martes, 30 de junio de 2009

LA MUERTE

Queridos hago un inciso en las historias de mi tia porque hoy he sentido un desasosiego, una inquietud, he visto la muerte más cerca que nunca. Por primera vez en mi vida he ido a un oftalmólogo (lo de mi ex-ballenero que tambien es oftalmólogo y escudriñaba mis ojos cuando tenía 18 años, no tiene nada que ver). Me ha puesto un líquido amarillo para ver el alma de mis ojos, o sea, el cristalino, el iris, la retina y no-sé-qué-mas. Vale. Llevo un dia que siento que no veo (aunque sí veo, no os alarmeis) pero presiento que ese líquido extraño me va a causar más mal que bien. Total, lo que quiero deciros, mis queridos bloggers, es que si yo, de repente desapareciera de la blogoesfera sin previo aviso, sabed que es porque me habré muerto (mi corazón lo entrego a mi querido CARLOS HUGO BECERRA). Avisad a las autoridades para que me retiren antes de que apeste toda la escalera, por favor. Gracias.

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I've decided not to translate this post because it's quite silly and I don't have many English-speaking readers anyway.

lunes, 29 de junio de 2009

CLIENTES DE LA DIÁSPORA



INDALECIO PRIETO




NEGRIN (Qué guapo...)

"En una de las calles próximas a la de La Tremoille, vivía el doctor Marañón, quien no había atendido a la invitación que se le hizo el dia de la inauguración, ni apareció en el restaurante en ningún momento. A la que sí se vio por allí fue a su esposa, que encargó varias veces algunos platos para llevárselos a casa.

En cierta ocasión, aparecieron por allí la madre y la hermana de Negrín, el último presidente de la República española. Las acompañaba un dirigente catalán. Parecían bastante apabulladas y, a pesar de los esfuerzos que hacia su locuaz acompañante para animarlas, hablaron muy poco. Tomaron un café con leche y se marcharon.

Un mediodia, un señor grueso y calvo almorzaba en compañía de una niña. Fue reconocido inmediatamente, a pesar de su interés por pasar inadvertido. Era Indalecio Prieto y ocupaba la mesa más escondida del comedor. La niña tenía unos siete años y debía de ser su hija. Indalecio Prieto la atendía con una delicadeza extremada y la besaba de vez en cuando, transportado de cariño.

Respetando la actitud del lider socialista, Larrabeiti dio orden de que se le sirviese con toda discreción, para que no se percatase de que había sido identificado."

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EXILED CLIENTS

In this excerpt, my aunt writes about three well-known Spanish exiles. One was Dr. Marañón, who didn't assist at the inauguration of the restaurant even though he had been invited, and never set foot in the restaurant. His wife did come sometimes and ordered take-out food.

On a certain occasion, Negrin--last President of the Spanish Republic's-- mother and sister came accompanied by a Catalan leader. They seemed very distressed and even though their talkative companion tried to cheer them up, they didn't say much. They had a white coffee and left.

One day at noon, a chubby, bald man came to lunch with a little girl. Everyone recognized him immediately even though he tried to go unnoticed. He was Indalecio Prieto (famous Socialist leader). They sat at the most hidden table of the dining room. The little girl was about seven-years old and must have been his daughter. He treated her with great tenderness, kissing her fondly from time to time.

Respecting the Socialist leader's wishes of anonymity, Larrabeiti ordered that he be served with extreme discretion, so that he wouldn't realize he had been recognized.

sábado, 27 de junio de 2009

JOSEPHINE BAKER



¡¡HE CONSEGUIDO BAJAR Y/O SUBIR (nunca sé cómo se dice) UNA FOTO DE GOOGLE!!

NOTA MIA: Josephine Baker fue una famosísima vedette afro-americana que tenía fama por bailar desnuda, a veces simplemente cubierta de platanos.

"Almorzaba a menudo en el restaurante, pero nunca bajaba al bar. Vestía casi siempre pantalones, cosa que en aquella época resultaba extraordinario y muy atrevido, porque pocas mujeres podían llevar con decoro esa prenda tan marcadamente masculina.

Durante la Primera Guerra Mundial, o poco despues, los modistas intentaron introducir la falda pantalón--aquella "faldita-pantalón"-- que cantaban en sus "couplets" las artistas del género chico--. Pero a pesar de que aquellos pantalones abombados tenían más de falda que de pantalón, no llegaron a cuajar. Tal vez fuese porque con aquella especie de globos a medio hinchar, las mujeres exhibían unas siluetas muy poco graciosas.

Pero los pantalones que llevaba "Josefina" Baker eran exactamente como los de los hombres y le sentaban a las mil maravillas. Tenía esta mujer extraordinaria un cuerpo esbelto, flexible y armonioso, y a pesar de que no llevaba más que los pantalones y una blusa camisera o un jersey, resultaba muy femenina y atractiva.

La mayor parte de las veces aparecía escoltada por un joven alto y moreno. Se decía que era un ingeniero que vivía cerca de allí, en la rue Marboeuf, y que era su novio.

Se trataba de una mujer encantadora, muy afable y poco exigente. Durante la comida, no bebía más que cerveza, cosa que extrañaba a todos, pues siempre se ha creido que la cerveza es la bebida que más contribuye a engordar. Josefina daba las gracias por todo a cuantos le servían. Como no tenía ocasión de dárselas al que servía la cerveza de barril, un dia se asomó a las escaleras y llamó al barman para decirle:
--Sirve usted la cerveza admirablemente.

Adoraba a los niños, y en cierta ocasión que pasaron por el comedor las hijas del cocinero, las llamó, las sentó sobre sus rodillas y estuvo un rato largo hablando con ellas. Años mas tarde dejaría patente ese amor a los niños, acogiendo en una mansión alquilada por ella una docena de niños de diferentes razas y países, en un alarde de indiscriminación racial y de generosidad. Este amor sin cálculos ni límites la llevó a la ruina, viéndose obligada a aparecer de nuevo en los escenarios en el ocaso de su vida. Murió maravillosamente, en pleno esfuerzo de su desinteresada magnanimidad".

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I MANAGED TO DOWNLOAD/UPLOAD (I never know how to say it) A PICTURE FROM GOOGLE!!!

Josephine Baker was a very famous Afro-American music-hall artist, notorious for dancing in the nude, sometimes, covered only with bananas.

She often ate at the restaurant but never went down to the bar. She almost always wore trousers, a strange and daring outfit at the time because few women could wear such a masculine garment elegantly.

However, the masculine pants Josephine Baker wore, suited her perfectly. She had a lovely and harmonious figure and even though she only wore them with a blouse or a sweater, she was very feminine and attractive.

Most of the time she came accompanied by a tall, handsome young man, who lived nearby in the Rue Marboeuf and was said to be her boyfriend.

She was very charming, friendly and not very demanding. For lunch she only drank beer which surprised them all because it was believed that it was a very fattening drink. Josephine thanked everyone for their services. Since she didn't have the chance to thank the barman who served her barrel drafts, one day she appeared at the top of the stairs, called the barman and said:
-- you serve the beer admirably!

She adored children and on a certain occasion when the chef's daughters were in the dining room, she called them, sat them on her lap and talked to them for quite a while. Years later she proved her love for them, renting a huge mansion and adopting twelve children of different races and nationalities, proof of her indiscriminate generosity. This unconscious and unlimited love ruined her, she went bankrupt, forcing her to return to the stage in the last years of her life. She died marvellously, in full endeavour of her unselfish magnanimity.

miércoles, 24 de junio de 2009

LOS COCKTAILS DE LA CONDESA POLACA

AVISO PARA MIS QUERIDOS BLOGGERS ARGENTINOS: MI TIA NO ERA POLITICAMENTE CORRECTA.

"Una de las clientas más asiduas al bar era una condesa polaca de extremada distinción, que solía acudir en compañía de dos indostánicos de piel más bronceada que,siempre silenciosos, observaban, con sus grandes ojos algo inyectados y muy abiertos, todo cuanto ocurría alrededor con atención e interés impropios de orientales. A pesar de ser muy amable, resultaba un poco molesta, porque siempre pedía cocktails muy complicados, y Miguel se veía negro para servírselos, pues no sabía de qué se componían. Compró en la avenida George V, cerca del restaurante, un librito rojo "The 1,000 Cocktails". Era un recetario completo para hacer toda clase de combinaciones, pero lo malo era que estaba escrito en inglés, y Miguel no lo entendía. Entonces idearon que cuando la condesa polaca u otro cliente exigente cualquiera pidiese una combinación complicada, María, que podía traducir el librito, agazapada detrás de la barra, podría irle explicando a su marido los ingredientes que tenía que emplear.

Así lo hicieron y la primera vez que tuvieron que valerse de esta estratagema quedaron altamente satisfechos, pues la polaca, levantándose de la mesa donde estaba consumiendo su cocktail, se acercó a la barra para decirle a Miguel con su insinuante voz:
--"Vous m'avez fait une mixture ex-qui-se" (Me ha hecho una mezcla ex-qui-si-ta)

No siempre cosecharon tanto éxito: una noche, un argentino larguirucho y cetrino pidió un determinado cocktail, y María, aturullada, le dictó a Miguel, en lugar del número 776 del librito, el 727, de composición completamente distinta.

El argentino, que resultó ser, además de entendido en cocktails, muy soberbio y antipático, protestó de una manera grosera, cosa que hizo perder a Miguel su serenidad a tal punto que se intercambiaron frases que, aunque no llegaron a dar en el insulto, resultaron por demás desagradables."

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THE COCKTAILS OF THE POLISH COUNTESS

WARNING TO MY DEAR ARGENTINIAN BLOGGERS: MY AUNT WASN'T POLITICALLY CORRECT.

A highly distinguished Polish Countess, always accompanied by two Hindus who silently watched, with great attention, everything that went on around them (quite improper of Asians) was a very regular client.

Although she was very nice, she was a bit of a bother because she always asked for very complicated cocktails which mixture, Miguel had a hard time making because he didn't have a clue. They went to a library on the George V Avenue, close to the restaurant and bought a booklet "The 1,000 Cocktails". It had many recipes of all kinds of mixtures but the problem was that it was in English and Miguel didn't understand a word. They decided that when the Countess or any other demanding client asked for a complicated mixture, María, who could translate it, would lean down behind the bar and would dictate to her husband what ingredients to use.

The first time they used this strategy, it was highly successful and they felt very proud because the Countess came up to the bar and told Miguel with a very sensual/provocative voice:
--"Vous m'avez fait une mixture ex-qui-se" (You've made me an ex-qui-si-te mixture)

They weren't always that lucky though: one evening a tall, wiry, sallow Argentinian asked for a specific cocktail, María, a bit bewildered, instead of dictating cocktail number 776, she read number 727 which had a totally different composition.

The Argentinian who, on top of it all, turned out to be a cocktail expert, was very arrogant and unfriendly. He complained very rudely. This made Miguel lose his usual calmness to a point where they interchanged harsh words, which didn't reach the insult level, but made the situation very unpleasant.

domingo, 21 de junio de 2009

LA "GARRAFA" Y RITMO DE VIDA

Nota mia: La "garrafa" era un artilugio para hacer sangría helada.

"Indiferente a los avatares de la decoración del bar, la "garrafa"--que debía de provenir de alguna región levantina--funcionaba a todo gas, con gran disgusto del barman, pues daba un trabajo tremendo. No había mesa en la que a algún comensal no se le ocurriese pedir la maldita "garrafa". El inicio del proceso de elaboración no era excesivamente molesto, porque la paleta, movida por la manivela, giraba sin dificultad dentro del recipiente lleno de liquido, pero, a medida que éste se iba solidificando por la acción del hielo exterior, hacerlo girar siempre a mano, se hacía verdaderamente penoso. María y Miguel decidieron que en la elaboración de la "garrafa"--que se hacía en la bodega--trabajarían los dos, a turnos. Ella daría veinte vueltas a la manivela y él ochenta, alternativamente. Así la faena se hacía más llevadera.

Las horas de trabajo, sobre todo en el bar, eran muchas. Se comenzaba bastante temprano a servir desayunos. Cuando apenas habían terminado éstos, hacia las once y media, empezaban los almuerzos para la clientela francesa. A continuación venía el turno de los españoles, que muchas veces se sentaban a la mesa a las tres y se levantaban a media tarde. Poco tiempo de descanso quedaba hasta empezar las cenas.

Las muchachas francesas lo aprovechaban saliendo a divertirse durante dos o tres horas, pero las de Régil, que no tenían más obsesión que la de "hacer pronto "poltsa"--como decían ellas--para regresar a casa cuanto antes, evitaban el menor gasto. Muchas tardes se las encontraba en un rincón del comedor, ocultas detrás de un cortinón, durmiendo la siesta.

La mujer de Larrabeiti y su hermana se levantaban muchas mañanas antes de amanecer para ir a "Les Halles", el mercado central, donde hacían las compras importantes. Su trabajo de organización y de vigilancia, y aún de ayuda en la cocina, no terminaba hasta las doce de la noche. A pesar de que ambas eran fuertes y animosas, muchas veces terminaban la jornada rendidas de cansancio.

En el bar no se trabajaba tan intensamente, pero sí más tiempo, pues a menudo los clientes permanecían allí hasta las tres de la madrugada.

Este horario de trabajo obligó a Miguel y María, bien a pesar suyo, a cambiar de domicilio, pues más de una madrugada, al salir de su trabajo, no encontraron metro ni autobús que les llevara a Passy y tampoco podían permitirse el lujo de coger un taxi todas las noches.

Alquilaron una buhardilla de la misma casa del restaurante, una habitación mucho más amplia que la de la rue Renoir... pero espantosa. Era muy abuhardillada y la única luz y ventilación la recibía de una ventana de "ojo de buey" que se abría a medias y que estaba situada a dos metros del suelo. Por todo mueblaje, un camastro y una silla cedidos por el portero. Para acceder a esta habitación desde el bar, había que subir ciento treinta y tres escalones.

Cuando María vio aquello, se le apretó la garganta, pero disimuló su disgusto por no apenar a Miguel, quien con su optimismo de siempre salvó la situación con un comentario jocoso."

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THE "GARRAFA" AND LIFE RHYTHM

The "garrafa" was a large recipient for making iced "sangría". It was a difficult gadget to handle because it had a wooden blade that had to be cranked manually. Everyone seemed to ask for a "garrafa" which was downstairs in the bar, much to the barman's regret. It was easy at first but once the liquid solidified due to the ice surrounding it, it was very hard work. Miguel and María decided they would take turns to crank it. María would do it twenty times and Miguel, eighty and vice versa, thereby making the task easier.

Working hours, especially in the bar, were long. The restaurant started quite early serving breakfasts, then around 11:30 a.m. the French clientele came for lunch. Afterwards, it was the Spaniards' turn who often ate at 3:00 p.m. and didn't leave until early evening. There was little rest-time left before dinners began.

The French waitresses used to leave for two/three hours to have a little bit of fun but not the Basque ones who saved every penny in order to go back to their village as soon as possible. Often they took a nap behind the heavy dining-room curtain.

Larrabeiti's wife and sister woke up very early in order to buy in "Les Halles", the central market. Their job of organizing and controlling, besides helping in the kitchen, didn't end until midnight. Even though they were strong and lively, they often finished extremely exhausted.

The work in the bar wasn't so intense but the hours were longer because often clients didn't leave until 03:00 a.m.

This timetable caused Miguel and María to move from their attic in the Rue Renoir to another attic above the restaurant because often they couldn't find a subway or bus to return to Passy and they couldn't afford the luxury of taking a taxi every day.

Even though this attic was bigger than the one in the Rue Renoir, it was uglier. It only had a porthole window, two metres high, which only half-opened. Furniture was scarce--a bunk bed and a chair provided by the doorman. In order to reach the attic, from the bar, they had to climb up one hundred and thirty-three steps. When María saw it, her heart sunk but she didn't let her disappointment show in order not to hurt Miguel's feelings who was, as always, quite optimistic and saved the situation with a funny comment.

viernes, 19 de junio de 2009

LOS GERANIOS Y... EL PÁJARO

"El restaurante de la rue de La Tremoille seguía atrayendo a gente de viso. Se servían platos típicos de diferentes regiones de España, desde la paella valenciana hasta el bacalao a la vizcaina, pasando por las especialidades catalanas, riojanas, gallegas, andaluzas... Los franceses comían con recelo los chipirones, por lo extraño de su tinta negra; en cuanto a las angulas, esas lombrices cloróticas, como las llamaban ellos, las rechazaban con repugnancia. Pero allí estaban los españoles, sobre todo los vascos, para dar cuenta de estos suculentos manjares. Y allí estaba tambien don Arturo, quien todas las noches exigía en el menú de su cena algún plato raro, pocas veces nuevo para él.

Ricardo Marín era asiduo del bar. Aparecía con su sombrero gris claro y su "bleuet" en el ojal, acompañado muchas veces de alguna señora a quien presentaba como su mujer y que siempre era distinta. Como se veía que andaba flojo de bolsillo, Miguel se las arreglaba para servirle discretamente dos combinaciones o tres cafés, cobrándole solo uno.

A los pocos dias de empezar a funcionar el bar, tuvieron un disgusto. Las macetas de flores de las ventanas andaluzas empezaban a tomar un aspecto raro. Al mismo tiempo, el pájaro había dejado de cantar, tenía las plumas erizadas y apenas comía.

Alarmados por el decaimiento del pájaro, autorizaron a Miguel para que lo llevase al Bois de Boulogne y lo soltase. En cuanto a los geranios, por mucho que los regaron, sus hojas amarillearon y pronto sus flores cayeron marchitas a falta de aire y luz natural. El bar únicamente conservó de su primitivo aspecto andaluz sus paredes con las escenas de toros y la "espantá" del Gallo."

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THE GERANIUMS AND...THE BIRD

The restaurant continued to attract important customers. They served typical regional dishes of Spain, like the "Valencian Paella" and the "Basque Cod" as well as special dishes from Catalonia, Rioja, Galicia and Andalucia. The French suspiciously ate the squid in its black ink, and totally refused the baby eels which they compared to earth worms... However, the Spaniards, especially the Basques, were there to eat these delicacies as well as Mr. Arthur who always asked for a rare dish which wasn't unknown to him.

A few days after the bar started functioning they had a misfortune. The flowers in the Andalucian windows took a strange, yellowish, colour and at the same time, the bird stopped singing, its feathers were bristly and hardly ate anything.

Alarmed by the bird's decay, Miguel was authorized to take him to the Bois de Boulogne and set him free. As regards to the geraniums, even though they were watered often, they wilted and died due to the lack of fresh air and natural light. So, of the Andalucian decorations in the bar, the only thing left were the paintings of the bullfighting scenes, especially the famous bullfighter "El Gallo" being expelled from the ring.

miércoles, 17 de junio de 2009

800 BOCADILLOS -- 800 SANDWICHES

"Aunque la plantilla de servicio del pabellón de la Exposición era independiente de la del restaurante, el dia de la inauguración fue tormentoso.

La apertura del pabellón iba a ser por la tarde, y, ya desde el dia anterior, Larrabeiti, responsable de la explotación del restaurante, se venía ocupando de disponer mesas, sillas, manteles, vajillas y todo cuanto era preciso para recibir a los invitados. Pero, bien fuera por un exceso de confianza en el tiempo disponible o por un mal entendido, la cuestión fue que se encontraron con que los preparativos para el "lunch" iban muy retrasados.

Una hora antes de la inauguración, Larrabeiti se presentó en la rue de La Tremoille como una tromba, sofocado, apoplético, seguido de dos chicos cargados de cestos grandes llenos de panecillos, paquetes de embutidos y latas de conservas.
--Para dentro de una hora tenéis que preparar ochocientos bocadillos.

La orden cayó como una bomba. Hubo consultas entre los empleados. En una hora no había tiempo material para hacer ochocientos bocadillos. Así se lo comunicaron al patrón. Éste, que regularmente era un hombre tranquilo y pacífico, montó en cólera.
--He dicho que hay que hacer ochocientos bocadillos--gritó ronco de rabia--, ¿habéis oido? Ochocientos bocadillos. Ni uno más, ni uno menos.

Todos estaban aterrados ante el inusitado comportamiento del eibarrés, pero, en lugar de seguir protestando, decidieron sacar fuerzas de flaqueza y poner manos a la obra.

Sobre una mesa de la bodega fueron colocando a toda prisa lo que iban sacando de los cestos y, sin perder un minuto, empezaron a trabajar. Miguel (nota mia: mi tio Luis) cortaba en dos los panecillos, el cocinero los cubría con mantequilla o "foie-gras", María (nota mia: mi tia Lolita)introducía dentro de los panes las lonchas de jamón, las rodajas de chorizo, etc., que había ido preparando una de las muchachas de Régil. Mientras la mujer del cocinero iba envolviendo los bocadillos en papel de seda, el botones los colocaba dentro del cesto. El ritmo era endiablado. En aquella bodega mal iluminada y sin ventilación, se empezaba a respirar mal. De las frentes brotaban gruesas gotas de sudor que resbalaban por las mejillas, pero no había tiempo ni para secárselas con el pañuelo.

Miguel era el animador del equipo. Una broma o una frase oportuna provocaba la risa y aligeraba el ambiente. De vez en cuando, aparecía el patrón que sacaba botellas de las estanterías y las colocaba en cajas para llevarlas arriba, sin dejar de espolearles.
--¡De prisa! ¡De prisa! ¡Ya se acerca la hora!

Cuando estaban a punto de dar fin a la tarea, se oyó arriba, en la boca de las escaleras, la voz de Mimí, una de las francesas, que gritaba.
--Le taxi! Le taxi! Le taxi est arrivé!

Aquello fue el último latigazo. Envolvieron en papel de seda los últimos bocadillos y los metieron todos atropelladamente en los cestos. El cocinero y Miguel cargaron con ellos y los llevaron arriba donde esperaba el taxi. Cuando éste se puso en marcha con los bocadillos, con las botellas y, sobre todo, con el eibarrés, los que quedaron en la puerta lanzaron un resoplido de satisfacción."

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In this chapter my great-aunt recounts how they had to make eight hundred sandwiches in ONE hour. They set up a long table downstairs, in the bar section of the restaurant, and as if they were chain-factory-workers everyone did their part, my uncle "Miguel" cut the bread, the chef spread the butter or foie-gras, my aunt "María" placed inside the salami, cheese or whatever, which had been prepared beforehand by one of the waitresses, the chef's wife wrapped them up in a special sandwich wrap and the bell-boy put them inside two huge baskets. They did this at a frantic speed. This made them perspire but couldn't even stop to wipe it off! Larrabeiti, the big boss--owner of the restaurant-- hurried them up saying the hour was nearing... Finally, one of the French waitresses called from upstairs saying the taxi (that had to take the sandwiches to the inauguration of the World Fair which restaurant was managed by Larrabeiti) had arrived. They hurriedly placed the last sandwiches, in any old way, in the baskets. My uncle and the chef took them upstairs. Once they saw the baskets, the wine cases and Larrabeiti inside the taxi, they all sighed deeply and gratefully.

lunes, 15 de junio de 2009

SIGO CON EL LIBRO DE MI TIA





Como os prometí hace tiempo, pongo fotos del palecete de mi bisabuelo y cómo quedó despues de los bombardeos. Como vereis estaba repleto de flores.

Sigo con la historia de mi tia Lolita. Para los que os habeis incorporado a mi blog recientemente, mi tia-abuela Dolores Salís empezó a escribir parte de su biografía "Exilios" a los 80 años, acabándolo poco antes de fallecer casi centenaria. Antes de mi viaje a Cartagena de Indias estuve "posteando" extractos de su libro. Podeis bucear en los posts antiguos si quereis poneros al dia.

EL EXQUISITO DON ARTURO y LOS QUESOS

El restaurante funcionaba con éxito. Mediodia y noche estaban todas las mesas ocupadas por una clientela muy selecta. En honor a la verdad, hay que decir que el local era reducido. Durante las comidas, actuaba un guitarrista de Salamanca, un refugiado más, acogido allí más bien por generosidad de los Larrabeiti, que porque los rasgueos de su guitarra fueran necesarios en aquel ambiente. En una mesa de la bodega encontraba por las noches su cena dispuesta. Sería seguramente lo único que comía en todo el dia. Se notaba que aquel chico de "smoking", rubio, menudo, de pelo rizado, no era profesional. No sabía tocar más que seis o siete piezas que iba espaciando lo más posible para que, entre tanto, los comensales se fuesen renovando y no se diesen cuenta de la pobreza de su repertorio.

Desde el dia siguiente de la inauguración, acudía todas las noches al restaurante, en coche de caballos, un aristócrata español que vivía en París desde hacía veinte años. Todos lo conocían únicamente por el nombre de don Arturo. Era más bien bajo, gordito, atildado, con poco pelo muy bien peinado, y ligeramente afeminado. Vestía de oscuro, con chalecos claros. Usaba botines, bombín y bastón de caoba con puño de oro. Siempre llevaba un clavel blanco en el ojal. Era un hombre muy amable y extremadamente correcto, y daba espléndidas propinas.

Por un naranjero valenciano que vivía en París desde hacía más de un lustro y que resultó ser amigo del criado de don Arturo, se enteraron de que éste solía dormir durante todo el dia. Se levantaba a las seis de la tarde, se bañaba, se acicalaba y salía para cenar. Esta cena era la única comida que hacía durante todo el dia, y por eso era tan copiosa. La terminaba siempre con dos cafés y dos copas de buen coñac. Despues, invariablemente, se iba de juerga. Esta juerga se prolongaba hasta bien entrado el dia siguiente.

Don Arturo no faltaba ni una noche en el restaurante de la rue de La Tremoille, pero tenía la manía de no querer cenar en el comedor, y ordenaba que le pusieran la mesa en el bar, cosa que complicaba mucho el servicio, pero a tan buen cliente se le pasaban por alto las dificultades.

Despues de leer y releer y estudiar minuciosamente el menú, pedía todas las noches tres o cuatro platos de los más escogidos y caros, deteniéndose luego a seleccionar los vinos entre las "crues" más famosas, haciendo mil cábalas para decidir cuáles combinarían mejor con los platos que había elegido. Para los quesos, era extremadamente exigente. Tanto que, para complacer a cliente de tal calidad, Miguel (nota mia: mi tio Luis, marido de tia Lolita)iba cada dos dias cerca de la Gare Saint Lazare a escoger los quesos en el establecimiento del reputado "maître fromager" Androuet, de la rue d'Amsterdam. Allí, en estanterías dispuestas en la oscuridad de la bodega, más de trescientas clases de distintos quesos reposaban sobre paja, en zonas de diferentes temperaturas. Los quesos eran manipulados con gran pericia por el maître fromager, hasta que llegaban al punto exacto de madurez. Cuando el cliente determinaba qué clase de queso necesitaba y en qué momento lo pensaba consumir, el empleado de la tienda, por un telefonillo, transmitía a la bodega el pedido, detallando las exigencias del parroquiano. Al poco rato, se abría una pequeña trampa que estaba en el mostrador y subían, por un extraño ascensor de las dimensiones de la trampilla, los quesos solicitados, colocados sobre finísima paja.

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Alright, to my un-existent English readers (c'mon I don't get any feedback! except my Canadian blogger northshorewoman who has disappeared for quite a while... Where are you Taina???) I've decided that this post is too long for me to translate. I know, PANCHO, you're the only one who writes to me in English. Thank you. But you understand Spanish.

Well, I've been rethinking... The pictures I've posted are of the palace that belonged to my great-grandfather which was bombed during the Spanish (un)Civil War. It doesn't exist anymore.

The above story that my great-aunt wrote is about a very wealthy, eccentric Spanish aristocrat, the exquisite Mr. Arthur, who used to dine every evening at the restaurant. He used to appear in a horse-carriage, impeccably dressed, wore a bowler hat, carried a mahogany stick with a gold handle and always, always, a white carnation in his lapel. He was short and a bit stocky, had little hair but very well combed.

Through a friend of his butler, they found out that he slept until 6:00 p.m. everyday and his only meal of the day was the supper he had at the restaurant of the rue de La Tremoille. This was quite abundant and Mr. Arthur spent a long time making up his mind on what he was going to eat. He always chose the most rare and expensive dishes accompanied by different wines. He left splendid tips and, since he was such an excellent customer, they yielded to all his wishes, such as, dining downstairs in the bar instead of the dining room upstairs (which made it difficult for the staff). He was extremely fussy about the different types of cheese he liked to have for dessert. My uncle, every two days, went to order the very best from the Maître Fromager Androuet in the rue d'Amsterdam near the Gare St. Lazare where he had more than three hundred varieties of cheese kept at different temperatures, on top of very flimsy/light straw and very tenderly handled.

miércoles, 10 de junio de 2009

EL CHICO DE LAS CIGÜEÑAS - THE STORK BOY

Hoy iba a continuar con el libro de mi tia-abuela, pero me acordé que una vez de vuelta en Madrid de mi viaje cartagenero, fui a la presentación de un libro en el bar-libreria "La buena vida" sito en la Calle Vergara 10, en el Madrid de los Austrias. Un lugar muy acogedor que me hizo recordar los bares-librerías que existen en Toronto y Nueva York. El libro "El chico de las cigüeñas" escrito por Luisa Cuerda (tiene blog: http://luisacuerda.blogspot.com/) y editado por Ediciones El Viento, me encantó. Lo leí de un tirón porque te atrapa desde el primer momento. Tiene una estructura muy original, una descripción del carácter castellano muy atinado y una historia sensible y amena. Trata de un escritor de éxito que no ha olvidado a su viejo maestro y lo busca con denuedo. Lo encuentra.

Os lo recomiendo vivamente.

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Today I was going to continue with my great-aunt's book but I remembered that on my return to Madrid from Cartagena I assisted at a book-presentation in a beautiful Coffee House-Library "La buena vida" (The good life)--address above-- which reminded me of the many that exist in Toronto and New York. The book entitled "The Stork Boy" (I doubt there is an English translation) written by Luisa Cuerda and published by Ediciones El Viento, fascinated me. I read it in one go because it grasps your attention from the first paragraph. It has a very original structure, quite an exact description of the Castillian character and a very moving and pleasant story. It deals with a successful writer who hasn't forgotten his old teacher. He looks for him frantically. He finds him.

If ever there is an English translation, I heartily recommend it.

lunes, 8 de junio de 2009

CARTAGENA DE INDIAS (FIN) -- (THE END)






Bueno he llegado al fin de mi viaje a Cartagena/Barú. He estado casi un mes dandóos la tabarra con este tema. Gracias por vuestra paciencia y espero que no os haya aburrido demasiado.

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Alright, I've reached the end of my trip to Cartagena/Barú. It's taken me nearly a month with the same theme which, I hope, hasn't bored you too much. Thank you for your patience.

domingo, 7 de junio de 2009

CARTAGENA DE INDIAS (3)






Otros rincones pintorescos de esa preciosa ciudad. Espero que os gusten (esta vez he logrado postear ¡cuatro!).

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Other picturesque sites of that beautiful city. I hope you like them (this time I've managed to upload four!)

sábado, 6 de junio de 2009

CARTAGENA DE INDIAS (2)









Bueno he conseguido postear estas tres fotos (algunas están movidas porque ibamos en calesa). Ese dia, como vereis, era muy gris y amenazaba tormenta. Ideal para ir en calesa pero fatal para las fotos. La estatua es de Colón.

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I've managed to upload three pictures (some are a bit blurry because we were in horse carriages). It was a very greyish day, as you can see. Great for going on the horse carriages but not so for picture-taking. The statue is of Columbus.

viernes, 5 de junio de 2009

CARTAGENA DE INDIAS



No sé porque, pero estoy teniendo problemas en archivar otras fotos y así ponerlas aquí. Os dejo con ésta de la Casa de España por ahora, mientras sigo intentándolo.

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I don't know why but I'm having problems saving other pictures in order to upload them to my blog. I leave you with the "House of Spain" for the moment while I keep trying.

lunes, 1 de junio de 2009

EL PASO DEL TIEMPO... THE PASSAGE OF TIME...




Mi hija Chipi y yo (para que veais los estragos que hace el tiempo...).
La otra es de mi hijastra Fátima con mi hija.

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My daughter and me (so that you see how time goes by...) and the other one is of my step-daughter Fátima and my daughter.

MIS CHICOS Y YO - MY BOYS AND ME



Aquí estoy con mis chicos, como siempre he salido fatal (siempre salgo horrible en las fotos, aunque tampoco soy un bellezón al natural...) mi brazo derecho parece que es de palo negro pero es que le estoy abrazando a mi niño (se ve mi mano asomando por su hombro). ¡No soy manca como nuestro Cervantes! He querido poner tres mas de Cartagena y no las encuentro. Volveré mas tarde, a ver dónde las he metido porque con todas hice igual, guardarlas en mis fotos del blog pero solo sale ésta.

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Here I am with my boys, as always, I come out horrible in pictures. I'm not photogenic at all even though I am no beauty in real life either... My right arm seems to be a black piece of wood! but it's not (you can see my hand around one of my boy's shoulders). I wanted to put three more pictures of Cartagena but even though I saved them in the same place, I can't find them! I'll try later on.