(Perdonad pero ya ni intento subir una foto por ahora...)
"Otro catalán, valiéndose de su horno doméstico, cocía magníficas tortas que su mujer, ataviada con un blanquísimo y amplio delantal con peto, vendía en una mesa del mercado de Rentería. Otros vendían churros y caramelos, tambien de fabricación casera.
Un ingenioso gerundense fabricaba una especie de pequeñas alfombras de goma, que sustituían a los felpudos. Para ello, se valía de neumáticos viejos que recogía en los vertederos de basura. Hacía tiras de los neumáticos y, trenzándolas, obtenía también alfombras. Igualmente fabricaba albarcas con trozos mayores de neumático. Otros vendían esteras hechas con hojas secas de maíz.
Todo era útil en aquella época de penuria generalizada.
Los fabricantes de jabón eran incontables, y vendían su mercancía de casa en casa. Uno de éstos timó a María sin el menor reparo. Le vendió doce hermosos jabones blancos y relucientes, colocados en perfecta alineación en una caja de cartón bien tapada, con la recomendación de que no los usase hasta pasados tres o cuatro dias y, sobre todo, de que no los destapase hasta el momento de tenerlos que usar. Cuando María, a los cuatro dias, abrió la caja para usar un jabón, se encontró con doce "escupitajos" (el entrecomillado es mio). Los doce jabones se habían derretido, quedando reducidos a aquello. Nunca se pudo averiguar con qué materia había podido fabricar el sagaz catalán aquellos jabones fantasma.
Esos refugiados animaban mucho el ambiente de Pasajes, bastante triste por lo demás. Algunos tenían a sus familiares en ambos frentes, y otros, en el exilio.
Había tambien quien exhibía elocuentemente su nariz rota o sus cicatrices, siempre fruto de interrogatorios. La mujer que le lavaba la ropa a María le contó que, cuando volvió de Francia, donde se había refugiado en casa de unos parientes al principio de la guerra, no encontró a su marido en Pasajes. Estaba encarcelado con otros en la improvisada prisión de Lezo. Nunca le permitieron ver a su marido, pero ella todos los días le llevaba la comida en un cestito. Iba siempre a pie, por Rentería. Un mediodia, el soldado que acostumbraba a cogerle la cesta, le dijo:
--No se moleste más. Su marido no necesita ya comida.
Nadie le dio jamás la menor explicación".
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MEANS OF SURVIVAL AND DEATH (2)
(I'm sorry but I'm not even trying to upload a picture for now...)
Another Catalonian, baked in his house oven, delicious cakes which his wife, in a sparklingly-white apron, sold at the Rentería market. Others sold "churros" (typical Spanish delicacies) and candies, also home-made.
An ingenious "gerundense" (from Girona, Catalonia) made small rubber rugs which replaced the usual doormats. To do this he took old tires he found in the garbage dumps. He cut the tires in strips, braided them and fabricated the rugs. He also made "abarcas" (sort of rubber espadrilles) with bigger pieces. Others sold mats made from dried corn leaves.
Everything was useful in those times of generalized poverty.
The soap-makers were innumerable. They sold their merchandise door-to-door. One of them gipped María mercilessly. He sold her twelve, beautiful white soaps, neatly lined up in a tightly-closed cardboard box, with instructions that she shouldn't use them until three or four days later and, especially, shouldn't open the box until their usage. When María, four days later, opened the box she found twelve "spits". The twelve soaps had melted and had reduced to the latter. They never found out with what "material" the shrewd Catalonian had produced the ghost soaps.
Those refugees livened up very much the ambience of Pasajes, very sad on the other hand. Many had relatives fighting on both sides and others, in exile.
There were those who proudly showed their broken noses and scars, always a result of interrogations. The woman who washed the laundry in María's house, told her that, after being exiled in France with relatives at the beginning of the war, came back to find that her husband was not in Pasajes. He was jailed, among others, in the improvised Lezo prison. They never allowed her to see him but, everyday, walking from Rentería, took a basket of food to him. One day, the soldier who used to take the basket, told her:
-- Don't bother any more. Your husband no longer needs food.
No one, ever, gave her the least explanation.
"--No se moleste más. Su marido no necesita ya comida."
ResponderEliminarPuede haber algo más cruel?
Besos.
Sigo.
ResponderEliminarEn casa aún tengo jabón que hizo la abuela de mi marido que vivió hasta los 94 años. Y la caldera de cobre en el que se metía todo el aceite usado y las grasas del cerdo. Se ponía a hervir y se echaba sosa caústica y luego remover con un palo. Así tres días, hasta que era blanco. Y recuerdo el olor.
Sobre lo de la mujer que va con la cesta a ver al marido y no le encuentra... ¡Dios! lo había oído tantas veces...Mi madre contaba que en Barcelona, nadie les decía nada. Ellas iban con la cesta de comida y ropa limpia para el hijo, el marido, el padre o el hermano y cuando no salían a comunicar se iban a consultar unas listas de detrás de la puerta y entonces... ocurrían escenas inimaginables y desgarradoras. ¡Cuánto dolor y cuánta tragedia!
Muchos besos y buen día Merche.
Cielos!
ResponderEliminarEs cierto...
Nunca mejor dicho, se me fue el santo al cielo.
Felicidades, Merche, muchísimas felicidades.
Amor, un beso.
Pues no sé si celebras el santo pero por si acaso ¡Muchas felicidades!
ResponderEliminarMerche, tanto si celebras tu santo como si no, yo también te felicito que eso nunca está de más. Hoy es fiesta en Barcelona, la Mercè es la fiesta mayor.
ResponderEliminarEn casa me contaban que también hacían jabón, creo que entonces, más o menos todo el mundo lo debía hacer, al fin y al cabo eran grasas usadas mezcladas con sosa cáustica y poco más. Cuentan la anécdota de que un día, el gato de mis abuelos cayó dentro de la olla de jabón que estaba enfriándose en el hogar y cuando salió corriendo el pobre bicho sólo se le veían los ojos llenos de espanto. El gato obrevivió pero le tuvieron que ir cortando todo el pelo para quitarle el jabón que se fue secando encima. Pobret.
El final de capítulo, muy pero que muy cruel.
Que frase mas lapidaria la ultima. En epocas de penuria es una pena la gentuza que se aprovecha de los demás.
ResponderEliminarTengo que decir, que por suerte no viví ni la Guerra Civil, ni la posguerra ni la dictadura, cosa de la que me alegro mucho, pero le tengo mucho respeto a todos los que la tuvieron que superar.
Un besito y gracias por pasarte por el blog
TORO, sí, esa frase es MUY cruel y luego sin explicación ninguna. Besotes, M.
ResponderEliminarANTONIA P., me encantan tus aportaciones a estos relatos, querida Antonia. Y, sí, cuánto sufrimiento e ignominia. Besotes, M.
JOSEALFONSOMARTINEZ, ¡gracias! Me acordé por tu post. Besotes, M.
ANTONIA P. no, no estoy acostumbrada a celebrar mi santo. Siempre se me olvida y solo me acuerdo por ¡las fiestas de Barcelona! Gracias de todas formas, querida. Besotes, M.
EUPHORBITA, ¡gracias a ti tambien! ¡Felices fiestas en Barcelonaaaaa! Por cierto, que si los dioses quieren, en enero estaré por allí. A ver si nos conocemos. Mándame tu teléfono a mi e-mail.
Se ve que TODOS los catalanes hacíais jabón, je, je... Pobret el gato... Besotes, M.
ALEX, ¡no sabes la suerte que has tenido, querido! Pero estoy muy contenta de que los jóvenes esteis leyendo estos relatos para que veais qué crueles son las guerras, especialmente las civiles, y NUNCA, NUNCA vuelva a ocurrir. Gracias de nuevo por tu comentario. Besotes, M.
GRACIAS MIS QUERIDOS
Felicidades por tu santo y veo que en aquella época cada uno intentaba sobrevivir como podía. Incluso timando a la gente.
ResponderEliminarIncreíble como reciclaban todo lo que podrían utilizar, para ganarse la vida y el alimento. Lo de los jabones me parece de una bajeza absoluta, por lo que veo siempre presente en cualquier época.
ResponderEliminarEsa pobre mujer que recibe la noticia de la muerte de su esposo de esa manera, es tremendo, cuánta insensibilidad!
BESOTES QUERIDA MERCHE.
te lo mando, seguro.
ResponderEliminarCreo que se hacía tanto jabón porque en los pueblos no había manera de conseguir según que productos y los payeses vivían del trueque. Me han contado muchas veces que mi abuelo cargaba la tartana con su mula de productos de la huerta, aceite, vino y animales de corral para cambiarlos por harina, azúcar y lo que necesitaran.
Esperaré tú llamada encantada.
Una frase aún más macabra le dijeron a mi abuela, la pobre se acercaba todas las tardes-noches a intentar ver a su marido, a llevarle algo de ropa, comida (estaba encerrado en el Ayuntamiento)... y aquella noche, los que custodiaban a los "presos", le dijeron: Matilde, alégrate, que esta noche sale...y si que salió..hacia el rio Salado donde se ensañaron con él -no digo como, pero no utilizaron el tiro de gracia-. Debió ser un tiempo difícil...demasiado difícil... un abrazo
ResponderEliminarPor aqui cerca en Jerez, se celebra el día de su patrona,...."LA MERCED" felicidades...por si acaso.
En esas épocas tan duras, cómo se agudiza la inteligencia para sobrevivir: en lo bueno y en lo malo.
ResponderEliminarBesos.
Me ha dejado anonadada esta frase del soldado, como un martillazo!
ResponderEliminarMerchè tu n'as pas ouvert ton mail aujourd'hui, je t'avais envoyé une carte pour ta fête.. regarde bien.. l'internaute.. et sinon Bonne Fête ma chérie, et bisous!
AMELCHE, así es, querida, hacían lo que podían. Besotes, M.
ResponderEliminarSTANLEY, los españoles podemos ser muy brutos diciendo las cosas y, supongo, que en esas circunstancias guerreras, mas. De una insensibilidad tremenda, tienes razón. Pobre mujer. Besotes, M.
EUPHORBITA, sí, se hacía mucho trueque en aquellos años, ANTONIA dice lo mismo. Buena manera de sobrevivir. Ya he tomado nota de tu teléfono. Te llamaré. Muchos besotes, M.
TUCCI, ¡Qué crueles y salvajes! ¡Cómo se ensañaban! Me has dejado de piedra. Muchos besotes, M.
PEDRO, efectivamente agudizaban mucho el ingenio. A mi me ha encantado el gerundense y sus felpudos de goma y lo de las esteras hechas con hojas secas de maíz... Muchos besotes, M.
SELMITA, je viens de l'ouvrir! J'allais te demander si ce mail c'était à toi parce-que normalment si je vois quelque chose bizarre, je n'ouvre pas. Maintenant, je suis desolée de n'avoir pas ouvert hier...! Merci beaucoup ma chérie. Gros bisous, M.
AMELCHE, gracias por tu felicitación, se me olvidó mencionarlo en mi contestación. Sorry! Besotes, M.
ResponderEliminarjoder, no será lo que pienso? vaya manera de decirle las cosas... cuánta crueldad inncesaria no?
ResponderEliminarBezos, cari.
Merche, why not? As for your question on my blog, I only apply for a LAY Brother! :-) Propz Pilgrim
ResponderEliminarEl mundo a veces es un lugar cruel...
ResponderEliminarSaludos desde Ángel Poético.
THIAGO, pues sí, es lo que tu piensas y es una manera MUY cruel de decírselo. ¡Qué bestias! Besotes, M.
ResponderEliminarPILGRIM, the jesuits have LAY brothers?? That's a new one for me. Gros bisous, M.
JORGE ANGEL, gracias por tu visita. Sí, el mundo puede y ES muy cruel. Besotes, M.
GRACIAS MIS QUERIDOS
Caramba Merche, te he visto hoy y mira por donde me he olvidado de felicitarte, Congratulaciones!!!.
ResponderEliminarTe devolveré en breve la visita a Ibiza, a ver si quedan raones en el sitio que me hablaste.
Besos!
Muchas gracias por visitarme, querida Merche. El domingo te espero, estás invitadísima!
ResponderEliminarBESOTES PRECIOSA.
FERNANDOG, gracias pero no te preocupes porque ayer era 25 y ya no era mi santo. Veremos lo de los raones... Besotes, M.
ResponderEliminarSTANLEY, ¡hasta mañana! Que tengas un buen finde. Besotes, M.
Yo, sí viví la postguerra i en casa de mi abuela en la comarca del Solsonés y en mi casa, en la comarca del Bages, también hacíamos jabón con grasas, tocino y sosa caústica en unos peroles muy grandes. Pocos jabones hay que dejen la ropa tan límpia como aquel y como después la tendíamos al sol...
ResponderEliminarPetons,
M. Roser
M.ROSER, gracias por tu visita. Sí, sí ya leo que todos los catalanes ¡haciais jabón! Muchos besotes, M.
ResponderEliminarpues parece mentira que con grasa se limpie grasa.
ResponderEliminar(me ha impactado lo del gato de Euphorbia)