jueves, 3 de diciembre de 2009
EL CORTIJO DE DOÑA PAQUITA (1)
"Mientras el ingeniero Rezola anduvo por Candera, nadie paraba. Era tal su actividad y su capacidad de trabajo, que resultaba difícil seguirle. A Miguel lo mareó y a Mateo lo volvió loco. Movilizó a todo el pueblo. Les hizo traer a los candereños muestras de rocas de todos los rincones. Habló con los cortijeros, con el herrero, con el dueño de la tejería del Cenagal, con albañiles, con camioneros, con algunos muleros...y aún le quedó tiempo para echarle una flor a la hija de un cabo de la Guardia Civil y gastar una broma, más o menos pesada, al maestro de escuela y a la mujer del panadero. Con los guardias, estaba en muy buenos términos. En aquella región invadida por los salteadores, no había más remedio que acudir a ellos constantemente.
Los tres accionistas bilbaínos habían salido ya para Córdoba, pero Rezola permaneció en Candera unos días más.
--Vamos a visitar a doña Paquita--le dijo a Miguel una tarde.
Doña Paquita era la propietaria de un magnífico y extenso cortijo, "El Potrerizo", a unos pocos kilómetros de Candera. Era viuda de un inglés que había vivido en Jerez, que fue quien compró la finca. El británico hizo gala de una excelente perspicacia, pues la propiedad había quintuplicado su valor en aquellos últimos años. Bien es verdad que doña Paquita tuvo que aguantar toda la guerra en zona republicana. El conflicto la sorprendió en "El Potrerizo", y allí se quedó hasta el final, pero tuvo la suerte de que los de aquella zona--donde no llegó a haber lucha--, se contentaron con abastecerse de vino, trigo, cerdos, aceite, etc., sin ofender ni molestar demasiado a la viuda de Southman. Cogían lo que necesitaban, sin pagar nada, desde luego, pero sin esquilmar el ganado y sin estropear los árboles, las viñas ni los sembrados". (Continuará)
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DOÑA PAQUITA'S "CORTIJO" (FARM) (1)
While the engineer, Rezola, remained in Candera no one kept still. He was so active, and his working capacity so huge, that it was difficult to follow him. Miguel was dizzy and Mateo went crazy. He mobilized the whole town. He made everyone from Candera bring rock samples from every nook and corner. He spoke to farmers, the blacksmith, the owner of the tile factory of Cenegal, masons, truck drivers, mule owners...; he even had time to flirt with the daughter of a Civil Guard corporal and play rather heavy jokes on the teacher and the baker's wife. He was on very good terms with the police. In that region, invaded by highwaymen, there was no other alternative than to go to them constantly.
The three shareholders from Bilbao had already left for Córdoba, but Rezola remained a few more days in Candera.
--Let's go and visit Doña Paquita--he told Miguel one afternoon.
Doña Paquita was the owner of a magnificent, vast "cortijo", "El Potrerizo" (The colt barn) a few kilometres from Candera. She was the widow of an Englishman who had lived in Jerez and who had bought the farm. The Brit had been very shrewd because the property had multiplied five times its original worth in those last years. It was also true that Doña Paquita endured the whole Civil War in that Republican zone. The conflict surprised her in "El Potrerizo", and there she remained until the end, but she was lucky that those around her --where there had been no fighting-- were just happy to supply themselves with wine, wheat, pigs, oil, etc., without offending or bothering Southman's widow too much. They took what they needed, without paying anything of course, but without killing the livestock, destroying the trees, the vineyards or whatever was planted. (It will continue)
Tiene pinta de telenovela lo que viene ahora.
ResponderEliminarIrá montado en un caballo blanco?
Y Doña Paquita suspirará nada más verlo?
:P
Besos.
Qué extraño le parecería todo en aquella España a este extranjero.
ResponderEliminarBesos.
Esperando, esperando...
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBuen retrato costumbrista, querida Merche. (Como ves, hoy te comento, para que no me digas "comodo", jejeje).
ResponderEliminarSabes qsue esta saga me gusta mucho. El retrato de la vida en el cortijo me ha traido recuerdos de mi infancia...lindos recuerdos. Pero insinuas algo: dices que Paquita tuvo que "aguantar" toda la guerra en zona republicana.
Pregunto: ¿es que en la otra zona se vivia mejor?
Estupendos relatos estos, Merche.
Besos.
Opino lo que Pedro.
ResponderEliminarMe gusta Andalucía por sus casas blancas, en La Mancha se va perdiendo.
Un abrazo
TORO, tu sigue usando tu imaginación, querido... Besotes, M.
ResponderEliminarPEDRO, creo que Mr. Southman, despues de su experiencia jerezana y ver la masacre de la guerra incivil, se murió de un infarto... Besotes, M.
JOSEALFONSO, ¡estoy posteando todos los dias...! Mañana más. Pero ¿no te habías agenciado el libro? Besotes, M.
CORNELIVS, alucinada me has dejado... Creo que mi tia comenta lo de la zona republicana porque supongo que Mrs. Southman era, más bien, de los nacionales pero estaba rodeada de republicanos. Besotes, M.
KETY, los pueblos blancos andaluces son ¡una maravilla! Besotes, M.
GRACIAS MIS QUERIDOS
Estás en la pag.156
ResponderEliminarEn la 160 nos pondras el
chozo del porquero
SIGO INTENTANDO, Ay, Miguel, qué brujillo eres... A ver si vas a tener razón y Candera es Candeña como tu dices... Gracias por el mapa y las rutas de autobuses y trenes... Besotes, M.
ResponderEliminarReconozcamos, al fin, que el tal Rezola era del mismo, pero del mismo, Bilbao. Pata negra de la derecha de la ría, de donde sale el talento y el "aqui estoy yo". Me imagino que al final acabarían de él "más hartos que Tarragona de pescado", como se decía antes. Pero lo que aprendieron de Rezola, eso no lo olvidaron jamás. Lástima que a la hija del Guardia civil le dejó un poso de ternura del que no pudo recuperarse. Menos mal que Doña Paquita era generosa y a todos atendía porque era de muchos posibles y habia matrimoniado con un talento de la época, que a saber de dónde habia sacado los cuartos para hacerse con el cortijo. Pero qué más da, en esa España de ilusiones frustradas, no cabe duda de que el tandem Rezola. Doña Paquita daba un sentido distinto a la vida, que unas veces hacia sonreir y otras malquerer los incordios del euskaldun, que no se hubiera atrevido en su tierra a imponer su autoridad como hacia en esos lugares remotos, donde la autoridad siempre era ,la autoridad. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarHay pasajes en la historia esta de nuestra España que no entiendo... de todas formas los inglese que nos colonizaron desde el famoso tratado, nunca vivieron mal...saludos
ResponderEliminarhttp://aldeadelcerezo.blogspot.com
ResponderEliminarme dice
Hola,
No se nada al respecto, en este foro hablan algo de una mina de wolframio en cardeña
¡Qué ímpetu y qué energía ese hombre! Tenía tiempo para todo.
ResponderEliminarConociendo las tropelías que podían haber cometido con ella, la viuda debería haber estado contentísima.
ResponderEliminarUn beso
FERNANDO MANERO, seguro que el inglés tambien era de posibles... Rezola a mi me cae ambivalente. Me parece que presumía de guaperas y, como tu muy bien dices, se aprovechaba de su superioridad,no solo por ser de Bilbao (eso lo llevan en los genes...)sino intelectual (era ingeniero) hacia los lugareños. Besotes, M.
ResponderEliminarTUCCI, como le digo a FERNANDO seguro que el inglés tenía un buen pasar económico. Besotes, M.
BRUJILLO, gracias, luego voy al enlace. Besotes, M.
AMELCHE, se ve que sí. Un caso. Besotes, M.
MARCELO, lo que me ha gustado es que en esa zona "...no llegó a haber lucha", o sea, que pasaban de todo, actitud muy andaluza, como tiene que ser. Besotes, M.
Como COrnelivs te comentó ¡hahahaha! y el inglés se murió de un infarto, yo te dejo saludos engripados o acatarrados como decis vosotros.
ResponderEliminarY como ves, ya no me atraso con tu posteada diaria.
Besotes
MYR, siento lo de tu catarro, espero que estés mejor. Y, sí, leo que eres fiel seguidora de las peripecias viajeras de mis tios. Gracias. Muchos besotes y ¡salud! M.
ResponderEliminarAl menos Doña Paquita la sacó barata, por ahora, veremos como continúa.
ResponderEliminarBESOTES MERCHE!
Dice la narradora:
ResponderEliminar"Bien es verdad que doña Paquita tuvo que aguantar toda la guerra en zona republicana"
jaja otra vez un bofetón de intenciones. Pero alma de cántaro si lo mismo le había dado estar en cualquier parte que le habían soplado igual y en el nombre de Dios.