lunes, 7 de febrero de 2011

EL ADIOS



 (MI NOTA:  Os dejo con el último capítulo del libro de mi tía.  Hoy me voy a Ibiza, estaré ausente de vuestros blogs y del mio hasta que me organice y pueda conectar mi ordenador al wi-fi.  He dejado programados mis comentarios de "La ciudad del Gran Rey" los viernes.  ¡Hasta pronto!)
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"En la mina y en los lavaderos se trabajaba día y noche sin interrupción.  Aunque confusas, llegaban noticias que pronosticaban el próximo fin de la guerra, con la caida de Hitler y sus aliados.

De Bilbao venían órdenes terminantes.  Había que sacar el wólfram de los almacenes, de los lavaderos, de la mina, de los molinos, del último rincón.  Había que reunirlo todo y llevarlo rápidamente a Sevilla.

--Ésto se acaba--se decía--.  En cuanto termine la guerra, el wólfram va a caer por los suelos.

Rezola, que se hallaba en Candera desde hacia una semana, invitó al matrimonio Zumeta a comer en Marmolejo.  Fueron en el viejo Ford que el ingeniero había traído de Bilbao.  A la hora del café, se instalaron en el salón del balneario, donde se organizaba una tertulia.  Los que estaban tomando las aguas de Marmolejo--andaluces en su mayor parte--no se preocupaban ni poco ni mucho de lo que estaba pasando en los campos de batalla.

--Lo nuestro ya pasó--decían--.  Ahora, que los de otras tierras se las arreglen como puedan.

Cuando los tres vascos regresaron al atardecer a su casa de Candera, lo primero que hicieron fue encender la radio del comedor.  Se pusieron a escucharla con gran atención, pues aquellos días se percibía en el ambiente que iban a ocurrir cosas importantes.  Cansados de oir noticias poco interesantes, María y Miguel salieron del comedor.  Al poco rato, Rezola empezó a gritar:

--¡Venid! ¡Venid pronto!
La pareja acudió rápidamente.
--¿Qué ocurre?--preguntaron.
--¡Ya está! Ya podemos irnos con la música a otra parte.  Los ingleses y norteamericanos han desembarcado en Normandía.

Rezola tenía razón.  Ya podían irse los bilbaínos con la música a otra parte.  Ya podían ir pensando en organizar otro negocio, porque aquél del wólfram agonizaba.

Era el 6 de junio de 1944.  Hasta el primer minuto del 9 de mayo del año siguiente, no se dictaría el último parte de guerra, en el que se decía que "todas las fuerzas armadas, en todos los teatros de la guerra, deben cesar las hostilidades".

Desde el desembarco de Normandía de las tropas aliadas, el negocio del wólfram podía darse por terminado, pero desde entonces hasta ese primer minuto de esa madrugada de un 9 de mayo, en que finalizaría totalmente la guerra, muchas ciudades habían de quedar aún reducidas a escombros, y muchos hombres, mujeres y niños morirían destrozados.

El final de la aventura andaluza fue muy vulgar.  El mineral que todavía quedaba almacenado en Candera se vendió a bajo precio, las instalaciones fueron desmanteladas, y el material, empaquetado y llevado en camiones a Bilbao.

También levantaron el campo las minas que representaba don Emiliano.  El asturiano se marchó a su tierra, y después se supo que casó a su hijo Ildefonso con Rosita (NOTA MIA: por si os habeis olvidado, la telefonista).  Este asunto dejó en el aire un tufillo malsano de complicada tragicomedia griega.

María y Miguel, después de despedirse con cierta congoja de los amigos que dejaban en aquella serranía donde habían vivido momentos de tanta intensidad, tomaron el tren en Montoro, dando por terminada una etapa excitante y recia, probablemente la más interesante de su vida.

FIN

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(MY NOTE:  I leave you with my aunt's last chapter.  I'm off to Ibiza today so I'll be absent from your blogs and mine until I get organized with the wi-fi and my computer.  I will only be publishing my weekly comments on Oscar Esquivias' trilogy.   Read you soon!)
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The mine and washing grounds functioned night and day without interrumption.   The fall of Hitler and his allies produced confusing news as to the upcoming end of the war.

Bilbao sent definite orders.  The wolfram had to be taken out from the warehouses, washing places, the mine, the mills, from the last nooks and corners. All had to be gathered and quickly sent to Seville.

--This is the end--it was said--.  As soon as the war is finished wolfram won't be worth a penny.

That week Rezola was in Candera; he invited the Zumetas to lunch in the Marmolejo Spa.  They went in the old Ford the engineer had brought from Bilbao.  At coffee time they went to the Spa's salon where an interesting conversation was taking place.  Those who were taking the waters--Andalusians, mostly--didn't care one way or another what was happening in the battle fields.

--We had ours--they said--.  Now let others from other lands handle it the way they want.

When the three Basques returned to their Candera house in the evening, the first thing they did was turn on the radio in the dining room.  They listened with great attention.  In those days a feeling lingered in the air that important breaking news were going to take place.  However, María and Miguel tired of listening to unimportant news, left the dining room.  Soon, Rezola shouted:

--Come! Come quickly!
The couple went fast.
--What's happening?--they asked
--That's it!  We can get out of here.  The English and Americans have landed in Normandy.

Rezola was right.  The Bilbao owners could leave and start thinking about other businesses to exploit  because the wolfram one was certainly agonizing.


It was June 6th, 1944.  The first minute of May 9th, 1945 the last war report was announced.  It said:  "All  armed forces, in all war stages, must end hostilities".

Since the allied landing in Normandy, the wolfram business was definitely finished, but since that first minute of May 9th when the war totally ended, many cities were reduced to rubble and many men, women and children had been destroyed.

The end of the Andalusian adventure was inane.  The mineral that was still deposited in Candera was sold at a very low price, all the installations dismantled and the material packed and taken by truck to Bilbao.

Also the mines represented by don Emiliano were disassembled.  The Asturian went back to his land.  It was known, later, that he wedded his son, Ildefonso, to Rosita, the telephone operator.  This news left a sick whiff, of a complicated Greek tragicomedy, floating in the air.

María and Miguel, after saying a sad goodbye to all the friends they were leaving behind in those mountains where they had lived such intense moments, took the train in Montoro, ending a very exciting and powerful phase of their lives, probably also the most interesting.

THE END














17 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Gracias por compartir el libro de tu tía.
He disfrutado mucho de todos los capítulos.
Espero que lo pases muy bien en Ibiza.

Besos Merche.

Unknown dijo...

¿Volverás a Cataluña, querida Merche?
En cuanto termine la temporada del IMSERSO quiero decir.
Te deseo lo mejor y que pronto vuelvas al blog.
Un beso eneorme.

MeTis dijo...

yujuuuuuuuuuuuuuuuuu

dime hasta cuando y organizamos un encuentro!

:)

Myriam dijo...

Bueno, en realidad para hacer honor a los horrores de la historia, la Guerra terminó el 2 de Septiembre con la firma del ACta de Rendiciòn del Japón posterior a los bombardeos nucleares de Hiroshima y Nagasaki.

Ha sido una gran experiencia para mi, haber seguido las peripecias de la vida de tus tios en este amargo período de la historia española, de tu mano.

Gracias querida. Besos y espero que prontito de conectes a WI-FI.

Asun dijo...

Lástima que me enganche tarde, y entre eso y que me costó centrarme con los nombres me he perdido buena parte de la historia.

Y como se suele decir: "Colorín, colorado, este cuento se ha acabado, y quien no levante el culo es que lo tiene pegado".

Tu ya veo que lo levantas bien levantado jajajajaja.

Besos.

Z dijo...

La verdad que es curioso con qué facilidad cambian las cosas, hoy estás arriba y mañana abajo. Lo mismo pasó con el Wolframio. Aquí en galicia hasta hace nada había unas antenas de comunicación que empleaban los nazis para sobrevolar la región. Y aún es hoy el día en que hay muchas minas abandonadas, mudos testigos de aquel pasado en que el negocio de la guerra alimentaba a quienes urgaban las entrañas de la tierra por conseguir unas monedas con las que salir adelante.

Con este post ya has respondido a mi pregunta de ayer , pensé que ya estabas en Ibiza, pero ya veo que aún no te habías ido. Buena temporada y vuelve cuando puedas!

matrioska_verde dijo...

Pues que disfrutes mucho mucho. ¡Que envidia que te vas al calorcito! Biquiños.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

¡Disfruta y descansa!
Por cierto, he cogido cariño a tu tía, nos ha hecho disfrutar con su texto, sin duda.
Besos.

Thiago dijo...

Qué pena! qué pena que se termine y que pena estar sin ti otra vez, pero me consuelo pensando que estás otra vez en tu amada isla... Pásalo bien y a ver con qué nos sorprendes a tu vuelta.


bezos, cari, y felicidades a tu tia, que era como tú, una buena observadora del mundo y de la vida.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Digno final, que me ha encantado. Gracias por esta saga tan amena, amiga.

Y que te lo pases fenomenal por ahi...!

Besos.

Cecilia dijo...

Que tengas una estupenda temporada. Y que disfrutes mucho de los encantos de esa tierra que tan bien conoces.

Merche Pallarés dijo...

TORO, gracias a ti, querido, por seguir toda la saga. Besotes, M.

ANTÒNIA, ¡claro que vuelvo a mi Catalunya querida! Al final del Imserso en mayo/junio. Besotes, M.

METIS, mañana te llamo. Besotes, M.

MYRIAM, seguro que el final fue como tu lo cuentas pero mi tía cuando acabó su libro tenía unos noventa años... No puedes pedir peras al olmo... De todas formas, me alegro de que te hayan gustado sus historias. Gracias. Ya estoy conectada. Muchos besotes, M.

ASUN, la verdad es que los primeros capítulos del libro cuando estuvieron exiliados en París trabajando en un restaurante de la Rue de la Tremoille son más interesantes, sobre todo por los personajes históricos que recalaban en el lugar. Siempre estás a tiempo de conseguir el libro y leerlo desde el principio...je...je... Besotes, M.

Z, sí, seguro que aún quedan muchas reminiscencias de aquellas guerras. Besotes, M.

ALDABRIÑA, pues aquí estoy y el tiempo hoy ha sido precioso, es verdad. Disfrutaré de la primavera ibicenca pero antes, el campo que en esta época está con todos los almendros en flor y es una maravilla. Besotes, M.

PEDRO, gracias cariñín. Besotes, M.

THIAGO ¡Ya estoy de vuelta! Mañana iré a tu blog y veré que me he perdido unos diez posts... Besotes, M.

CORNELIVS, gracias ¡galgo! Besotes, M.

CECI, gracias a ti también querida. Besotes, M.

Paco Cuesta dijo...

Gracias por tus relatos, de vuelta al trabajo te deseo lo mejor. Sabes que te esperamos.

Merche Pallarés dijo...

PACO, gracias a tí por haberte apuntado, tarde, pero fiel seguidor de las aventuras de mi tía. Besotes, M.

Myriam dijo...

Obvio, Merche. El comentario de salió del alma por la guerra, no por tu tía. Ella me pareció una genia total haber llegado al final del libro vivita y colenado y haber tenido la fuerza y las ganas de escribirlo. Realmente lo disfruté y muchas veces me la imaginé escribiéndolo.

Besotes y paso adelante a comentarte la entrada de Ibiza. Me alegro de que ya estés conectada y de que hayas llegado bien, más vale.

Myriam dijo...

dice: vivita y coleando. Bueno, eso debía decir. Es que mi tablero tiene voluntad propia...

Merche Pallarés dijo...

MYRIAM, acabo de leer tu último comentario de este post. Gracias. Sabía que lo entendías querida. Muchos besotes, M.