(La casa de la foto está en Sevilla pero era la única que encontré... y veo que me ha salido pequeña de nuevo... ¡No sé lo que hago mal! porque la anterior, de la mina, me ha salido normal...)
"A los cuatro o cinco dias, María y Miguel pudieron ocupar la casa que les había asignado la compañía bilbaína. Hacía esquina entre la plaza y la calle principal. Adosado a esta casa, por la parte alta de la calle, se encontraba el hotel de Daniel y por la de la plaza, el mesón de Mari Juana.
El hotelero tenía mujer y cuatro hijos. La hija mayor estaba casada con un sargento de la Guardia Civil de Marmolejo, y la otra, con un granadino que traficaba en palomas zuritas para los tiros de pichón. Los dos hijos varones, que eran los más jóvenes, ayudaban a su padre y trabajaban "en lo que caía".
Lo que de alegre y simpático tenía Daniel, lo tenía Justiniana, su mujer, de triste y desabrida. La verdad es que el fresco de su marido no se molestaba en ocultar, ni siquiera en disimular, sus devaneos con todas las mujeres que se presentaban ante su vista.
El mesón de Mari Juana formaba ángulo recto con la plaza, y, delante de él, estacionaban burros, cerdos, corderos, tratantes de ganado con sus camionetas, pastores, vendedores ambulantes, gitanos... De vez en cuando, el señorito pinturero de algún cortijo importante ataba su lujosa jaca de cola trenzada en una de las anillas de la pared del mesón de Mari Juana.
La casa de los Zumeta era bastante grande. La oficina se hallaba en la planta baja, con entrada independiente por la calle. En la misma planta había un dormitorio con cama grande y un pequeño cuarto de aseo, con jarra y palangana, pues el pueblo se abastecía únicamente del agua de los pozos. Con un lebrillo grande, colocado en el suelo, y una regadera, colgada del techo, se organizaron una ducha. El resto de la planta baja lo ocupaba la cocina, con su clásica candela. Una parte de este espacio estaba cerrado hasta cierta altura por un tabique, para limitar el comedor. Al hacer la obra, respetaron en el centro de la cocina la candela, que era donde se hacía la lumbre para guisar y para calentarse. Pero, puesto que no pensaban utilizarla, condenaron la inmensa abertura de la chimenea, por donde, cuando la candela estaba apagada, entraba frio, viento y polvo.
Para guisar, instalaron dos hornillos de carbón vegetal, con una estrecha chimenea adosada a la pared. En un rincón de la cocina, un cantarero de construcción tosca exhibía las panzas húmedas de tres grandes vasijas para el agua.
Por unas escaleras de ladrillo sin barandilla, se accedía a las habitaciones de arriba, que tenían balcones. Todas las paredes de la casa, tanto por dentro como por el exterior, estaban encaladas.
El pueblo--llamado hasta poco antes Venta Candera--era alegre. Aunque a unos diez kilómetros estaba Bujarón, pueblo mayor y más importante, Candera no dejaba de ser, en ciertas ocasiones, un lugar animado. No se celebraban ferias, pero el pueblo estaba enclavado en un punto estratégico entre las provincias de Córdoba, Jaén y Ciudad Real, y era región de bastante ganadería, por lo que con frecuencia se convertía en punto de reunión de agricultores, tratantes y ganaderos. En las tres tabernas del pueblo se hacían toda clase de transacciones, que a veces alcanzaban importantes sumas".
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(The picture of the house above is in Seville but it's the only one I found. I really don't know what I do wrong-- it has come out so small! Whereas my previous one of the mine is normal...)
Four or five days later, María and Miguel were able to move into the house provided to them by the Bilbao mining company. It was on a corner bordered by the square and the main street. On one side, it was joined by Daniel's hotel and on the side facing the square by Mari Juana's Bar-Restaurant.
Daniel, the hotel owner, had a wife and four children. The oldest daughter was married to a Civil Guard sergeant from Marmolejo; the other one, with a man from Granada who trafficked with wild pigeons for target pigeon-shooting. The two youngest boys, helped their father and worked "in whatever...".
Daniel's lively and friendly personality contrasted with that of his wife's, Justiniana, who was sad and sour. The truth is that her husband was a skirt-chaser who didn't even try to hide his flirting with the first woman that came his way.
Mari Juana's bar-restaurant formed a straight angle with the square. In front of it, donkeys, pigs, and sheep were stationed. Also the cattle traders' trucks, shepherds, travelling salesmen, gypsies... From time to time, a picturesque Andalusian young man, from a wealthy "cortijo" (farmhouse) would tie his beautiful mare with its braided tail, in one of the rings hanging from the bar-restaurant's wall.
The Zumetas' house was quite big. The office was on the main floor with a separate entrance facing the street. In the same floor was a bedroom with a large bed and a little washroom with a jug and a washbasin. The only water providing the village, came from the wells. With a large bucket, placed on the ground and a watering can hanging from the ceiling, they improvised a shower. The rest of the main floor was occupied by the kitchen with its classic "candela" (fireplace). Part of this area was closed by a small wall, separating the dining room. When the works were done, they respected in the middle of the kitchen, the "candela" where fire was made to cook and heat the house. They decided not to use it but didn't realize that, when it was not lit, from the large hole of the chimney, cold, wind and dust came in. For cooking they installed two vegetable-carbon stoves with a very narrow chimney along the wall. In one of the kitchen corners was a large jug holder, coarsely built, with three big damp water jugs.
Up the brick stairs, without a railing, were some more bedrooms with their respective balconies. All the interior, as well as exterior, walls of the house were whitewashed.
The village, until recently called "Venta Candera", was a happy town. Even though ten kilometres away was Bujarón, a much bigger and more important town, Candera sometimes was a very lively place. There weren't "fairs" (typical Andalusian parades), but its strategic location between Córdoba, Jaén and Ciudad Real provinces, and being a region with a lot of livestock, it was often a meeting place for farmers, tradesmen and cattle raisers. In the three taverns that existed, many business transactions took place; sometimes reaching high sums of money.
BELÉN 38
Hace 50 minutos
21 comentarios:
Sé que estoy posteando casi a diario y os pido perdón por ello pero a partir del 14 de éste os daré un respiro porque me voy a Madrid, el 15.
TORO, supongo que te fijarás que la mujer de Daniel se llamaba ¡Justiniana! Besotes a todos y gracias por vuestra paciencia y fidelidad, M.
Justiniano está muy apenado por Justiniana.
La vida es cruel para mucha gente.
Pobrecilla.
Besos míos y de Justiniano.
Desde luego no podían quejarse. Tuvieron suerte en encontrar empleo seguro y, sobre todo, buena posada, aunque la posadera fuese una saboría, lo cual quedaba compensado con el jolgorio que se montaba en la plaza y en la puerta de la casa, donde todo bicho viviente se daba cita para deleite quizá de los huéspedes, que no tenian tiempo de aburrirse. Aunque, a decir verdad, me imagino que de vez en cuando, y especialmente cuando todo el animalario y los tratantes consabidos se pusieran a bramar o a gritar, los inquilinos, de suyo calmosos y reposados, echarían más de un improperio contra la tormenta de sonidos inabarcables que se les venían encima, y que hasta es posible que les amargasen la siesta cuando la canícula hacia mella en las paredes enjabelgadas de la mansión. Esas cosas tiene el vivir a caballo entre Andalucía y La Mancha, que es que "no se puede aguantar de la tela marinera que hay, mi arma".
Bueno, parece que soplan vientos más favorables, después de tanta dedicha, verdad?
BESOTES QUERIDA MERCHE!!
Me impresionó lo del tiro al pichón! Vaya forma de ganrse la vida...
Y los olivares andaluces? estaban mejor?
Un beso
Descripciones fantásticas. Precisas para situarnos en la época. Solo basta cerrar los ojos y aprenderse un párrafo de lo descrito.
“El mesón de Mari Juana formaba ángulo recto con la plaza, y, delante de él, estacionaban burros, cerdos, corderos, tratantes de ganado con sus camionetas, pastores, vendedores ambulantes, gitanos... De vez en cuando, el señorito pinturero de algún cortijo importante ataba su lujosa jaca de cola trenzada en una de las anillas de la pared del mesón de Mari Juana”.
Sublime Merche.
Un abrazo
Those were the days...Propz Pilgrim
TORO, gracias por tus besos y los de Justiniano... Besotes, M.
FERNANDO MANERO, lo que me rio con tus comentarios... Me imagino en la canícula veraniega, escuchando los rebuznos, los balidos, los relinches, los "goin-goin" de los cerdos y las voces de los tratantes varios. Los gitanos lanzándose por bulerías en el medio de la plaza... En fin, esa es nuestra maravillosa Andalucia. ¿Qué haríamos sin ella? Besotes, M.
STANLEY, por lo menos están en un territorio más alegre... Besotes, M.
MARCELO, ¿qué quieres decir con eso de si los olivares estaban mejor? Pues como siempre. Ahí estaban. Besotes, M.
JAN PUERTA ¿te imaginas el follón? Besotes, M.
PILGRIM, how would you know! You're only nineteen... Gros bisous mon cher, M.
GRACIAS MIS QUERIDOS
Pues en aquellos momentos tan dificiles, y a pesar de la lejanía de su tierra, no fueron mal las cosas. Tenían un buen trabajo y casa para refugiarse, comida, ropa...
Un beso cielo
como dice el anterior comentarista...para se los tiempos que eran....no estaban nada mal...
Huy !!!! lo de las palanganas....se usaban hace ná...
¿Ande vas???? de juerga a los madriles??? pásalo bien...saludos
Sigo sin localizar la zona,he mandado emilios. Espero que contesten.
De paso,mado una lectura de estraperlo.
Sigo sin localizar la zona. He mandado emilios, espero contestación.
Mando lectura de estraperlo
ALEX, sí, ¡estaban como reyes! Tuvieron mucha suerte, es verdad. Besotes, M.
TUCCI, yo tambien recuerdo las palanganas...y lo de la ducha con regadera colgando del techo tambien...en Ibiza en los '70. Sí, me voy a los Madriles el 15 a estar con toda mi tropa. Besotes, M.
M.V. ¿Miguel? Hijo, la zona no es muy difícil de ubicar está en Sierra Morena, cerca de Bujarón entre las provincias de Córdoba, Jaén y Ciudad Real, pero espero tus noticias de todas formas. Gracias por tus indagaciones. Besotes,M.
Disfruta de Madrid cuando te vayas. Respecto al post, yo lo que estaba pensando es que uno guardiacivil y el otro trapicheando con palomas... Había de todo en la familia.
Ha pasado de ser una historia triste y misteriosa a otra costumbrista. Espero que las mejoras les duraran.
Besos.
¡No te preocupes! Además, cada uno en su blog hace lo que desea, querida Merche.
Besos...!
AMELCHE, sí, ¿te imaginas? Era una familia muy "pinturera" por lo que se ve... Besotes, M.
PEDRO, sí, esta parte es más costumbrista. ¡Ya era hora despues de todas las desgracias! Besotes, M.
CORNELIVS, gracias. Besotes, M.
JOSEALFONSO, no llegué a leerlo porque no me hubiese enterado de todas formas. Soy muy torpe con ésto del internete... Besotes, M.
GRACIAS DE NUEVO MIS QUERIDOS
M.V. he ido a tu link y he leido el muy interesante relato. Ese libro debe de ser muy bueno. Trataré de conseguirlo. Mil gracias, querido Miguel. Besotes, M.
Me imagino que despùes de tanto trote, haber llegado a esa casa les habrà parecido un palacio y ademàs en un pueblo alegre. Esperemos que sigan asi las cosas y mejor todavìa.
¡Qué te vas a Madrid! Disafruta el viaje, igual espero que andes revoloteando por tu blog aùn cuando no sea a diario! ¿Hasta cuando te quedas?
Besos
MYR, iré revoloteando por el blog pero la novela la dejaré aparcada hasta mi vuelta ¡bastante tengo para seguir con nuestro Quijo! Besotes, M.
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