domingo, 28 de noviembre de 2010

NUEVOS DATOS ACERCA DE "EL HERRERILLO" (2)




"Y así era Juan Bravo.  A pesar de los años que llevaba trabajando, no había logrado salir de una posición menos que mediana.  Pero era feliz.  Creaba sus modelos de forja y vigilaba atentamente su ejecución, y cuando contemplaba su obra colocada en el presbiterio de una iglesia o en la entrada de un palacio, experimentaba una satisfacción tal que le compensaba todo su trabajo.  Además, tenía muy pocas necesidades que cubrir.  Se vio viejo sin haberse dado cuenta de que había sido joven, y sin apenas enterarse de que existían las mujeres.  Todo lo había absorbido su profesión.  Ahora vivía tranquilamente, con una sobrina muy beata que lo atendía perfectamente.  Le limpiaba la casa, le arreglaba la ropa, le preparaba buenas comidas, y ella se contentaba con poder acudir a las novenas y demás fiestas religiosas y visitar los domingos a una prima suya, que vivía en Las Vistillas.

"Juan Bravo invitaba a las dos, tres o cuatro veces al año, al teatro.  El día de Todos los Santos, jamás dejaron de ir a ver la representación de Don Juan Tenorio.

"Aquel hombre acogió muy bien a Juan Antonio.  El muchacho se presentó sin valerse de ninguna recomendación, exponiéndole únicamente su afición por el oficio.  Esta franqueza agradó a Juan Bravo, quien se ofreció a enseñarle y darle toda clase de consejos sobre el arte de domar el hierro.  Puso a su disposición un yunque, y así, en sus ratos libres, Juan Antonio Montejo, "El Herrerillo", empuñaba el martillo y golpeaba el hierro bajo la mirada vigilante de Juan Bravo.  A los pocos días, éste comprobó que el mozo hacía grandes progresos.

"--Deberías quedarte conmigo--le dijo un día el anciano forjador--.  Con el tiempo, llegarías a trabajar tan bien como yo.  Mis manos están temblorosas, y pienso que, dentro de poco, no podré hacer muchas filigranas.  Tu me podrías sustituir, y hasta podríamos asociarnos.  Con un poco de orden, llegaríamos incluso a ganar mucho dinero.  Yo nunca he llevado libros de contabilidad, ni pienso llevarlos en mi vida, pero contigo sería otra cosa.  Mira mi oficina.

"Juan Bravo condujo a Juan Antonio a un rincón del taller ocupado por una mesa de pino con un cajón.  Sujetos a la pared, había dos ganchos, y clavados en ellos, dos rimeros de papeles amarillentos.

"--Aquí está toda mi contabilidad--dijo Bravo--.  A la izquierda, las facturas que tengo que pagar, y a la derecha, las que tengo que cobrar.  El dinero que cobro, lo meto en este cajón, y el que tengo que pagar, lo saco del mismo sitio.  Siempre me las arreglo para meter algo más de lo que he tenido que sacar.

"El sistema de contabilidad del viejo hacía sonreir a Juan Antonio, si bien él nunca había pensado proponerle un cambio en la manera de llevar el negocio.

"En la misma pensión en que se alojaba Juan Antonio, vivía un estudiante de Arquitectura de San Sebastián, llamado Domingo Aranzábal y más conocido por Txomin.  El otro huésped era Rogelio, un cajista de imprenta nacido en Teruel, viudo y sin hijos.  "El Herrerillo" trabó buena amistad con ellos.  Con el vasco daba largos paseos por las afueras de Madrid, hablando de arte y de jardinería, pues Txomin era gran aficionado a las flores.  Despues de cenar, Txomin se quedaba en casa para estudiar durante la noche, y Juan Antonio salía con el aragonés, con quien iba a tomar café a las tascas y bares de los alrededores.

"Una noche, Rogelio lo llevó a través de unos desmontes por un barrio lleno de solares con vallas medio podridas.  Entraron en una casa aislada, de aspecto corriente.  Rogelio empujó una puerta que estaba al fondo del portal y, tras recorrer un pasillo largo y oscuro, abrió otra puerta que les dio acceso a una gran habitación cuyas ventanas estaban cerradas y atrancadas.  La única ventilación provenía de una claraboya abierta en el techo." (Continuará)

---------------------------------------------------------------------

NEW FACTS ON THE "LITTLE BLACKSMITH" (2)

"And that's the way Juan Bravo was.  In spite of all his working years, he had reached a less than average social position.  But he was happy.   He created his designs and closely supervised their execution. When he saw his works in the presbytery of a church or at the entrance of a palace, he experienced such pride and fulfillment that it amply compensated all his work.  Besides, he didn't need much.  He found himself old without realizing that he had been young and practically ignoring that women existed.  He had been totally absorbed by his work.  Now he lived, peacefully, with an extremely devout niece who took care of him very well.  She cleaned the house, prepared his clothes, cooked delicious meals and she was happy just attending church for novenas and other religious ceremonies.  On Sundays she used to visit one of her cousins who lived in "Las Vistillas".

"Juan Bravo used to invite the two of them to the theatre, three or four times a year.  On All Saints Day, they never missed "Don Juan Tenorio".  (My note:  A traditional popular Spanish play put on around November 1st).

"He welcomed Juan Antonio.  The young man introduced himself without any references just explaining his passion for the trade.  Juan Bravo liked his frankness and offered to help him and show him all the tricks in  taming the iron.  He let him use an anvil, that way, in his free time, Juan Antonio Montejo, the "Little Blacksmith", pounded a hammer over the iron under Juan Bravo's watchful eye.  In a few days, Bravo noticed his great progress.

"--You should stay with me--the old forger told him one day--.  In time, you would work as well as I.  My hands are trembly and I think soon I won't be able to do many filigrees.  You could substitute me and we could  form a partnership.  With a bit of organization we could even earn lots of money.  I've never kept track of bookeeping and I never will but, with you, it would be different.  Look at my office.

"Juan Bravo took him to a corner of the workshop where there was a pinewood desk with one drawer.  On the wall, two hooks with yellowish papers tagged to them.

"--Here is all my accounting--Bravo said--.  On the left, the bills I have to pay and on the right the ones I have to charge.  The money I get I put it in this drawer and  also what I have to pay.  I always manage to put in more than I take out.

"The old man's bookeeping made Juan Antonio smile, although, he never thought of suggesting he handle his business any other way.

"In the same boarding house where Juan Antonio was staying, was an Arquitectural student from San Sebastián, Domingo Aranzábal, better known as Txomin.  The other boarder was a printing house's typesetter born in Teruel (Aragón), a widower without children.  The "Little Blacksmith" became good friends with them.  With the Basque he would take long walks on the outskirts of Madrid talking about art and gardening, because Txomin loved flowers.  After dinner, Txomin would stay in to study all night and Juan Antonio went out with the Aragonese to have coffee in the pubs and bars of the area.

"One evening, Rogelio took him to a district, across some flat land full of plots, surrounded by half-ruined fences.  They went into a common-styled isolated house.  Rogelio pushed a door open which was at the end of the entrance, and after crossing a long, dark corridor, opened another door which introduced them in a large room which windows were closed and barred.  The only air came through a skylight on the ceiling.  (It will continue)

16 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Tanto Excel y hojas de cálculo... una contabilidad como la de Juan Bravo es infalible.

Besos.

Myriam dijo...

Merche eres terrible cortar el relato ahi.... ¿Y ahora que hago?

Espero que publiques la continuacion mañana.., a ver si la alcanzo a leer entes de viajar.

Besos

Merche Pallarés dijo...

TORO, ¿A qué sí? Me parece que su contabilidad era ¡genial! ¿Para qué se necesita mas? Besotes, M.

MYRIAM, estoy tratando de publicar todos antes de nuestro viaje pero creo que el último de esta serie (porque luego continua) la publicaré el dia de nuestro condumio. Sorry. Besotes, M.

Courbet dijo...

BUENAS NOCHES QQUERIDA AMIGA.
HACE TIEMPO QUE NO SALGO, PROQUE EL ENCARGADO DE PASEARME ME TIENE ENCERRADILLO. HOY ME DEJÓ IR AL CINE POR SER DOMONIGO Y YO ME DÍ UNA ESCAPADILLA PARA SALUDAR ALGUNOS AMIGOS-AS COMO TÚ.

COMO TODO EL MUNDO TE BESA, YO HARÉ LO PROPIO; ES QUE SOY MUY VERGONZOSO.

HASTA PRONTO, ADIOS.

Asun dijo...

Joooo, ¿Y ahora a esperar? Con todo ese misterio de la casa aislada, del pasillo tétrico, la habitación lúgubre y esa claraboya abierta...
Esta noche me la voy a pasar sin poder pegar ojo.

Besos

Merche Pallarés dijo...

COURBET, ha sido un placer recibir de nuevo su comentario. Muchísimas gracias y muchísimos besotes, M.

ASUN, como le digo a MYRIAM,
iré publicando todos (los de esta serie...) aunque el último nos pillará ya en Burgos. No te obsesiones con las ventanas trancadas ni la claraboya que no es para tanto... Besotes, M.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Hoy me quedo con una característica de este hombre: el trabajo constante por amor al oficio aunque no dé fortuna económica. En eso está en gran medida la felicidad, aunque sea difícil verlo.
Besos.

Merche Pallarés dijo...

PEDRO, cuando lo estaba escribiendo me dije: "¡A Pedro le va a encantar ésto!" y es verdad que si estás contento con tu trabajo, no se necesita mucho más. Como se dice, no es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita. Muy cierto. Besotes, M.

Anónimo dijo...

Aparentemente, triste vida la de Juan Bravo. Menos mal que su arte lo satisfacía. Pero noble con respecto a Juan Antonio. Parece que el herrerillo tenía talento.
Quedé muy intrigado con el final...

Que mejor regalo me podés hacer, que el afecto que siempre me demostrás, querida Merche!

Pido disculpas por algo que no me corresponde, pero tratándose de vos, lo hare y con mucho gusto.

Blogger (vos también has sido víctima alguna vez de sus tropelías) no me permite poner la letra más clara. La posibilidad está, pero no me deja.
Te aseguro que ya me harté de enfadarme, en algún momento se solucionará, como me ha pasado con otros problemas anteriores.

Mil gracias por tanto cariño!

BESOTES HERMOSA Y BUENA SEMANA!

Merche Pallarés dijo...

STANLEY, gracias querido y me alegro de que sepas comprender lo de los premios y regalos de mi parte que no sé como hacerlo... Pero piensa que te los mando TODOS LOS PREMIOS HABIDOS Y POR HABER. Porque tu lo vales cariñín.
La historia continua o sea que no desesperes... Muchos besotes, M.

Thiago dijo...

jaja que bonito, cari.... El herrero que no llevaba cuenta y que "a pesar de trabajar toda su vida no había llegado muy lejos" jaja como tantos trabajadores pero bueno. y eso de la "sobrina" será lo mismo que los curas de Galicia, que no tienen mujer pero todos tienen una "sobrina" en casa que les hace todo....¡y cuando digo todo, digo todo! jajaa

y ¿dónde se habrán metido? ¿En alguna venta donde canta y taconea alguna bella artista? jajaj Me voy intrigado ahora, Bezos.

Merche Pallarés dijo...

THIAGO, si lo de las "sobrinas" era muy recurrido... Aunque en el caso de Juan Bravo creo que era cierto que ella solo cuidaba de su casa al ser tan beata... pero ¡nunca se sabe! Esas beatas podían ser muy depravadas... Besotes, M.

Teresa dijo...

¡Qué suerte encontrar así la felicidad!

Supongo que hay que conformarse para ser feliz con lo que se tiene.

Yo creo que lo llevó a una casa de citas.

Merche Pallarés dijo...

BIPO, efectiviwonder hay que contentarse con lo que se tiene. Besotes, M.

Paco Cuesta dijo...

La satisfacción de la labor bien hecha.

Merche Pallarés dijo...

PACO CUESTA, efectivamente, la satisfacción de la labor bien hecha. Besotes, M.