"Uno de los clientes más fieles de los barriles de cerveza resultó ser el cocinero. Cada veinte minutos aproximadamente aparecía en el bar una de las camareras, generalmente una de las francesas, con un gran vaso en la mano.
--"Pour le chef" (para el cocinero)--decía, y había que llenarle el vaso de cerveza.
Al poco tiempo, volvía a aparecer la muchacha con la misma petición. Así, los barriles se vaciaban a una velocidad asombrosa. La sed del cocinero era inapagable. Desde luego, había que tener en cuenta que trabajaba durante muchas horas en una reducida cocina, la cual, con el calor de los fogones, los humos grasientos de las cacerolas y el vaho de las aguas calientes de la fregadera, se convertía en un verdadero infierno."
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The most loyal client of the beer barrels was the chef. Every twenty minutes, approximately, one of the French waitresses appeared in the bar with a tall glass in her hand, saying: "Pour le chef" (for the chef). We filled the glass.
In a short while, there she was again with the same request. The beer dwindled at a surprising speed. The chef's thirst was unquenchable. Of course, one had to keep in mind that he worked long hours in a rather small kitchen, surrounded by the heat of the cookers, the smoke of the greasy pots and the steam coming from the sink. It was a real hell.
Ahoguemos nuestras penas en alcohol.
ResponderEliminarSeguro que el cocinero era barrigudo. No sé pero al leerte me lo he imaginado gordo y con bigote.
ResponderEliminarPor aquí suelen contar el caso de una cocinera que, casi cada noche se encontraba fatal. Un día en que su malestar era más importante que de habitual llamaron al doctor. Estaba completamente borracha!. Cuando los señores bajaron a la bodega encontraron la barrica del "vi ranci", como moscatel, ¡vacía!. Se la había trincado toda la madame.
Aún se cuenta, con el nombre de la interesada que en paz descanse, entre risotadas.
Huelga decir que por aquí nadie más la contrató.
Un beso.
Jaja, sisi, tendría mucha sed, pero por si acaso agua no pedía. Cómo cambian las cosas, trabajé durante un año en un restaurante en el que a los camareros no se nos permitía ni comer un mísero pincho. Antes iban a la basura (y lo digo de verdad). Y a los cocineros no se les permitía ni beber una coca-cola. Menos mal que entre nosotros nos arreglábamos para comer y para beber algo de vez en cuando. Parecía que estábamos haciendo algo ilegal (tráfico de pinchos y coca-colas XD)
ResponderEliminarPasa buen fin de semana Merche!!!
Un besazo!!!!
No me gustaría ir a ese resturante a última hora del día y pedir un plato cocinado por ese chef... ¡A saber Dios lo que le echará al puchero después de todo el día bebiendo cerveza!
ResponderEliminarJajajaja. Un besote wapisima.
Afortunadamente en algunos infiernos corre la cerveza fresca.
ResponderEliminarEstas entradas me siguen pareciendo impagables.
Un abrazo
Que mal pensados... seguro que era una especialista en "cuisine a la biére", desde luego...
ResponderEliminarBesos.
¡Así cocinaría con mayor creatividad, ya digo...!
ResponderEliminarBesos.
MAL BICHO, eso... Besotes, M.
ResponderEliminarANTONIA P. ¡Graciosa la historia de la cocinera! Ahora que con "vi ranci" seguro que se cogía unas melopeas de cuidado... Besotes, M.
VICTOR, ¡Qué bien que traficábais con pinchos y coca-colas! No faltaría más... Me muero de curiosidad que peli nos has puesto... Besotes, M.
DESPLAZADOS, sí, ¡vete tu a saber! Besotes, M.
JAN PUERTA, me alegro de que te gusten querido, Besotes, M.
TORO, seguro... Besotes, M.
PEDRO, sin duda alguna... Besotes, M.
GRACIAS MIS QUERIDOS
ay¡¡¡ ese cocinero es como yo..que me veo...cuando me meto en la cocina...con el gaznate refrescado por la rubia ...cocino mejor...un beso niña!!!!
ResponderEliminar... y con una pequeña o grande barriguita cervecera...
ResponderEliminarBaisers, mousseux.. ma Belle Amie!
oye que muchas comidas se preparan con cerveza, a ver si ibais a ser unos malpensados y el pobre cocinada con ella....
ResponderEliminarcomo fue el dia en formentera? agradable la compañia? seguro que si :-)))
besos wapa.
Bueno, es entendible el lugar donde estaba, pero la sed también se apaga con agua, verdad? Obvio, no hay como una cervecita bien fresquita, jajajaja!
ResponderEliminarMUCHOS BESOTES DIOSA Y BUEN FINDE!!
Yo creo que cocinaría mejor, más relajado, con la cerveza.
ResponderEliminarUn beso!
TUCCI, sí la "birra" ayuda mucho para cocinar (usándola o bebiéndola). Besotes, M.
ResponderEliminarSELMITA, seguro que tenía una panza cervecera de mucho cuidado... Gros bisous, ma mignonne, M.
METIS, ¡me encantó conocer a nuestra querida Helena (salondesol)! Es guapísima y tiene una familia (niño saharauí incluido) maravillosa. Me ha dicho que mañana, domingo, viene a Ibiza a verte ¡Espero que me tengas incluida en el encuentro! Aunque mi hija tambien llega mañana... Bueno, ya nos hablamos. Muchos besotes, M.
STANLEY, es que beber agua es tan soso... Besotes, M.
MARCELO, yo tambien lo creo... Besotes, M.
GRACIAS DE NUEVO MIS QUERIDOS