Fue mi profesora en el grado 8--no sé cual será el equivalente en España--antes del bachillerato. Era, y espero que lo siga siendo, monja de St. Joseph's una congregación de origen irlandés. A parte de ser guapísima con un cutis blanco resplandeciente y unos ojos azules de mirada inteligente y bondadosa (porque las monjas en Canada no entraban al convento porque les había dejado el novio o por otras razones espurias como ocurría en la España de la época. Entraban por vocación por lo tanto no estaban frustradas ni amargadas). En el grado 7 había tenido una profesora seglar que no tuvo mucha paciencia conmigo porque yo era bastante rebelde, muy charlatana que no paraba quieta un minuto, resumiendo, hiperactiva. Reconozco que era un martirio para cualquier profesor/a! Hasta que llegué a la clase de Sister Ann Francis en el grado 8. Ella con mucha mano izquierda, psicología e inteligencia me encarriló. Me sosegué. Consiguió lo imposible. Una de las cosas que hizo que a mi me encantaba porque me hacia sentir MUY importante, era que cuando nevaba y los peques no podían salir al recreo, me mandaba a que los cuidara. Yo, encantada! Luego recuerdo otro detalle dónde ella mostró mucho tacto. Todos en la clase teníamos 13 años. Las chicas tenían unos pechos bastante protuberantes que se notaba mas porque llevaban jerseys bastante ceñidetes y yo era plana como una plancha. Hasta que un dia, despues de comer me fuí a Woolworths y me compré un "padded bra" (sostén con relleno). Aparecí en clase por la tarde con unos pechos de película!! Bueno, Sister Ann Francis, me llevó aparte (yo estaba aterrorizada porque creía que me iba a dar con el "strap" (una regla de goma con la cual te pegaban en la mano) pero ella con mucho cariño me explicó que tenía que dejar que la naturaleza siguiera su curso y que no hacía falta que me pusiera ese sostén para aparentar lo que no tenía. Me convenció. Era maravillosa. Durante muchos años nos estuvimos carteando pero ya hace mucho que no sé nada de ella. Jamás la olvidaré.
She was my grade 8 teacher. She was, and hope still is, a St. Joseph's nun. She was beautiful. She had a clear, white complexion and blue eyes with a very intelligent, and kind expression. (Nuns in Canada didn't enter a congregation because their boyfriend had left them or other ridiculous reasons as it happened in Spain in those years) they entered because they really wanted, they had a real vocation, therefore, they weren't frustrated or bitter. In Grade 7 I had had a lay teacher who didn't have much patience with me. I must admit I was difficult, very gabby, who didn't keep still for one minute, hyperactive in one word--a real pain-in-the-ass for any teacher! Until I reached Grade 8. There, Sister Ann Francis, with her patience, psychology and intelligence set me on the right track. I relaxed. One of the things she used to do, which I loved because it made me feel VERY important, was that when it snowed and the kindergarden children couldn't go out to the yard she would tell me to go and take care of their class. I loved it! Another time that she showed her wisdom: We were all thirteen-years-old in the class, some of the girls had great boobs that they showed very proudly in their tight sweaters. I was flat. So one day, after lunch I went to Woolworths and bought a padded bra with which I appeared in the afternoon. Sister Ann Francis took me to the side (I was horrified I thought she would give me the strap) but very kindly, she explained to me that I had to let nature take its course and that I didn't need that bra to show what I didn't have. She convinced me. She was marvellous. For many years we exchanged letters but it's been a long time since I haven't received any news. I will never forget her.
BELÉN 37
Hace 10 horas
5 comentarios:
¡Ja,ja,ja! ¡Qué bueno lo del sujetador!
Qué éncanto eres siempre haciendo un comentario! Seguiré en mi blog, si hace falta solo por ti!! Besotes, M.
Tú sigue, que alguien lo leerá. Predica, que algo queda. ¿No dicen eso? Eso es lo que pienso cuando hablo con mis alumnos y me da la impresión de que por un oído les entra y por el otro les sale.
no hay nada como una buena monja para predicar el carril del bien jeje.
besos merche
Metis, era estupenda, con mucha mano izquierda y muy sabia. Besotes, M.
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