niños y entrar en un comportamiento adulto, pero esto llevado a los extremos de exigencia de los paises anglosajones creo quer contribuye más a crear ciudadanos excesivamente rigurosos y, personalmente, prefiero la flexibilidad.

Thiago dijo...

Merche, gracias por acordarte de mi tanto, ahora yo me acordaré de esos 37 gays americanos, que me imagino todos tan guapos y tan rubicuntos como mi novio, jaja

Bezos, reina.

Merche Pallarés dijo...

ANTONIA P. ves eso de las "chuletas" tampoco se estilaba en Canada. Yo, jamás hice ninguna ni creo que tampoco mis compañeros. Vale, igual eramos mas "pardillos" no tan "pícaros" como los españoles pero, vamos a ver, ¿qué país tiene la política más íntegra y menos corrupta (dentro de lo que cabe porque en todos los sitios cuecen habas)? Sinceramente creo que Canada. Lo de las bromas, tampoco lo hacíamos a los profesores/as sino entre nosotros (ponernos chinchetas en los asientos, por ejemplo) porque, en mi época, existía un RESPETO SEPULCRAL hacia los maestros/as. Besotes, M.

AMADOR ¡Encantada de leerte de nuevo! Vamos a ver... La educación en Canada NO era como la inglesa, tan rígida y disciplinada. No. Era más flexible, humana. Prueba de ello es que no hemos salido como robots ni con grandes traumas aderezadas con necesidades sadomasoquistas debidas al "caneamiento" que fue sístema de castigo muy extendido en la educación inglesa. Canada NO era Inglaterra aunque fuera parte del "Commonwealth". Y, para decirte la verdad, estoy MUY orgullosa de haberme educado, en mis años formativos, en un gran país como es Canada y no en la España oscurantista y franquista de los congéneres de mi generación que todos/as tienen unas "piedras" mentales de mucho cuidado... Besotes, M.

THIAGUIÑO, entre los 37 gays había de todo, jóvenes, adultos y de mi edad. Era un grupo muy hetereogénero muy interesante. La verdad es que me encanta llevarles de excursión porque la mayoría son muy cultos, escuchan lo que les explicas y quedan MUY agradecidos. Es un turismo excelente que da gusto llevarlos a visitar la isla. Como te he dicho en tu blog ¡Ojalá! vinieran todos los dias. Les adoro. Besotes, M.

GRACIAS UNA VEZ MAS POR VUESTROS QUERIDOS Y BIENVENIDOS COMENTARIOS.

Diana Puig dijo...

Yo he tenido un poco de todo, soy muy joven pero en mi escuela había dos perfiles totalmente diferentes de profesorado, estaba el que exigía disciplina de una manera que hoy podría es denunciable, (la paleta, los capones con anillo, la bofetada, la humillación el ridículo y el esparadrapo en la boca) no veas como dolía cuando te lo quitaban...mmmm, lo recuerdo y todavía me duele y pica J, y estaba el progre (dialogo, comunicación, juego, motivación, buscar formas diferentes de enseñar) a estos profesores les costaba casi el puesto, porque los que tenían la mentalidad más "antigua" eran del pueblo y los otros eran de fuera. Eso si no dejamos de hablar cuando no estaba el profe, ni de jugar, ni de hacer el gamberrillo, ni de intentar hacer novillos...niños son niños y punto. Un bonito post al recuerdo, didi.

Merche Pallarés dijo...

DIDI ¡¿te ponían esparadrapo en la boca!? ¡qué horror! Mi niña, como cuento en TODOS los comentarios, NO nos castigaban, simplemente nos hacían reconocer nuestros errores (que habíamos estado hablando en su ausencia) y punto. No fue nada traumático, al contrario, me enseñó a reconocer mis errores y a ser consecuente y responsable de los mismos. Gracias por tu comentario querida. Besotes, M.

Porteña en Madrid dijo...

Es que, además de hacerte responsables de tus actos, nadie los juzgaba. Quiero decir, no era una actitud acusadora probablemente la del maestro, si no hasta de confianza. Porque creo que para aceptarnos los unos a los otros hay que ir dejando de juzgar...

Un abrazo, hermosa historia.

Álvaro Fernández Magdaleno dijo...

En mi colegio incluso estaba uno encargado para apuntar quien hablaba y quien no para "supuestamente"quitarle puntos pero sólo era una amenaza.
Qué tal estás Merche???

Marcelo dijo...

Qué interesante todo lo que se dice aquí en base a tu post! Claro que la estuvo en ambos lados fuiste tú, y seguramente que había matices. Pero verdaderamente el saber quien fue, aùn sin sancionar, es una exhibición de poder algo inquietante. Eso no justifica agredir al maestro com sucede en estos tiempos, por supuesto que no. Será que uno se crió en una época de dictadura donde el ¿quien fue?, no siempre se respondía con un "fui yo" sino con un "fue él"
Un beso Merche!

Merche Pallarés dijo...

MARIANITA, efectivamente no nos juzgaban, simplemente, nos amonestaban diciéndonos que no lo volvieramos a hacer, pero lo hacíamos y ellos lo sabían pero siempre era la misma actitud de pedirnos que levantáramos la mano los que habíamos hablado y punto pelota. Yo la levanté unas ¡cien veces! Pero, con los años, aprendí la lección--de ser responsable de mis actos y admitir mis errores. Gracias por tu comentario, querida. Besotes, M.

ALVARO ¡Has vuelto a aparecer! pero ¿dónde está Pablo? Veo que desde que cumplió su añito de blog ha desaparecido por completo... Lo de fomentar el chivatismo me parece nefasto. Me parece mucho mejor el método canadiense. Gracias tambien por tu comentario. Besotes, M.

MARCELO, lo que tu dices es tremendo lo de "fue él", ves eso tambien me gustó de la educación canadiense que no fomentaban para nada la traición o, como le digo a Alvaro, el chivatismo. Eso sí que me parece nefasto e injusto. Pero nuestros países latinos son muy cainitas. Una pena. Muchos besotes y gracias por tu comentario, M.

David Baz dijo...

Hola ciber amona!!!! Ya he vuelto de los exámenes!!!

Veo que tengo mucho que leer para ponerme al día, pero hoy no puedo hacerte un comentario más inteligente que este (que no lo es) puesto que he tenido el último examen y ayer dormí 3 horas. Hoy me he metido tanto café que tengo más cafeína que sangre en las venas.

Bueno, a partir de ahora mantendré el contacto, volveré a ser un ser social. Aunque tengo que reconocer que estos exámenes me han dejado tocado…ya no volveré a ser el de antes, jejeje.

Un besazo!!!

Merche Pallarés dijo...

¡¡DEVIN!! Bienvenido de vuelta al mundo bloguero. Espero que hayas aprobado todos tus exámenes. Muchos besotes cariñín, M.

Capri c'est fini dijo...

Hummmm curioso método educativo... pero no entiendo la finalidad, ¿crear responsabilidad en unos niños que se alborotan cuando sale el profesor? pero si eso es lo más normal del mundo, es más, si no fuera así no sería niños sino robots... Supongo que todo es cuestión de diferencias culturales...

Merche Pallarés dijo...

CAPRI, sí son diferencias culturales por supuesto. Pero eso no significaba que nos educaran como robots simplemente que admitiáramos nuestra responsabilidad de haber estado hablando. Si un dia tienes el tiempo de leer todos los comentarios y mis respuestas, te harás una idea de lo que quiero decir. Gracias querido por tu comentario. Besotes, M.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Exactamente como hoy mi querida niña....¡¡¡ lo que pasa que hoy confunden el compañerismo con no ser chivato....saludos

Merche Pallarés dijo...

TUCCI pues me parece muy bien que no sean chivatos, cada uno/a tiene que ser responsable de sus actos ¿no te parece? Besotes, M.