"Al día siguiente, María se encontró con el chico de "El Tullido", quien le dijo:
--Mañana llega Bartolo, el hijo de "Cara Quemá". Viene con don Gabriel.
--¿Y cómo lo sabes?--preguntó María, extrañada de que Miguel no estuviese al corriente de la llegada del ingeniero.
--He oido en el teléfono la conferencia de Bilbao--dijo el chico, sin preocuparse de ocultar su indiscreción.
Efectivamente, al dia siguiente, Rezola y el hijo del "Cara Quemá" descendían de un taxi en la plaza, acompañados, naturalmente, por cinco parásitos que se les habían colado en la estación de Montoro.
El pueblo se puso de nuevo en movimiento. Todos querían ver a Bartolo, que había pasado mes y medio en la capital vizcaina.
--¿Y qué tal, Bartolo? ¿Qué te ha parecido aquello?
--Estaba deseando volver.--Y añadió convencido--: En Bilbao no hay "na"; por no haber, no hay ni burros ni braseros.
A pesar de sus aires displicentes, el chico era bastante listo, y no le pesó a Rezola habérselo llevado a hacer un pequeño aprendizaje que le sería útil en la mina."
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THERE'S "NOTTIN" IN BILBAO
The following day, María saw "The Disabled's" boy, who told her:
--Tomorrow Bartolo, "Burnt Face's" son, will arrive. He's coming with don Gabriel.
--And, how do you know?--asked María surprised that Miguel wasn't aware of the engineer's arrival.
--I heard the conference from Bilbao at the telephone centre--said the boy, nonchalantly, unaware of his indiscretion.
True enough, the following day, Rezola and "Burnt Face's" son descended from a taxi in the square accompanied, of course, by five parasites who had sneaked in, in the Montoro station.
The village was in motion once again. Everyone wanted to see Bartolo, who had spent a month and a half in the capital of Vizcaya.
--How was it, Bartolo? What did you think of the place?
--I was dying to come back.-- adding, convincingly,--: There's "nottin" in Bilbao; not having, they don't even have donkeys nor braziers.
Despite his contemptuous attitude, the boy was quite smart, and Rezola didn't regret having taken him to learn the ropes of the new machinery which would come quite handy at the mine.
18 comentarios:
Pues menos mal que en Bilbao no había ná. En su pueblo sí.
Un besito.
¡Ja, ja! Ni burros, ni braseros.
José Mª Iñigo vuelve a Bilbao, la ciudad donde nació el 4 de junio de 1942 y de la que se marchó a los veinte años.
jajaj Vaya descripción...! Pero este chico estaría en "todo" Bilbao? en el mismo Bilbao? jajaj Ya sabes cómo son los de Bilbao, por dios... jaja7
Bezos.
En Burgos, en aquellos años , burros a montones, el principal burro pasó la guerra allí...En Bilbao algún burro también, de los de dos patas es todas partes hay.
Lo del brasero es muy andaluz...
Seguimos sin superprofe y Sanchico me va a mandar mañana su misiva.
Un beso.
Claro.
Como Bartolo era de Manhattan pues todo le parecía poco.
Besos.
ANTÒNIA, efectivamente así es la vida... Besotes, M.
AMELCHE, ¡figúrate qué atraso! Besotes, M.
VOLVER A BILBAO ¡ya sé que eres MIGUEL V.! Gracias. Besotes, M.
THIAGO, seguro que no se movió de la fábrica donde tenía que aprender el manejo de la maquinaria... Besotes, M.
ABEJITA, sí rucios de dos patas hay en todas partes... Y, sí, nuestro profe sigue desaparecido... Besotes, M.
TORO, efectiviwonder... Besotes, M.
GRACIAS MIS QUERIDOS
Te iba a decir como que "NA" si en Bilbao està ¡¡¡¡el Guggenheim!!!! cuàndo me encuentro con la continuaciòn del relato de tu tia.
Jajajaja, pero claro que no en esa època.
Besos
La soledad de las grandes urbes.
No hay nada como la vida tranquila de los pueblos y las aldeas (Priego tiene 15 aldeas, de entre 20 a 800 habitantes).
Beso de entrada
Nada como perderse por las caales del terruño... odio las urbes... Besos
MYRIAM, sí, en esos tiempos solo existían los altos hornos... Hoy en dia es diferente. Los bilbaínos, tan forofos del Mús, dieron el órdago ¡con el Guggenheim! Besotes, M.
ANTONIO AGUILERA, la verdad que la vida en un pequeño pueblo es relajante, aburrido, pero relajante. Y ¿sabes una cosa? He quedado alucinada que en mi pueblo NO SE VE UN GUIRI. Despues de Ibiza... ¡Qué descanso! Besotes, M.
TUCCI, un placer perderse por esos caminos... Besotes, M.
En esa época no había móviles, pero veo que tampoco eran muy necesarios.
Cómo corrían las noticias!
BESOTES MERCHE QUERIDA!
STANLEY, sí, no se necesitaban móviles... Besotes, M.
Tienes mucha razón Tihago, hace ya unos años que van de víctimas, en españa no se les critica como nos dicen, criticamos a sus dirigentes.
A ver si no me borra ahora el comentario, que no es ofensivo creo yo, veo que en este blog se borran comentarios que parece no interesan.
No tengo blog por eso tengo que poner anónimo.
no me escondo de nada lo que digo.
Sara de León
Uuuuyyyyy! Si le llegan a oír los de Bilbao no aguanta allí mes y medio, lo ponen de patitas en la calle al segundo día jajajajaja.
Besos
SARA DE LEON, borro los anónimos que no se identifican. Gracias por tu comentario. Saludos, M.
ASUN, ¡seguro! lo echan fijo. Besotes, M.
En aquellos tiempos no hacía falta ningún sistema sofisticado para controlar las comunicac iones telefónicas...
No imagino cómo un burro y un brasero pueden hacer pasar el rato a uno. Habrá que probarlo.
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