martes, 23 de marzo de 2010
LOS VENCIDOS QUE NO SE RESIGNARON (2)
"--Mi madre está desesperada--continuó Paula--. No hace más que llorar. ¡Qué mala suerte tenemos! Siempre hemos vivido en la miseria, y, después de pasarlo todavía peor durante la guerra, como estamos en el lado de los que han perdido, resulta que mis hermanos son ahora bandoleros.
Cuando se fue Paula, Catalina le dio a María más detalles del drama de los Cachero. El hermano mayor, Juan, había peleado bravamente con otros milicianos para impedir que aquella parte de la sierra cayese en manos de los franquistas. Y lo consiguieron, porque, al final, cuando hasta Madrid se hundió, ellos no se habían rendido aún. La guerra había acabado, pero no para Juan y muchos de sus compañeros, que no quisieron entregarse y se echaron al monte.
María pensó que tambien aquellos seres que vivían tranquilamente en sus rincones habían sido removidos y desplazados por la resaca de la guerra, que destrozó para siempre a muchos de ellos.
Según informó Catalina a María, al principio encontraban ayuda en los pueblos y en los cortijos, donde les proveían de comida y tambien de ropa, mantas y calzado, pero la Guardia Civil se metió por la sierra y empezó a perseguirlos con saña. Algunos cayeron o fueron apresados, pero no lograron echar el guante a Juan. Entre tanto, se había organizado una partida que tenía atemorizada a la comarca. Al jefe le llamaban "El Abate". Era de Candera y se llamaba Juan Cachero, como el hermano de Paula, de quien era primo. La mujer y las dos hijas de "El Abate", dos gemelas preciosas, seguían viviendo en Candera. La vida les resultaba muy difícil, porque aunque la política no había dejado odios profundos en el pueblo, las miraban con cierto recelo, pues constantemente llegaban noticias de las correrías de "El Abate", aunque éstas nunca fueron tan terribles como las de otra partida, capitaneada por "El Herrerillo", que actuaba no lejos de aquella parte de la sierra.
Una tarde, apareció la Guardia Civil de Andujar y se llevó a Antonio, el hermano pequeño de Paula, para hacerle un interrogatorio. Creían que era hermano de "El Abate". El muchacho--no tenía más que diecisiete años--regresó a los tres días, con la cara entumecida y cojeando. No quiso hablar. No dio ninguna explicación." (Continuará)
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THE DEFEATED WHO DIDN'T GIVE UP (2)
--My mother is desperate--Paula continued--, she doesn't stop crying. How ill-starred we are! We've always lived in misery, worse during the war since we were on the losing side, and now my brothers are considered outlaws.
When Paula left, Catalina gave María more details on the Cachero's drama. The older brother, Juan, had bravely fought with other militiamen in order to avoid that part of the "sierra" (mountains) falling on Franco's side. And, they did it. Because, at the end, even when Madrid fell, they hadn't given up. The war had ended but not for Juan and many of his companions who didn't want to surrender and went into the mountains.
María thought about how these people, also living their peaceful lives in their nooks and corners, had been jolted and displaced by the war's aftermath destroying many of them forever.
Catalina told María how at the beginning, they found help in the villages and farms, where they were given food, clothing, blankets and shoes. However, since the Civil Guard entered the mountains they were furiously persecuted. Some fell or were imprisoned but they didn't get their hands on Juan. Meanwhile, a band was organized which was terrorizing the area. The chief was called "El Abate" (The Abbot). He was from Candera and his name was Juan Cachero, like Paula's brother. They were cousins. "El Abate's" wife and two daughters, gorgeous twins, still lived in Candera. Life was very difficult for them. Even though politics didn't leave deep hatreds in the village, they were looked at suspiciously because news of the shenanigans of "El Abate" arrived constantly, although these weren't as terrible as those of "El Herrerillo" (The Little Blacksmith's) band, who were also operating around that part of the mountains.
One afternoon, the Civil Guard from Andujar appeared and arrested Antonio, Paula's youngest brother, to interrogate him. They thought he was "El Abate's" brother. The teenager--he was only seventeen--came back three days later with a numb face and limping. He didn't want to talk. He didn't give any explanations. (It will continue)
Los maquis sólo podían resisistir amparados en la comprensión de la gente de los pueblos. Su batalla estaba perdida de antemano, aunque la intención clara de mantener vivo el conflicto mientras se esperaba la intervención de las potencias extranjeras les impulsara, era un empeño condenado al fracaso.
ResponderEliminarLas represalias fueron durísimas: el régimen de Franco fue implacable.
Si no hubiera más motivos, los primeros años de la postguerra hastan para condenar el régimen de Franco a los puestos más espantosos de la historia de la infamia.
Besos, Merche.
La tortura sobre el pueblo.
ResponderEliminarConozco una persona torturada en un cuartelillo.
Quedó cojo de por vida.
Militante del partido comunista.
Los que de verdad se jugaban la vida.
No como otros que presumían de izquierdistas revolucionarios en los recitales de cantautores y luego como mucho se fumaban un porro.
Besos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBendita Constitución y Estado Social y Democratico de Derecho, que ahora es España.
ResponderEliminarTristes tiempos aquellos, Merche...
Besos...!
Eran los maquis, no? Eso si que eran bandoleros románticos y con una causa, causa justa y democrática, además. Pero la propaganda -y las ostias- los masacraron.
ResponderEliminarY aún hoy hay quien niega la sal a los que de verdad defendieron la libertad y la democracia.
Bezos.
Ya me leí la parte anterior que me faltaba. Estos muchachos eran indómitos y de una gran bravura. Ahora el tema de la tortura es un clásico de todo los tiempos!
ResponderEliminarBESOTES QUERIDA MERCHE!!!!!!!!!!
Sin palabras. Una triste página de nuestra historia.
ResponderEliminarBesos
Que poco me gusta remover esta porquería que tanto daño hizo en mi familia... ya te lo comenté una vez...a mi abuelo lo mataron "los rojos"... por envidia y los "Azules" le quitaron todo a su mujer...en fin guerra entre hermanos que nunca llegaré a comprender. besos
ResponderEliminarUsshhh me imagino cuánto lo habrán torturado al pobre muchacho...
ResponderEliminarBesos.
PEDRO, sí, pobres, lo que sufrieron... Toda dictadura es nefasta y ésta para los que lucharon en contra fue extremadamente cruel. Besotes, M.
ResponderEliminarTORO, sí que los del partido comunista durante el franquismo, estuvieron más unidos y bien organizados pero tambien cometieron injusticias gravísimas con algunos de los suyos. Besotes, M.
CORNELIVS, para los que viviais aquí sí que fueron tiempos duros pero para gente como yo, que nos educamos fuera y volvimos de adultos y sin estar involucrados en temas políticos, se vivió muy bien en esa época; mejor que ahora con la timocracia que tenemos. Besotes, M.
THIAGO, eso es muy injusto. Estoy muy a favor de la restitución del honor a los que lucharon tan bravamente contra la dictadura. Tienes mucha razón. Besotes, M.
STANLEY, sí, qué pena que la tortura no se haya erradicado totalmente. Pobres muchachos. Besotes, M.
ASUN, muy de acuerdo. Besotes, M.
TUCCI, siento mucho revolver viejos recuerdos y sí se cometieron muchas atrocidades desde los dos lados. ¡Ojalá! no vuelta a ocurrir nunca mas.
Por cierto, hoy es tu cumple. ¡Muchísimas felicidades! Besotes, M.
MYR, yo tambien... Pobre. Besotes, M.
GRACIAS MIS QUERIDOS
Qué tiempos... madre mía.
ResponderEliminarBesos, guapa y feliz día.
SYLVIA D., de los que nos hemos librado, querida... Besotes, M.
ResponderEliminarTiempos terribles. Tiempos que son los actuales en otros lugares.
ResponderEliminarUn saludo.
JUAN LUIS, sí, ahora mismo está pasando en otros lugares, especialmente Irak y Gaza. Besotes, M.
ResponderEliminartorture in war seems not to stop. why have we not learned anything?
ResponderEliminarNORTHSHORE, because human beings always commit the same mistakes... Hugs, M.
ResponderEliminarLeyendo el comentario de Pedro (y de todos que también he leído) y el capítulo de tu tía, está claro que también se refugiaron no sólo porque quizás esperaban ayuda internacional sino porque sabían que los iban a torturar en el mejor de los casos.
ResponderEliminar:(
que no vuelva la guerra