lunes, 29 de noviembre de 2010

WIKILEAKS

¡No puedo extraerme a comentar sobre estos últimos papeles descubiertos por Wikileaks!  Se ve como los USA manipulan a todos los gobernantes y aquí en España está visto que les interesa que gane el PP.  !Qué vergüenza!  ¿Por qué?  Porque el PP se acomoda como corderitos a sus dictados.  Son sus fieles vasallos.  Mucho más que los socialistas.  Entonces ¿somos un país independiente o un estado más de los USA?  ¿Europa está bajo el yugo estadounidense?  Pues dejémonos de hipocresias y SEAMOS una estrella más en su bandera de barras y estrellas.  Creo que si toda Europa se uniera a los USA, nos iría mejor.

--------------------------------------------------------------------------

I can't refrain myself from not commenting about the latest papers discovered by Wikileaks!   It's obvious that the USA manipulates all leaders and, here in Spain, it's very clear that they want the PP (rightists) to win the future elections. Shameful!  Why?  Because the PP abide by their wishes like little lambs.  They are their faithful vassals. Much more than the Socialists. So, are we an independent country or another state of the USA?  Is Europe under the USA's yoke?  Well, let's get rid of hypocrisies and LET'S BE another star in their flag.  I think that if all of Europe joined the USA, we'd be better off.

domingo, 28 de noviembre de 2010

NUEVOS DATOS ACERCA DE "EL HERRERILLO" (2)




"Y así era Juan Bravo.  A pesar de los años que llevaba trabajando, no había logrado salir de una posición menos que mediana.  Pero era feliz.  Creaba sus modelos de forja y vigilaba atentamente su ejecución, y cuando contemplaba su obra colocada en el presbiterio de una iglesia o en la entrada de un palacio, experimentaba una satisfacción tal que le compensaba todo su trabajo.  Además, tenía muy pocas necesidades que cubrir.  Se vio viejo sin haberse dado cuenta de que había sido joven, y sin apenas enterarse de que existían las mujeres.  Todo lo había absorbido su profesión.  Ahora vivía tranquilamente, con una sobrina muy beata que lo atendía perfectamente.  Le limpiaba la casa, le arreglaba la ropa, le preparaba buenas comidas, y ella se contentaba con poder acudir a las novenas y demás fiestas religiosas y visitar los domingos a una prima suya, que vivía en Las Vistillas.

"Juan Bravo invitaba a las dos, tres o cuatro veces al año, al teatro.  El día de Todos los Santos, jamás dejaron de ir a ver la representación de Don Juan Tenorio.

"Aquel hombre acogió muy bien a Juan Antonio.  El muchacho se presentó sin valerse de ninguna recomendación, exponiéndole únicamente su afición por el oficio.  Esta franqueza agradó a Juan Bravo, quien se ofreció a enseñarle y darle toda clase de consejos sobre el arte de domar el hierro.  Puso a su disposición un yunque, y así, en sus ratos libres, Juan Antonio Montejo, "El Herrerillo", empuñaba el martillo y golpeaba el hierro bajo la mirada vigilante de Juan Bravo.  A los pocos días, éste comprobó que el mozo hacía grandes progresos.

"--Deberías quedarte conmigo--le dijo un día el anciano forjador--.  Con el tiempo, llegarías a trabajar tan bien como yo.  Mis manos están temblorosas, y pienso que, dentro de poco, no podré hacer muchas filigranas.  Tu me podrías sustituir, y hasta podríamos asociarnos.  Con un poco de orden, llegaríamos incluso a ganar mucho dinero.  Yo nunca he llevado libros de contabilidad, ni pienso llevarlos en mi vida, pero contigo sería otra cosa.  Mira mi oficina.

"Juan Bravo condujo a Juan Antonio a un rincón del taller ocupado por una mesa de pino con un cajón.  Sujetos a la pared, había dos ganchos, y clavados en ellos, dos rimeros de papeles amarillentos.

"--Aquí está toda mi contabilidad--dijo Bravo--.  A la izquierda, las facturas que tengo que pagar, y a la derecha, las que tengo que cobrar.  El dinero que cobro, lo meto en este cajón, y el que tengo que pagar, lo saco del mismo sitio.  Siempre me las arreglo para meter algo más de lo que he tenido que sacar.

"El sistema de contabilidad del viejo hacía sonreir a Juan Antonio, si bien él nunca había pensado proponerle un cambio en la manera de llevar el negocio.

"En la misma pensión en que se alojaba Juan Antonio, vivía un estudiante de Arquitectura de San Sebastián, llamado Domingo Aranzábal y más conocido por Txomin.  El otro huésped era Rogelio, un cajista de imprenta nacido en Teruel, viudo y sin hijos.  "El Herrerillo" trabó buena amistad con ellos.  Con el vasco daba largos paseos por las afueras de Madrid, hablando de arte y de jardinería, pues Txomin era gran aficionado a las flores.  Despues de cenar, Txomin se quedaba en casa para estudiar durante la noche, y Juan Antonio salía con el aragonés, con quien iba a tomar café a las tascas y bares de los alrededores.

"Una noche, Rogelio lo llevó a través de unos desmontes por un barrio lleno de solares con vallas medio podridas.  Entraron en una casa aislada, de aspecto corriente.  Rogelio empujó una puerta que estaba al fondo del portal y, tras recorrer un pasillo largo y oscuro, abrió otra puerta que les dio acceso a una gran habitación cuyas ventanas estaban cerradas y atrancadas.  La única ventilación provenía de una claraboya abierta en el techo." (Continuará)

---------------------------------------------------------------------

NEW FACTS ON THE "LITTLE BLACKSMITH" (2)

"And that's the way Juan Bravo was.  In spite of all his working years, he had reached a less than average social position.  But he was happy.   He created his designs and closely supervised their execution. When he saw his works in the presbytery of a church or at the entrance of a palace, he experienced such pride and fulfillment that it amply compensated all his work.  Besides, he didn't need much.  He found himself old without realizing that he had been young and practically ignoring that women existed.  He had been totally absorbed by his work.  Now he lived, peacefully, with an extremely devout niece who took care of him very well.  She cleaned the house, prepared his clothes, cooked delicious meals and she was happy just attending church for novenas and other religious ceremonies.  On Sundays she used to visit one of her cousins who lived in "Las Vistillas".

"Juan Bravo used to invite the two of them to the theatre, three or four times a year.  On All Saints Day, they never missed "Don Juan Tenorio".  (My note:  A traditional popular Spanish play put on around November 1st).

"He welcomed Juan Antonio.  The young man introduced himself without any references just explaining his passion for the trade.  Juan Bravo liked his frankness and offered to help him and show him all the tricks in  taming the iron.  He let him use an anvil, that way, in his free time, Juan Antonio Montejo, the "Little Blacksmith", pounded a hammer over the iron under Juan Bravo's watchful eye.  In a few days, Bravo noticed his great progress.

"--You should stay with me--the old forger told him one day--.  In time, you would work as well as I.  My hands are trembly and I think soon I won't be able to do many filigrees.  You could substitute me and we could  form a partnership.  With a bit of organization we could even earn lots of money.  I've never kept track of bookeeping and I never will but, with you, it would be different.  Look at my office.

"Juan Bravo took him to a corner of the workshop where there was a pinewood desk with one drawer.  On the wall, two hooks with yellowish papers tagged to them.

"--Here is all my accounting--Bravo said--.  On the left, the bills I have to pay and on the right the ones I have to charge.  The money I get I put it in this drawer and  also what I have to pay.  I always manage to put in more than I take out.

"The old man's bookeeping made Juan Antonio smile, although, he never thought of suggesting he handle his business any other way.

"In the same boarding house where Juan Antonio was staying, was an Arquitectural student from San Sebastián, Domingo Aranzábal, better known as Txomin.  The other boarder was a printing house's typesetter born in Teruel (Aragón), a widower without children.  The "Little Blacksmith" became good friends with them.  With the Basque he would take long walks on the outskirts of Madrid talking about art and gardening, because Txomin loved flowers.  After dinner, Txomin would stay in to study all night and Juan Antonio went out with the Aragonese to have coffee in the pubs and bars of the area.

"One evening, Rogelio took him to a district, across some flat land full of plots, surrounded by half-ruined fences.  They went into a common-styled isolated house.  Rogelio pushed a door open which was at the end of the entrance, and after crossing a long, dark corridor, opened another door which introduced them in a large room which windows were closed and barred.  The only air came through a skylight on the ceiling.  (It will continue)

viernes, 26 de noviembre de 2010

NUEVOS DATOS ACERCA DE "EL HERRERILLO" (1)



"En el teléfono público, el calor de una pequeña estufa, cuyo tubo de humos salía a la calle a través de un cristal de la ventana, atraía a bastante gente, y raro era que faltase don Emiliano, que seguía cortejando a la telefonista.  Miguel entró en el teléfono público a pedir una conferencia.  Mientras la esperaba, apareció Daniel, quien, al ver a Miguel, le dijo:

--He encontrado algo más.  Espéreme un momento.

Subió las escaleras del hotel, y al poco tiempo entregó a Miguel un paquetito de papeles atados con un trozo de liza.

--Me parece que esto forma parte de lo que estaba en la carpeta.

Por la noche, María y Miguel leyeron con gran interés el contenido de aquellos papeles.

"...  En Madrid hizo la vida corriente de los estudiantes.  Acudía con cierta frecuencia a las clases, y, gracias a su excelente memoria, las asignaturas no le resultaban difíciles.  Le bastaba un par de horas de estudio.  El resto del día lo dedicaba a recorrer todos los rincones de Madrid.

"De tanto en tanto, visitaba los museos, y los jueves asistía a clase de dibujo en una academia.  Se paseaba a veces por el Retiro y la Moncloa, con un álbum bajo el brazo y un lápiz en el bolsillo, tomando apuntes de todo lo que veía:  una hoja, un pájaro, la rama de un árbol o de un arbusto, una flor, una brizna de hierba...  En ocasiones, se tumbaba en el césped para poder dibujar mejor el tallo de una flor o las patas de un insecto.

"Muchas tardes iba a la Guindalera.  En aquel destartalado barrio había un taller de forja que lo atraía poderosamente.  Estaba situado en una calle desierta, formada por la tapia de ladrillos descarnados y sucios de una fundición de bronce y las paredes medio derruidas de un déposito de carbones.  Por encima de esas paredes, asomaban las copas de tres árboles raquíticos, con las hojas cubiertas de polvo negro.  En el fondo de la calle sin salida, se amontonaban calderos viejos, chapas retorcidas y hierros roñosos.  A través de un arco de ladrillos carcomidos, se pasaba a un patio lleno de escorias de carbón, recortes de chapa y trozos de hierro.  En el fondo del patio aparecía el taller.  Era un pabellón oscuro, de alto techo, con armaduras metálicas.  Junto a la fragua, que ocupaba el centro, había dos yunques.  Unos hombres descamisados y sudorosos, protegidos con mandiles de cuero, trabajaban a la luz de tizones, pues la claridad que entraba por los empolvados cristales de las ventanas apenas era capaz de iluminar el taller.  De vez en cuando, una llama más viva de la fragua hacía resplandecer las caras relucientes de sudor de los forjadores.  Los musculosos brazos desnudos, armados de los pesados martillos, machacaban el hierro sobre el yunque, entre torbellinos de chispas.  Un viejo flaco y andrajoso hacía funcionar el fuelle, cadenciosamente, sobre las brasas.

"En un rincón, junto a la ventana por la que se filtraba una luz tenue y lechosa, un viejecillo calvo, con gafas gruesas, daba golpes con un martillo sobre un pequeño yunque.  Su mano izquierda empuñaba unas pinzas, con las que sujetaba la reja de hierro en miniatura que estaba trabajando.  Era Juan Bravo, el dueño del taller, y también el creador de los modelos que habían de ser después ejecutados en gran formato por sus operarios.

"Este consumado artista, al igual que el forjador de Guadamur, sentía tal amor por las piezas que salían del taller, que lo supeditaba todo a que la labor fuese perfecta, sin reparar en los beneficios que pudiera aportarle.  Quienes conocían su forma de actuar, solían decir:

"--¡Así le ha lucido el pelo!"  (Continuará)

-------------------------------------------------------------------

NEW FACTS ON THE "LITTLE BLACKSMITH" (1)

Due to a small heater, which smoke filtered out through a tube in a window, the public telephone attracted many people, among them, of course, don Emiliano who still courted the telephone operator.  Miguel went in to place a long-distance call.  While he waited, Daniel showed up.  As soon as the latter saw him, he said:

--I found something else.  Wait a moment.

He went up the hotel's stairs, and came down with a little package of papers tied with a string.

--I think this is part of what was in the briefcase.

That evening, María and Miguel read the contents with great interest.

"... In Madrid he led a normal student's life.  He attended classes regularly and, thanks to his excellent memory, the subjects were not difficult.  He needed only two hours of study.  He spent the rest of the day visiting all of Madrid's nooks and corners.

" From time to time, he visited museums and on Thursdays he learnt drawing in an academy.  Sometimes he would go to the Retiro Park and Moncloa with an album under his arm and a pencil in his pocket.  He drew everything he saw:  a leaf, a bird, a branch of a tree or of a bush, a flower, a grass blade...  He even laid down on the grass in order to draw a flower stem or an insect's legs, better.

"Many afternoons he went to the Guindalera.  In that dilapidated district, there was a forge workshop that attracted him immensely.  It was situated on a deserted street, between a wall of bare, grimy bricks of a bronze foundry and the half-demolished walls of a charcoal pit.   Above the walls, the tops of three scrawny trees, their leaves covered in black dust, stood out.  At the bottom of that dead-end street, old cauldrons, twisted metal sheets and rusty irons piled up.  Across an arch of decayed bricks, there was a patio full of charcoal slags, cut-off metal plates and iron pieces.   The workshop was at the back of the patio--a dark pavilion, with a metal-framed high ceiling.  Next to the forge, which was in the centre, there were two anvils.  Shirtless and sweaty men, protected by leather aprons, worked at the light of burning sticks as the clarity of the dusty windows hardly lit the workshop.  From time to time a flaring flame would illuminate their shiny, perspiring faces.  Their naked muscular arms, holding heavy hammers, pounded the iron over the anvils amongst a whirlwind of sparks.  A skinny and ragged old man worked the bellows rhythmically over the embers.

"On a corner, next to the window from which a soft, milky-white light entered, a slight old bald man, with heavy glasses, hammered over an anvil.  In his left hand he had pincers holding a miniature iron grille on which he was working.  He was Juan Bravo, the owner of the workshop and also the designer of the models that would later be made in larger sizes by his workers.


"This dedicated artist, as was the Guadalmur forger, felt such love for the objects that came out of his workshop, that everything else didn't matter as long as it turned out perfect, never giving a second thought to the possible profits.  Those who knew the way he worked, used to sigh:

"--That's how he is!"  (It will continue)

jueves, 25 de noviembre de 2010

JACINTO Y MARIANA




"Había nevado, y hacía mucho frío.  Los lobos merodeaban en los alrededores del pueblo.  La noche anterior, en Zomel, habían matado el pollino de la mina.  Estaba atado debajo de un cobertizo, y  los lobos lo devoraron con tal afán que únicamente dejaron el esqueleto, sujeto por la cuerda de la argolla.

Aquellos días se hablaba mucho de lobos.  Un yerno de Daniel, natural de Granada, dijo que esos animales tan dañinos habían desaparecido de Sierra Morena a fuerza de persecuciones.  Solo había quedado una pareja, que continuaba haciendo estragos entre los rebaños.  Los campesinos de aquella sierra les llamaban Jacinto y Mariana.  Al fin lograron matarlos también."

(NOTA MIA:  Próximamente, la otra novela sobre "El Herrerillo" ¡Estad al loro!)

-----------------------------------------------------------------------------------

JACINTO and MARIANA

It had snowed and it was very cold.  The wolves roamed around the village.  The previous night, in Zomel, they had killed the mine's donkey.  He was tied beneath a shed, and the wolves devoured him with such voracity that they only left his skeleton, tied to the ring's rope.

In those days everyone talked about wolves.  One of Daniel's brother-in-laws, from Granada, said that those dangerous animals had disappeared of the Morena mountains due to the hunting and that only a couple had survived who continued  to wreak havoc among the flocks.   The peasants of that area called them Jacinto and Mariana.  At the end , they were also killed.

(MY NOTE:  Soon, the "Little Blacksmith's" tale continues!  Keep an eye out.)

martes, 23 de noviembre de 2010

COCINEROS Y MUJERES MALTRATADAS



Primero, cocineros.  No sé vosotros pero yo estoy saturada de tanto protagonismo culinario de  Ferrá Adríá, Arzak, Berasategui, Subijana, Arguiñano etc. etc.  Es que entre su gremio y el de los futbolistas parece ser que no hay otras profesiones en España que merecerían más atención mediática:   maestros, médicos, científicos, compositores... sin ir más lejos.  Pero no. Lo que está de moda son los cocineros, futbolistas, meretrices, encarcelados y mujeres maltratadas.

Sobre éstas últimas, me sorprende que, hoy en dia haya tantos casos de violencia doméstica.   Comprendo que antiguamente, la mujer estoícamente aguantaba a un marido maltratador porque era su sino.  En casa y con la pata quebrada y sin rechistar.  ¡Pobres! y MUY INJUSTO.   Pero, ¿hoy en día?  ¿en el S. XXI?  ¿no tendrán algunas mujeres parte de la culpa?  Sé que me lloverán críticas furibundas pero pienso que no todas somos querubines inocentes y que el "macho" es el malo de la pelicula.  Pienso decir lo que pienso, caiga quien caiga, y para eso, simplemente os voy a poner dos ejemplos muy significativos:  

A nivel personal experimenté, de niña, a un pariente cercano y muy querido aguantar carros y carretas de su media naranja.  Armarle escándalos públicos por nimiedades y sin razón alguna porque mi pariente estaba con sus hermanas y conmigo.  Tirarnos piedras cuando mi pariente nos llevaba, en moto, a casa de mi abuela.  Mi pariente, por supuesto, que no la mató pero a mi me dejó traumatizada para los restos.

Hace unos años, estando sentada leyendo el periódico en una Gelatería de Sta. Eulalia (Ibiza) esperando a mi grupo, una pareja joven estaba sentada en una mesa cercana.  La chica no paraba de insultar al pobre chico que, silenciosamente, aguantaba todos sus improperios:  "Tio, te he dicho que no me llames.  ¿Te entra en la mollera, tío?  Joder, es que eres un pesao y no hay quien te aguante, te enteras, tio?"  Éste monólogo continuó un buen rato, y el pobre "tio" sin rechistar.  Os juro que me dieron ganas de levantarme y decirle:  "¿Le pegas una torta tú o lo hago yo?"   En fin, que conviene hacer un poco de autocrítica y ver qué hay detrás de tanto crimen de género.


-------------------------------------------------------------------------

CHEFS AND BATTERED WOMEN


First of all, chefs.  I'm saturated with the "stardom" of outstanding cooks such as Ferrá Adriá, Arzak, Berasategui, Arguiñano, etc. etc.  It seems that besides their trade and soccer players, there are no other professions worthy of media attention, in this country at least.  Teachers, doctors, scientists, composers, do not exist.  No. What is fashionable are chefs, soccer players, prostitutes, jail birds and battered women.

Re the latter, I understand that in olden times many women suffered an abusive husband in silence because, unfortunately, it was their fate to put up with these monsters. It had been ingrained in their brains to be submissive.  Their reward would be in the after-life.  Very sad and UNJUST.  However, nowadays?  In the twenty-first century?  Aren't some women guilty?  I know I'll get furious criticisms but not all of us are innocent angels and the  "stud"  is the guilty one.  I plan to say what I think no matter what and for that I'll put two examples:

Personally, when I was a child, I was witness to a very dear relative whose wife made his life miserable.  She would cause a public scandal for no logical reason just because he was with his sisters and me.  One evening she threw stones at us because he was taking us to my grandmother's house.  Of course, my relative didn't kill her but she traumatized me for the rest of my life.

A few years ago sitting, reading my newspaper in a Gelateria of Sta. Eulalia (Ibiza) while I waited for my group, a young couple was sitting in another table closeby.  The girl kept insulting the poor man who quietly put up with her row.  She would say:  "You know, bastard, you shouldn't call me.  I told you not to call me, you silly nitwit, are you getting it?  I don't want to have anything to do with you, stupid prick...!"  This monologue continued for quite a while and the poor "bastard" didn't say a word.   I swear that I felt like standing up and saying:  "Are you going to slap her or should I?"  Summarizing, I think we should all do a bit of self-criticism as there is a lot hidden behind many assassinated women.

lunes, 22 de noviembre de 2010

TRANSPORTE BAJO LA HELADA



"El camión había salido de Candera ya de noche y se detuvo en Marmolejo, donde Miguel durmió en el hotel balneario.  José, el chófer, regresó a Candera en el carro de un carbonero, y Miguel, con un nuevo conductor, reemprendió el viaje a Sevilla a las cuatro de la mañana.  En la cabina viajaban el chófer, Miguel y un cuñado del hotelero de Marmolejo, a quien no tuvieron más remedio que admitir.  Con el motor del camión ya en marcha, un individuo, que dijo ser pariente de José, suplicó que lo llevasen, pues precisaba estar en Sevilla aquella misma tarde.

--Monte usted atrás--le dijo Miguel--.  Aquí ya ve usted que no hay sitio.

El individuo montó en el camión y se acomodó como pudo entre los sacos de mineral.  Habían recorrido treinta o cuarenta kilómetros, cuando unos golpes atropellados sonaron en el techo de la cabina.  El chófer detuvo el camión, y Miguel bajó para ver lo que pasaba.

La mañana era heladora.  La escarcha cubría los campos y blanqueaba peligrosamente los olivares.  El individuo que se había instalado entre los sacos de wólfram, tartamudeante y lívido, aterido de frío, rogaba que lo sacasen de allí.  Estaba medio helado y casi no podía moverse.  Lo llevaron hasta una taberna del camino, y después de bajarlo, le dieron a beber unos tragos de Cazalla, para hacerlo reaccionar.  Luego lo envolvieron en una manta que sacaron de la caja de herramientas para que entrase en calor y le echaron encima la piel de cordero que el chófer llevaba a sus pies.  Y allí quedó, junto a la candela del tabernero, mientras éste le calentaba un caldo y su mujer le preparaba unas gachas con chorizo.

El camión continuó su viaje hacia Sevilla, pero Miguel, a pesar de que habían dejado a aquel hombre bastante repuesto, no podía evitar cierta preocupación.  ¿Habría cogido una pulmonía?  Sin embargo, al conductor del camión, inexplicablemente, le hizo mucha gracia lo ocurrido y empezó a reir a carcajadas.  Durante todo el camino, cada vez que se acordaba del viajero medio helado, reía hasta que los ojos se le llenaban de lágrimas.

El almacén de Sevilla era enorme, de una sola nave.  Miguel pensó que podría haber sido un hangar para aviones en los principios de la aeronáutica, pero ninguno de los que estaban allí pudo aclararle con certeza el origen de aquel cobertizo.

Los sacos de mineral formaban montañas que llegaban hasta las claraboyas del techo.  Poca o ninguna diferencia se notó cuando se añadieron los que venían de Candera.

--Probablemente, ni un solo saco de los que están en este almacén saldrá de aquí--dijo a Miguel uno de los encargados--.  Los ingleses no necesitan wólfram, pero quieren impedir que lo compren los alemanes, a quienes les empieza a faltar este mineral tan necesario para su armamento.

Cuando Miguel regresó al pueblo, las mujeres todavía estaban fregando la casa.  No había más remedio que refugiarse en la oficina, donde un brasero de buen picón templaba el ambiente, porque el resto de la casa, con todas las ventanas abiertas para que se evaporase la humedad producida por tanto lavado, resultaba inhabitable."

-----------------------------------------------------------------------------------

TRANSPORTATION UNDER ICY WEATHER

The truck left Candera at night and stopped in Marmolejo where Miguel slept in the Spa's hotel.  José, the chauffeur, went back to Candera on a charcoal driver's cart and Miguel, with a new driver, continued the trip to Seville at 04:00 a.m.  In the cabin travelled the driver, Miguel, and  the Marmolejo hotel owner's brother-in-law, who they didn't have any other choice but to admit.  As soon as the lorry's engine started, another individual, who said he was related to José, pleaded to be taken with them as he had to be in Seville that same afternoon.

--Get on the back--Miguel said--.  Here, as you can see, there's no room.

The individual climbed up on the back and sat, as well as he could, between the mineral sacks.  After they had driven thirty/forty kilometres, some hurrying and desperate knocks were heard on the cabin's roof.  The driver stopped and Miguel went down to see what was happening.

It was a freezing morning.  Frost covered the fields and, dangerously, whitened the olive groves.  The individual who was installed among the wolfram sacks, stuttering and livid, frozen to death, begged them to take him out of there.  He was partly frozen and could hardly move.  They brought him down and took him to a nearby tavern where they gave him a strong liqueur in order to revive him.  Afterwards, to warm him up, they wrapped him in a blanket they took out of the tool box, and put the lamb-skin rug that the driver had at his feet, over him.  And there he stayed, next to the chimney, while the tavern owner heated up some broth and his wife cooked him some corn porridge with pork sausage.

The truck continued its trip to Seville, but Miguel, although they had left the man quite recovered, was still worried.  Had he caught pneumonia?  While the driver, inexplicably, thought it all very funny and started laughing his head off.  During the whole trip, whenever he thought about the half-frozen traveller, he laughed until tears filled his eyes.

The warehouse in Seville, of only one plant, was enormous.  Miguel thought that it could have been a hangar  for airplanes at the dawn of aviation, but no one who was there could confirm the certainty of the origin of the place.

The sacks formed mountains that reached the roof's skylights.  Little or no difference was made when they added those coming from Candera.

--Probably, not one sack that's here will come out of the warehouse--said one of the men in charge, to Miguel--.  The English don't need wolfram, but they do want to prevent the Germans from buying it, since they're in dire need of this mineral for their armament.

When Miguel returned to Candera, the women were still scrubbing the house.  There was no alternative but to stay in the office where a brazier of hot coals warmed up the room.  The rest of the house, with the windows open in order to evaporate the humidity due to all the cleaning, was uninhabitable.

sábado, 20 de noviembre de 2010

PRODUCCIÓN A RITMO DE URGENCIA



"El transformador estaba ya a punto, y la mina comenzaba a funcionar con gran rendimiento.  Aunque no inmediato, se presentía el final de la guerra mundial, y por consiguiente, también el fin del negocio del wólfram, por lo que se trabajaba febrilmente, de día y de noche, en tres turnos.

El ingeniero Rezola, instalado en Candera, fustigaba sin miramientos a todo el mundo para que las cosas fuesen de prisa.  Hizo subir al piso de arriba de la casa de Candera los muebles que estaban en la planta baja, salvo los de la oficina, que quedó cerrada a cal y canto.

--¡Gracias a Dios que tenemos pocos muebles!--suspiró María, agobiada por el trabajo.

Los obreros empezaron a traer en camiones el wólfram de Zomel y lo depositaban, sin envase, en el suelo del comedor.  Rezola mandó hacer cinco montones aproximadamente iguales.  Para que el mineral quedase homogéneo y bien mezclado, tres obreros provistos de grandes palas revolvían los montones, pasando el mineral de uno a otro.  Repitieron la operación hasta diez veces, de forma que era digna de ver la cara de consternación de María y Sacramento, cuando, tras de estas manipulaciones y después de pesar el mineral, meterlo en sacos y cargarlo en un gran camión, contemplaron el comedor.  ¿Cómo limpiar todo aquello?

María tardó un poco en recuperar la moral, luchando a brazo partido por no caer en el desánimo.

El brocal del pozo de Mari Juana empezó a funcionar activamente.  Mientras Sacramento, María y Silveria blanqueaban y lavaban el techo, el suelo y las paredes del comedor.  Miguel se fue en el camión a Sevilla, donde debía entregar el wólfram en el depósito que los ingleses habían acondicionado a tal efecto.  Antes de llevarlo, se había enviado una muestra del mineral a Londres y otra a Madrid, donde los británicos tenían una oficina que se ocupaba de aceptar o rechazar las muestras.  Era tal el interés de los ingleses en que el wólfram no llegase a las fábricas alemanas, que era raro que rechazaran el mineral, por pobre que fuese."

--------------------------------------------------------------------------------

PRODUCTION AT FULL SPEED

The transformer was ready and the mine functioned with great productivity.  Everyone worked feverishly, day and night, in three shifts, as the end of the World War was looming which also meant the end of the wolfram/tungsten business.

Rezola, the engineer, installed in Candera, fustigated everyone, no matter who, to make things go faster.  He ordered to move all the furniture of the Candera house, from the main floor to the upper one, except those of the office which was shut close.

--Thank God we don't have too much furniture...--sighed María, snowed down with work.

The workers brought wolfram from Zobel in trucks and left it, without a container, on the dining room floor.  Rezola ordered to make five piles of, approximately, the same size.  In order that the mineral be homogeneous and well mixed, three labourers with large shovels, stirred the stacks transferring it  from one heap to another.  They repeated this operation up to ten times.  It was quite a sight to see María's and Sacramento's worried faces, when, after these mixings, weighing the mineral, packing it in sacks and loading it in a big lorry, they looked at the dining room.  How would they clean all that?!

Fighting against falling into desperation, María took some time to lift up her moral.

The well in Mari Juana's yard worked intensively.  While Sacramento, María and Silveria cleaned and white-washed the roof, the floor and the dining room's walls, Miguel went on the truck to Seville where he had to deliver the wolfram in a deposit the English had organized to that effect.  Before delivering it, a sample of the mineral had been sent to London and another to Madrid, where the British had an office in charge of accepting or refusing samples.  The British had such an interest that the wolfram didn't reach the Germans that it was rare they would refuse it, even if it was poor quality.

jueves, 18 de noviembre de 2010

PERSISTENCIA DEL HORROR



"Era la víspera de Reyes.  El "Niño de la Jara", con cinco hombres de su partida, decidieron pasar la noche en el cortijo de Buenaventura "El Matutero", en quien tenían plena confianza, pues les había prestado ayuda en varias ocasiones.  Esta partida, después de la de "El Herrerillo", era la más temida.  Desde hacía algún tiempo, operaba entre Montoro, Bujarón y la Venta de la Ciénaga.  En aquella parte de la sierra, tan abrupta y frondosa, los bandidos habían asaltado los cortijos con cierta facilidad, pero últimamente se habían visto obligados a emplear procedimientos brutales, y a veces sangrientos.  Mataban si había resistencia, y siempre se escabullían sin que la Guardia Civil pudiera dar con ellos.

Aquella noche de Reyes, los bandidos durmieron en casa de "El Matutero".  Mucho antes del alba, salió éste con el burro hacia Montoro, donde, con el dinero que le habían dado sus amigos, pensaba aprovisionarse para celebrar bien la fiesta.  Cuando salió del cortijo, la oscuridad era completa, y Buenaventura no se dio cuenta de que su casa estaba totalmente cercada por la Guardia Civil, mientras los bandidos seguían durmiendo tranquilamente.  Había habido un soplo.

Hacia las diez de la mañana, regresaba "El Matutero" con su burro bien cargado, cuando se topó en el camino con los guardias.  Algo malo barruntó cuando vio detrás de ellos el carro de su cortijo, tirado por el mulo y conducido por su hijo Tolín, de catorce años.  El carro parecía muy cargado y venía tapado con unos sacos.

--¡Buenaventura!--le dijo el cabo--.  Parece que en tu casa tienes invitados.

El cortijero se hizo el sorprendido y alegó que no sabía quien había venido al cortijo, porque él había salido muy temprano con idea de comprar algunas cosillas para los chicos y vituallas para celebrar la fiesta de reyes.

El cabo sonrió.

--Pues hoy, la fiesta no la celebrarán tus invitados--dijo.

Y, levantando los sacos, le mostró seis cadáveres, entre ellos, el del temido "Niño de la Jara".  El Matutero estuvo a punto de desplomarse.  Pero pronto se repuso.

El cabo ordenó que se volviesen a echar los sacos sobre los muertos.

--Buenaventura, ¡montáte en el carro!--ordenó.

"El Matutero" palideció.

--Te he dicho que montes con tus amigos--insistió el cabo.

El cortijero se sentó en el borde del carro, sobre los pies de los cadáveres, y así lo llevaron a Montoro, y de allí a Córdoba, donde tras varios angustiosos y duros interrogatorios, lo encerraron en la cárcel, y aún podía alegrarse por haberse librado de algo peor!

Al día siguiente del suceso.  Tomás trajo a Candera la noticia de la tragedia del cortijo de "El Matutero".  Contó que aquella mañana, mientras arrancaba unos árboles cerca de la carretera para hacer estacas, se había encontrado con Tolín, el hijo de Buenaventura.  Venía montado en el carro vacío, tirado por el mulo.  Atado a la parte trasera del carro, traía el burro.  El muchacho le contó a Tomás todo lo ocurrido.  A él también le habían interrogado, pero, como era muy joven, lo soltaron pronto."

---------------------------------------------------------------------

THE PERSEVERANCE OF HORROUR

It was the eve of Kings' Day.  The "Rock-Rose Boy", with five men of his gang, decided to spend the night in Buenaventura's, the "Smuggler's" farm, whom they totally trusted as he had helped them before in several ocassions.  This band, after the "Little Blacksmith's" was the most feared.  For quite a while their field of action had been between Montoro, Bujarón and the Marsh's Inn.  In that part of the mountains, so rugged and abrupt, they pillaged farms easily, but lately they had been forced to use more brutal and bloody procedures.  If there was resistance, they killed.  However, they always managed to escape before the Civil Guard caught up with them.

That Kings' Eve, the outlaws slept in "The Smuggler's" cortijo (farm).  Way before dawn, the latter left with his donkey to Montoro where, with the money his friends had given him, was going to buy provisions for that day's party.  When he left,  it was still very dark and Buenaventura didn't notice that his farm was totally surrounded by the Civil Guard, while the bandits happily slept inside.  There had been a tip-off.

Towards 10:00 a.m., he returned with his donkey heavily loaded, when, on the way, he bumped into the guards.  He sensed something was wrong when he saw, behind them, his cart pulled by the mule and steered by his fourteen-year-old son, Tolín.  The cart seemed packed and was covered with sacks.

--Buenaventura!-- the corporal said--.  It seems you have guests in your house.

The "Smuggler" pretended surprise and said he didn't know who had gone to his farm because he had left very early in order to buy food and some presents for the kids, to celebrate Kings' Day.

The corporal smiled.

--Well, today, your friends won't celebrate it--he said.
Lifting up the sacks, he showed him the six dead bodies, among them, the dreaded "Rock-Rose Boy".  The "Smuggler" almost fainted, but soon took a hold of himself.

The corporal ordered to put the sacks back over the corpses.


--Buenaventura, get on the cart!--he ordered.
The "Smuggler" paled.
--I told you to get on with your friends--insisted the corporal.

The farmer sat on the cart's edge, on top of the corpses' feet and, that way, he was taken to Montoro and from there to Córdoba, where after several tough and tortuous interrogations, they locked him in jail.  He could be grateful that nothing worse had happened to him!

The following day Tomás brought the news, of the "Smuggler's" cortijo tragedy, to Candera.  He told that, that morning, while he was close to the road uprooting some trees to make stakes, he met up with Tolín, Buenaventura's son.  He was coming on an empty cart pulled by the mule.  Behind, the donkey was tied to the cart.  The boy told Tomás everything that had happened.  They also interrogated him but, since he was under-age, they let him go.

martes, 16 de noviembre de 2010

NAVIDAD EN SIERRA MORENA



"En la Nochebuena, la iglesia se llenó de gente hasta los topes, y muchos tuvieron que quedarse en la calle.  La ceremonia era de solemnidad, y había espectáculo.

Seis monaguillos vestidos de rojo y blanco--no se veía tal cosa durante todo el año--rodeaban a don Antero.  Una Virgen pequeña, con manto muy ahuecado bordado en oro, presidía el presbiterio sobre una achaparrada columna salomónica.

José el chófer, Ramiro el herrero y Damián el panadero formaban la orquesta.  Este último tocaba la guitarra; el herrero el violín, y José soplaba en una especie de ocarina en forma de pájaro, mediada de agua.  El rasgueo de la guitarra era bronco y monótono, mientras el violín chirriaba como un eje poco engrasado.  Lo único que sonaba bien era el instrumento de barro de José.  Al soplar, el aire pasaba a través del agua y José, tapando o destapando habilidosamente con sus gruesos dedos los tres agujeros que tenía el instrumento, conseguía simular el gorjeo de un pájaro.

El momento culminante de la ceremonia lo constituyó el nacimiento del Niño:  la orquesta calló, sacaron un muñeco de debajo del manto de la Virgen, y lo colocaron en un cesto lleno de paja, adornado con flores de papel de plata.  Un petardo explotó en la calle.  Dentro de la iglesia, todos los concurrentes entonaron, al son de las panderetas villancicos, unos villancicos serranos, extremadamente ingenuos, expresivos y conmovedores.

Cuando terminaron los villancicos, empezaron a cantar a coro canciones más solemnes... y aquí acabó el encanto:  el acople de las voces era realmente pésimo.

María y Miguel pensaron que, en aquellos momentos, en su Euskal Herria, unos coros de voces armoniosamente fundidas recorrerían las calles de los pueblos, al mismo tiempo que jóvenes y mayores, con el Olentzero al hombro, cantarían reciamente el "Orra!" en las sidrerías y a la puerta de los caseríos.

En la iglesia de Candera, la orquesta acompañaba ahora a los coros, y el desconcierto era aún mayor.

En este momento, Currito, el hermano menor de Agustinillo, se acercó a María.

--¡Doña María!--le dijo al oido--, ¿Ve esa que está ahí delante, de rodillas, en una silla?
--Sí--le dijo en voz baja María--.  Es doña Rocío, la maestra.
--Pues mire usted,--continuó el niño--.  La pierna que da por el lado de acá, es de palo.  Se la voy a pinchar y ya verá como no lo siente.

Y sin esperar más, le quitó a María de la cabeza el grueso alfiler que le sujetaba la mantilla.  María no pudo impedir que el chico fuese derecho a la maestra y le clavase en la pierna el alfiler, con toda su fuerza.  La maestra no se movió.  Currito miraba a María con su cara maliciosa y una ancha sonrisa, satisfecho de su hazaña.

Los días de Navidad transcurrieron tranquilos y alegres.  Tambien fue pacífica la entrada del nuevo año.  En las casas se sacrificaban las gallinas y pavos de los corrales y se consumían las rosquillas, polvorones, magdalenas y demás dulces que habían sido cocidos en el horno de Tomás y en el del panadero."

--------------------------------------------------------------------------

CHRISTMAS IN THE MORENA MOUNTAIN RANGE

On Christmas Eve, the church was filled to the brim and many had to stand outside.  It was a very solemn ceremony but there was a "show".

Six altar boys dressed in red and white--never seen before during the rest of the year-- surrounded don Antero, the priest.  A small Virgin with an ample, gold-embroidered mantle, presided the presbytery on top of a Lilliputian Salomonic column.

José the chauffeur, Ramiro the blacksmith and Damian the baker formed the orchestra.   The latter played the guitar, the blacksmith the violin and José blowed a sort of bird-shaped ocarina filled with water.  The guitar strumming was harsh and monotonous while the violin squeaked like a creaky axle.  The only instrument that sounded well was Jose´s clay ocarina.  When he blew, the air passed through the water, and José covering or uncovering the three holes with his chubby fingers managed to imitate a bird's chirping.

The climax of the ceremony was the Child's birth:  the orchestra silenced.  They brought a doll out of the Virgin's mantle and placed it on a basket filled with hay and decorated with silver-papered flowers.  A firecracker exploded outside. Inside the church, everyone sang typical Christmas Carrolls of that mountainous region, accompanied by tambourines, extremely naïve, expressive and very moving.

When the Carrolls ended, they started to sing, chorally, more solemn songs... and here the charm ended:  the adaptation, fitting together of the voices was really dreadful.

At that moment María and Miguel remembered those moments in their Basque Country, when choirs of harmoniously integrated voices filled the streets; when young and old carrying the "Olentzero" on their shoulders, would stoutly sing the "Orra!" in the Cider bars and at the farms' doors.

In Candera's church, the orchestra accompanied the choir now, and the confusion was greater.

At that moment, Currito, Agustinillo's youngest brother approached María.

--Doña María!--he whispered in her ear--.  Do you see who's there, in front, kneeling on that chair?
--Yes--María whispered back--.  It's doña Rocio, the teacher.
-- Well, you'll see--the child continued--.  The leg that's on this side it's wooden.  I'm going to prick it and you'll see how she doesn't feel it.

Without hesitating, he grabbed the big pin holding María's veil.  She couldn't stop him from going directly towards the teacher and pricking her leg with all his might.  She didn't budge.  Currito sheepishly looked at María with a wide smile, proud of his heroic feat.

Christmas days went by, relaxed and happy.  Also, the entrance of the new year was quite peaceful.  In the houses, chickens and turkeys were sacrificed and ring donuts, fairy cakes, shortbread biscuits and other sweets, cooked in Tomas' and the baker's ovens, were eaten.

domingo, 14 de noviembre de 2010

UNA EXTRAÑA FUGITIVA



"La Navidad se aproximaba.  El invierno irrumpía con dureza.  Nevaba hasta en el llano, cosa poco frecuente en Andalucia.

Un anochecer, apareció en Candera una niña de unos nueve o diez años, medio desnuda.  Vestía una falda hecha jirones, entre cuyos desgarros aparecía la carne amoratada por el frío.  Calzaba alpargatas muy viejas y mojadas, y, de cintura para arriba, solamente llevaba una especie de sostén.

Todos quedaron horrorizados al ver a aquella criatura con semejante indumentaria en un día tan crudo.  La hicieron entrar en la posada de Mari Juana, y la niña fue derecha a sentarse en el suelo de la candela.  Cuando entró en calor junto a la lumbre, le dieron pan y tocino, que comió con voracidad.  Durmió en una de las camas de la posada.

Durante los tres días que la niña estuvo en Candera, fue el centro de atención del pueblo.  Todos la llamaban, la interrogaban, le daban dulces, vestidos...  Socorro "La Descarriá" le regaló un collar de cuentas azules.  La niña no quería decir de dónde había venido, y la Guardia Civil empezó a hacer averiguaciones.

El mismo día de la llegada de la niña, María fue a la posada a llevarle una manta de lana.  Al pasar por el zaguán, le llamó la atención un bulto en un rincón.  Indudablemente, era un hombre tumbado, muy tapado.  Pensó que sería un borracho, pero al día siguiente el bulto seguía en el mismo sitio, por lo que, intrigada, interrogó a Mari Juana.

--Es un mulero que venía con carbón y ha caído con pulmonía.
--Pero, ¿no van a hacer nada con él?--dijo horrorizada María--.  ¿Cómo no le ha dado usted una cama?
--Cuando llegó, le ofrecí una, pero no quería pagarla.  Hemos guardado sus mulos en la cuadra y les damos de comer.  A él le pusimos paja limpia y tres mantas muy gruesas, porque don Joaquín suele decir que la pulmonía se cura con calor.  Anteayer estuvo malísimo.  Tenía una calentura tan tremenda, que salía humo de la paja, pero ahora ya va mucho mejor.  Esta mañana ha podido comer migas con tocino.  Yo creo que dentro de un par de días se podrá poner de nuevo en camino, con sus mulos y su carbón.

Entre tanto, la niña, ya con ropa de abrigo, correteaba por el pueblo.  Era bonita y muy alegre.  Bailaba, cantaba, hacía mil gracias y, totalmente exenta de timidez, se metía en todas las casas.  Se seguía sin conocer su procedencia, porque la chiquilla enmudecía en cuanto se aludía a ello.  Resultaba un tanto alocada y daba la impresión de no estar del todo en sus cabales.

--Con todo esto, me voy a comprar una cosa que me hace muchísima falta,--solía decir mientras guardaba en la faltriquera el dinero que le daban.

Algunos pensaban que se referiría a unas buenas botas, a una chaqueta de abrigo o a un mantón de lana, pero a aquella fantasiosa niña no le atraía lo práctico.  Una tarde apareció muy ufana con unas zapatillas de raso que había comprado en la tienda de "El Tullido".  Eran de color rosa, y en las puntas se posaban dos mariposas de tul.

Por fin, la Guardia Civil averiguó la procedencia de la chiquilla.  Era de cerca de Montoro, y no se comprendía por qué se había escapado de su casa, tres días antes de aparecer en Candera.  Tampoco se comprendía dónde había podido refugiarse en aquellas noches heladas para resistir con tan poca ropa ni de qué se había alimentado en parte tan abrupta de la sierra.

Por las averiguaciones que hizo la Guardia Civil, se comprobó que no tenía motivos para huir de su casa, pues sus padres eran normales, vivían holgadamente y eran afectuosos con ella.  Los guardias recibieron una orden para que la niña fuese llevada a Montoro y entregada a su familia.  Con tal motivo, llegó un taxi a Candera, pero la niña se negó a montar en él.

Hubo que organizar una verdadera cacería para atrapar a la chiquilla.  Corría, sin dejar de gritar, por todas las calles del pueblo, y la gente trataba de acorralarla, hasta que, por fin, entre gritos, lloros y patadas, la metieron a empujones en el taxi y se la llevaron."

------------------------------------------------------------------------

A STRANGE FUGITIVE

Christmas was nearing.  Winter arrived strongly.  It even snowed in the plain, a very rare event in Andalusia.

One nightfall, a little girl about ten/eleven years old appeared in Candera.  She was half-naked, with a tattered skirt which, between the tatters and due to the cold, one could see her purplish flesh.  She wore old and wet espadrilles and from the waist up she only had a sort of bra.

Everybody was shocked to see that child, dressed the way she was, on such a freezing day.  They took her to Mari Juana's inn; she rushed in and sat in front of the chimney.  When she warmed up, they gave her bread and bacon which she avidly ate.  She slept in one of the inn's beds.

During the three days she stayed in Candera, she was the centre of attention. They called her; questioned her; gave her sweets, dresses...  Socorro, "The Strayed", gave her a blue glass necklace.  The girl didn't want to say where she was  from, so, the Civil Guard began researching.

The same day of her arrival, María went to the inn with a woollen blanket for her.  When she entered the hall, she was surprised to see a bundle in a corner.  Obviously, it was a man lying down wholly covered.  She thought he was a drunkard, but the following day the bundle was still in the same place.  Intrigued, she asked Mari Juana.

--He is a mule man.  He brought charcoal and fell down with pneumonia.
--But, aren't you going to do anything for him?--asked María, horrified--.  How is it that you didn't give him a bed?
--When he came, I offered him one but he didn't want to pay.  We've put his mules in the barn and we feed them.  He has clean hay and three heavy blankets because don Joaquín says that pneumonia is cured with heat.  The day before yesterday he was very sick.  He had so much fever that smoke came out of the hay, but now I see him much better.  This morning he was able to eat "migas" (bread crumbs) with bacon.  I think that in a few days, he'll be capable to go on his way again with his mules and his charcoal.

In the meantime, the child, now with winter clothing, ran around the village.  She was pretty and very vivacious.  She danced, sang, and did all kinds of tricks.  Totally immune to timidity, she went inside everybody's houses.  Still no one knew her origins, because she clammed up whenever somebody brought the matter up.  She seemed rather wild and gave the impression that she was a bit wacky.

--With all this, I'm going to buy something that I need very much--she said, as she put the money she was given, in her wallet.

Many thought she meant some sturdy boots, a jacket or a wool shawl, but that imaginative girl wasn't attracted to practical objects.  One afternoon she proudly appeared with a pair of satin slippers that she had bought at the "Disabled's" shop.  They were pink and had two tulle butterflies at the tips.

The Civil Guard, at last, found out where she came from, somewhere close to Montoro.  No one could understand why she had ran away three days before she appeared in Candera.  No one could understand either where she had spent those freezing days, resisting the cold with those tattered clothes, or what she had eaten in that rugged part of the mountains.

By the Civil Guard's findings, it was proved that she had no reason to run away.  Her parents were normal,  lived quite well and were lovable with the child.  The guards received an order to take her back to Montoro and to be returned to her family.  For that purpose, a taxi arrived in Candera, but the girl refused to get in.  A real hunt had to be organized in order to grab her.  She ran, screaming, through the streets.  People tried to corner her until, at last, between screams, tears, and kicks, they managed to put her inside the taxi and left.

viernes, 12 de noviembre de 2010

LO QUE DON QUIJOTE ME HA APORTADO



La lectura de esta increible obra me ha aportado, ante todo AMOR.  Amor por unos personajes entrañables e inolvidables.

CONOCIMIENTO.  Aprendizaje de esa España del S. XVII, en muchos aspectos, no muy diferente a la de nuestra época.

HISTORIA.  La batalla de Lepanto, la vida de los cautivos en Argel, la situación injusta de la expulsión de los moriscos, los galeotes, el poder eclesiástico.

COSTUMBRES Y VESTIMENTAS.  Las minuciosas descripciones que hace Cervantes sobre las costumbres (la vida en las ventas, bodas pantagruélicas, sumisión de las mujeres, diferencia de clases, etc.) y los diferentes ropajes que usaban.

SENSUALIDAD.   Cervantes debió de ser un hombre muy sensual, con tendencias homosexuales reprimidas (o, no...), porque el libro rezuma erotismo (especialmente homo)...y misoginia, aunque Dulcinea siempre esté presente, como una quimera, un ser inalcanzable e idealizado, nada tangible.  Una excusa...

FATUIDAD.   Los entretenimientos de los "poderosos" a base de burlas groseras contra los más débiles.

LITERATURA.  Antigua y moderna, abarcando toda clase de géneros: novela, poesía, romance, filosofía, visionaria, oratoria, crítica, belleza, calidad estética...  Resumiendo, muy CREATIVA.  No me extraña que sea HITO DE LA HUMANIDAD.

-------------------------------------------------------------------------------

WHAT DON QUIXOTE HAS TAUGHT ME

First of all, reading this great work of art, has taught me LOVE.  Love for those adorable and unforgettable characters.

KNOWLEDGE.  Learning about life in Spain in the Seventeenth Century, in many cases not so different than in our times.

HISTORY.   The Battle of Lepanto, the lives of the captives in Algeria, the unjust expulsion of the Moors, the galley slaves, the power of Catholicism.

TRADITIONS AND COSTUMES.  The detailed descriptions that Cervantes makes of everyday life:  (the inns, gargantuan weddings, women's submission, class differences, etc.)  The different attires they wore.

SENSUALITY.  Cervantes must have been a very sensual man, with repressed homosexual tendencies (or, maybe not...) because the book oozes eroticism (especially homo) and... misogyny.  Although Dulcinea is always present, but as a dream, not real. An excuse...

FATUITY.   The amusement of the "powerful" based on making coarse fun of the weak.

LITERATURE.   Old and modern. Including all kinds of genres:  fiction, poetry, romance, philosophy, visionary, oratorial, critical, beauty, esthetic quality.  Summarizing, very CREATIVE.   I'm not surprised that it is a MONUMENT TO  HUMANITY.

martes, 9 de noviembre de 2010

UN RELATO DE LA VIDA DE JUAN MONTEJO, "EL HERRERILLO" (4)



"Ahora se sentían los pasos más leves de la otra criada, que empezaba a abrir puertas.  Otros pasos, más ligeros, atravesaban después el pasillo que conducía a la calle.  Seguramente sería Marta, su hermanastra, que acostumbraba a acudir todas las mañanas a la primera misa.  Juan Antonio abrió la puerta de su cuarto y asomó la cabeza.  Efectivamente, era Marta.  Tenía los ojos cargados de sueño y una palidez intensa en la cara.  Siempre le había dado a Juan Antonio la impresión de que aquella chica estaba algo enferma.  Los ojos de Marta relampaguearon al verlo.

"--¿Qué te pasa?--le preguntó Marta--.  ¿Por qué te has levantado tan temprano?  El autobús no saldrá hasta el mediodia.
"--¿Se ha levantado mi padre?
"--No, creo que no.  Es muy temprano todavía.  ¿Qué querías?
"--Nada..., nada...--dijo Juan Antonio, al tiempo que entraba de nuevo en su cuarto.

"El muchacho pensó que Marta no era una persona adecuada para las confidencias.  Además, no había ninguna confianza entre ambos.  Vivían bajo el mismo techo, pero jamás se produjo entre ellos más contacto y unión que el que tienen los habitantes de una casa de huéspedes.  De todas formas, Juan Antonio estaba decidido a enfrentarse con su padre, en cuanto lo viese.  Cuando oyó sus pisadas en dirección al comedor, donde solía tomar el desayuno, Juan Antonio salió precipitadamente al pasillo.  Una maleta y un pequeño baúl estorbaban el paso.  Se detuvo ante la puerta del comedor un momento, para serenarse, y cuando entró, su padre estaba ya sentado ante una taza humeante, con un periódico en la mano.  Pensaba decirle todo lo que había bullido en su cabeza aquella noche...  Pero, de repente, se sintió vacío, y sintió que sus energías se desmonoraban.  Se limitó a decir:
"--Buenos días, papá.
"--Buenos días, hijo.

"Sirvieron el desayuno a Juan Antonio.  Luego entró doña Mariana, y hablaron de cosas triviales referentes al viaje.

"Al mediodía, Juan Antonio, antes de tomar el autobús en la plaza, se despedía de toda la familia.

"Marta le acompañó hasta la puerta de la calle.  Sus negros ojos brillaban.  Juan Antonio se inclinó hacia ella.
"--Adiós, Marta.  ¿No me das un beso?
"Marta, temblorosa, se lo dió".

La lectura de aquellos papeles, que tanto interesaban a María y Miguel, se interrumpió bruscamente.  Las hojas que venían a continuación estaban muy deterioradas.  La humedad había corrido la tinta, y las polillas también habían contribuido a su destrucción.  Era imposible leer lo que estaba escrito en ellas.

Miguel fue hacia el hotel.  En aquel momento, Daniel, muy arreglado y orondo, montaba en el coche de un cortijero que lo llevaría a Córdoba.

En la calle, Justiniana le despedía con cara de resignación, pero se percibía en ella, al mismo tiempo, cierto aire de orgullo.  ¡No todas podían presumir de un marido tan lucido!

--Adiós, Daniel--le dijo Miguel--.  ¡Qué se divierta! A ver si a la vuelta me encuentra más papeles.

El coche arrancó mientras el fondista le gritaba, entre carcajadas:  --¡Digáselo a Justiniana, que yo no estoy ahora para papelitos!"

(NOTA MÍA:   NO desesepereis que ésto no ha acabado.  Algunos "capítulos/posts" más adelante, mi tía retoma el tema de "El Herrerillo").
-----------------------------------------------------------------------------

A TALE IN THE LIFE OF JUAN MONTEJO, THE "LITTLE BLACKSMITH" (4)

"He heard other lighter steps, this time of another maid who started opening doors.  Other much lighter steps crossed the hallway leading to the entrance.   Surely, those belonged to Marta, his step-sister, who, every morning, attended early Mass.  Juan Antonio opened his bedroom door and looked out.  Yes, it was Marta.  She had very sleepy eyes and her face was intensely pale.  Juan Antonio often had the impression that the girl was not very healthy.  Her eyes sparkled when she saw him.

--What's wrong? --Marta asked--.  Why are you up so early?  The bus won't be leaving until noon.
--Is my father awake?
--No, I don't think so.  It's still very early. What did you want?
--Nothing..., nothing...--Juan Antonio said, as he went back into his room.

The boy didn't think Marta was sufficiently reliable.  Besides, no great trust existed between them. They lived under the same roof but they had the same contact and closeness as if they lived in a boarding house.   However, he was going to confront his father as soon as he saw him.  When he heard his steps going towards the dining room, where he used to have his breakfast, Juan Antonio, rushed out to the hallway.  A suitcase and a chest were in the way.  He stopped a moment in front of the dining room door to get a hold of himself,  when he entered, his father was already sitting in front of a steaming cup, reading a newspaper.  He wanted to tell him all that had been brewing in his brain that night... But, suddenly, he felt empty, all his energy was crumbling, falling apart.  He just said:

--Good morning, Dad.
--Good morning, son.

They served him breakfast.  Doña Mariana entered and talked about trivial things regarding his trip.

At noon, before getting on the bus, Juan Antonio said goodbye to all the family.

Marta accompanied him to the main entrance.  Her dark eyes glittered.  Juan Antonio leaned towards her.

--Goodbye, Marta.  Aren't you going to give me a kiss?
Marta, trembly, kissed him."

The reading of those papers, that interested María and Miguel so much, interrupted brusquely.  The sheets that continued were very deteriorated.  Dampness had blotted the ink and moths had also contributed to its destruction.  It was impossible to read what was written.

Miguel went towards the inn.  At that moment, Daniel, very showy and spruced up, was getting into a car of a farm owner who was taking him to Córdoba.

On the street, Justiniana said goodbye with a resigned look in her face, but at the same time, with a touch of pride because not everyone could brag about such a "posh" husband!

--Goodbye, Daniel--Miguel said--.  Have fun!  And, let's see, if when you come back you find us more papers.

The car started while the inn-keeper, laughingly, shouted:  Tell Justiniana!  Now, I can't think about  any papers!

(MY NOTE:  DON'T despair, it's not finished yet.  My aunt, a few "chapters/posts" ahead, retakes the "Little Blacksmith's" tale).

domingo, 7 de noviembre de 2010

UN RELATO DE LA VIDA DE JUAN MONTEJO, "EL HERRERILLO" (3)



"Don Pedro sabía que el oficio de forjador era algo así como el de herrero, un herrero más hábil y delicado que los corrientes, que sabía hacer rejas y cosas por el estilo.  La reja de la tumba de sus padres era de forja, según le habían dicho, y también la cancela de su casa, que tenía unos barrotes retorcidos rematados por unos pájaros.  Esa cancela había sido forjada por "El Quemao", de quien decían que era un verdadero artista, pero el pobrecillo "Quemao", lleno de quemaduras y costurones, estaba ahora en el asilo de Andújar.

"--Es como si me dijeses que quieres ser albañil--dijo don Pedro
"--¡Pero papá! trabajando el hierro puedo llegar a ser un artista de categoría.
"--¡Peor todavía!--atajó don Pedro--.  Los artistas son un atajo de vagos y de golfos.

"Juan Antonio insistió.  Explicó las cosas maravillosas que se podían hacer.  Ya había pensado donde poner la fragua:  en el fondo del patio, en la caseta donde antiguamente estuvo el horno de pan.  Allí se podría instalar un taller estupendo...

"--¡Basta de tonterías!--cortó bruscamente don Pedro--Estás matriculado en la facultad de Derecho.  Mañana te vas a Madrid... y hemos terminado.

"Juan Antonio tiró la servilleta sobre la mesa y se fue a su cuarto.  No, no y no.  Él no obedecería a su padre.  No estudiaría la carrera que querían obligarle a empezar.  Se lo comunicaría a su padre en cuanto despertase a la mañana siguiente.

"Se acostó y apagó la luz.  Quiso dormirse, pero fue imposible.  Miró una y otra vez el reloj fosforescente de la mesilla.  Las horas transcurrían con lentitud desesperante.  Dio mil vueltas en la cama.  Encendió la luz repetidas veces, con intención de leer, pero sus ojos recorrían las líneas del libro sin retener nada.  Pensaba en la reacción de su padre cuando le dijese que se negaba rotundamente a ir a Madrid.  ¡Cuánto tardaba en despuntar el día!  Abrió las maderas de las ventanas para poder ver los primeros albores de la mañana.

"Por fin, los cuadriláteros negros de los cristales empezaron a cubrirse de un tinte lechoso que fue aclarándose poco a poco, a medida que transcurría el tiempo.  La aurora.

"Juan Antonio saltó de la cama y empezó a vestirse, pero se dió cuenta de que tendría que esperar una hora por lo menos hasta que su padre se levantase.  Se sentó en una silla, con los codos sobre la mesa.  Oyó a Quisca, la vieja cocinera, que bajaba pesadamente las escaleras del piso alto.  La sintió pasar por delante de la puerta de su cuarto y abrir el portón que daba al patio.  Luego, atravesaba de nuevo el pasillo y corría los cerrojos de la puerta de entrada.  Se oía despues, hacia la cocina, el ruido que hacía al limpiar el fogón con un hierro, antes de encender la lumbre."  (Continuará)

------------------------------------------------------------------------------

A TALE IN THE LIFE OF JUAN MONTEJO, THE "LITTLE BLACKSMITH" (3)

Don Pedro knew that being a metal forger was somewhat like being a blacksmith, although more skillful and delicate, knowing how to make grilles and the like.  The grille on the tomb of his parents was forged, as he was told, and also his house's wrought-iron gate, which had twisted bars finished off with little birds.  That gate had been forged by the "Burnt One", considered a true artist by everyone, but, poor man, full of burns and scars, he now lived in Andújar's asylum.

--It's as if you say you want to be a bricklayer-- Don Pedro said.
--But, Dad!  I can become a great artist forging iron.
-- That's even worse!--don Pedro cut him short--.  Artists are a bunch of sloths and degenerates.

Juan Antonio insisted.  He explained all the wonderful things that could be made.  He even knew where the forge could be set up:  at the end of the patio, where the old bread oven used to be.  It was a fantastic place for a workshop...

--Enough!--don Pedro brusquely cut off the conversation--You're enrolled in the Law Faculty.  Tomorrow you'll go to Madrid... and that's the end of it.

Juan Antonio threw the napkin on the table and went to his room.  No, no, and no.  He wouldn't obey his father.  He wouldn't study the career they were obliging him to study.  He would tell him as soon as he woke up in the morning.

He went to bed and turned off the light.  He wanted to sleep, but it was impossible.  He looked once, twice, and once again at the phosphorescent clock on his bedside table.  The hours went by with desperate sluggishness.  He tossed and turned a thousand times.  He turned on the light several times, wanting to read, but his eyes browsed the book without retaining anything.  He thought of his father's reaction when he told him that he was, definitely, not going to Madrid. The day was taking a long time in arriving!  He opened the wooden shutters in order to see the first daylight.

Finally, the black glass window squares turned a milky white clearing up as time passed.  Dawn.

Juan Antonio jumped out of bed and started dressing but he realized that he would still have to wait one more hour, at least, until his father woke up.  He sat on a chair, with his elbows on the table.  He heard Quisca, the old cook,  plodding down the stairs, pass by his room and open the large door leading to the patio.  Later, she crossed the hallway once again and opened the locks of the main entrance. Afterwards, she went to the kitchen and with a large iron rod cleaned the oven before starting the fire.  (It will continue)

viernes, 5 de noviembre de 2010

DON QUIJOTE



CABALGARÁN PARA SIEMPRE EN NUESTRA MEMORIA


Capítulo LXXIV - 2ª parte de nuestra lectura colectiva en el blog "La Acequia" de Pedro Ojeda Escudero (sin traducción al inglés).
----------------------------------------------------------------
Chapter 74 -2nd part of our joint reading in Pedro Ojeda Escudero's blog "La Acequia" (without an English translation).
----------------------------------------------------------------

¡HE SOBREVIVIDO A LA LECTURA DEL QUIJOTE!   Ya me puedo morir tranquila...

Hemos llegado al final, amigos.  En este capítulo vemos el rápido deterioro de nuestro Quijo "...llegó su fin y acabamiento cuando él menos lo pensaba...se le arraigó una calentura que le tuvo seis días en cama, en los cuales fue visitado muchas veces del cura, del bachiller y del barbero, sus amigos, sin quitársele de la cabecera Sancho Panza, su buen escudero."

Sus amigos creían que su decaimiento era debido a su vencimiento y de no ver a Dulci desencantada.  "...por todas las vías posibles procuraban alegrarle, diciéndole el bachiller que se animase y levantase para comenzar su pastoral ejercicio..."que ya tenía una égloga compuesta y ...ya tenía comprados de su propio dinero dos famosos perros para guardar el ganado...".  Nada, ni por éstas "...dejaba don Quijote sus tristezas."

Llamaron al médico.  Éste le tomó el pulso y  "...no le contentó mucho y dijo que, por sí o por no, atendiese a la salud de su alma, porque la del cuerpo corría peligro."  Ésto lo oyó Quijo "...con ánimo sosegado..." pero no ocurrió lo mismo con la ama, la sobrina y Sancho "...los cuales comenzaron a llorar tiernamente, como si ya le tuvieran muerto delante."

Quijo les pide que le dejen solo porque quiere dormir.  Duerme seis horas seguidas y al despertar da gracias a Dios "...que tanto bien me ha hecho...sus misericordias no tienen límite...".  La sobrina quiere saber "Qué misericordias son esas... ".  Quijo le dice que "...tengo juicio ya libre y claro, sin las sombras caliginosas de la ignorancia que sobre él me pusieron mi amarga y continua leyenda de los detestables libros de caballerías.  Ya conozco sus disparates y sus embelecos...".  Se arrepiente de que éstos no le hayan dejado leer "...otros que sean luz del alma."  Presiente su muerte y le pide a su sobrina que llame a sus amigos "...que quiero confesarme y hacer mi testamento".

Entran el cura, el bachiller y el barbero "--Dadme albricias, buenos señores, de que ya yo no soy don Quijote de la Mancha, sino Alonso Quijano, a quien mis costumbres me dieron renombre de "bueno".  Ya soy enemigo de Amadís de Gaula y de toda la infinita caterva de su linaje; ya me son odiosas todas las historias profanas de la andante caballería...".  Al oir ésto pensaron que "...alguna nueva locura le había tomado."   Sansón le dice "--¿Ahora...que tenemos nueva que está desencantada la señora Dulcinea, sale vuestra merced con eso? ¿Y ahora que estamos tan a pique de ser pastores, para pasar cantando la vida, como unos príncipes, quiere vuesa merced hacerse ermitaño?  Calle, por su vida, vuelva en sí y déjese de cuentos."

Quijo contesta "--Los de hasta aquí que han sido verdaderos en mi daño, los ha de volver mi muerte en mi provecho".  Siente que se va muriendo y les pide que se dejen de burlas y le lleven un confesor y un escribano para dejar su testamento.  Se miran unos a otros incrédulos "...y aunque en duda, le quisieron creer; y una de las señales por donde conjeturaron se moría fue el haber vuelto con tanta facilidad de loco a cuerdo."

Sansón vuelve con el escribano y Sancho "...el cual Sancho, que ya sabía por nuevas del bachiller en qué estado estaba su señor...comenzó a hacer pucheros y a derramar lágrimas."  Sale el cura, despues de haberle confesado, y les dice que "...verdaderamente se muere y verdaderamente está cuerdo Alonso Quijano el Bueno; bien podemos entrar para que haga su testamento."

"Estas nuevas dieron un terrible empujón a los ojos preñados de ama, sobrina y de Sancho Panza, su buen escudero de tal manera, que los hizo reventar las lágrimas de los ojos y mil profundos suspiros del pecho....".  Le querían mucho porque "...en tanto que don Quijote fue Alonso Quijano el Bueno a secas, y en tanto que fue don Quijote de la Mancha, fue siempre de apacible condición y de agradable trato...".

Entra el escribano y Quijo redacta su testamento.  Primero le deja a Sancho  "...a quien en mi locura hice mi escudero..." que se quede con el dinero que ya tiene "...que porque ha habido entre él y mí ciertas cuentas, y dares y tomares, quiero que no se le haga cargo de ellos ni se le pida cuenta alguna..." y si le sobra que se quede con el restante "...que será bien poco, y buen provecho le haga..."  Si estando loco le pudo dar una ínsula, ahora que está cuerdo le daría un reino "...porque la sencillez de su condición y fidelidad de su trato lo merece."  Le pide perdón a Sancho "...porque te he dado de parecer loco como yo, haciéndote caer en el error en que yo he caído de que hubo y hay caballeros andantes en el mundo."

Aquí Sancho (y yo...) se deshace en lágrimas.  Le pide que no se muera "...porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir sin más ni más, sin que nadie le mate ni otras manos le acaben que las de la melancolía."  Le dice que se levante de la cama y "...vámonos al campo vestidos de pastores, como tenemos concertado:  quizá tras de alguna mata hallaremos a la señora doña Dulcinea desencantada... Si es que se muere de pesar de verse vencido, écheme a mí la culpa, diciendo que por haber yo cinchado mal a Rocinante le derribaron; cuanto más que vuestra merced habrá visto en sus libros de caballerías ser cosa ordinaria derribarse unos caballeros a otros y el que es vencido hoy ser vencedor mañana." (Perdonad, pero a ver si las lágrimas me permiten seguir...)

Quijo dice "...vámonos poco a poco, pues ya en los nidos de antaño no hay pájaros hogaño.  Yo fui loco y ya soy cuerdo... prosiga adelante el señor escribano.  Sigue con el testamento, "...mando toda mi hacienda, a puerta cerrada, a Antonia Quijana, mi sobrina... pagar el salario que debo del tiempo que mi ama me ha servido, y más veinte ducados para un vestido".  Deja como albaceas al cura y a Sansón.  Advierte a su sobrina que si se casa lo haga con un hombre "...de quien primero se haya hecho información que no sabe qué cosas sean libros de caballerías...".  En el caso de que lo sepa y aún insista en casarse "...pierda todo lo que he mandado, lo cual puedan mis albaceas distribuir en obras pías de su voluntad".

Hay otra arremetida contra el Avellaneda.  Pide a sus albaceas "...que si la buena suerte les trujere a conocer al autor que dicen que compuso una historia que anda por ahí...de mi parte le pidan cuan encarecidamente ser pueda, perdone la ocasión que sin yo pensarlo le dí de haber escrito tantos y tan grandes disparates como en ella se escribe, porque parto de esta vida con escrúpulo de haberle dado motivo para escribirlos."  "Cerró con esto el testamento...".  Se desmayó y "...se tendió de largo a largo en la cama".  Se alborotaron todos pensando que ya se había ido, pero no, aún duró varios días más.  "...la casa alborotada, pero, con todo, comía la sobrina, brindaba el ama y se regocijaba Sancho Panza, que esto del heredar algo borra o templa en el heredero la memoria de la pena que es razón que deje el muerto."   (Que incisivo era Cervantes...)

"En fin, llegó el último de don Quijote...".  El escribano se sorprende que en ningun libro de caballerías, un caballero andante "...hubiese muerto en su lecho tan sosegadamente y tan cristiano como don Quijote; el cual, entre compasiones y lágrimas de los que allí se hallaron, dio su espíritu, quiero decir que se murió".  (¿Toque de humor...?).  El cura pide al escribano que diese testimonio de su muerte natural  "...y que el tal testimonio pedía para quitar la ocasión de que algún otro autor que Cide Hamete Benengelí le resucitase falsamente y hiciese inacabables historias de sus hazañas."

Cide Hamete Benengelí no quiso especificar el lugar de su aldea "...por dejar que todas las villas y lugares de la Mancha contendiesen entre sí por ahijársele y tenérsele por suyo, como contendieron las siete ciudades de Grecia por Homero."

Sansón Carrasco le hace un nuevo epitafio (se dice "nuevo" para diferenciarse de los que aparecen al final de la primera parte) y Cide Hamete Benengelí cuelga su pluma en una "espetera ...adonde vivirás luengos siglos, si presuntuosos y malandrines historiadores no te descuelgan para profanarte... Para mí sola nació don Quijote, y yo para él:  el supo obrar y yo escribir, solos los dos somos para en uno, a despecho y pesar del escritor fingido y tordesillesco que se atrevió o se ha de atrever a escribir con pluma de avestruz grosera y mal deliñada las hazañas de mi valeroso caballero...que deje reposar en la sepultura los cansados y ya podridos huesos de don Quijote, y no le quiera llevar, contra todos los fueros de la muerte, a Castilla la Vieja...".  (Otra puya al Avellaneda no podía faltar... y ¡excelso, sublime! este monólogo de la pluma)

Termina diciendo que ha sido su deseo "...poner en aborrecimiento de los hombres las fingidas y disparatadas historias de los libros de caballerías, que por las de mi verdadero don Quijote van ya tropezando y han de caer del todo sin duda alguna".  Vale.

THE END

GRACIAS A NUESTRO QUERIDO PROFESOR, PEDRO OJEDA ESCUDERO, POR HABER TENIDO ESTA MARAVILLOSA INICIATIVA Y A TODOS LOS COMPAÑEROS QUE HAN SEGUIDO ESTA AVENTURA.   ESPECIALMENTE QUIERO DESTACAR A TRES POR SU ORIGINALIDAD:  KETY por su maravilloso Quijote en verso; ABEJITA, por introducir a sus fantásticos personajes secundarios y ELE BERGÓN por haberle dado vida a Sanchico, el gran olvidado.




miércoles, 3 de noviembre de 2010

UN RELATO DE LA VIDA DE JUAN MONTEJO, "EL HERRERILLO" (2)



"Este último verano--último también del bachillerato--fue tan caluroso, que Marta y Juan Antonio no se veían más que durante las comidas.  Doña Mariana y su hija pasaban el resto del día en sus dormitorios respectivos, con las persianas echadas, en semioscuridad.

"Juan Antonio veía más a su padre, porque el abogado quería que estuviese en el despacho a las horas de trabajo atendiendo a la clientela, pues daba por descontado que, cuando el muchacho terminase su carrera de leyes, esa clientela sería también la suya.  La mayor parte la constituían labradores y pequeños ganaderos, que venían a exponer a don Pedro sus quejas:  que si las becerras del vecino se habían metido en su sembrado; que si sus borregos habían sido lastimados por el mastín de fulano...

"Pero también acudían grandes terratenientes, poderosos ganaderos y propietarios de terrenos de minas o explotadores de éstas, debido a que, con cierta frecuencia, no quedaban muy claros los derechos que la ley otorgaba a unos y otros.

"Para Juan Antonio, era un suplicio pasar aquellas horas de aburrimiento al lado de su padre, quien le obligaba a sentarse en un rincón del despacho.  Le molestaba especialmente tener que escuchar las minuciosas e interminables explicaciones de los campesinos, que ponían de manifiesto su mezquindad y su avaricia, así como la sordidez de sus vidas.  Sin embargo, don Pedro Montejo había conseguido tener una buena clientela que pagaba muy bien y consideraba a su hijo como su normal continuador.  Por eso había decidido mandar a éste a Madrid para que estudiara Derecho.

"Pero un día, después de pasar una mañana aburridísima en el despacho con su padre, Juan Antonio le dijo a éste:
"--¡Valientes latazos aguantas, papá!"

"Don Pedro torció la cabeza y, lanzando una mirada oblicua a través de las gafas, se las quitó, sacó un pañuelo del bolsillo, limpió los cristales de las gafas y se las volvió a poner.  A continuación, guardó el pañuelo en el bolsillo... y no dijo nada.  Tampoco dijo nada Juan Antonio, desconcertado ante la actitud de su padre.

"Concluidas las vacaciones del verano, Marta tendría que ir de nuevo al colegio.  ¡Gracias a Dios, aquél iba a ser el último año!  A Juan Antonio le estaban ya preparando las maletas y el baúl para ir a Madrid.  La víspera de emprender el viaje, se pasó toda la tarde en la forja de Esteban Bejarano.  Llegó de noche a casa sudoroso y con la ropa negra.  No le preguntaron nada, pero él no quiso ocultar de dónde venía.
"--¡Qué hermosura!--exclamó--.  ¡Qué feliz es Bejarano en su taller!  ¡Cuánto más divertido es que tu despacho, papá!

"No se hizo ningún comentario, y la cena transcurrió en silencio.  Don Pedro observaba a su hijo con el rabillo del ojo.  De pronto, el chico se decidió a hablar:
"--Papá, antes de irme a Madrid, quiero decir una cosa:  yo no quiero ser abogado; no me gusta esa carrera, me aburre.  Yo quiero ser forjador.  Iré a Madrid y estudiaré otras cosas.   Por de pronto, quiero aprender a dibujar."   (Continuará)

-------------------------------------------------------------------------------------

A TALE IN THE LIFE OF JUAN MONTEJO, THE "LITTLE BLACKSMITH" (2)

That last summer--also last of his high school years-- was so torrid that Marta and Juan Antonio only saw eachother at lunch time.  Doña Mariana and her daughter spent most of the day in their respective bedrooms,  in semi-obscurity, with the shades drawn.

Juan Antonio saw his father more because he wanted him to be in his Law office while he attended his clients;  he took it for granted that when his son finished Law, those clients would be his.  Farmers and small stock breeders were the majority, who came to expose their problems to don Pedro:  that a neighbour's calf had traspassed his sown field;  that his sheep had been wounded by another's mastiff...

However, he also had important landowners, powerful cattle breeders and owners of mine lands and/or in charge of exploiting them, mainly to find out about their individual rights as the law, frequently, wasn't very clear.

For Juan Antonio it was hell to spend those tedious hours with his father who obliged him to sit in a corner of the office.   The worst was having to listen to the peasants' very detailed and never-ending explanations; perceive their meanness and avarice as well as their sordid lives.  Nevertheless, don Pedro Montejo had a good clientele who paid him very well.   As he considered his son his natural heir, he decided to send him to Madrid to study Law.

One day, after spending a very dull morning in his father's office, Juan Antonio told him:
"--What a load of bores you have to put up with, Dad!"

Don Pedro turned his head, looked sideways at him through his glasses, took them off, took out a handkerchief from his pocket, cleaned them and put them back on.  He stuffed his handkerchief  back inside the pocket, and... didn't say a word.   Neither did Juan Antonio, taken aback by his father's attitude.

Once the summer holidays were over, Marta had to return to school.  Thank God that was going to be her last year!  In the meantime, they were packing Juan Antonio's suitcases and chest for his trip to Madrid.  The day before the trip, he spent the whole afternoon in Esteban Bejarano's forge.  He arrived home in the evening, sweating, with blackened clothes.  They didn't ask him anything but he wanted to tell them where he had been..

"--How beautiful!--he exclaimed--.  How happy is Bejarano in his workshop!  Much more fun than your office, Dad!

No one said a word; dinner continued in silence.  Don Pedro observed his son from the corner of his eye.  All of a sudden, Juan Antonio decided to talk:

"--Dad, before going to Madrid, I want to say one thing:  I don't want to be a lawyer;  I don't like that career, it bores me.  I want to be a metal forger.  I'll go to Madrid and I'll study other subjects.  Firstly, I want to learn how to draw.   (It will continue)

lunes, 1 de noviembre de 2010

UN RELATO DE LA VIDA DE JUAN MONTEJO, "EL HERRERILLO" (1)


"Aunque segoviano de nacimiento, así como su padre, Juan Antonio Montejo estaba muy compenetrado con los habitantes de Bujarón.  Desde los cuatro años vivía en aquel pueblo.

"Pocos recuerdos le quedaban de los años de Segovia.  Tal vez una abuela, sentada en un sillón, cosiendo junto a una alta ventana, fuese la imagen vaga que aún conservase su memoria, pero quedaba tan borrosa que, si no fuese porque su padre le aseguraba que aquella abuela había existido, habría creído que era el personaje de algún cuento que le contaron de niño.

"Después de enviudar, antes de venir a Bujarón, don Pedro Montejo llevaba luto.  Su hijo lo había conocido siempre vestido de negro, y esto le parecía muy natural.

"Pero un día, ya mayorcito, le extrañó ver a su padre con una chaqueta gris; más tarde fue la corbata la que cambió de color, y un buen día, don Pedro comunicó a su hijo que pensaba volverse a casar.

"La noticia no causó gran extrañeza ni sobresalto al chico, pues eso del matrimonio se presentaba de una manera muy abstracta en su cerebro.  Tampoco pensó con tristeza en su madre, de quien tenía una idea tan borrosa y tan poco conocimiento de lo que significaba el amor, que en ningún momento pensó que su padre la traicionara.

"Aceptó a la madrastra como hubiera aceptado a una nueva criada.  Resultó ser una señora suave y vulgar, muy hacendosa y excelente ama de casa.

"Lo que más asombró a Juan Antonio fue que se trajo consigo a una muchacha morenucha y flaca, de una edad aproximada a la suya.  La madrastra era viuda, y había tenido esa hija de su primer matrimonio.  Poco caso hizo Juan Antonio de la chica; incluso le molestó su presencia.  ¡Para qué habrían traído aquella sabandija a su casa!  Más tarde, la llevaron a un colegio de Córdoba, interna, mientras Juan Antonio pasaba el invierno en Sevilla, en casa de unos tíos.  Allí estudiaba el bachillerato en el instituto.  Ninguno de los dos volvía a Bujarón hasta las vacaciones."  (Continuará)

------------------------------------------------------------------------

A TALE IN THE LIFE OF JUAN MONTEJO, THE "LITTLE BLACKSMITH" (1)

Even though he came from Segovia, as well as his father, Juan Antonio Montejo felt closer to the people of Bujarón where he had lived since he was four-years-old.

He didn't have many memories of his years in Segovia.  Maybe a grandmother, sitting on a sofa, sewing close to a high window, was the diffusive image that came to his mind but it was so blurry that if it wasn't for his father telling him that she had existed, he would have thought she was a character of one of the fairy tales they read him as a child.

When his father, don Pedro Montejo became a widower, and before moving to Bujarón, he always dressed in black.  His son had always seen him dressed in black and thought nothing of it, for him, it was perfectly normal. 

Until one day, already a budding young man, he was surprised to see his father in a grey jacket;  later it was the ties that changed colours...  Finally, his father announced that he was re-marrying.

The news didn't bother or upset him greatly because for him the idea of "matrimony" was an abstract notion.  He didn't feel sorry either for his deceased mother, whose memory was also blurry and diffused and since he didn't know what "love" was, he didn't think his father was betraying her.

He accepted his step-mother as if she was another maid.  She turned out to be a quiet, ordinary woman, very diligent and an excellent housewife. 

What amazed him the most is that she brought with her a girl, about his age, dark-haired and skinny.   The step-mother was a widow and the girl happened to be her daughter.  Juan Antonio ignored her, and her presence even bothered him.  Why had she brought that creep into his house!  They ended up putting her in a boarding school in Córdoba while Juan Antonio spent the winter in Seville with an aunt and uncle where he attended high school.  Only on holidays did both of them go back to Bujarón.  (It will continue)