Lectura colectiva de las Leyendas y Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer en el blog "La Acequia" de PEDRO OJEDA ESCUDERO (sin traducción al inglés).
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Joint reading of Gustavo Adolfo Bécquer's "Legends and Poems" (Spanish Romantic poet from the Nineteenth Century) in PEDRO OJEDA ESCUDERO'S blog "La Acequia" (without an English translation).
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Hasta ahora he leido tres leyendas becquerianas: "El Monte de las Ánimas" (leyenda soriana); "El rayo de luna" (otra leyenda soriana) y "El beso" (leyenda toledana). Es ésta última, por ahora, la que más me ha gustado. No solo porque hace una descripción maravillosa del Toledo de la época, sino porque, al fin, he caido (supongo) de dónde viene la famosa frase "noche toledana" que nunca había entendido.
Es que la trama no tiene pérdida. Unos oficiales napoleónicos llegan agotados a Toledo de noche. El único alojamiento que encuentran es en una iglesia medio desvencijada. En ella hay una tumba con una mujer bellísima de alabastro encima y un guerrero armado al lado. El capitán francés les cuenta a sus soldados que había encontrado a la mujer más bella que jamás hubiera imaginado la primera noche que pasaron en esos "aposentos". Los soldados quieren saber más porque no se lo creen. Acuerdan que esa noche tendrán una fiesta, plena de champagne y de vinos y que verían a la belleza. Beben y beben y cuando el capitán, completamente beodo, besa a la estatua, el guerrero le derriba "con una espantosa bofetada de su guantelete de piedra". Cae al suelo fulminado.
Antes, Bécquer en su prosa poética había puesto en los labios del capitán estas palabras: "Yo he sentido en una orgía arder mis labios y mi cabeza. Yo he sentido este fuego que corre por las venas hirviente como la lava de un volcán, cuyos vapores caliginosos turban y trastornan el cerebro y hacen ver visiones extrañas. Entonces, el beso de esas mujeres materiales me quemaba como un hierro candente, y las apartaba de mi con disgusto, con horror, hasta con asco, porque entonces, como ahora, necesitaba un soplo de brisa del mar para mi frente calurosa, beber hielo y besar nieve... Nieve teñida de suave luz, nieve colorada por un dorado rayo de sol... Una mujer blanca, hermosa y fría, como esa mujer de piedra que parece incitarme con su fantástica hermosura, que parece que oscila al compás de la llama y me provoca entreabriendo sus labios y ofreciéndome un tesoro de amor... ¡Oh, sí! Un beso..., solo un beso tuyo podrá calmar el ardor que me consume."
Amén.
Ese amén tuyo dice tanto...no te convence el que prefiera lo que prefiere. Lo imposible, la mujer incorpórea,la novicia, la mujer de piedra...
ResponderEliminarÉse es el poeta, un personaje creado por el Bécquer real.
El Bécquer real tuvo mucha mala suerte con las mujeres, con Julia, con la hermana de Julia. con su poco casta esposa Casta y otras.
Un soñador incorregible, un traductor de lo inexpresable...es difícil entenderlo.
¿Morfina y poca hombría? No lo sabemos.
En mi entrada hay un enlace con el que se accede a la leyenda "Las hojas secas" (pincha aquí) y a diecinueve más. Léela, es bellísima y muy breve.
Besos, Merche, paciencia con la nueva configuración.
Voy a mirar si le encuentro por internet porque en mi ejemplar no se recoge.
ResponderEliminarUn beso grande y estresado.
pues ahora que aun tengo Toledo reciente voy a tener que leer esa leyenda.
ResponderEliminarbiquiños,.
Buenas noches, Merche Pallarés:
ResponderEliminarEn este contexto, y a pesar del ambiente 'gótico' en el que entramos durante la lectura completa, me has hecho reir con tu punto final.
Sobre la mala suerte de Bécquer con las mujeres, tengo mi propia teoría; y una defensa para Casta.
Un abrazo.
ABEJITA, sí, se ve que a nuestro Bécquer le gustaba mucho lo onírico, lo intangible, lo fantástico. Debo admitir y admito que fue un gran poeta romántico.
ResponderEliminarNo he podido acceder a las "Hojas secas" porque el "pincha aquí" no ha salido en azul... Besotes, M.
ANTÒNIA, yo tampoco la tengo en mi librito. Me imagino que debes de estar muy estresada ¿ya llegó tu "hija/o" saharauí? Besotes, M.
ALDABRIÑA, por lo que cuenta ABEJITA debe de ser muy bella. Gracias por tu comentario en mi post anterior. Ya me lo he descargado pero ahora no sé muy bien qué hacer con él... Soy muy torpe para estas cosas... Besotes, M.
GELU, pues ¡cuéntanos tu teoría! y tu defensa de Casta también será interesante. Besotes, M.
Hace más de un mes que leí la leyenda, pero me acuerdo del tono pintoresco, lúgubre y misterioso de la escena final. Al protagonista le atrae más el beso de nieve de la estatua de alabastro que el ardiente de una mujer verdadera. Si fuera al revés, como debería de ser, se perdería el componente de sorpresa para el lector. Es parte de la técnica de todo escritor, ser impredecible para evitar la monotonía. En este sentido no se le puede negar originalidad al autor.
ResponderEliminarTambién me gustó la capacidad del escritor para dibujar el ambiente de una ciudad en guerra con unos cuantos párrafos y pinceladas certeras de pintor.
Un abrazo.
Aquí:
ResponderEliminarhttp://www.vicentellop.com/TEXTOS/becquer-leyendas/20lashojassecas.htm
El enlace está en mi entrada,aquí no sé ponerlo como enlace.
Besos
En este enlace hay 20 rimas, es la página de un profe llamado Vicente Llop:
http://www.vicentellop.com/TEXTOS/becquer-leyendas/leyendasbecquer.htm
Besos intangibles, incorpòreos...
Adoro tanto la prosa
ResponderEliminarcomo los poemas de Bécquer,
un espíritu amante de su tiempo,
un escritor libre.
PANCHO, cierto, su descripción de ese Toledo devastado, oscuro y misterioso es lo que más me gustó. Y, sí, Bécquer era un escritor muy original sin duda alguna. Por eso sus escritos han llegado hasta nuestros días. Besotes, M.
ResponderEliminarABEJITA, ¡Gracias iré a tus links! Besotes, M.
Mª TERESA, gracias por tu visita y comentario. Sí, Bécquer era un escritor libre y muy imaginativo. Besotes, M.
GRACIAS MIS QUERIDOS
Te veo muy pasional, Merche...
ResponderEliminarRecuerda que Bécquer usaba del amor para hablar de la poesía, pero está bien que todos añoremos dar o recibir besos así.
Allá va uno.
PEDRO, el pasional es Bécquer... Aunque, sí, un beso así siempre es de agradecer. Besotes, M.
ResponderEliminarEn Toledo hay placas con fragmentos de las leyendas de Bécquer, una de ellas es esa.
ResponderEliminarhttp://www.toledo-turismo.com/turismo/contenido/mas-toledo/culturarte/ciudad-leyendas/el-beso.aspx
Saludos.
DELGADO, gracias por tu visita y el link. La próxima vez que vaya a Toledo me fijaré en esas placas. Besotes, M.
ResponderEliminarEstatuas animadas que levantan pasiones.
ResponderEliminarPACO CUESTA, así es... ¡Qué raro era Bécquer! Besotes, M.
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