"Una vez se hubo marchado el médico santanderino, no sin antes dejar en orden lo concerniente al seguro de enfermedad, apareció Plácido, el chófer del camión. Llamaba la atención lo desastrado de su indumentaria. Para justificar el desaliño del chófer, Pepe Luis le dijo a Miguel:
--Este pobre Plácido está siempre sin una peseta. Su desgracia es que tiene una mujer muy pretenciosa y gastadora. ¡Figúrese usted cómo será, que en su casa hasta usan platos para comer!"
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THEY USE DISHES TO EAT!
Once the doctor from Santander left, having organized the health insurance matter, Plácido, the truck driver, appeared. His dishevelled looks and ragged clothes were very evident. In order to justify his appearance, Pepe Luis told Miguel:
--Poor Plácido, he's always without a cent. His tragedy is that he has a very pretentious and spendthrift wife. Imagine how she is that they even use dishes to eat!
19 comentarios:
Si, una derrochadora... desde luego pobre familia, con lo fácil que es comer todos directamente de la olla entre tortazos y empujones.
Besos.
¡Jajajajajajajjaja Idem Toro Salvaje jajajajajajjaja!
Una compañera nuestra, maestra un poco mayor, castellana ella, llegó a un pueblo guipuzcoano a ejercer su profesión. Era una chica fina y exigió a la patrona que pusiera la mesa con mantel. Aquello se comentó en el pueblo, fíate qué chica más remilgada.
Si llega a un pueblo de esos en los que comían todos de un lebrillo...le da un soponcio. Lo de no usar platos me lo han contado de un pueblo albaceteño. Era corriente en el sur, al parecer.
Un abrazo
Seguro que los platos no eran tan sofisticados como el de la imagen.
A lo mejor eran de esos de duralex que, por lo menos en la época de mi infancia, regalaban con el jabón de lavar.
A mi he de decirte que, por ejemplo las migas de pastor (y otras cosas también), me encanta comerlas directamente del caldero, cada uno con su cuchara, eso sí.
¿Y lo divertido que es incordiar con la cuchara al de al lado para impedirle coger bocado?
Debe de ser que soy un poco primitiva, jajajajaja
Besos
Recuerdo de niña, ir al pueblo, y la costumbre era comer todos de una fuente.
Al margen de que la mujer de Plácido fuese una manirrota -como se dice en La Mancha-.
Besos
TORO y MYRIAM, yo también me río... Besotes, M.
ABEJITA, sí, que señoritinga más remilgada... Supongo que sí era costumbre en el sur comer todos del mismo puchero. Besotes, M.
ASUN, lo que me hizo gracia de la foto es la decoración en forma de exclamación... Debo admitir que nunca he comido (bueno, una vez sí, una paella) del mismo plato aunque debe de ser divertido, pero ¡sin tanto empujón! (No me seas mala...). Besotes, M.
KETY, por vuestros comentarios veo que era/es una costumbre muy extendida... Bueno, se ahorraba en fregar platos... Besotes, M.
Machismo a tope. Culpable era la mujer que trataba de civilizar el ambiente de su casa y privaba al marido del jabón, el peine y el atuendo para ir algo presentable. El texto revela cómo funcionaban las cosas en una época en que cualquier intento por dignificar la forma de vida era visto como un despilfarro propio de mujeres derrochonas y no de tíos desastraos. Y en cuanto a los modos del comer una cosa era cierta: el que hubiese platos, que no se utiliz, no impedía que algunos manjares se llevasen a la boca con la mano del perolo o de la fuente de barro que en el centro concitaba tanto la furia de las manos como la presencia de todas las bacterias del mundo. Un abrazo, Merche
Ruego se me excuse. He estado guerreando. Un descansito, me recupero y, en breve, vuelvo a su calle.
Un abrazo.
Hubo mucho tiempo en el que los pobres se distinguían de los ricos porque comían todos de la misma sartén.
Quizá era más humano.
Besos.
Habrá que tirar los platos en época de crisis y volver a comer del perol.
Qué increíble que sea un lujo comer con platos! Pobre gente. Y antes como comían? Al estilo fondue?
BESOTES HERMOSA Y DISFRUTA DE LA SEMANA!
MERCHE: Por fa vuelve a mi blog que te explico lo d ela zapatilla verde...
ES que el texto que marco en lo que escribí y que te sale en azul o en lila, si pulsas en él (haces click) te lleva al blog de Jan en donde está su zapatilla verde. Besos
jajaaja que horror, cari... ¡Que derrochones! y lo peor de todo es que igual usan tenedores y cuchillos, no? jajaja
bezos.
Por cierto, cari, esto me recordó una vez que me invitaron a comer en casa de uno del pueblo en Galicia donde yo pasaba el verano: No usaban servilletas, tenía colgado de la lámpara un palo que acercaban al que quisiera limpiarse en un momento dado... ¡Todos al mismo paño! jajaja
bezos.
FERNANDO MANERO, pues tienes tu punto de razón... No lo había pensado así. Y, sí, eso de meter las manos en los perolos, super anti-higiénico pero igual la comida sabía de rechupete. Al fin y al cabo en muchos lugares, Marruecos y países arábes en general lo siguen haciendo. Besotes y gracias por aparecer, M.
JOSÉ ALFONSO, te espero. Besotes, M.
PEDRO, más humano y menos platos que fregar... Besotes, M.
AMELCHE, tirarlos, NO. ¡Venderlos! Besotes, M.
STANLEY, qué sibarita eres, ja,ja, estilo fondue... Bueno, más o menos, pero sin los palitos de acero tan guay del Paraguay sino con cucharas o tenedores... Besotes, M.
MYRIAM ya fui. Besotes, M.
GRACIAS MIS QUERIDOS
¡Chiquillos! siempre apareceis cuando he contestado a todos...
MYRIAM, la he visto, la he visto en el blog de JAN. Gracias por tu insistencia. Leo que te preocupas por mi vista... y te agradezco en el alma. Muchos besotes, M.
THIAGO, ja,ja...lo del palo y el trapo ¡nunca me lo hubiera imaginado! Eso solo puede pasar en Galicia... Besotes, M.
A mi no me contestes, tambien como en plato (por el momento)
PACO CUESTA, ¡claro que te contesto! No faltaría plus. Yo también como en plato... Besotes, M.
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