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Joint reading of Oscar Esquivias' trilogy: "Uneasiness in Paradise", "The City of the Great King" and "Comes the Night" in PEDRO OJEDA ESCUDERO'S blog "La Acequia". (Without an English translation).
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Una cena de fin de año alucinante y muy risible en la que se descubren muchos misterios (Felipe el amante de Juan José, el vástago de Acacio--niega que fue amante de su hijo-- y Julieta, fallecido en las explosiones de los trenes del 11-M llega a última hora completamente beodo); la relación asexual de Sara y Jaime que Benjamín no entiende (y le carcome los sesos) pero que ellos la llevan muy bien. Llegamos al infierno. La vida cotidiana. La llegada de la noche en la vida de Benjamín Tobes. Su amante Clarita deja su casa llena de animalitos y se traslada al sur con su hija Águeda. Siente no haber sido más cariñoso con ella y la echa de menos. Al final también descubre que su mujer Teresa no tiene amigas, ni reuniones esotéricas ni vegetarianas. La realidad es que vaga sola por las calles haciendo tiempo antes de llegar a su infierno particular con Benjamín. Los vecinos la tienen por desequilibrada. El único sin enterarse es Benjamín. Éste acaba por desequilibrarse del todo cuando recibe una carta de "Felisa Hurtado Olmedo" donde le reprocha la muerte de su padre: "Se llamaba Jacinto Hurtado y falleció en el penal de Burgos, tuberculoso, cuando cumplía condena de cadena perpetua. Fue en 1941.... Le adjunto la fotocopia de un documento rescatado de los archivos de la Audiencia de Burgos..."
"Desde la cocina, Jaime oye a su padre gritar indignado. --¿Pero qué me cuenta a mi esta tipa? ¿Para qué escribirá "historia" y "justicia" todo con mayúsculas? ¿Nadie le ha enseñado ortografía?
Ella le enumera en la misiva varias personas que fueron ejecutadas por los informes de su hermano Aurelio: Jacinto Hurtado Pérez, panadero; Teófanes Olmedo Ruíz, llamado "El Ruso", peón camionero; Josefina Terán Rojo, esposa del anterior, sastra; Basilio Cereceda Díaz, pastor; Encarnación Gómez Lanz, maestra, conocida como "Pasionaria" o "La Rubia"; Félix Obregón Muñiz, desconocido.
Benjamín se sulfura. "--¿Qué insinúa esta tía lirio? ¿Qué a su padre lo enchironaron por culpa de mi hermano? Esto es una mezquindad. Hace falta ser mala persona para enviarme a mi esto. "Se ha publicado hace poco en un libro de HISTORIA", "se empieza a hacer JUSTICIA", se cree que me puede restregar por el rostro la palabra "historia", como si fuera un trozo de mierda, así entiende la historia y la justicia esta señora, algo que huele mal."
"--Tú no pienses mal de tu tío, ¿eh? El tío Aurelio era de derechas, era cura, de acuerdo pero era honrado, un hombre íntegro, incapaz de hacer el mal, tu lo sabes mejor que nadie. Me imagino que le pidieron estos informes y él respondió en conciencia, ¿qué iba a hacer, a ver? ¡Buenos estaban los tiempos! Seguro que fue generoso, que calló muchas cosas, que--por supuesto--no inventó nada. ¡Habría que haber conocido al padre de esta tipa! Si le condenaron a cadena perpetua no sería por decir que san Pedro era bolchevique, digo yo."
"--Cálmate, papá." "--No me da la gana de calmarme." "--A ver qué te parece esto. Es para la Felisa de los cojones."
"Muy señora mía: No sé por qué me ha escrito. Sólo le diré que (para mí) el espíritu cristiano... se resume en dos palabras (que quizá sea una sola): AMOR y PERDÓN (fíjese, también sé escribir mayúsculas). Por favor, no remueva las tumbas y deje descansar a los muertos. Atentamente, Benjamín Tobes" .
El final llega con "Cebrianitos" y Benjamín mirando a las "estrellas" (para evitar llamar "...el viaje definitivo a la "oscuridad" o "nada"). "Los dos miran ahora hacia lo alto: es un dia limpio, puro, muy soleado. Sobre ellos están las flores delicadas de los ciruelos rojos, las copas de los fresnos, las ramas membrudas de los pinos más añosos, cargadas de palomas que arrullan y se cortejan; por encima, los helicópteros ingrávidos de la policía, sostenidos como esos juguetes que cuelgan sobre las cunas de los niños; más allá, las estelas cruzadas de los aviones, el sol pujante, el cielo azul.
Tras él, ocultas por la luz, laten las invisibles estrellas."
Los tres libros me han dejado un poso de tristeza. Éste último el que más pero rememorando cada uno, admito que me ha gustado mucho esta trilogía. Felicidades a Óscar Esquivias.
Es curioso cómo consigue Esquivias esa sensación en el lector de la que hablas sin prescindir del humor, como se prueba en esta cena navideña.
ResponderEliminarLa próxima semana haré balance. Besos.
Da pena ver lo abandonada que tenía Benjamín a Teresa hasta el punto de que ella se creara un mundo paralelo. Tenía más apego a sus libros, a sus poetas o a sus amigos que a su mujer.
ResponderEliminarPor otra parte, es curiosa esta dicotomía entre HISTORIA/JUSTICIA versus AMOR/PERDON...
Un beso Merche
Es cierto lo que dice PEDRO,que aunque los tres libros tienen muchos guiños humorísticos, con mucha sorna a veces, la tristeza está detrás de las tres novelas, el inicio de la guerra, la imposibilidad de encontrar la salida de la Ciudad del Gran Rey para volver a su Burgos querido y las vidas grises de los personajes de éste último.
ResponderEliminarSí que se queda un regusto tristón.
Besos
Una de los activos de la novela es la aproximación de Esquivias al asunto de la memoria histórica. Aunque el caso de Benjamín pueda parecer exagerado porque sufrió represión de ambos lados, creo que lo hace conscientemente en homenaje a todos los perdedores de la Guerra Civil. Ese colectivo estaba formado por gentes de ambos bandos que murieron y los que sufrieron represión antes y después. Siempre teniendo en cuenta que la proporción de represaliados fue de tres republicanos por un franquista, como cuenta Paul Preston en su último libro.
ResponderEliminarEl final de este último libro es de lo más triste que te puedes echar a la cara.
Un abrazo.
Poso y más que poso, nos deja muy tristes esa mirada a las estrellas de Benjamín.
ResponderEliminarNo queda nadie sin infierno, infierno terrrenal, infierno de aquí. El de Benjamín, el de Aurelio y ...lo que no nos esperábamos: el de la infeliz Teresa, vagando sola e inventándose los cursillos esotéricos, y ni amigas ni nada, una desequilibrada que pasea sola por Tetuán.
El libro de historia del que habla puede ser "Historia de la cruzada", de Luis Castro. Incluye informes de algún cura, de los que llevaban a la muerte a la gente de izquierdas. Una pena.
Besos, Merche
Hola Merceditas, besito de buenas noches, que no puedo leer esto o me destripas el libro.
ResponderEliminarOs contesto luego porque ahora tengo una Vuelta a la isla. A ver qué me depara el destino esta vez... Besotes, M.
ResponderEliminarA mi también me ha gustado mucho su trilogía, prueba de ello, todo lo que la trabajé.
ResponderEliminarSuerte con tu vuelta a la isla. Ya nos contarás.
Besos
Creo que esta cena es el punto álgido de la novela. A través de la risa, Óscar nos enseña muchos rasgos de sus personajes, además de presentarnos a uno nuevo, el novio del hermano muerto de Sara. Me reí mucho pero también me pareció una situación triste. Cada uno envuelto en su circunstancia y una circunstancia que los envuelve a todos.
ResponderEliminarTambién como tú, felicito a Óscar por sus tres estupendos libros.
Biquiños,
Imposible engancharme en este post, me llevaría mucho tiempo ponerme al día. Pero leí el de LOS INTRANSIGENTES, sin desperdicio! Hay gente para todo! Un momento de placer lo transforman en cualquier cosa!
ResponderEliminarHe vuelto. BESOTES MI QUERIDA MERCHE!
BUEN DOMINGO!!!!!!
Leo muchas veces la palabra tristeza relacionada con la trilogía. Y no la discuto. Pero es que la vida de los seres humanos es difícil, dura, siniestra a veces, escabrosa... Pero estamos hechos para sobrellevarlo. El caso de Benjamín lo demuestra: con sus muchos años, sus problemas, sus cuitas y manías, sigue adelante, hasta que el cuerpo aguante.
ResponderEliminarPor cierto, ¿te he comentado que el tal Benjamín me cae fatal?
PEDRO, efectivamente, a pesar de todos sus geniales golpes de humor, lo que sobresale y perdura es esa tristeza y melancolía, para mi, muy castellana, muy de la "España negra". Besotes, M.
ResponderEliminarEUPHORBITA, Creo que Esquivias dibuja a Benjamín como el clásico homosexual de armario de esa época--amante de la poesía, de la literatura y muy amigo de sus amigos (Cebrianitos)--pero terriblemente misógino. La dicotomía que apuntas es muy curiosa, sí. Besotes, M.
ASUN, así es. Al final una queda hecha polvo... Besotes, M.
PANCHO, sí, la verdad es que en esa contienda todos fueron culpables pero, como dices, tres veces más en el bando perdedor... Besotes, M.
ABEJITA, lo de Teresa ha sido MUY fuerte. Pobre. No he leído el libro que mencionas pero seguro que Esquivias sí, ya que nos ha asombrado a todos con su erudicción y sabiduría. Solo hay que leer las explicaciones de ALDABRIÑA... Besotes, M.
MARINITA, gracias por tus besitos de buenas noches. Muchos besotes, M.
MYRIAM, tu trabajo, al igual que el de ALDABRIÑA y ABEJITA, ha sido excelente. Nos has dado tu visión psicológica de los personajes que ha sido fantástica. Gracias querida.
La vuelta isla fue sin novedades en el frente... (estoy imbuida en la guerra incivil...) Besotes, M.
STANLEY ¡Ya era hora! Esperaré a tu chiste lunero como agua de mayo... Es un placer tenerte de vuelta mi querido Stanley. Besotes, M.
CECI, tienes razón, así es la vida querida: sinsabores, alegrías, tristezas, desengaños, ilusiones, tropiezos y levantamientos hasta que el cuerpo aguante.
A mi también me ha caido bastante mal Benjamín Tobes. Me ha gustado "Cebrianitos" con su filosofía de la vida aunque esté hecho un guiñapo humano, el pobre... Besotes, M.
GRACIAS MIS QUERIDOS
ALDABRIÑA, ¡Me comí tu comentario! Perdona mi queridiña. Y, sí, la llegada del novio del hijo asesinado en el fatídico masacre del 11-M, fue el climax de esa cena surrealista. El humor ya deriva a la tragedia desde ese momento. Muchos besotes, M.
ResponderEliminarPANCHO, corrección, quise decir en el bando GANADOR. Besotes, M.
ResponderEliminarMerche: la comida en casa de Acacio se convierte en una representación de lo más hilarante que he leído nunca. Y el detalle del matrimonio Jaime-Sara, que quieren tener un hijo sin hacer "porquerías" jajaja, pa morirse de risa. Esperaba yo que Esquivias hubiera profundizado en la personalidad de estos dos element@s. Tal vez matrimonio de conveniencia para aparentar, donde tuvieran una doble vida: él gay y ella lesbiana. No nos dio Esquivias el gusto.
ResponderEliminarEl autor contesta a la carta de Benjamín dando excusas; seguramente formarían parte de la crítica que estaba recibiendo sobre las dos novelas primeras. Ya dijo el superprofe que esto era un recurso muy cervantino.
AH!! cuando leí el nombre de Mildred, la cuidadora del otro viejito, me harté de reir (porque me acordé de la mía jajaja) y me acordé de que tal vez tú tambien lo pensaras pero por pudor no me dirías nada.
Me alegro de poder compartir de nuevo contigo. Besos
ANTONIO, sí, me acordé de tu Mildred... Recuerdo que me dije ¡qué coincidencia que la negra se llame Mildred! No te lo había comentado, no por pudor, si no porque no tenía tiempo y no se dió... A mi también me hubiera gustado que Esquivias hubiese profundizado más en la personalidad de Jaime y Sara y, seguro, que es lo que tu dices, el era gay y ella lesbiana y se llevaban de maravilla (cada uno haciendo su vida al margen de las "reglas" sociales que aún existen en ciertos ámbitos proletarios). Muchos besotes, M.
ResponderEliminarSe acabó la lectura de esta trilogía? La verdad es que si ha conseguido que os enganche, hay que darlo por bien empleado. Claro a mí no me llenó como la del Quijote, ni he conseguido entenderlo del todo. Me pareció que no había mas que personajes, pero no he llegado a pillar la historia, lamentablemente.
ResponderEliminarbezos.
THIAGUIÑO, cuando tengas tiempo te recomiendo leas los tres volúmenes. Ya verás cómo te gustan, cariñín. Besotes, M.
ResponderEliminarTHIAGO, sí, se acabó. Besotes de nuevo, M.
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