"Agustinillo, el segundo hijo de Tomás, era hablador y gracioso, y de una imaginación desbordante.
Un buen día dijo en casa de los Zumeta que toda la familia se iba a Barcelona, porque "un señor muy importante" había encontrado allí un trabajo muy bueno y muy bien pagado para su padre. Al día siguiente, contó que su madre le había comprado a la maestra una maleta muy grande para meter en ella toda la ropa de la familia. La maestra se la había vendido muy barata, porque tenía dos agujeros, obra de los ratones. Dos días después, contó con pelos y señales el viaje que hicieron en el taxi de Bernardo para despedirse de la abuela que vivía con una tía en Pozoblanco. Agustinillo dijo que les habían dado de comer "de rechupete" y detalló el espléndido menú: pipirrana, boquerones, cabra en salsa y, de postre, pestiños rellenos de dulce de calabaza y natillas. También dijo que la tía había llorado mucho, y que la abuela se desmayó.
Pasaron varios días, y Agustinillo seguía viniendo a las horas de costumbre. Después de tomar su desayuno o su merienda, se quedaba un rato cerca de la estantería del comedor, contemplando el calendario de una fábrica de Bilbao con el anuncio de una apisonadora.
--¡Qué "asentaora" más bonita!--solía decir admirado.
María vio pasar por la plaza a Frasquita, la madre de Agustinillo, y le preguntó:
--¡Pero Frasquita! ¿Cuándo se marchan ustedes?
--¿A dónde?--interrogó extrañada la mujer.
--Pero, ¿no se van a Barcelona?
En la vida habían pensado en marcharse a Barcelona, ni a ninguna otra parte. Todo había sido producto de la imaginación del niño, que con tantos detalles había relatado la despedida y los preparativos.
A Agustinillo no le importó nada que se descubrieran sus invenciones. Siguió acudiendo con asiduidad a casa de los Zumeta y contemplando cada vez durante más tiempo la "asentaora" bilbaína. Hasta que, un día, Miguel se dió cuenta de que, mientras admiraba la apisonadora del calendario, metía la mano en una caja que estaba en el estante, donde María guardaba el dinero.
El disgusto de María fue descomunal. Sentía por el chiquillo verdadero afecto, por lo que, tras reconvenirle suavemente, le perdonó, y el chico siguió acudiendo a la casa como si nada hubiese ocurrido, pero al fin se vieron obligados a cerrarle la puerta, porque Sacramento lo sorprendió en la habitación de arriba, registrando los armarios, de donde había cogido ya una carterita con una suma importante. Sacramento, tratando de disculparle, solía decir:
--¡Qué quiere usted, señora! De raza le viene al galgo el ser corredor.
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AGUSTINILLO'S FAMILY (3)
Agustinillo, Tomas' second son, was a humorous chatterbox, with a very vivid imagination.
One day he told the Zumetas that the whole family was moving to Barcelona, because "a very important gentleman" had found his father a very well paid job. The following day, he told them that his mother had bought a big suitcase from the teacher in which all their clothes fitted. The teacher had sold it very cheap because it had two holes made by mice. Two days later, he explained in great detail, the trip they had taken in Bernardo's taxi to say goodbye to his grandmother who lived with an aunt in Pozoblanco. He said he ate splendidly and described the menu: cucumber and tomato salad, pickled anchovies, goat stew and for dessert, custard pudding and honey-dipped fritters filled with pumpkin jelly. He also informed them that the aunt cried very much and the grandmother fainted.
A few more days passed and Agustinillo kept going at the usual hours. After having his breakfast or afternoon snack, he would stand in front of the dining room shelves for quite a while admiring the calendar from a Bilbao factory with a steamroller ad.
--What a beautiful "crusher"!--he would say, admiringly.
María saw Frasquita, Agustinillo's mother, pass by the square one day. She asked her:
--Frasquita! When are you leaving?
--To where?--she, surprisingly, asked.
--But, aren't you going to Barcelona?
They had never thought of going to Barcelona or anywhere else for that matter. It was all due to the child's imagination who, so descriptively, had explained the farewell and travel preparations.
Agustinillo didn't mind one bit that his inventiveness was discovered. He kept going regularly to the Zumetas and looking, each time longer, at the "crusher" from Bilbao. Until one day, Miguel, realized that while he admired the calendar's steamroller, he stuck his hand in a box that was on the shelf, where María kept her money.
Maria's deception was enormous. She was very fond of the boy, so after a mild reprimand, she forgave him. The boy kept going to the house as if nothing had happened but, in the end, they had to close the door on him, because Sacramento surprised him in one of the upstairs' rooms, looking into the closets where he had taken a wallet with an important sum of money. Sacramento, trying to excuse him, used to say:
--What do you expect m'am! He takes after his father.
17 comentarios:
Agustinillo hoy en día sería Presidente.
Tenía el perfil idóneo.
Besos.
Qué pena, aprecía un buen chico...
Besos
dice : parecía, vale.
Como dice Toro Salvaje: hablador, gracioso y de imaginación desbordante, y por si fuera poco con afición por los bienes ajenos... político seguro (bueno, lo de gracioso no siempre se cumple).
Besos
A veces se puede viajar con la imaginación cuando con la realidad no es posible...
TORO, presidente no sé, pero concejal, sí... Besotes, M.
MYR, era un pícaro listillo, bueno, un superviviente... Besotes, M.
ASUN, sí, como le digo a TORO, politicastro seguro... Besotes, M.
PEDRO, imaginación tenía el crio...y, seguro, que se lo creía por eso le importaba un pimiento que descubriesen sus mentirijillas porque para él, ¡eran verdad! lo vivía en su fantasia. Puro escapismo. Lástima de inteligencia echada a perder... Besotes, M.
Agustinillo, mitómano y ladrón! Toda una joya! Ojo con los niños cuando son taaaaaaan simpáticos!
BESOTES HERMOSA!
Te sigo con todo el cariño.
Besos.
STANLEY, sí, hay que tener cuidado cuando son niños y no tan niños... Besotes, M.
CORNELIVS, pues me alegro. Gracias por tu escueto comentario que me da a entender que no has leido el post. Besotes, M.
niña, por donde andas? todavia por ibiza? muy liada? tendremos tiempo la semana que viene de un cafe por la mañana??
un beso wapa.
por cierto, anote que he cambiado la direccion del blog :-)
Que truan ese agustincillo, fíjate que leo un libro sobre Musollini y Hitler bien podría ser este el inició de un personaje así.
METIS, sigo aquí pero ya me voy el sabado. ¿Dónde está tu nuevo blog? Mándamelo por e-mail. Cuando acabes la temporada tomaremos ese café en Barcelona OK? Besotes, M.
ALVARO, gracias por tu visita. Hijo, no creo que Agustinillo llegara a ser un Mussolini/Hitler...o, ¿quizá si? Besotes, M.
Merche, estamos enganchadísimos al libro.
Un abrazo querida madrina
El chico apuntaba maneras. lástima de no haber nacido después. Hoy quizás sería político o especulador de bolsa.
Un beso.
Por cierto Merche ayer tuve todo el día en el pensamiento a la activista Rachel Corrie. Y hoy me encuentro con este vídeo
Un beso grande.
KETY, me alegro de que lo sigas. Gracias, querida. Besotes, M.
ANTÒNIA, ya había visto ese video sobre Rachel Corrie. ¡Qué muerte joven más cruel! Los militares israelíes están desquiciados. No saben lo que hacen. Besotes, M.
La aplanadora sirve para lo que sirve, igual que el Agustinillo.
:D :D :D Paco...
No se pué decir nada más (que suscribo con fervor lo que indica Pedro )
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