viernes, 18 de febrero de 2011

LA CIUDAD DEL GRAN REY



Lectura colectiva de la trilogía de Óscar Esquivias: "Inquietud en el paraiso", "La ciudad del Gran Rey" y "Viene la noche" en el blog "La Acequia" de PEDRO OJEDA ESCUDERO.  (Sin traducción al inglés).
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Joint reading of Oscar Esquivias' trilogy:  "Uneasiness in Paradise", "The City of the Great King" and "Comes the Night" in PEDRO OJEDA ESCUDERO'S blog, "La Acequia".  (Without an English translation).

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Capítulo 3º.  Me ha soprendido lo cortito que ha sido...

El comandante Paisán despues de "...varias horas meditando...por fin había tomado una decisión."  Quería saber "...exactamente qué son las "plantas mudables" a las que se refiere en su publicidad (Íncubos de Yago Pérez).  Si, como espero, son planos que se renuevan al tiempo que se modifican las calles, su posesión nos será de gran utilidad para orientarnos e iniciar la exploración del lugar en que nos encontramos."

Garachana le advierte "...creo que es muy arriesgado que usted salga fuera."  No obstante Paisán decide que quiere ir él mismo acompañado del cabo Galaz, Garrús y Albiñana y  para eso necesita dinero. "Comunique a la tropa que tiene el ineludible deber de entregar cualquier cantidad que posea..."  Garachana se queda a cuadros pero reune a los soldados que van depositando lo poco que tienen.  Muchos no tienen nada pero ésto Paisán no lo admite.  Llega a ejecutar a uno que dijo que no tenía nada cuando sí tenía cuatro pesetas.

Salen del "blocao" vestidos como mamarrachos camino a la casa del anticuario Dundurri.  "Nos han aconsejado su casa en "Íncubos de Yago Pérez".  Queríamos ver alfombras."  Quedan maravillados al ver el almacén repleto de "...muebles, esculturas, instrumentos musicales (arpas, laúdes, clavicordios), pilas de libros...".  Dundurri les ofrece "...Un lote, recién traido del Infierno".   Paisán le dice que quizá otro día, hoy quieren ver las alfombras.  "Nos han asegurado que algunas son "plantas mudables", ¿es cierto?... Si es posible, quisiera una alfombra que variara al tiempo que lo hace la propia ciudad."
La comitiva sale decepcionada al no encontrar lo que buscaban.

"El padre Talí se dedicaba al estraperlo de hostias consagradas..."   Se quedaba fisgando las partidas de ajedrez.  "Aquel día todos los jugadores tenían los pies sumergidos en palanganas."

Los hermanos Filareto, Evagrio y Nicéforo participaban en una partida (de ajedrez) "...consagrada a las batallas navales, para conmemorar el paso de Moisés por el mar Rojo."

"La Pampa" - taberna donde recalan Paisán, Garrús, Galaz y Albiñana huyendo de una escaramuza callejera.  Comen y beben.  Luego "...apareció el tabernero.  Llevaba un gran pañuelón de cuadros rojos sobre el hombro."  "Me imagino que tendrán dinero para pagar todo esto.  No es que desconfie de los caballeros, pero el gasto ha sido abultado."  Paisán "...extrajo los billetes de la requisa.  Los extendió en el mantel, como si fueran naipes."  El cantinero, enfurecido, dice que no valen nada.  Ahora se paga con "proserpinas" (muelas).  Extraen las muelas del cabo Galaz y el tabernero queda satisfecho.

El cantinero les cuenta que luchó con Sanjurjo en Beni-Salen donde a éste le hirieron con dos balazos "...uno le rompió un brazo y otro le perforó el intestino y el riñón..."  Paisán le pregunta "Y a usted no le pasó nada en Beni-Salen?  "--¿A mí?  Los moros me cortaron los huevos y me los metieron en la boca hasta que morí, desangrado y asfixiado.  Allí es donde perdí el ombligo."  "El doctor Albiñana se desmayó sobre la mesa".  Cuando se repuso le preguntó "--Entonces usted...está muerto." "--Yo estoy tan vivo como cualquiera de ustedes...".  Les advierte "...que nunca deben pasear de noche.  A veces, cuando se va el sol, los que no tenemos ombligo no somos responsables de nuestros actos y obedecemos las órdenes del Gran Rey."

Obispo don Mauricio - jefe de mendigos y bandoleros a quienes doña Beatriz (La Millonetis) también alimenta.   Éste "...abandonó su casa en el parteluz del Sarmental debido a un oscuro asunto de faldas con la talla de Santa Tecla."

Despues de varias aventurillas alucinógenas, la comitiva logra regresar al "blocao".  Se encuentran con la puerta abierta y todo alborotado.  Paisán pregunta al sargento Garachana qué había pasado.  Éste le contesta: "--Más de la mitad de la fuerza ha desertado y los hombres se han llevado sus armas.  Hemos tratado de impedirlo, pero ha sido imposible."

Último capítulo la semana que viene.

19 comentarios:

Myriam dijo...

Me gusta la fotografía que elegiste para ilustrar en anticuario de Dundurri, porque así me lo habia imaginado.

Un beso

Euphorbia dijo...

Hoy no te leo porque voy más atrasada que tú, no sea que me entere de algo que no quiero saber aún...

matrioska_verde dijo...

Un resumen estupendo para refrescar y fijar que siempre viene muy bien. Biquiños y buen finde.

Paco Cuesta dijo...

En la Ciudad todo es mudable, hasta las plantas.

Thiago dijo...

Pero de dónde sacará este tío esos nombres... jaja Nadie se llama Pepe Y manolo y Carmen como en la España de siempre? jajaja

bezos, cari. Y gracias por participar, aunque no es un fragmento de nuestro Romek jajaj

pancho dijo...

Myr me quitó lo que te iba a decir de la foto que ilustra la tienda del anticuario, sólo faltan las alfombras mudables.

Acabo de llegar de ver una exposición de fotos de Robert Kapa, la vida en una guerra vale menos de cuatro pesetas.

Es curioso cómo el único que entrega el dinero a la primera es Garrús que también es el único rojo.

Lo de los huevos en la boca es como una leyenda urbana de las guerras de África. Hace poco un alumno que había estado en la Brigada Paracaidista me contaba lo mismo de una acción del polisario con unos soldados españoles en el Sahara.

Buen resumen de un capítulo de los que te gustan.

Un abrazo.

Asun dijo...

Más vale que les arrancaron las muelas después de comer :-)
¡Me dió un repelús cuando leí esa parte...!

Lo de que el tabernero está muerto me recordó un poco a la película "Los otros" de Alejandro Amenábar, que una ya no sabe quienes son los vivos y quienes los fantasmas.

Besos

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

con el poco tiempo que me ha quedado esta semana, espero terminar ese capítulo mañana...besos

Merche Pallarés dijo...

ANTES DE NADA, PERDONAD QUE ESTÉ UN POCO AUSENTE DE VUESTROS BLOGS. NO PARO DE TRABAJAR (HOY TENGO VUELTA A LA ISLA. YA OS CONTARÉ).

MYRIAM, me alegro de que te guste la foto, yo también me lo imaginé así. Besotes, M.

EUPHORBITA, nada, nada, ya lo leerás cuando puedas. Besotes, M.

ALDABRIÑA, gracias. Buen finde para ti también querida. Besotes, M.

PACO, así es en el mundo alucinante de Esquivias... Besotes, M.

THIAGO, de su enfebrecida imaginación... Besotes, M.

PANCHO, gracias a ti por tu extenso comentario y, sí, me gustan los capítulos cortitos. Besotes, M.

ASUN, sí, es un poco como "Los otros" que no se sabe quién está vivo y quién muerto... Como te dije la semana pasada este libro es un lío... Muxus, M.

TUCCI, pues ya me contarás... Besotes, M.

GRACIAS MIS QUERIDOS

CarmenS dijo...

Con tanto itinerario ¿te queda tiempo para leer? Tú puedes con todo

Ele Bergón dijo...

Todo se cambia, todo se trastoca. En fin, que Oscar Esquivias esta jugando y mucho con los personajes y con nosotros los lectores. Ya me queda muy poquito para terminar.

Un abrazo

Luz

Abejita de la Vega dijo...

Tu tienda de antigüedades es muy propia de este loco pseudoburgos.
El detalle de las muelas arrancadas me duele mucho, sólo con leerlo. Yo lo relaciono con un pasaje de "Los miserables", en el cual Cosette vende sus dientes y está dispuesta a que se los arranquen con unas tenazas.
Bueno, lo de los huevos también es muy fuerte...

Me gusto mucho el final y fui a mi catedral a revivirlo. Quiero hacer una síntesis, empezando por este final tan apocalíptico.

En la catedral, vi una exposición del Greco, en la capilla de la Natividad, al lado de la tumba del arcediano Villegas, el del libro en la mano.

El de "Viene la noche" me lo zampé enseguida porque es buenísimo...

Espero que el trabajo de desjubilada te deje un respiro.
Besos.

Fernando Manero dijo...

Un abrazo, Merche. Pasaba por aqui y, aunque no estoy en la tertulia que ahora te ocupa, no quería dejar pasar la oportunidad de enviarte un fuerte abrazo.

Antonio Aguilera dijo...

Merche, ya está aquí el perdío.
Sabes que no me pilló el inicio de esta novela en mi mejor momento. Ahí la voy leyendo a trancas y barrancas. Me empezó a gustar algo a partir de la pág. 200. Dicen que el final es lo mejor, aguantaré el tirón pese a que con el tto que estoy tomando para la patata, estoy mucho mejor y tengo ganasa de bromas, pero la lectura me cuesta, me quedo dormido rápido.
He de pedir disculpas a Esquivias pues él no tiene la culpa.

Por lo que veo y leo, tú sí estás lanzada con el libro. Me alegro y te felicito por ello, por darnos ejemplo pese a ser la veterana del grupo.

Besos vespertino-dominicales Merche

Merche Pallarés dijo...

CECI, estoy que no paro pero te aseguro que "Viene la noche" me está en-can-tan-do. Besotes, M.

ELE, esta "Ciudad..." me ha matao... Pero ¡la terminé! Besotes, M.

ABEJITA, despues de tantos meses de jubilata, ahora este frenesí me trastoca, la verdad... Me está gustando mucho "Viene la noche" espero acabarla pronto. Besotes, M.

FERNANDO, es un placer saber de ti de nuevo. Echo mucho de menos tus comentarios siempre tan galantes e interesantes. Besotes, M.

Merche Pallarés dijo...

ANTONIO, tu comentario entró despues de mis contestaciones. Me alegro de que el tratamiento te esté yendo bien, querido. Pues mira que a mi el final, justamente, lo encontré demasiado largo y laberíntico. El resumen la semana que viene. Muchos besotes, M.

Euphorbia dijo...

Me impresionó la imagen de Paisán entregando el dinero al cantinero. Debió ser la misma sensación que tuvieron tantas personas que durante la guerra descubrieron que sus ahorros no valían nada.
Lo que me extraña es que Garachana, después de tantas incursiones nocturnas como llevaba no se hubiera enterado de que la moneda de cambio eran los dientes... pero puede ser. El único que sabemos que conocía este detalle era Rodrigo y cuando realizan la expedición aún está inconsciente.

Merche Pallarés dijo...

EUPHORBITA, ¡Imagínate lo que acarrea una guerra! Ni el dinero vale... Y, tienes razón ¿qué pasaría con los ahorros de la gente?
Quedó todo en papel mojado. Qué horror. Besotes, M.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Me ha encantado lo de aventuras alucinógenas... Recuerda que el blocao se sitúa exactamente en la zona de "movida" burgalesa.
Besos.