domingo, 29 de abril de 2012

FOTO


He querido añadir esta foto que no pude en la primera entrevista de ANTONIA MAXWELL porque mi sobrino-nieto aún no me había escaneado las fotos.  La primera a la derecha es su abuela la archiduquesa María Antonia "Mimí", (la de "La Bohème") en el centro su bisabuela la infanta doña Blanca de Borbón (hija de Carlos VII)  y arriba a la izquierda (con bigote) el archiduque Leopoldo Salvador de Austria.    Espero que os guste porque a mi estas fotos antiguas me apasionan.


martes, 24 de abril de 2012

ROLF BLACKSTAD


Continuo con mis entrevistas en el Diario de Ibiza de los personajes que dieron fama a la isla (sin traducción al inglés)
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I'm continuing with the interviews I did for the Ibiza Journal of the people who made Ibiza famous (without an English translation)

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VIVÍAMOS EN UNA ANARQUÍA BENÉVOLA

Rolf Blackstad, "hombre orquesta" canadiense, es pintor, antropólogo, arqueólogo, arquitecto, narrador ameno de memoria elefantina y gran conocedor y amante de la arquitectura ibicenca.  Más que una entrevista, necesitaría que le escribiesen un libro.  Es un torrente de información y una no sabe por dónde empezar.

Hijo de un emigrante noruego que fue el primer constructor de casas en Anchorage, Alaska.  Rolf Blackstad empezó a construir a la tierna edad de trece años ayudando a su padre.  Me recibe en su maravilloso estudio de reminiscencias romanas y egipcias pero que resulta ser de estilo fenicio, situado en pleno Valle del Morna, en San Carlos.

-  Rolf, antes de recalar en Ibiza con tu esposa Mary, hiciste muchas cosas, ¿verdad?

-  Sí, Mary y yo nos conocimos cuando ambos teníamos dieciocho años y éramos estudiantes en la Universidad de British Columbia, en Vancouver.  Nos casamos en 1951 y yo recibí una beca para estudiar arte en Florencia.  Durante la primera navidad que pasamos en Italia, fuimos a la isla de Capri de vacaciones y éramos en total cinco turistas, contándonos a nosotros (risas).  Descubrimos el Mediterráneo y nos enamoramos de él.


-  ¿Llegásteis a Ibiza?

No.  Antes regresamos a Vancouver en 1953, donde la CBC (Canadian Broadcasting Corporation, televisión canadiense) me ofreció un puesto de escenógrafo--fuí el primero que tuvieron.   Para perfeccionarme en ese trabajo fui a Toronto y estudié con Nicholas Soloviev, que había sido escenógrafo del gran director Eisenstein.  Aprendí el método ruso de diseño de los años 20.  Posteriormente, me incorporé a la CBC en Vancouver cuando abrió su primera cadena de televisión.  Mientras tanto echábamos de menos el Mediterráneo.  Entonces, a un amigo inglés que tenía una preciosa tienda de regalos en Vancouver, le dije que me encantaría coger un año libre para poder pintar en el Mediterráneo y daría a cualquiera que estuviera dispuesto a financiar mi estancia durante un año todos los cuadros que pintase.  Me dijo que preguntaría a todos sus clientes.  Cuatro días después me llamó para decirme que un maderero millonario estaba dispuesto a financiarme, y como regalo de cumpleaños para su mujer le daría mis cuadros.  La CBC me dió un año libre, pero la verdad es que nunca me reincorporé.  Atravesamos los Estados Unidos en un autocar "Greyhound" y, en Hoboken, New Jersey, cogimos un barco de vapor hasta Gibraltar.  Decidimos viajar por el sur de España en vez de ir a Italia, porque en Vancouver, un día que entré en una biblioteca pública, encontré el libro de Eliot Paul "Vida y muerte de un pequeño pueblo español" sobre Santa Eulalia.  Atravesamos la Costa del Sol, que en aquellos años era una serie de pequeños pueblos de pescadores sin turistas.  Nos fuimos a Granada y a Alicante y desde allí cogimos un barco a Ibiza y a Mallorca.  Cuando divisamos Ibiza en una mañana temprano de un día de septiembre, nos miramos y nos dijimos:  "Éste es nuestro sitio".

-  ¿Os quedasteis?

Durante tres horas.  Fuimos al palacete árabe del pintor Leslie Grimes en Dalt Vila, pero decidimos continuar el viaje a Mallorca ya que teníamos los billetes.  Cuando llegamos a Mallorca cogimos el tren a Sóller y después fuimos a Deià, porque sabíamos que el gran poeta Robert Graves vivía allí.  No le conocíamos, pero le llegamos a conocer.  Después de visitar Mallorca teníamos unas ganas tremendas de regresar a Ibiza, y ¡hasta hoy!

- ¡Por fin!  ¿Cómo era entonces la isla?

En 1956 había unos treinta o cuarenta jóvenes extranjeros viviendo.  Los llegabas a conocer a todos (entre ellos estaba el escritor estadounidense Clifford Irving, con quien luego iría a Marruecos a filmar unos documentales para la CBC).  Nos solíamos reunir en el "Claudio" limpio (al lado del Montesol) y el "Claudio" sucio (en frente del Pereyra).  El ambiente era muy, muy rural.  El campo no había cambiado en miles de años.  Me fascinaban los podencos y las "feixes".  Se veía claramente que eran como portales egipcios.  Había cientos de ellos en Talamanca debido a que era terreno pluvial, no pedregoso.

-  ¿Dónde vivisteis?

La primera casa que alquilamos, en la calle Pedro Tur de Dalt Vila, pertenecía a doña Lupe Tur de Montis, que estaba casada con el alcalde Llobet.  Su hermano Mariano vivía en frente y su otro hermano, Mario, en el piso de abajo.  Hicimos gran amistad con todos ellos.  También otro vecino y buen amigo fue el pintor Charlie Orloff, que había sido uno de los lugartenientes de Al Capone durante la prohibición pero que dejó la mafia para instalarse en Ibiza y dedicarse a la pintura.  (Nota mia:  pues no sé, no sé, lo de la mafia...)

-  Por cierto, al maderero que te ayudó económicamente ¿cuántos cuadros le mandaste?

-  Le envié treinta y cinco, cuyos marcos también diseñé.  Fueron hechos en Barcelona por restauradores eclesiásticos ya que ellos conocían la técnica de trabajar con pan de oro.

¿Qué tal tu experiencia en Marruecos con Clifford Irving?

-  Dejé a Mary con unos amigos en la isla y me fui a Tanger solo.  De ahí cogí un tren a Fez pero no me percaté de que unos meses antes se había producido una masacre debido a la guerra de independencia, por lo que no había ningún extranjero; yo era el único.  Sin embargo, me recibieron con gran amabilidad.  Me encantó la arquitectura marroquí.
Mientras tanto mi cuñado (casado con una hermana de Mary) con quien yo ya había trabajado, empezó a hacer documentales para la CBC.  Quería venir a vivir a Ibiza y tenía un contrato para hacer una película.  Me dijo que sería maravilloso hacerla en Marruecos.  Clifford escribió el guión.  Al final hicimos tres documentales:  uno del Atlas con los bereberes; otro en un colegio religioso de Fez y otro sobre la plaza Djemma el Fna de Marrakech.  En el Atlas, me di cuenta del nexo que existía con Ibiza, de la influencia norteafricana de su arquitectura.

-  Llevas años viviendo por la zona de Santa Eulalia.  ¿Cuándo os mudasteis?

-    En 1958 dejamos Dalt Vila porque hacía mucho frío en invierno, y encontramos que el clima de Santa Eulalia era más benigno.  Solíamos caminar por toda la isla.  Los primeros paseos que dimos fueron a través de las montañas de Morna, hasta sa Cala (Nota mia:  Cala San Vicente al norte de la isla).  Los payeses salían de sus casas para mirarnos, porque ya conoces el dicho:  "Si vas a Morna, no tornas".

-  Pues no, no conocía ese dicho.  ¿Por qué lo decían?

-  Por la fama de salvajes que tenían antiguamente los moradores de esa zona que todo lo arreglaban con un escopetazo (risas).  Sin embargo esta vez salían y nos ofrecían vasos de agua o de hierbas.


Uno de tus mejores amigos fue Toni Ferrer de Santa Eulalia, que era el republicano que hacía las bombas en el libro de Eliot Paul ¿cierto?

-  Sí, fue mi gran amigo durante cuarenta años.  También conocí a Juanito "Serrapets", que en la novela es el que enamora a María, y a Salvador, el sastre que escapó a Francia después de la guerra.  Estuvo en campos de concentración y cuando regresó estaba jorobado.  Llegó disfrazado de cura para que no lo reconociera nadie, ¡pero le reconoció todo el mundo!
Era gente maravillosa.  Recuerdo que cuando Mary y yo ibamos andando de San Carlos a Santa Eulalia, Toni ponía una mesa con tres sillas en mitad de la carretera y nos recibía con una botella de vino.  Allí nos sentábamos y hablábamos durante horas.  No había tráfico.  De hecho el primer autobús que circuló entre Santa Eulalia e Ibiza, una vez al día, era de madera (hecho en el astillero) con el chasis de un camión militar ruso y las dos puntas en forma de proa.  Tenía bancos enfrentados como un tren y siempre se subían payesas con cochinillos y gallinas que acabábamos sujetando para ayudarlas.  Cuando llegábamos a Ibiza, en frente del matadero estaba la "aduana".  Subía un inspector a cobrar una tasa por todo lo que llevaban a vender a la ciudad.

-  ¿A qué se dedicaba Toni?

-   Tenía una tienda de comestibles donde comprábamos todo a crédito.  Cierta vez nos atrasamos unos meses en pagar, Toni se nos acercó y nos dijo:  "Si necesitais dinero os lo puedo prestar".  Era único.  Hasta en la víspera de su muerte, le decía a su hermana:  "Llénales la copa de jerez y ponles más orelletes".


- ¿Cuántos coches crees que había en aquellos tiempos?

-  Unos doce, y casi todos de los años treinta que habían sido reconvertidos con mezclas de diferentes coches.  Por ejemplo un Chevrolet con un Fiat y pintados en colores chillones.  Recuerdo uno muy llamativo de amarillo canario.


¿Cómo se creó el Morna Valley School?


-   En 1956 nació nuestro primer hijo, Neal.  Luego llegaron otros cuatro.  Cuando tuvieron edad de ir al colegio nosotros ya vivíamos en la casa donde se encuentra el colegio actual.  En 1963 Robert Graves daba clases a sus hijos en Deià usando un método de enseñanza inglés por correspondencia que el Gobierno británico había desarrollado para sus colonias.  Mary empezó a utilizarlo con nuestros hijos.  Les enseñaba por las mañanas y por las tardes iban a la escuela de San Carlos a aprender castellano.  Mucha gente anglosajona que vivía por San Carlos animó a Mary a que enseñara también a sus hijos.  Entonces, Johnny Walker (de la familia propietaria de la marca de whiskies) se involucró en el proyecto.  Diseñé una carpa de doce metros de diámetro con un suelo flexible y lo montamos todo en la era.  Cuando llegó septiembre empezamos a dar clases bajo la carpa.

Al parecer, Johnny Walker también tuvo otra idea, un poco "sui generis"...

Sí, tuvo otra idea que propuso en una reunión de padres.  Quiso hacer una escuela ambulante en un camión gigantesco con todos los niños para viajar por África atravesando el desierto del Sáhara.  Solo la mitad de los padres estuvo de acuerdo,  así que el camión arrancó con unos veinticinco  niños.  Dejó a Mary encargada del resto pero se llevó todo el dinero para su aventura.  Cuando llegaron a Casablanca surgió un brote de hepatitis que provenía, por extraño que parezca, de un niño suizo.  Tuve que encargarme de todos los trámites para traerlos de vuelta a Ibiza.  Desde entonces, Mary siempre fue la directora.  Teníamos unos maestros, aunque sin título, muy volcados y dedicados.  Eran fantásticos.  Por ejemplo, el de música era Leo Oistrach, hermano del famoso violinista David.
En la época de Franco las leyes eran practicamente inexistentes, por lo que la vida era mucho más fácil.  La ironía es que cuando llegó la democracia todo se volvió más fascista (risas). 
(Nota mía:  ¡Ni que lo diga!  Entonces Ibiza era un paraiso.  Mis hijas asistieron al Morna Valley School y puedo confirmar que los profesores eran excelentes).

-  ¿Qué te parece Ibiza ahora?

-  Se está convirtiendo, como el resto del mundo, en un tugurio gigante.  En la cultura original existía una gracia y armonía, una especie de bendición que muchos no han podido ni sabido apreciar.  Debido a que la organización social estaba tan descentralizada, por razones prácticas se puede decir que era una anarquía benévola.  Para la comunidad europea, el Mediterráneo es el equivalente de Florida y California para los norteamericanos.  Ya no es posible volver al sentimiento que emanaba la isla porque la gente que lleva las riendas actuales a nivel arquitectónico y político no lo ha experimentado por su juventud.

-  Para acabar, ¿qué tal te llevas con tu nuera, Ángela Molina?

Excelentemente.  Es encantadora.  Somos todos una gran familia.  De hecho , de mis tres hijos varones, el mayor es un payés que está casado con una ibicenca estupenda y se dedica a pescar y a cultivar el campo.  El segundo se casó con una mexicana, también una chica excelente,  y Pau con Ángela.  De mis dos hijas, una enviudó de un alemán y la otra está casada con un germano-canadiense, decano de facultad en la Universidad Erasmus de Rotterdam.  Todos son fantásticos y me han dado unos nietos maravillosos.


 

NOTA MIA:  Desgraciadamente no pude entrevistar a Mary.  Había fallecido en 1995, el año que volví a vivir en la isla.



viernes, 20 de abril de 2012

VICTORIA, B.C., VANCOUVER ISLAND



Desde Santa Cruz llegamos a San Francisco.  Volamos a Seattle; nos dimos un voltio por la ciudad y ya regresamos a Vancouver.




Unos días despues unos queridos amigos de mi hija nos invitaron a ir a Vancouver Island y visitar Victoria, la capital de British Columbia.   Cogimos un ferry hasta la isla.  Lástima que nos tocó un día apagado y gris porque la isla es bellísima.  Tardamos dos horas en llegar atravesando unos islotes preciosos con una o dos casas en cada uno... Me preguntaba cómo podrían vivir tan aislados...  Aunque tenían sus canoas...


La ciudad tiene unos jardines espectaculares. Bueno Canada y, especialmente la provincia de British Columbia, a nivel naturaleza y belleza natural es ¡grandiosa!

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From Santa Cruz we went to San Francisco and took a flight to Seattle.  We drove around the city and left for Vancouver.   A few days later, two wonderful friends of my daughter invited us to go to Vancouver Island and visit Victoria, capital of British Columbia.  Too bad the day was grey and weary because the island is gorgeous!  We took a ferry which lasted two hours, going by several little islands with one or two houses in each.  I wondered how anyone could live so isolated... Although they had their canoes...

The city has magnificent gardens.  Of course Canada, especially British Columbia, nature-wise, it's strikingly beautiful!

lunes, 16 de abril de 2012

CHIQUI URUÑUELA ZUNZUNEGUI

 


Sigo con mis entrevistas para el "Diario de Ibiza" (sin traducción al inglés).  I'm continuing with my interviews for the Ibiza Journal (without an English translation).
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LLEGAMOS CON 13 BULTOS Y UNA VESPA

Chiqui Uruñuela Zunzunegui es una dama vasca de Neguri, Bilbao, propietaria de "Gastón y Daniela", en la carretera de San Miguel, que ahora se llama "The Shop" y lo regenta su hija Paola.  Es una mujer de gran elegancia y prestancia pero al mismo tiempo sencilla y simpática.  Tiene unos ojos preciosos color avellana, muy vivos y expresivos.

Estamos en su piso de Santa Eulalia, decorado exquisitamente a la manera tradicional, rodeados de cuadros de Elmyr de Hory; de su segundo marido, Fernando Madurga, y de su hija Paola.  Hay profusión de fotos familiares enmarcadas en plata, lo que le da un toque hogareño y, como decimos en euskera, "goxua" (acogedor).  Desde la terraza, además de ver la bahía, también se divisa la Mola de Formentera.

-  De entre los entrevistados que han aparecido en esta sección, parece ser que fuiste la primera en venir a Ibiza.

- Puede que así sea, porque la primera vez que vine fue en 1948.  Tenía diecisiete años y mi abuelo Zunzunegui nos invitó a varios nietos de la misma edad a pasar unas vacaciones en San Antonio.

San Antonio debía ser un erial por aquellos años

-  Era precioso, precioso. Un pueblo de pescadores con muy pocas casas y dos o tres hoteles.  Nos hospedamos en el "Hotel San Antonio", que supongo ya no debe existir.  Cogíamos una lancha para cruzar al otro lado de la bahía.  Me subyugó.  Me enamoré de la isla.  Un día, Antonio Maura, el presidente de la Salinera, nos invitó a Formentera.  Fuimos en un falucho, una especie de "llaüt" donde cabían solo ocho personas y nos metimos ¡trece!  Llegamos empapados porque, como siempre, al atrevesar es Freus el barco se movió de lo lindo.

-  ¡Formentera sí que sería un erial!

Con decirte que las sabinas de ses Illetes tenían telarañas.  Nunca había visto árboles con telarañas.  La playa no tenía la más mínima señal de huella humana.  La arena era una alfombra blanca impoluta completamente virgen.

- ¿Existía algún hotel en la isla?

- ¡Qué va!  Dormimos en la lonja de la salinera.  Pusimos colchones en un lado para las chicas y en el otro para los varones.  Nunca olvidaré que llegamos de noche y cenamos unas judias verdes con patatas riquísimas.

- ¿Cuánto tiempo os quedasteis?

-  Dos días inolvidables.

- ¿Cuándo viniste a vivir definitivamente a Ibiza? 

-  Cuando me casé, en marzo de 1957.  De hecho lo hice con la condición de que nos instaláramos en Ibiza, y así fue.

-  Tu primer marido fue el pintor Stephan Messerschmidt ¿cierto?

-  Sí.  Nos casamos en Bilbao y nos vinimos directamente con trece bultos, una Vespa y muy poco dinero.  Fuimos directamente a San Antonio, al hotel del mismo nombre, porque yo tenía un recuerdo muy entrañable del lugar.  Pero había cambiado tanto que ya no me gustó.

- ¿En 1957 no te gustó?

No, nada.  Lo encontré muy turístico.  Al día siguiente cogimos la Vespa y ¡a tragar polvo por los caminos de Ibiza! (risas).  Hasta que dimos con Santa Eulalia y aquí me he quedado.  Alquilamos la casa de al lado de la iglesia, que pertenecía a los padres del alcalde actual, y pagábamos 300 pesetas al mes.

-  ¿Tenía luz y agua?

Sí, la luz provenía de un motor que existía en el pueblo que se encendía por la noche y hacía un ruido tremendo, una especie de "chop-chop".  Entonces se encendían las bombillas y con cada "chop-chop" la luz oscilaba.  Total, que las velas daban más luz que las bombillas.  También teníamos un depósito de agua:  le dábamos a una palanca y subía el agua.

-  Eres muy amiga de Sandy, del Sandy's Bar ¿cómo le conociste?

-  Fue en 1957, en Barcelona.  El Hotel Manila le encargó un mural a Stephan y allí conocimos a Sandy.  Era y es encantador.  Recuerdo que nos reímos mucho con sus anécdotas.

-  ¿Qué te pareció la llegada de los hippies?

-  Maravillosa.  Gente pacífica fuera de serie.  Se me quedó grabada la redada que les hicieron a los pobres en Santa Eulalia.  Estábamos en el bar de Sandy y vi una gran cantidad de guardias civiles uniformados por la calle principal.  En un descampado había un montón de hippies.  Pensé ¡qué bonito!  Unos tocaban la guitarra, otros flautas y los niños jugueteaban alrededor, todos tan pacíficos y dulces que supuse que el desfile de guardias era debido a que estaban de procesión por el día del Carmen.  Pero resultó que el alcalde de la época les había convocado a todos en el descampado con la excusa de que les iba a proporcionar viviendas, pero ¡era para meterlos en la cárcel!   Como no cabían en la de Ibiza les llevaron a Palma, pero al no tener cargos contra ellos (muchos eran abogados, médicos... En fin gente, con profesiones dignas en sus países de origen) los tuvieron que soltar.  Ese día también irrumpieron en el bar de Sandy dos guardias con escopetas y nos gritaron que saliéramos del local.  Sandy, con un gesto firme y enérgico, apartó las escopetas con las cuales nos estaban encañonando y les dijo:  "En mi bar no se aceptan armas".  Nos quedamos lívidos.  Le dije a Sandy que se había jugado el pellejo porque no olvidemos que estábamos en plena época franquista.  Otro amigo me dijo:  "¿Has visto qué horror?  toda la Guardia Civil de la isla aquí".  Verdaderamente, fue un episodio muy triste.

-  Además de la redada, ¿te acuerdas de alguna otra anécdota?

-  Un suceso luctuoso que me quedó grabado ocurrió en 1958.  Era un día gris y tétrico de tormenta.  De mañana, muy temprano, oímos un tiro en la calle principal y un gran revuelo de gente, mucho barullo.  Un hombre había pegado un tiro a otro al parecer porque eran enemigos desde la guerra, pero había cargado tanto su escopeta de postas que no mató a nadie.  Sin embargo, sí hirió a muchos alrededor.  Stephan pintó un cuadro de la escena.

¿Dónde está ese cuadro ahora?

-   En realidad no me acuerdo, pero creo que se vendió al poco tiempo en una exposición que hizo en Madrid.

-  Cambiando de tema, ¿cuándo abriste Gastón y Daniela?

-  Fue en 1976, cuando falleció mi segundo marido, el también pintor Fernando Madurga.  La tienda me ayudó a sobreponerme del dolor que supuso su pérdida.  La regenté hasta hace dos años, en que se la dejé a mi hija, Paola.

-  ¿Qué te parece la isla hoy en día?

-  Es una lástima que haya tanto asfalto, pero Santa Eulalia sigue teniendo el encanto de un pueblo incluso en el mes de agosto.  Siento una gran pasión y un gran amor por Ibiza.  No la cambiaría por nada.







jueves, 12 de abril de 2012

SANTA CRUZ





Antes de llegar a San Francisco quisimos parar en varias ciudades:  Monterey, San José, etc. pero no tuvimos tiempo.  Decidimos hacer una paradita en Santa Cruz.  Lo que nos llamó la atención de esta ciudad eran las casas, ¡parecían sacadas de un cuento de Walt Disney!  (Lástima que no he encontrado ninguna foto en Google...) Una arquitectura muy de cuento de hadas con unos colores rosas, grises, malvas, azules y formas muy curiosas, muy  "Mary Poppins", la verdad.  Paramos a tomar un café y seguimos nuestra ruta.  Sí que nos enteramos de que Santa Cruz es un paraiso para los surfistas. (Continuará)


Before reaching San Francisco we wanted to stop in several cities:  Monterey, San José, etc. but there was no time.  We did, however, stop for a coffee in Santa Cruz.  What caught our attention about this city was the architecture of its houses, they were like a Walt Disney movie!  Very fairy-tale like with pastel colours:  pinks, mauves, blues... Very curious, indeed.  
We did find out that Santa Cruz is a surfer's paradise.  (It will continue)

sábado, 7 de abril de 2012

SANDY PRATT


Sigo con mis entrevistas en el "Diario de Ibiza"  (sin traducción al inglés).  I'm continuing with my interviews (without an English translation).

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Sandy Pratt, ex-dueño del mítico "Sandy's Bar" de Santa Eulalia, me recibe en su luminosa casa repleta de libros y cuadros, con un concierto de piano de Liszt como música de fondo.  Sandy es un "gentleman" irlandés que aún conserva un atractivo y un "dandismo" elegante, tipo Oscar Wilde pero mucho más guapo.  Es un señor delicioso, inteligente y ameno.

TODOS DEBEMOS AYUDAR A MEJORAR LA ISLA

- ¿Te das cuenta, Sandy, de que eres casi una institución en Ibiza?

-  (Ríe)  Me haces parecer muy viejo.

¿Cómo y cuándo recalaste en nuestra entrañable isla? 

-  La primera vez fue en 1954.  Iba en barco a Mallorca después de haber estado en el Festival de Música de Granada, donde asistí a un concierto de Andrés Segovia, e hicimos escala en Ibiza.  Jamás había oido hablar de esta isla.  Sólo conocía Mallorca y Menorca.  Eran las seis de la mañana de un día caluroso de agosto.  Fue amor a primera vista.  Era todo lo que soñábamos las gentes del norte.  Un lugar mágico.

-¿Te quedaste, sin más?

-  No, seguimos el viaje a Mallorca porque quería conocer Valldemosa y la casa de Chopin.  Después vine de vacaciones durante algunos años, hasta que finalmente me instalé en 1957.

- ¿Abriste entonces el "Sandy's Bar"?

Sí.  Estaba pensando qué hacer con mi vida ya que no podía estar inactivo.  Tenía un poco de dinero disponible y la única cosa que podía funcionar era un bar.  Las autoridades fueron absolutamente encantadoras  y me proporcionaron todo tipo de facilidades.  Me recibieron con los brazos abiertos.  Como buen irlandés, me gustaba beber y era un genio haciendo cocktails (risas), pero cuando abrí el local dejé de beber.  Me dí cuenta de que si seguía bebiendo me volvería alcohólico.

-  Todo el mundo iba a tu establecimiento.

-  Sí, fue el centro de reunión de muchos extranjeros y de jóvenes ibicencos.  Era original porque era un lugar de conexión entre las personas.  Recibían su correo, usaban el teléfono (uno de los pocos que existían en aquellos tiempos), dejaban y recogían mensajes...  Algunas veces había que dar malas noticias a algun cliente y eso era muy desagradable.

-  Entre tus famosos clientes había muchos actores consagrados del teatro inglés.

Eso fue debido a que el gran y laureado dramaturgo americano Howard Sackler tenía casa  en Sta. Eulalia.  Venía los veranos a descansar ya que en Londres estaba grabando todas las obras de Shakespeare para Caedmon Records.  Un verano llegó con varios actores del English National Theatre, entre ellos, Sir Lawrence Olivier y su mujer, Joan Plowright.  Se quedaron prendados de Ibiza.  Por cierto, Howard escribió una de sus más grandes obras aquí:  "The Great White Hope" (La gran esperanza blanca) basada en la vida del primer campeón de boxeo de pesos pesados negro, Jack Johnson, que obtuvo un éxito arrollador en Broadway.  Mohamed Ali, cuando la vió, saltó sobre el escenario y gritó:  "¡Es sobre mi!".

- ¿Qué fue de Howard Sackler?

-  Murió en Ibiza y está enterrado en Sta. Eulalia.

- ¡Ay, la senda de los elefantes...!  ¿En qué año vinieron estos actores?

-  No recuerdo el año exacto, pero fue a finales de los cincuenta.  Ellos, a su vez, dijeron a otros que vinieran.  Así que algunos compraron casas , como fue el caso de Diana Rigg, Nigel Davenport, Leslie Phillips y Terry Thomas.

Mas adelante también fue cliente asidua la Duquesa de York, la famosa Fergie.

-  Sí, venía a menudo a Sta. Eulalia.  Se quedaba en casa de amigos.  Era muy simpática y mucho más guapa al natural que como sale en las fotos.  En realidad, ése era el encanto del bar, que uno nunca sabía con quién se iba a encontrarEn aquel tiempo, en Sta. Eulaliatodo el mundo se conocía y todos eran escritores, pintores o querían serlo.

-  Veo que tienes toda una estantería repleta de libros firmados por sus autores.

-  Y todos vivían aquí, por ejemplo Robert Goldston, Michael Campbell, Herbert Buckholz, Paul Ritchie y Robin Maugham (sobrino de Somerset). 

-  ¿Y los pintores que frecuentaban tu bar?

- Bastantes.  Robert Mumford, Peter Unsworth, Mompou, Erwin Bechtold, Nissan Engels, Antonio Villanueva y, por supuesto, Elmyr de Hory.  Muchos de mis clientes compraban cuadros de estos pintores en el bar.  Recuerdo que cuando Fernando Vijande abrió su galería en Madrid vino al local a buscar cuadros.  Yo le envié a la galería de Ivan Spence y de allí llegó casi sin aliento a decirme que había descubierto un pintor maravilloso:  Zush.  Creo que él lo lanzó al estrellato.

-  ¿Qué anécdotas me puedes contar de aquellos años?

-  Los ibicencos eran muy amables.  Solía hacer de intérprete muchas veces, sobre todo para la Guardia Civil.  La gente lo dejaba todo "a cuenta", aunque al final pagaba.  Un día un ibicenco que tenía una pequeña tienda, estaba sentado delante con una soga alrededor del cuello.  Un hombre que le debía bastante dinero pasó por delante y al verle con la soga le dijo:  "Pero ¡qué hace!".    Entonces el buen hombre le contestó:  "Me voy a ahorcar porque me debe tanto dinero que no puedo continuar con mi negocio".  Le pagó todas las deudas en ese mismo instante.

-  ¿Cuántos años tuviste el bar?

Veinticinco.  Demasiado tiempo.  Al final me aburrí y decidí que me gustaba la jardinería muchísimo más, así que me convertí en jardinero.  Vengo de una familia de gran tradición jardinera.  Somos todos amantes de las flores y de los árboles.  Cuando la isla empezó a prosperar la gente ya quería tener bellos jardines y no solo usar la tierra para plantar verduras.  Nicole de Almeida me pidió que le diseñara el jardín y así lo hice.  Fue mi primera incursión profesional porque, además, en aquella época no había jardineros.  Ahora es diferente, por supuesto.

-  ¿Qué recuerdos tienes de la llegada de los hippies?

Eran muy vistosos y muy guapos.  Los ibicencos les aceptaron debido a su tolerancia, pero no creo que les hiciera gracia su forma de vida tan disoluta.  Ellos eran trabajadores y al ver que los hippies no hacían más que fumar porros... Pues, qué quieres que te diga.  Ahora bien, el ambiente en el puerto de Ibiza era fantástico, con toda esa gente tan original.

-  ¿Qué pasó con el famoso Circo Azul?

-  Ah, sí, el Circo Azul.  Te cuento.  Llegó este circo a Ibiza y el dueño estaba deshecho porque no había recaudado el suficiente dinero ni para dar de comer a sus animales.  El pintor Antonio Villanueva (Nota mía:  más adelante también le entrevisto) llegó corriendo al bar y nos dijo que le habían prestado un circo.  El dueño le había contado sus tribulaciones y entonces, Antonio le dijo que se lo prestara para poder recaudar dinero.  Me preguntó si Terry Thomas estaría dispuesto a actuar.  Le dije que pensaba que Terry era demasiado famoso pero que se lo pediría a Nigel Davenport.  Nigel estuvo encantado y aceptó.  Dijo que sería el maestro de ceremonias.  Mientras tanto, Antonio había ido a hablar con Thomas y también dijo que actuaría.  Tuvieron un día para organizarlo todo.  Terry y Nigel cenaron juntos para atar todos los cabos sueltos.  ¡Se bebieron nueve botellas de vino blanco entre los dos!  Toda Santa Eulalia aportó su ayuda e hizo algo.

-  ¿Todo salió bien?

- Llegó el día de la actuación.  El circo estaba rebosante de público vestido con los atuendos más alucinantes, originales y coloridos.  Nigel apareció en escena con un frac de gala y con botas hasta las rodillas.  Tocaron dos bandas de música, una de ellas la de Henry "the flute" (el flautista).  Nigel introdujo a Terry Thomas que venía ataviado con unos pantalones hechos de retales de diferentes colores ("patchwork").  Traía una caja debajo del brazo.  La dejó en el suelo y empezó a contar un cuento.  Lo contó de una forma tan genial que el público se desternillaba de risa.  Hasta los que no comprendían inglés, le entendieron.  Después abrió la caja, que resultó ser un viejo fonógrafo.  Puso un disco pero no funcionó.  Entonces espetó "Fuck!" (joder), palabra que no se decía en aquella época.  Luego consiguió que funcionara y muy ceremonioso sacó a una joven del público a bailar, y bailaron excelentemente ya que Terry había sido bailarín profesional.  Al final todo el público se lanzó al escenario.  Yo estaba sentado en lo alto y la gente parecían pétalos de rosas cayendo sobre el escenario.

-  Como en la película "American Beauty".

Sí, vete tu a saber si el director no estaría entre el público (risas).  Fue espectacular.  Terry y Nigel estaban encantados.  Terry se lo había pasado mejor que actuando en el Palladium.  El dueño del circo recaudó muchísimo dinero.




-  Que historia tan maravillosa ¿Qué piensas de Ibiza ahora?

- Quitando los meses de julio, agosto y septiembre, creo que aún sigue siendo el mejor lugar de Europa para vivir.  Para mi sigue siendo el paraíso, porque todos los lugares turísticos del mundo están destruidos, no solo Ibiza.  Ahora bien, sí que habría que frenar un poco la construcción y es una lástima que aquí no hayamos tenido un Cesar Manrique como en Lanzarote, que hubiera hecho las cosas bien desde un principio.  Pero sigo encontrando Ibiza encantadora, con un ritmo de vida relajante.  Algunos aspectos son preocupantes, como el aumento de los robos en el campo.  La gente sigue siendo amable, tengo muchos amigos, la vida es agradable aunque sufro de artrosis, pero ¡qué le vamos a hacer!  Siempre veo a gente que está peor que yo, pobrecitos.

Una cosa que me apena mucho es ver esa máquina que va echando insecticida por los bordes de las carreteras cada primavera, destruyendo así las flores salvajes que siempre han sido uno de los grandes atractivos de esta isla.  ¿Por qué lo hacen?  No lo entiendo.  El año pasado estuve en Baviera (Alemania) y allí no fumigan el campo, dejan que las flores crezcan a su aire y todo está precioso.

Todos deberíamos contribuir a hacer que la vida sea mejor, deberíamos ser más cuidadosos y respetuosos.  Si vivimos aquí tenemos que cuidar y proteger la isla.  Controlar los ruidos de las motos, por ejemplo.  Todos, extranjeros, peninsulares e ibicencos deberíamos ser más considerados porque la situación es delicada.  No podemos arramplar, arramplar, arramplar, y no dar nada a cambio.
 



jueves, 5 de abril de 2012

URTAÍN (III)

JULIO IGLESIAS  Y URTAÍN

El profesor Pedro Ojeda Escudero del blog "La Acequia" nos propone que vayamos analizando una obra de teatro de aquí al 14 de abril.  La obra que ha escogido es "Urtaín" de Juan Cavestany, producida por Animalario. (Sin traducción al inglés)

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Prof. Pedro Ojeda Escudero from his blog "La Acequia" has proposed that this time we analyse a play.  He has chosen "Urtaín" by Juan Cavestany,  produced by "Animalario" a group of great actors.  (Without an English translation)

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La versión de Raphael  del "Yo te amo" de Rocio Jurado describe  muy bien esa época de apertura al "modernismo" europeo pero que el español aún estaba en pañales.   Ese año 70 y la foto con Franco revoloteando por el ambiente seguro que cayó como una bomba en su Cestona natal.   En su ingenuidad Urtaín insiste en que porque no puede ser campeón del mundo.  Los que le rodean y adulan se quedan en silencio.  Un silencio muy sonoro.   En el fondo el "morrosko" quiere volver a Cestona con su mujer e hijos pero piensa que tiene un "compromiso con su público" y no puede volver con "el rabo entre las piernas".  Lo que a mi me ha sorprendido--y dolido--de esta vida de Urtaín tan devastadora es que su "manager" fuera su amigo de infancia y, a la larga, también le estafara.  ¡Qué puñalada trapera!  No me extraña que al final saliera volando de su casa creyéndose Superman pero sabiéndose un pobre hombre engañado, burlado y estafado.

lunes, 2 de abril de 2012

BIG SUR



Al coger la pintoresca Highway I, (también una parte de ella conocida como Big Sur, el trozo que se encuentra 300 millas al norte de Los Ángeles y a 150 al sur de San Francisco) y nada más salir de San Luis Obispo, me sorprendió ver toros de lidia (por lo menos eran negros y lo parecían) pastando por el valle.  Pensé que serían vendidos para las corridas de toros en México...
Se llama Big Sur porque cuando esa  zona al sur de Monterey era salvaje y vacía, era conocida como "el país grande del sur".    La carretera está bordeada por las montañas de Santa Lucía y el  rocoso Pacífico.  Es muy bonita y hay mucho que ver, por ejemplo el castillo de San Simeón, también conocido como el Hearst Castle (del magnate periodístico William Randolph Hearst, el protagonista de la pelicula "Ciudadano Kane"). Tiene 250.000 hectáreas, cuatro casas, 165 habitaciones con, imagino, sus correspondientes cuartos de baño, 127 hectáreas de jardínes, 41 chimeneas, dos piscinas y hasta un zoo privado.  Se encuentra en la cima de un monte "la cuesta encantada" y, la verdad es que pasamos de subir a verlo.  Hacía mucho calor.


Lástima que la foto, aparte de nocturna, ha salido borrosa.  The picture, besides being a night photo, has come out blurry.  Sorry.

Sí que paramos a ver los elefantes marinos en una playa donde estaban esas moles.  El verlos de cerca era muy emocionante.  Nos entretuvimos viéndoles retozar en la arena, abrir sus bocotas tan grandes...  Aunque las de la foto son pequeñas.  Deben de ser hembras porque los machos eran ¡enormes!



También paramos en Gorda "By the Sea" "Sur mer" "Del mar"  (hay cada nombre en California..., o son santos o son como éste...) nos sentamos en un café desde cuya terraza se podían ver ballenas pero no vimos ninguna porque no era la época de su peregrinaje hacia el sur.  (Continuará)

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When we took scenic Highway I, also known as Big Sur the part that is 300 miles north of Los Ángeles and 150 south of San Francisco, and just outside San Luis Obispo, I was very surprised to see black bulls grazing.  I imagined they were sold for the bullfights in Mexico.
The part known as Big Sur it's because when it was a wild empty area, south of Monterey, it was simply called "Big South Country" in Spanish ("el país grande del sur").  The road is bordered on one side by the St. Lucia mountains and on the other by the rocky Pacific.  It's very pretty and there is a lot to see, for example media-mogul William Randolph Hearst's castle, Saint Simeon with its 250,000 acres consisting of four homes, 165 rooms, 127 acres of gardens, 41 fireplaces, two pools and a private zoo.  It's on top of a mountain known as "The Enchanted Hill" but we decided not to go.  It was too hot.

We did stop to see the amazing elephant seals.  It was exciting to see them so near.  So huge!  It was fun to see them rolling over the sand and opening their enormous mouths, although the ones in the picture are small.  They must be females because the males were gigantic.

We also stopped at Gorda By the sea.  We sat at the terrace of a café from where we could see whales but we didn't see any because it wasn't their migrating season to the south.   (It will continue)