Mi primera Navidad en Toronto no la olvidaré en la vida. Fué horrible. Recordé las navidades en el caserío con mi amona (por si alguien no se ha enterado todavía: "abuela" en vasco), mis tios Gerardo y Mercedes que venían de Barcelona, y, por supuesto, mis padres y hermano. Solíamos cenar opíparamente un besugo al horno y un capón relleno, luego turrones y mazapanes. Despues de la cena siempre aparecían los "Olentzeros" cuatro chicos con sus boinas, blusones azules, pantalones de pescadores, calcetines de lana y abarcas sujetando cuatro palos con el Belén. Cantában el "Olentzero" y otros villancicos. Y así, toda la noche, los diferentes caseros venían a deleitarnos con su música. Les dabámos un aguinaldo y se iban más contentos que unas pascuas.
Esas primeras navidades en Toronto... lo que sí me gustó es que estaba todo nevado y todas las casas tenían en el jardín un pino lleno de bombillitas de colores y las casas tambien estaban cuajadas de luces por todos lados, dentro y fuera... pero estábamos solos mis padres, mi hermano y yo. ¡Qué tristeza! No había jóvenes que vinieran a cantar villancicos. Tuvimos una cena normal y nos acostamos. Así todos los años. Hasta que di con Fernando y su/mi fabulosa familia. Ahí sí disfruté muchísimo pasándolas en Lisboa o en Madrid, con los niños que montaban piezas de teatro y nos deleitaban con su gracia e imaginación. Risas a raudales, bailábamos... ¡eran geniales!
Ahora en Ibiza ya paso de las navidades, la verdad.
I'll never forget the first Christmas I spent in Toronto. It was horrible. I remembered my Christmasses in my grandmother's country house in the Basque Country where we used to gather with my aunt Mercedes and uncle Gerard who came from Barcelona and, of course, my parents and brother. We used to have a delicious dinner of roasted blue-fish and stuffed capon plus the typical Spanish sweets, "turrón" and marzipan. After dinner the "Olentzeros" always appeared, four young men with their berets, long blue shirts, fisher-men's trousers, white woollen socks and "abarcas" (special leather sandals) holding four pieces of wood which held a nativity scene. They sang the "Olentzero" and other traditional Christmas carols. This went on the whole evening with other young men showing up. We used to give them money and they left happy as larks.
That first Christmas in Toronto was completely different. Alright, there was snow plus Christmas decorations all around, pine trees full of lights, houses lit all over inside and out, which were very nice but it was just the four of us! So sad... No one came to sing Christmas carols... We ate a normal dinner and went to bed. This went on for many years; until I met Fernando and his/my family, THEN I had wonderful Christmasses either in Lisbon or Madrid. The children used to set up small theatre scenes which used to delight us with their imagination. We laughed, danced and, generally, had a great time!
Now, in Ibiza, I'm fed up with Christmas and normally don't celebrate it.
WOKE CELESTE
Hace 7 horas
14 comentarios:
Hola me he topado con tu blog y me ha encantado ver que se habla del olentzero, me he emocionado tanto al leer tus palabras, yo llevo 11 años viviendo fuera del pais vasco, pero tengo ya por estas fechas a mi olentzero en un sitio preferente aqui la gente no lo entienden pero yo me esmero mucho en contarles quien es jajaja...
Muxus y si me permites te seguire visitando.
Las navidades sin niños son más tristes que la Semana Santa.
Besos.
es igual en todas partes...
poco espíritu y mucho gasto
eso de las obras de teatro me parece muy de peli... ¡ojalá lo hubiera conocido!
Momentos irrepetibles....yo también soy vasco de San Sebastián...y entiendo tus sentimientos..un beso de azpeitia
Ay, ay, ayyyy! las navidades fuera de casa....mi primera navidad en Madrid tampoco me gustó. No es que fuera horrible, pero me pasó algo parecido. Mi familia es muy a la italiana y es como una película de Fellini para cualquier ocasión, imaginate para Navidad y Año nuevo. Aparte de que la flia. de mi marido es ínfima, el hecho de que sea acá invierno (porque en Argentina es pleeeeno verano)todavía me despista...
Un beso Merche!
¿No comes turrón? ¿Nada de nada? Bueno, la verdad es que estas fiestas tienen mucho de consumismo trepidante y a mí me da un poco de yuyu tanto trajín, tanto gasto, tanta comilona. Yo me lo tomo con muchísima calma, te lo aseguro.
Pues yo, que no soy muy navideño precisamente, este año me tomaré una copa de cava a tu salud; a ver si se te contagia esa odiosa y empalagosa alegría.
están hablando de Es Vedrá ahora mismo en CUATRO
AINHOA Ongi etorri! Tambien echo de menos el olentzero, la verdad. Gracias por tu comentario. Muxus hogei eta zorionak! Besotes, M.
TORO, ¡cuánta razón tienes, querido! Besotes navideños, M.
BIPO, la verdad es que las navidades con Fernando y familia eran MUY entrañables y divertidas. Besotes navideños, M.
AZPEITIA Ongi etorri! a ti tambien. Lástima que los de Aizpeitia no reaccionaran como debían condenando el último asesinato de esos criminales de ETA. Gracias por tu comentario. Besotes navideños, M.
MARIANITA, te entiendo. Es horrible pasar las fiestas lejos de los tuyos. Espero que lo pases bien este año mi querida. Muchos besotes navideños, M.
CECI no, nada de nada. Como si fuera un dia más. Soy asi de sosa... Besotes navideños, M.
FRAN ¡gracias! yo tambien brindaré un vinito por ti, Marian y las niñas. Besotes navideños de todas formas, M.
BIPO ¡me lo perdí, ya me había ido a la cama! Besotes de colores navideños, M.
GRACIAS MIS QUERIDOS
tus primeras navidades en toronto, son como mis navidades anuales ahora y cada año...
besos merche.
Llego tarde: estoy pachuco, malhumorado y sin tiempo. Lo siento, Merche.
A mí, las Navidades no me han gustado nunca, nunca, nunca, excepto cuando las veo en los ojos de mi hija... pero va creciendo.
Besos.
METIS y PEDRO creo que estamos en el mismo barco... Besotes navideños de todas formas porque es lo que toca, M.
Con quien lo pasas Merche? No van tus nietos?
MARCELO, no, mis nietos no pueden venir en navidades. Lo paso sóla, fané y descangallada pero ¡encantada! No me preocupa en absoluto; porque mis hijas y mis sobrinas insisten en que vaya a Madrid a pasar las fiestas con ellos pero la que no quiere soy yo. Paso de viajar en Navidades cuando los vuelos a la península cuestan el triple que en otras ocasiones y todo es más complicado. Me quedo en Ibiza con mis amigos. Besotes navideños, M.
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