viernes, 11 de junio de 2010
DON QUIJOTE
Capítulo LIII- 2ª parte de la lectura colectiva en el blog de Pedro Ojeda Escudero "La Acequia" (sin traducción al inglés)
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Chapter 53 - 2nd part of our joint reading in Pedro Ojeda Escudero's blog "La Acequia" (without an English translation).
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Sancho se va, se larga, se esfuma de su ínsula Barataria. La última burla ha sido un poco "too much". Además ya lo dice Cide Hamete, "filósofo mahomético" que la vida no dura siempre, que es una rueda continua "...sola la vida humana corre a su fin ligera más que el viento, sin esperar renovarse si no es en la otra, que no tiene términos que la limiten...porque esto de entender la ligereza e instabilidad de la vida presente, y de la duración de la eterna que se espera, muchos sin lumbre de fe, sino con la luz natural, lo han entendido..." (Aquí, una vez más, Cervan se cubre las espaldas de la inquisición) añadiéndo a continuación que "...nuestro autor lo dice por la presteza con que se acabó, se consumió, se deshizo, se fue como en sombra y humo el gobierno de Sancho."
Estaba nuestro adorable Sancho en "...la séptima noche de los días de su gobierno...", harto, no de comer, "sino de juzgar y dar pareceres y de hacer estatutos y pragmáticas...". Y cuando el sueño le estaba venciendo a pesar de no haber comido, "...oyó tan gran ruido de campanas y de voces, que no parecía sino que toda la ínsula se hundía. Sentose en la cama..." tratando de dilucidar a qué venía tal escándalo "...añadiéndose al ruido de voces y campanas el de infinitas trompetas y atambores quedó más confuso y lleno de temor y espanto...".
Se puso las chinelas y "...vio venir por unos corredores más de veinte personas con hachas encendidas en las manos y con las espadas desenvainadas, gritando todos a grandes voces: --¡Arma, arma, señor gobernador, arma, que han entrado infinitos enemigos en la ínsula, y somos
perdidos si vuestra industria y valor no nos socorre!" Le instan a que se arme "--¿Qué me tengo de armar--respondió Sancho--, ni qué sé yo de armas ni de socorros?" Eso mejor será dejárselo a su amo "...que en dos paletas las despachará y pondrá en cobro..." que él es un simple pecador y "...no se me entiende nada de estas pérdidas."
Le traen "...armas ofensivas y defensivas..." porque él es su "guía y capitán" y les tiene que salvar. Sancho accede a que le armen. "...al momento le trujeron dos paveses...le pusieron encima de la camisa...un pavés delante y otro detrás, y por unas concavidades que traían hechas le sacaron los brazos, y le liaron muy bien con unos cordeles, de modo que quedó emparedado y entablado, derecho como un huso, sin poder doblar las rodillas ni menearse un solo paso..." (Pobre..., quedó hecho un sandwich...). "Pusiéronle en las manos una lanza, a la cual se arrimó para poder tenerse en pie." Cuando le tuvieron emparedado, le dicen que camine, les guíe y les anime porque él es "...su norte, su lanterna y su lucero...".
"--¿Cómo tengo de caminar, desventurado yo--respondió Sancho--, que no puedo jugar las choquezuelas de las rodillas, porque me lo impiden estas tablas que tan cosidas tengo con mis carnes?". Les pide que le lleven en brazos "...y ponerme atravesado o en pie en algún postigo, que yo le guardaré o con esta lanza o con mi cuerpo." Nada, nada, le insisten (¡serán c......s!) "...acabe y menéese, que es tarde y los enemigos crecen y las voces se aumentan y el peligro carga." Sancho intenta moverse pero "...fue dar consigo en el suelo tan gran golpe, que pensó que se había hecho pedazos. Quedó como galápago, encerrado y cubierto con sus conchas, o como medio tocino metido entre dos artesas...".
Todos los energúmenos pasaban "...por encima del pobre Sancho, dándole infinitas cuchilladas sobre los paveses, que si él no se recogiera y encogiera metiendo la cabeza entre los paveses, lo pasara muy mal el pobre gobernador...". "Unos tropezaban en él, otros caían, y tal hubo que se puso encima un buen espacio y desde allí, como desde atalaya, gobernaba los ejércitos y a grandes voces decía: --¡Aquí de los nuestros, que por esta parte cargan más los enemigos! ¡Aquel portillo se guarde, aquella puerta se cierre, aquellas escalas se tranquen! ¡Vengan alcancías, pez y resina en calderas de aceite ardiendo! ¡Trinchéense las calles con colchones!"
Sancho reza a todos los dioses pidiéndoles que "...se acabase ya de perder esta ínsula y me viese yo o muerto o fuera de esta grande angustia!". Parece ser que el cielo le hizo caso y se oyeron gritos de "--¡Victoria, victoria, los enemigos van de vencida!" "El dolorido Sancho" pide que le levanten y con voz doliente dijo: Yo no quiero repartir despojos de enemigos, sino pedir y suplicar a algún amigo, si es que le tengo, que me dé un trago de vino, que me seco, y me enjugue este sudor, que me hago agua." (Pobre..., me ha hecho llorar...) "Limpiáronle, trujéronle el vino, desliáronle los paveses, sentose sobre su lecho y desmayose del temor, del sobresalto y del trabajo."
Los burladores se dan cuenta de que se han pasado con la "bromita". Sancho, al volver en sí, muy serio, pregunta la hora, le dicen que está amaneciendo. Entonces "...Calló, y sin decir otra cosa comenzó a vestirse, todo sepultado en silencio, y todos le miraban y esperaban en qué había de parar la priesa con que se vestía. Vistiose, en fin, y poco a poco, porque estaba molido y no podía ir mucho a mucho, se fue a la caballeriza...y llegándose al rucio le abrazó y le dio un beso de paz en la frente, y no sin lágrimas en los ojos le dijo: --Venid vos acá, compañero mío y amigo mío y conllevador de mis trabajos y miserias...". Le confiesa que él era feliz cuando simplemente tenía que remendar sus aparejos y "...sustentar vuestro corpezuelo" pero que después que le dejó y "...me subí sobre las torres de la ambición y de la soberbia se me han entrado por el alma adentro mil miserias, mil trabajos y cuatro mil desasosiegos."
Enalbarda al rucio, se sube sobre él y dice a los presentes: "--Abrid camino, señores míos, y dejadme volver a mi antigua libertad: dejadme que vaya a buscar la vida pasada, para que me resucite de esta muerte presente." Admite que no nació "...para ser gobernador ni para defender ínsulas ni ciudades de los enemigos que quisieren acometerlas. Mejor se me entiende a mí de arar y cavar, podar y ensarmentar las viñas, que de dar leyes ni de defender provincias ni reinos... Mejor me está a mi una hoz en la mano que un cetro de gobernador, más quiero hartarme de gazpachos que estar sujeto a la miseria de un médico impertinente que me mate de hambre...".
Sancho insiste que prefiere la LIBERTAD "...que acostarme con la sujeción del gobierno entre sábanas de holanda y vestirme de martas cebollinas." Que le digan al duque que"...desnudo nací, desnudo me hallo: ni pierdo ni gano..." Bien diferente a otros gobernadores...
El doctor Recio le dice que le dará una "...bebida contra caídas y molimientos..." "¡'Tarde piache'!--respondió Sancho--. Así dejaré de irme como volverme turco. No son estas burlas para dos veces." Añade una sarta de refranes, para no variar...
Los malvados burladores le dicen que con mucha pena le dejarán irse pero que tiene que "dar primero residencia, dela vuesa merced de los diez días (¿no quedamos que eran siete?) que ha que tiene el gobierno, y váyase a la paz de Dios." Sancho les dice que nadie le puede decir nada excepto el duque "...cuánto más que saliendo yo desnudo, como salgo, no es menester otra señal para dar a entender que he gobernado como un ángel."
Por fin se avienen a dejarle partir y le preguntan qué es lo que necesita para el viaje. "Sancho dijo que no quería más de un poco de cebada para el rucio y medio queso y medio pan para él..." El camino era tan corto que no precisaba nada mas. Se abrazaron todos "...y los dejó admirados, así de sus razones como de su determinación tan resoluta y tan discreta."
Seguiremos con el LIV.
Sancho se va, harto de todo, menos de comer, con la satisfacción del deber cumplido y honradez demostrada
ResponderEliminarEs una de las bromas más crueles que les han hecho. Pero por fin se ha ido de la ínsula. Ahora a ver cuando c... se van de casa de los duques.
ResponderEliminarBesos y espero que estés poco poco acomodándote a tu nueva casa.
Nunca ha sido más digno Sancho que renunciando a ese malhadado gobierno, querida Merche.
ResponderEliminarUn beso.
Se ha despedido como un perfecto caballero. Bien por Sancho.
ResponderEliminarBesos, amiga Merche, y feliz fin de semana.
En las palabras de Cervantes queda claro que somos totalmente prescindibles para la naturaleza, no hacemos más que molestarla.
ResponderEliminarNi se le ocurre a Cervan hacer referencia a la inexistencia del más allá. Ya iría sintiendo el olor a chamusco de intentarlo.
Un abrazo.
hartito de casi todo, como dice Paco... pero con hambre...ya era hora de que bajase de sus nube y cayese en la realidad...besos
ResponderEliminarPACO, exactamente, se va con esa satisfacción del trabajo bien hecho. Besotes, M.
ResponderEliminarASUN, como ves ya estoy interneteada o sea que ya pronto volveré a la normalidad bloguera.
¡Gracias a los dioses de que Sancho se haya largado de esa ínsula! Veremos lo que le pasa en el próximo capítulo (lo he leido y ya lo tengo programado...). Besotes, M.
PEDRO, efectivamente, Sancho ha sido un ejemplo de dignidad apabullante. Además, lo más cruel, es que se da cuenta de que todo ha sido una burda burla...Pobrecito...¡Me da una pena! Besotes, M.
CORNELIVS, un perfectísimo caballero, humilde y analfabeto, pero caballero al fin y al cabo. Buen finde para ti también querido Cornelivs. Besotes, M.
PANCHO, esa frase de sus dudas de que exista una vida en el más allá es la que más me ha llamado la atención; además admite que las mentes lúcidas saben que no existe (más o menos porque no tengo el libro delante--está en una de las cajas que aún no he abierto) pero se cuida muy mucho de que la "Iglesia" dude de su ateismo/agnosticismo cuando añade lo de que es porque Sancho deja su ínsula. ¡Qué brillante era Cervan! Besotes, M.
TUCCI, a todos nos gusta soñar y Sancho tuvo su oportunidad aunque luego se diera el batacazo de toparse con la realidad... Besotes, M.
GRACIAS MIS QUERIDOS. COMO LEEIS YA ESTOY DE VUELTA.
jaj cari, me ha encantado saber que igual viene da ahí esa frase que mi abuela dice mucho: "¡tarde piaste!"
ResponderEliminarPobre sanchon no me extraña que este hasta los eggs, sea broma o no, el gobierno de estos estúpidos no es nada fácil, ajaj.
Cari, que me alegra que ya estés por aquí, Ya estás instalada? qué rápido todo, no? Estás contenta en tu nueva vida y residencia?
Bezos, ahora tendras mas tiempo para el blog jaaja
¡QUé bueno Merche, que ya estés interneteada! Fundamental, WAtson...
ResponderEliminarQue alivio....¿NO?
Y que alivio que nuestro Sancho se va de ese gobierno, ¡por fin! y se va con la frente en alto, aunque lo hayan querido convertir en galápago.
Besos
THIAGO, esa expresión "tarde piache" es de origen gallego o sea que no me extraña que tu abuela lo utilice. Sí, estoy muy contenta en mi nueva casa y pueblo y no sé lo que voy a hacer con todo el tiempo libre que voy a tener... Bueno, sí sé pero, por ahora, me guardo el secreto como paño en oro... Un dia de éstos igual os doy una sorpresa... Besotes, M.
ResponderEliminarMYRIAM, ya veo que ya no usas MYR aunque es más corto... Sí, tanto Sancho como yo nos hemos ido de nuestras ínsulas, la de él nefasta pero la mia entrañable, la verdad. Pero ¡la vida continua! y de vez en cuando es bueno cambiar de aires. Besotes, M.
Ya veo que andas con cajas y electrodomésticos nuevos, adaptándote a ese pueblo catalán. Has dejado atrás tu ínsula Pitiusa, pero se te ve contenta en la nueva.
ResponderEliminarCervantes siempre tiene un "por si las moscas", cuando toca temas que puedan irritar a la Santa Inquisición. Cuidadín, cuidadín.
Y el pobre Sancho , además de tortuga, se convierte en sandwich.
La broma es cruel, pero sabe marcharse con la cabeza bien alta.
un abrazo, Merche.
ABEJITA, efectivamente, Sancho se va como un HÉROE que es lo que es. Besotes, M.
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