Capítulo LXXIII - 2ª parte de nuestra lectura colectiva en el blog "La Acequia" de Pedro Ojeda Escudero (sin traducción al inglés).
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Chapter 73 - 2nd part of our joint reading in Pedro Ojeda Escudero's blog "La Acequia" (without an English translation).
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Este penúltimo capítulo, al principio, va de liebres y grillos.
Al llegar a la aldea se encuentran nuestros héroes con dos chiquillos que están peleando, uno le dice al otro "--No te canses, Periquillo, que no la has de ver en todos los días de tu vida." Quijo rapidamente presiente que esa sentencia significa que nunca más va a ver a su Dulci.
Sancho refuta su idea. "...cuando se lo estorbó ver que por aquella campaña venía huyendo una liebre, seguida de muchos galgos y cazadores, la cual, temerosa, se vino a recoger y a agazapar debajo de los pies del rucio..." Quijo dice "--¡Malum signum! ¡Malum signum!. Liebre huye, galgos la siguen: ¡Dulcinea no aparece!"
"--Extraño es vuesa merced--dijo Sancho--. Presupongamos que esta liebre es Dulcinea del Toboso y estos galgos que la persiguen son los malandrines encantadores que la transformaron en labradora; ella huye, yo la cojo y la pongo en poder de vuesa merced, que la tiene en sus brazos y la regala: ¿qué mala señal es ésta, ni qué mal agüero se puede tomar de aquí?"
Mientras, Sancho pregunta a los dos muchachos "...que por qué reñían..." Uno le dice que cuando le dijo "...no la verás más en toda tu vida..." se refería a la jaula de grillos que se la había quitado "...la cual no pensaba volvérsela en toda su vida. Sacó Sancho cuatro cuartos de la faltriquera, y dióselos al muchacho por la jaula, y pusósela en las manos de don Quijote, diciendo:
"--He aquí, señor, rompidos y desbaratados estos agüeros, que no tienen que ver más con nuestros sucesos...". Ya dice el cura de nuestro pueblo "... que no es de personas cristianas ni discretas mirar estas niñerías, y aun vuesa merced mismo me lo dijo los días pasados, dándome a entender que eran tontos todos aquellos cristianos que miraban en agüeros."
Siguen hacia el pueblo y se topan con el cura y Sansón Carrasco rezando. El rucio de Sancho iba decorado con "... la túnica de bocací pintada de llamas de fuego... " y con la "...coroza en la cabeza, que fue la más nueva transformacion y adorno con que se vió jamás jumento en el mundo." El cura y el bachiller les reciben con los brazos abiertos. Los muchachos, que ven al jumento con la coroza, van a verle y se dicen unos a otros "--Venid, muchachos, y veréis el asno de Sancho Panza más galán que Mingo, y la bestia de don Quijote más flaca hoy que el primer dia." (Pobre Roci...).
Rodeados del cura, el bachiller y los muchachos se fueron a casa de don Alonso, donde se encontraban la ama y su sobrina. Ellas ya se habían encargado de informar de su llegada a todo el pueblo, hasta se lo habían dicho a Teresa Panza que apareció "...desgreñada y medio desnuda (ay, el toque erótico cervantino...), trayendo de la mano a Sanchica..." No le pareció su marido "...tan bien adeliñado como ella se pensaba que habia de estar un gobernador, le dijo:
"--¿Cómo venís así, marido mío, que me parece que venís a pie y despeado, y más traéis semejanza de desgobernado que de gobernador?" Sancho le dice que se calle, que se vayan a casa "...que allá oirás maravillas." Que trae "dineros, que es lo que importa, ganados por mi industria y sin daño a nadie." Entrelazados, Teresa, Sanchica y Sancho se van a casa.
Quijo se queda con el cura, el bachiller, la ama y la sobrina. Se aparta de ellas y les cuenta al cura y al bachiller que se tiene que quedar un año en la aldea pero que luego piensa dedicarse a la vida pastoril. Les pide que le acompañen. Que el comprará "...ovejas y ganado suficiente...". Lo más importante es que ya tenían nombres. Repite lo de Quijotiz, Carrascón, Curiambro y Pancino. "Pasmáronse todos de ver la nueva locura de don Quijote, pero porque no se les fuese otra vez del pueblo a sus caballerías...". El cura y el bachiller le siguen la corriente. Sansón le dice que ya que todo el mundo sabe que es un consumado poeta, "...a cada paso compondré versos pastoriles..." Quijo les urge a que pongan nombres a sus pastoras que el ya tiene la suya "...la sin par Dulcinea del Toboso, gloria de estas riberas, adorno de estos prados, sustento de la hermosura, nata de los donaires y, finalmente, sujeto sobre quien puede asentar bien toda alabanza, por hipérbole que sea."
El cura le dice que así se hará aunque ellos buscarán "pastoras mañeruelas" (apacibles, mansas, Rico dixit). Carrasco añade que darán el nombre "...de las estampadas e impresas...: Fílidas, Amarilis, Dianas, Fléridas, Galateas y Belisardas...". Aunque si su dama "...por mejor decir, mi pastora, por ventura se llamare Ana, la celebraré debajo del nombre de "Anarda", y si Francisca, "Francenia"...si Lucía "Lucinda"... y Sancho Panza...podrá celebrar a su mujer Teresa Panza con nombre de "Teresaina"."
El cura y Sansón se despiden no sin antes aconsejarle que cuide su salud y que se regalase "...lo que fuese bueno."
La sobrina y la ama oyeron esta conversación pastoril y se echan las manos a la cabeza. "--¿Qué es esto, señor tío? Ahora que pensábamos nosotras que vuestra merced volvía a reducirse en su casa y pasar en ella una vida quieta y honrada, ¿se quiere meter en nuevos laberintos, haciéndose "pastorcillo, tú que vienes, pastorcico, tú que vas"? Pues en verdad que está ya duro el alcacel para zampoñas." La ama también entra en shock al oirle y le dice "...que éste es ejercicio y oficio de hombres robustos, curtidos y criados para tal ministerio casi desde las fajas y mantillas. Aun, mal por mal, mejor ser caballero andante que pastor." Siguen unos consejos como "...estese en su casa, atienda a su hacienda, confiese a menudo, favorezca a los pobres, y sobre mi ánima si mal le fuere."
Quijo las manda callar y les pide que le lleven al lecho "...que me parece que no estoy muy bueno...". Éstas le acostaron "...donde le dieron de comer y regalaron lo posible."
Seguiremos con el LXXIV, EL ÚLTIMO...sniff...
18 comentarios:
Son los prolegómenos del final... Del final de una obra, del final de una vida... De la consumación de unos sueños rotos.... Hasta para un loco debe de ser terrible fracsar hasta en sueños. Besos
jaj qué lástima creo que "cosa habría de ser digna de ver" a un Don quijote pastoril haciendo poesía de esa manera, para regocijo de pastorcillas y caballeros, cantando las excelencias de la vida campestre... jaaja. Creo que tendría mucha gracia, y ya no digo nada si se hace "pastoril" Sancho, jaaja
Bezos.
D. Quijote esta hundido, ha entrado en una crisis en barrena, sin solucion... Veremos como acaba todo.
Besos.
No podiamos imaginar que Sancho, siempre parapetado tras de su amo había de convertirse en su protector.
Siempre se ha dicho que los perros se parecen a sus dueños. bien, pues parece que los rucios también.
"Doña Teresa" viene ya preparada para el revolcón que le va a dar a su Sancho. Además con los bolsillos llenos. Doble ración.
El pobre Quijo, si pide que le lleven a sus aposentos, en lugar de ir él solito, es que ya le queda menos de un telediario.
Besotes
TUCCI, sí, llegamos al final... Qué lejos se me hacen esos dos años y medio cuando ¡empezamos esta locura! Pero doy gracias a los dioses que he llegado sana y salva... Tenía mis dudas, no creas... Besotes, M.
THIAGO, mucho me temo que nos quedaremos sin saber qué hubiera hecho Cervan/Cide Hamete Benengelí con nuestros héroes en esa tesitura... Todo tiene su final, desgraciadamente. Besotes, M.
CORNELIVS, sí, pobrecillo. ¡Me da una pena, mi Quijo! Besotes, M.
PACO CUESTA, pues se ve que sí, al final Sancho es su fiel compañero y protector. Amoroso, mi Sancho. Besotes, M.
ASUN, ese toque erótico cervantino diciendo que Teresa iba "medio desnuda" da a entender que habrá más que un revolcón, eso seguro. Creo que no saldrán de la casa ¡en una semana por lo menos! Las cabras ¡que las cuiden los encantadores! ¿No te parece? Besotes, M.
Mi Señora Doña Merche,
Somos muchos yoes diferentes que nos forjamos en la vida, y al llegar a los pueblos que nos vieron nacer y que nos quieren, por tan solo ser nacidos de ellos, ninguna explicación debemos dar de lo que somos, porque nadie nos la pide, es así, porque así nos conducimos.
Todos conocen de la llegada de Alonso el bueno y del buen Sancho con solo atravesar las lindes, pues de lejos ya se nota su presencia, los criticarán luego, pero lo primero es el abrazo, sincero, como a dos hijos pródigos, que se echaban en falta.
Fue una extraña historia esta de Cervantes, construida a golpe de personajes y de vida, sin guión previo, sin desembocadura, pero con tantos recuerdos que después de leerla recordamos por ojos de su dueño un siglo que no es nuestro.
Tuvo el acierto Cervantes de escribirla y también de acabarla, la muerte nos hace humanos y Cervan hizo humano al suyo por si quedaba duda.
Es lectura la del Quijote que se deleita a paso corto, a renglón pensado y meditado, gustando del dicho, de la frase, del requemado fondo. Leerla a otro ritmo, la desfigura y nos aburre.
Acierto tuvo Don Pedro en marcar el ritmo, como buen director de orquesta, levantando la batuta en favor de la armonía y ofreciendo los silencios a nuestros solos.
Besos mi Señora,
Suyo, Z+-----
El principio va de una jaula de grillos, en semejanza a la jaula grande que transportó a DQ, tan loco como un grillo, en el anterior regreso. Este capítulo es el último desde el punto de vista del armazón de la novela. Se cierra su estructura circular con la vuelta de los protagonistas al punto de partida. Después sólo queda el remate de la muerte, real, para que no le pase como en la primera parte, y le surjan continuaciones no deseadas y ajenas a él.
La aparición del clero rezando conjura las supersticiones de las eras, que el Santo Oficio acecha.
Sancho llega a la aldea hecho unos zorros de tanto andar, pero cargado de las razones de un toro con su bolsa bien llena del dinero del mayordomo y del de DQ. El que llega bien descansado es su burro, que por eso Cervantes lo viste de penado, como antes había hecho con su amo. Ni los animales se libran de la penitencia del camino.
Un abrazo.
SEÑOR DE LA VEGA, ¡Qué preciosidad lo que dice! Efectivamente, nuestro gran PEDRO O.E. ha sido un GRAN director de orquesta, manteniendo el ritmo, porque así es como hay que leer el Quijote, capítulo a capítulo durante dos años y medio para que nos entre, nos penetre en lo más profundo de nuestro ser y sepamos paladear, entender y disfrutar esta entrañable aventura y ejemplo de LITERATURA con mayúsculas. Por supuesto también con la ayuda de los maravillosos comentaristas como vuesa merced. A sus pies, M.
PANCHO, yo también pensé que la jaula de grillos era una metáfora de cuando Quijo volvió a la aldea enjaulado. Muy bien visto. Bueno, ya se acaba lo que se daba, querido. Tendremos que ir pensando en diseccionar otra novela... Besotes, M.
Merche:
Hoy me he acordado de tí cuando subía a la barca de Formentera para irme a Palma, cuando he visto al grupo de imserso, pero sin una "buena guía" que les cuida y orienta como lo haces tú.
Espero que te hayas ya ubicado bien en tu nueva casa y te recuerdo que cuando te canses de Barcelona, pues unos días a Ibiza/Formentera.
Besos
El pobre Don Quijote entró en la recta final, y Sancho cuidándolo...
Esto se va acabando.
Muchas gracias por tu visita.
BESOTES MERCHE QUERIDA Y DISFRUTÁ DEL PUENTE!
FERNANDOG, ¡Gracias por tus simpáticas palabras! No lo dudes que si no voy en febrero como tengo planeado, haré una escapada. Besotes, M.
STANLEY, sí, estamos llegando al final de nuestro Quijo y Sancho... Que pases un buen finde tu también querido. Besotes, M.
Asi es, MERCHE; ya estamos llegando al final snifff, snifff
Todo lo que empieza, acaba. Don Quijote no puede más, lo de los pastores es un último esfuerzo por hacer un proyecto imposible de vida. Está malo y han de llevarlo al lecho, nos tememos lo peor. Un mensaje de amor a sus mujeres. Ya pastor, ya caballero, él está ahí para lo que necesiten, pobre.
Un abrazo, Merche.
Todo lo que empieza, acaba. Don Quijote no puede más, lo de los pastores es un último esfuerzo por hacer un proyecto imposible de vida. Está malo y han de llevarlo al lecho, nos tememos lo peor. Un mensaje de amor a sus mujeres. Ya pastor, ya caballero, él está ahí para lo que necesiten, pobre.
Un abrazo, Merche.
MYRIAM y ABEJITA...sí, llegamos al final. ¡Lo veía tan lejano! pero, ya veis, aquí estamos, como la vida misma, que pasa tan deprisa... Besotes, M.
Me abrumáis tanto el Sr. de la Vega como tú. Gracias.
Veo que no se te escapan los grillos, las liebres... ni el toque erótico...
Besos.
PEDRO, te lo mereces... Has sido un GRAN director de orquesta. Muchos besotes, M.
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