"Al salir del cementerio, se encontraron con un obrero de la compañía de electricidad que trabajaba en el transformador de la mina. Llevaba una urraca al hombro. Al percatarse de que Miguel le miraba con mucho interés, le dijo:
--¿La quiere? Mi mujer me ha dicho que la suelte en el campo. Es una "pica" muy enredadora y ya no la puede soportar.
Miguel, encantado, la aceptó inmediatamente.
--Si es tan enredadora como dice, ¿qué vamos a hacer con ella?-- objetó María.
Pero Miguel ya tenía la urraca colocada en su hombro.
--¡Tonterías!--dijo--. Las urracas son muy listas y, ¡claro!, no van a estar quietas como un pájaro bobo.
¡Desde luego que no! La urraca, a quien su antiguo dueño llamaba la "pica María", era muy poco tímida y se encontró en casa de los Zumeta como si hubiese nacido en ella. Volaba de una silla de la cocina al fregadero; de allí, al palo donde se colgaban los chorizos; después bajaba al cantarero y dejaba un regalito... "María, María, María", decía cada vez que emprendía el vuelo. (Nota mia: no sabía que las urracas hablasen...). Se posaba en la parte más alta del armario del comedor, se subía por las escaleras al piso de arriba, se paseaba por las camas y, si alguien (Nota mia: se refiere a sus hijos...) estaba durmiendo, le picoteaba la oreja o la nariz.
A María le daba bastante trabajo aquella urraca, siempre empeñada en coger con el pico todo lo que brillaba--botones, alfileres, tijeras, anillos, etc.--y llevárselo volando a otro lado. Había que tener mucho cuidado con la labor de punto, que había que dejar siempre muy tapada en el cesto o guardada en el armario, porque en cuanto quedaba a la vista, la "pica María" sacaba las agujas y enredaba la lana.
Otra manía de la urraca era la de introducir entre las pajas de los asientos, y entre las páginas de los libros todos los pequeños objetos que encontraba. También los metía en los bolsillos y hasta en los dobladillos de los abrigos que se dejaban en el colgador de la entrada. Lo peor era que, a veces, se le ocurría esconder en los pliegues de las ropas trocitos de carne o tocino que cogía en la cocina, y el impermeable o el abrigo aparecía después con manchas de grasa. Así destrozó también varios libros. Pero Miguel se divertía tanto con su "pica María", que no hubo más remedio que seguir soportándola."
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THE "PICA MARÍA"
When they left the cemetery, they ran into a worker of the electrical company that worked in the mine's transformer. He carried a magpie on his shoulder. He noticed that Miguel looked at the bird with great interest.
¿Do you want it?--he said--, my wife told me to free her in the countryside. She can't stand how mischievous and naughty this "pica" is.
Miguel, thrilled, accepted her right away.
--If she's as mischievous as he says, what are we going to do with her?--María objected.
But Miguel already had the magpie on his shoulder.
Rubbish!--he said--. Magpies are very clever and, of course! they're not going to keep still like silly birds.
Of course not, indeed! The magpie who was called "pica María" by it's previous owner, was not timid at all and she found herself in the Zumeta's household as if she had been born there. She flew from a kitchen chair to the sink; from there to the stick where the sausages hung; afterwards she would go down to the earthen jugs and leave a present... "María, María, María", she would say everytime she flew. (My note: I didn't know magpies spoke...). She would pose herself on the highest part of the closet, would go up the stairs, parade herself on the beds and, if anyone was sleeping (My note: she means her children...), would nibble their ears and noses.
That magpie gave María lots of work, always compelled to grabbing with her beak anything that shined--buttons, pins, scissors, rings, etc.-- and taking them to another side of the house. One had to be very careful with the knitting work, which always had to be kept covered in a basket or hidden in the closet, because as soon as it was visible, "pica María" would grab de needles and entangle the wool.
Another of the magpie's fixation was to introduce inside the chairs' straw seats and between book pages, all the small objects she found. She also put them inside pockets and, even, in the coat hems that hung in the entrance hanger. The worst was when sometimes she decided to hide in the pleats of clothes, pieces of meat or bacon, consequently, a raincoat or coat would show up with grease stains. She also ruined several books. But Miguel had so much fun with his "pica María" that there was no other choice than to keep putting up with her.
24 comentarios:
Ni un minuto hubiera aguantado yo a esa urraca pesada.
Besos.
yo una vez tuve un mirlo que hirió un perro y en cuanto sanó hubo que soltarlo con urgencia por lo mismo...pero se disfruta como le pasa al hmbre este
UFFFFF si, si, señora... que bueno que ya salimos del cementerio.
Prefiero la urraca.
ESta me recuerda un chiste de la mujer que se divorció y le dejó al exmarido y a la amante su casa (según las exigencias injustas del marido, que hasta le negó su mitad) pero antes, llenó de camarones todos los rollos de las persianas. Total que luego se la compró a la pareja por chauchas y palitos.
Besos
PD Y me olvidé decirte, que la pareja se llevó los taparrollos a su próxima vivienda. jejejeje
¡Qué curioso! Yo tampoco sabía que las urracas pudieran aprender palabras como los loros.
También tiene su gracia que ese pájaro se paseara por casa sin escaparse a la primera de cambio.
Un beso, Merche.
Hay un libro delicioso del naturalista Gerald Durrell que narra las aventuras y desventuras de su familia en la isla greiga de Corfú.
Habla también de dos urracas: las urrancas que hablaban llamando a los perros: Pis y Caca y también a las gallinas: pitas, pitas, pitas.
Allí me enteré de que pudieran articular palabras. Y ahora este relato me lo corrobora: pueden hablar y ser domesticadas fácilmente.
Me encantaría tener una. Ahora creo que es una especie protegida.
Perdón quise decir isla griega. Antes en mi pueblo las pagaban a cinco duros muertas y los payeses se dedicaban a matarlas porque se comían el maíz y las almendras. En mis paseos matinales a veces me encuentro con alguna bebiendo en los charcos y están tan seguras que ni se mueven cuando pasas por su lado. Los agricultores las siguen aborreciendo pero no las tocan. Se exponen a una multa considerable según me cuentan.
jaja que ijaputa la urraca... si, había oído que roban objetos que brillan la verdad, pero esta es un dolor... que asco ir a meter la mano en el bolsillo del abrigo y encontrarte un trozo grasieno (o crudo que no sé qué es peor) en el bolsillo, jaaj
Bezos.
Esta urraca me recuerda a la Milana Bonita, de la pelicula de Delibes "Los Santos Inocentes" Desde entonces me caen bien estos pájaros.
Gracias amiga.
TORO, ni yo... Besotes, M.
DIDAC, creo que esa urraca hubiese sido "too much for my body...". Besotes, M.
MYR, querida no he entendido lo de los camarones (¿?) entre los rollos de las persianas y luego supongo que "chauchas y palitos" quiere decir que se la compró por cuatro chavos y que se llevaran los taparollos (¿?) o sea ¿las cortinas con los camarones? a su nueva casa. Buena historia. Besotes, M.
EUPHORBITA, las urracas deben de ser muy raras... Igual es que fuera, al aire libre, no se divertirían tanto... Besotes, M.
ANTÒNIA, pues si lo dice Gerald Durrell y mi tia debe de ser verdad... ¡Qué curioso! Se ve que no tienen mucho miedo de los humanos por lo que cuenta mi tia pero ¿verdaderamente, te gustaría tener una revoloteando por toda la casa? Cómo eres... Besotes, M.
THIAGO ¿Te imaginas? Qué asco... Besotes, M.
MONTSERRAT, sí, al ver a la urraca en el hombro del electricista y luego en el de mi tio, tambien me recordó a esa escena entrañable de "Los santos inocentes". Pero, "Milana bonita" ¿era una urraca? Besotes, M.
Las urracas, en efecto, pueden hacer todo eso y más. Aun así, qué poco me gustan como animales de compañía...
Besos.
jajajajaja Yo también conocía el chiste que ha contado Myr.
Yo no creo que aguantara un pájaro revoloteando por casa todo el día, y mucho menos si encima me esconde las cosas y no hace más que gritar... ¡Qué tortura!
Besos
Miguel era un poquito masoquista, verdad? No quiero tener malos pensamientos, pero te imaginás que hubiera hecho yo con esa insoportable urraca? Jajajajaja!!!
BESOTES HERMOSA !!
¿No se habrá inspirado Miguel Delibes en esa experiencia para describir las escenas de la "milana bonita" en sus Santos Inocentes?. La urraca es un ave indómita, malcarada y algo grosera. Mucho ambiente propicio tuvo que encontrar en aquella casa para que se la acogiera como una más, lo que aprovechó la pícara para hacerse con el ambiente y disfrutar de él a su antojo. Sin duda se pasaron de afables, y eso lo aprovechó la urraca altanera para convertirse en un huésped bastante insoportable. Un abrazo, Merche
PEDRO, tampoco creo que la tuviera como animal de compañía... Besotes, M.
ASUN, creo que muchos estamos de acuerdo en no tener una urraca como animal de compañía aunque fuera tan lista... Besotes, M.
STANLEY, ni tu ni yo la hubiéramos aguantado pero parece ser que mi tio tenía mucha paciencia aunque, claro, el trabajo era para mi tia y Sacramento la criada... Besotes, M.
FERNANDO MANERO, a mi tambien me parece que la "Milana bonita" era una urraca por lo que se ve, y lo que tu dices, era una descarada de mucho cuidado sin miedo de los humanos y sin querer escapar... ¿Se habrá visto tamaña insolencia en un ave? Besotes, M.
GRACIAS MIS QUERIDOS
curiosidades de las urracas que desconocía. Sabía que eran capaces de hablar, no que fueran tan pesadas jajajaa.
Saludos!
No sé por qué he pensado que Miguel era como Homero Simpson
MODERATO, sí, yo tampoco sabía ésto de las urracas. Creo que todos hemos aprendido algo, sobre todo que son ¡unas pesadas! Besotes, M.
BIPO, algo de Homer sí tenía...ja,ja. Besotes, M.
thank you, Merche, this is such an uplifting story! I could just see that mischievous magpie looking for shiny things and hiding them. What a bird!
Si, asi es Merche.
(Tenía que decir taparrollos en mis dos comentarios anteriores).
El marido se llevó los camarones.
Y ella re-compró su casa por centavos.
NORTHSHORE, I knew you'd like this story being such a bird lover as you are! However, I wouldn't have stood that magpie one minute! Sorry. Hugs, M.
MYR, entendí la historia. Te estaba tomando el pelo... MUY buena. Besotes, M.
Pues yo, cuando no mirara Miguel, le abriría la puerta o la ventana, a ver si se iba. Pero claro, si estaba tan a gusto en la casa, no se iba a marchar.
AMELCHE, claro que no se iba a escapar se lo pasaba bomba dentro de la casa... Besotes, M.
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