"Bastante triste, y no tan ilusionado, iba en el mismo tren un joven matrimonio de Irún, con un niño recien nacido. Les habían quemado todo, y, por las ideas avanzadas del marido, no podrían entrar en España en mucho tiempo. Un pariente, que desde hacía cinco años vivía en Venezuela, les había ofrecido una colocación aceptable en un banco de Caracas, y allí se iban.
Al despedirse de María en Burdeos, la mujer tenía los ojos cuajados de lágrimas.
La congoja de esta despedida fue suavizada por la entrada en el vagón de un alborotador grupo de fuertes y alegres muchachos de un equipo de fútbol bordelés. Se dirigían a jugar un partido en París.
La alegría de María fue enorme cuando reconoció entre ellos a dos jugadores del Real Unión de Irún. Uno de ellos era "back" o zaguero. En aquella época, los jugadores no tenían tanta movilidad, y el "back" quedaba siempre de medio campo para abajo, para despejar de un patadón los balones que llegaban a su jurisdicción. Por eso el "back" era casi siempre muy alto y, sobre todo, macizo. A este del Real Unión, que ahora formaba parte del Stade Bordelais, le llamaban "El Tanque". (Nota mia: alucino con los conocimientos fútbolísticos de mi tia...)
No parecía que el exilio entristeciera demasiado a aquellos muchachos, que pasaron el viaje entre cantos, risas y juegos de cartas.
Miguel, que estaba esperando en la estación del Quay d'Orsay, quedó asombrado cuando, vio bajar del tren la frágil figura de su mujer, escoltada por un grupo de atléticos mocetones. Uno de ellos llevaba la pesada maleta de María como si llevase un paquete de caramelos. (Continuará)
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In the train compartment, a young couple from Irún with a small baby were, very gloomily, leaving for Venezuela. They got off in Bordeaux saying a very sad, teary goodbye to my aunt.
At the same time a rowdy soccer team entered the compartment. My aunt recognised two of them who had played in Irún's "Real Unión" team. They were on their way to play a game in Paris. They were young, handsome, strong (one of them was known as "The Tank") and seemed to be very happy because they spent the trip laughing, singing songs and playing cards. A great change from the depressive state of the situation.
When my aunt arrived at the Quay d'Orsay, her husband was waiting for her and was very surprised to see his frail, delicate, wife surrounded by all these hunks. One of them carried her heavy suitcase as if it was a bag of candies!
A pesar de tanta desdicha, contados de esta manera, son apasionantes, no te parece Merche?
ResponderEliminarBESOTES
Gracias por la dosis de hoy.
ResponderEliminarCada día más adicto.
Besos.
Estos conocimientos de buen seguro los adquirió durante el viaje, los hay que dan mucho de si...
ResponderEliminarPor fín hemos llegado a París...
Mille petits bisous Parisiens... d'une Provençale...
Tuvo que ser toda una foto esa bajada del tren. Todavía no he buscado el libro Merche, pero lo buscaré en cuanto tenga tiempo para leer algo que no sea de la universidad (llegan los exámenes, y hay que apretar, que no queda nada). Tengo muchas ganas de leerlo después de leer estos anticipos.
ResponderEliminarUn besazo!!!
No tengo la menor duda que el otoño es muy interesante, querida Merche. Gracias por el comentario, sos un amor.
ResponderEliminarBESOTES
Viaje entre risas y lágrimas, como la vida.
ResponderEliminarPor cierto, en aquellos tiempos el fútbol sí era futbol...
Ay, Merchita, no puedes imaginarte lo que me gusta esa historia y lo admirable que me parece el hecho de que tu tía la escribiera. Es una gozada.
ResponderEliminarMiles de besotes, so guapa.
Tenés razón. La definición de la antigua función del back (yo le agregaría "centro") es perfecta.
ResponderEliminarUn beso Merche
STANLEY, dentro de todas las desgracias hay lugar para el humor... Besotes, M.
ResponderEliminarTORO, hoy sigue otro relato... Besotes, M.
SELMA Oui! Nous sommes arrivées au beau Paris! Gros bisous ma belle, M.
VICTOR/DEVIN a ver si lo encuentras... ¡Suerte con los exámenes! Muchos besotes, M.
STANLEY el otoño lo es, como te dije. Besotes mi querido, M.
PEDRO en la vida tiene que haber de todo... Supongo que el fútbol era diferente en esa época no tan "negocio" como se ha convertido ahora. Muchos besotes jueves-santeros, M.
ISABEL pues sigue en mi casa que sigo contando... Gracias mi querida amiga, Muchos besotes, M.
MARCELO ya sabes que mis parientes de Beraun son un caso... Muchos besotes semanasanteros, M.
GRACIAS MIS QUERIDOS
No me extraña que tu tía lo escribiera, es que con esta historia hay para dos novelas por lo menos. Seguro que a ti también te habrían bajado las maletas los chicos del fútbol, ¡ja,ja!
ResponderEliminarAMELCHE ¡estoy tan contenta que mi tia escribiera ese libro! Es que me proporciona un filón de posts... Ya me hubiese gustado a mi, no te creas, encontrarme con un grupo de macizos en algunos vagones de tren en los cuales he viajado pero ná de ná, hija, siempre me ha tocado con gente más bien anodina...(excepto Evtushenko. Ese fue un encuentro muy interesante aunque no me ayudara con la maleta...). Muchos besotes juevesanteros, M.
ResponderEliminary estas oportunidades de emigrar los que tuvieron suerte de conocer a alguien y poder partir...
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