"Al otro lado del puente los esperaba un grupo de amigos que, aunque de diferentes ideologías, apreciaban al matrimonio. Sin embargo, y a pesar de la mutua simpatía, las reticencias eran evidentes.
Miguel entró en una caseta donde tuvo que sufrir un interrogatorio. No cabía duda de que sobre él recaían muchas denuncias, pero tambien se notaba la presión de fuerzas favorables.
Se les concedió permiso para pasar, pero no podían quedarse en Irún. Su casa (nota mia: Beraun), que era muy grande, estaba ocupada por varias familias que lo habían perdido todo en el incendio.
Atravesaron la ciudad en el mismo taxi que les había traido desde Hendaya, y su consternación crecía a medida que avanzaba el vehículo. La arteria principial de la localidad, donde en otro tiempo se hallaban las mejores casas y los comercios más lujosos, había quedado reducida a un montón de escombros.
Había transcurrido ya más de un año desde la catástrofe, por lo que la hiedra, las zarzas y las ortigas se abrían paso entre los cascotes. Llamaba especialmente la atención la invasión de verónicas, un arbusto de hoja alargada y flor de forma y coloración de las lilas, verdaderas reinas y señoras de las ruinas. Asomaban por la ventana de una bodega, por el arco de una entrada, entre los sillares amontonados de lo que fuera un salón...
Les dijeron que aquellas ruinas estaban plagadas de lechuzas que aparecían al anochecer. Tambien las ratas, expulsadas de las casas viejas por el fuego, se habían adueñado de aquella calle, bordeada a derecha e izquierda por sendas hileras de escombros ennegrecidos por el fuego, la lluvia y el sol.
La pareja se dirigió a San Sebastián, a casa de unos familiares (nota mia: donde estaban sus cinco hijos) que les acogieron con cariño. Unas semanas despues, pudieron instalarse en Pasajes Ancho, y Miguel recuperó su empleo. Alquilaron un piso sellado desde la llegada de los requetés. Un sargento de la Guardia Civil quitó el sello y abrió la puerta delante de Miguel. Todo estaba en el más completo desorden. Se veía que sus moradores habían sido sorprendidos y que se habían visto obligados a abandonarlo precipitadamente. Las camas estaban deshechas; los armarios, abiertos y despanzurrados; y los muebles, volcados. Lo que más les llamó la atención fue un huevo frito a medio hacer que había quedado fosilizado en una sartén, sobre el fogón de la cocina." (Continuará)
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NEW MASTERS, NEW RULES (1)
At the border, some of their friends were there to greet them. Even though they had different political ideas, they liked the couple. However, in spite of their mutual friendship, the situation was tense.
Miguel entered a cubicle where he was interrogated. There was no doubt that several accusations had been put forward against him but they also noticed favourable forces.
They were given permission to enter but they couldn't stay in Irún. Their house (my note: Beraun) which was very big, was occupied by several families who had lost everything in the fire.
They crossed the city in the same cab that brought them from Hendaye and their distress increased as the car went by the main avenue where, not so long ago, were the best houses and most luxurious shops. Now it was reduced to a pile of rubble.
A year had almost gone by since the disaster. The ivy, wild bushes and nettles camped everywhere among the ruins. Particularly, the "veronicas", lilac-coloured wild flowers, were the absolute mistresses. They came out of windows, the arches of entrances, the scattered stones of what must have been a living room...
They were told that owls abounded, appearing at night, as well as rats which had escaped from the fire that destroyed the old houses. They had taken possession of that street, bordered left and right by debris blackened by the fire, rain and sun.
The couple went to San Sebastian where they were housed by relatives (my note: and to pick up their five children) who welcomed them very warmly. A few weeks later, they moved to Pasajes Ancho and Miguel recuperated his job. They rented an apartment that had been sealed by the military. A policeman lifted the seal and opened the door in front of Miguel. Everything was in complete disorder, one could see that the people who lived there had to leave in a great hurry. The beds were unmade, the wardrobes open, all messed up, and the furniture upside down. What struck them the most was a half-fried egg fossilized in a pan on top of the kitchen stove. (It will continue)
miércoles, 16 de septiembre de 2009
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22 comentarios:
Bueno, ha sido mejor de lo que esperaba.
La ciudad destrozada...
Que horror.
Besos.
Ciudades y pueblos reducidos a escombros. Ratas y lechuzas y una legión de españoles asustados, heridos, famélicos y cansados que sólo querían retomar su vida en el punto en el que la habían dejado. Pero a muchos no se les permitió.
¡En España empezaba a amanecer!
Besos.
dios que terrible debió de ser... esos bombardeos a las ciudades no hay derecho, eso que ahora llaman victimas colaterales...
en fin, el detalle del huevo fosilizado genial, jaja
bezos
Muchos perdieron todo...al menos seguian con vida...una gran desolación sin duda. Ojalá no se repita..saludos
Qué triste debió ser el ver lo que conocían destrozado y su casa ocupada.
¿Sabes? Las plantas que se hacen con espacios removidos se las llama oportunistas (nombre desafortunado), son las primeras que se instalan y que al menos, en ese caso, debían dar un toque de color a tanta desolación.
Is the picture above from Guernica after the nazi bomd raid? Propz Pilgrim...p.s.Do you know George Orwell´s story"Catalonia"?
Que triste y duro el regreso! Debió haber sido una sensación espantosa.
Sobre todo que uno guarda una imagen que nada tiene que ver con la realidad.
Muchas gracias por la visita, querida Merche, y me alegro que te haya gustado el post.
BESOTES HERMOSA.
TORO, veo que tu y yo somos madrugadores... Gracias por tus siempre muy bienvenidos primeros comentarios, mi querido.
La historia sigue, no te la pierdas. Besotes, M.
ANTONIA P., efectivamente, querida, a muchos no se les permitió. Reconozco que mis tios eran de la burguesía vasca y tenían sus contactos para salir airados de este conflicto. En España empezaba ¡a oscurecer! Una tristeza. Besotes, M.
THIAGO, lo del huevo a mi tambien me llamó la atención... Besotes, M.
TUCCI, eso, que no se repita nunca jamás. Besotes, M.
EUPHORBITA, la naturaleza es muy sabia, como dices, por lo menos esas zarzas y flores daban un toque de color a tanta desolación. Besotes, M.
PILGRIM, no, I haven't read Orwell's "Catalonia", I'll have to do it (I didn't even know it existed! you young ones are much more aware than we oldies...) And, no, I don't think the picture is of Guernica, I believe it's Madrid but the people who have posted it in Google don't specify, so I don't know. Thank you once again for your comment, my dear. Hugs, M.
STANLEY, ¿puedes imaginar? Debió de ser horrible, saber que tu casa está ocupada, que no puedes quedarte en tu pueblo... En fin, cuánto sufrimiento. Las guerras SON HORRIBLES, CRUELES y SIN SENTIDO. Besotes, M.
GRACIAS MIS QUERIDOS
cosas:
-la naturaleza siempre recupera lo que le ha sido robado. afortunadamente.
-verónicas... un nombre precioso para una flor o para una persona.
-¿recuperó su trabajo?... me sorprende que se restableciera tan pronto un orden y sistema.
-la narración está muy interesante.
-no dejo de pensar que nuestra guerra fue de lo más deplorable. rojos o azules, rosas o blancos... ¿estamos cultivando el caldo entre todos para que esta pesadilla vuelva a repetirse?
Cuánta angustia debió haber en ese retorno. Cuánta incertidumbre y miedo. Hace tiempo que dejé de juzgar a la gente que volvió o que resignó: los comprendo.
Besos.
BIPO, sí es curioso cómo la naturaleza se abre camino... y espero que no vayamos por esa senda que tu dices al final pero, como está el "patio"... Hija, quién sabe. Esperemos que no y recemos a Santa Rita que lo que se dá no se quita. Besotes reina, M.
PEDRO, debió de ser horrible. Pero, ¿quién somos nosotros para juzgar? Tienes razón. Sigamos leyendo las experiencias de los demás y aprendiendo. Muchos besotes, M.
Cuántas historias quedarán calladas por resignarse al silencio.
Interesante
Merche, un abrazo
KETY, mi Dulcinea de La Acequia, ¡qué simpático recibir otro comentario tuyo! Y, sí, cuántas historias no habrán quedado sepultadas en el silencio... Besotes, M.
Merche cariño, muchas gracias por lo que dices en mi blog... menos mal, pq ultimamente estaba un poco celoso de Stultifer, del que yo creo que estás enamorada, jajajaja
Bezos.
THIAGUIÑO, el que está enamorado de STULTI me parece que eres tu... Besotes, M.
Lo del huevo me ha impactado. Pero es así, cuando sales o te sacan corriendo de tu casa, es como Pompeya cuando llegó la lava del volcán.
Recuerdo haber visto la película El pianista en Londonderry y allí, que han sufrido atentados terroristas, gases lacrimógenos y demás, un silencio sepulcral en la sala del cine en las escenas del final, cuando se ve la destrucción de la guerra y el hambre que tenía el pianista. Sin embargo, la misma película la vi después en España, en Elche, y un cachondeo... Encima les hacía gracia que rompiera un bote de conserva porque tenía hambre. No sé, se notaba que no habían sufrido en su vida.
AMELCHE, buena anécdota. Se ve claramente la diferencia en la actitud de unos y otros. Muchos besotes, M.
Imaginar lo precipitado de la huida de los anteriores inquilinos.. este huevo lo demuestra..
Terribles los estragos de los bombardeos..
Mille bisous!
SELMITA, lo del huevo es la clave de la urgencia del desalojo, definitivamente. Gros bisous, ma chérie, M.
sigo avanzando
this is a very moving part of the book!
Voy releyendo---
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