miércoles, 2 de diciembre de 2009

UN JUEGO DE AZAR LLAMADO WÓLFRAM



"A los pocos dias de la llegada de María y Miguel, se presentaron en su casa tres capitalistas de la sociedad minera y el ingeniero Gabriel Rezola, todos ellos bilbaínos. No era la primera vez que visitaban Candera. Los capitalistas eran de esos señores tranquilos, que, además de vivir muy bien con su dinero, se divertían jugando con él. Ahora la partida se jugaba al wólfram. Las guerras suelen constituir un buen casino para esta clase de jugadores. Desde luego, estos tres acaudalados bilbaínos no eran de esos que se lo juegan todo a una carta, y constantemente se veían en la necesidad de frenar al ingeniero Rezola, hombre arriesgado y excesivamente optimista.

Rezola era un hombre tremendo. Alto, rubio, de movimientos desgarbados y al mismo tiempo elegantes. Hablaba bajando un poco la cabeza y mirando hacia arriba a su interlocutor, con un rictus de su boca un tanto irónico. En sus claros ojos guasones brillaba la inteligencia. Miguel lo conocía muy bien, y tambien María. Lo apreciaban, lo querían y al mismo tiempo lo temían. Era un hombre de inmenso corazón y mano abierta, cariñoso, transigente, divertido y muy sociable...pero, de vez en cuando, soltaba una coz y ¡ay del que se encontrase cerca de él! La soltaba generalmente por hacer una gracia, pero la patada escocía a quien la había recibido. Luego, como era tan cordial y afectuoso, se le perdonaba todo.

María instaló a los cuatro bilbaínos en los cuartos de arriba. La criada era una chica del pueblo, de aspecto bastante fino, pero francamente poco despierta. Sus ojos inexpresivos denunciaban una mentalidad de bovino. Con el tiempo pudieron comprobar que no se le animaba la cara más que cuando tenía que ir al baile del pueblo o al algún ventorro cercano. (Nota mia: no sé qué pinta la criada en este párrafo...)

Los bilbaínos estuvieron tres dias estudiando las posibilidades de la mina. Los cuatro convinieron en que se debía actuar con suma rapidez. La guerra mundial aún estaba en su apogeo. En Europa escaseaba el wólfram, que, aunque indispensable en aquel momento, vería caer en picado su precio en cuanto hubiese síntomas de que la guerra iba a terminar. Era preciso poner rápidamente en marcha el transformador. Entre tanto, había que intensificar el lavado de los terrenos".

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THE WOLFRAM GAME OF CHANCE

A few days after María and Miguel had settled, three capitalist share-holders of the mining society and the engineer Gabriel Rezola arrived in their house. All of them were from Bilbao. It wasn't the first time they visited Candera. These share-holders were very relaxed men that, in spite of enjoying a very good way of life due to their wealth, had fun playing with it. Now the game to play was wolfram. Wars were usually good casinos for these type of gamblers. Of course, these rich "Bilbaínos" weren't the sort that would bet everything on one card, so they were often trying to stop the engineer, Rezola, who was extremely daring and excessively optimistic.

Rezola was an amazing man. Tall, blond, with nonchalant although elegant movements. He spoke bending his head and looking up to his speaker with an ironic sneer. His clear witty blue eyes revealed intelligence. Miguel knew him very well and so did María. They liked him but at the same time they feared him. He was a big-hearted man, warm, generous, funny and very sociable...but, sometimes, he kicked; and beware whoever was close to him! It was usually in fun, but the kick hurt. However, since he was so friendly and affectionate, one forgave him everything.

María housed the four "bilbaínos" in the upstairs' rooms. The maid was a village girl, with fine features but, frankly, sullen. Her inexpressive eyes, revealed a bovine mentality. In time they discovered that her face lit up only when she went to the local jig or some shoddy inn closeby. (My note: I don't know what the maid has to do in this paragraph...)

The "bilbaínos" stayed three days studying the mining possibilities. The four of them coincided that they had to act very quickly. World War II was still going strong. In Europe, wolfram was still lacking. However, even if it was necessary at that moment, soon the price would fall if there were symptoms that the war was ending. It was imperative that the electric generator started working. In the meantime, the laundering of the ground had to be intensified.

13 comentarios:

Fernando Manero dijo...

Un pelin clasista veo yo a la autora de la crónica. Frente a los bilbainos, lógicamente del mismo Bilbao, listos, inteligentes y algo sobraos, estaba la criada de mirada "bovina", que sólo sonreía cuando del baile le hablaban. El Norte y el Sur coexistiendo, sin mezclarse, en la Sierra Morena, donde la luz apenas llegaba, a la sombra del negocio y de las peticiones que hacian los amigos alemanes, pues el mineral iba, bien barato por cierto, para ellos, aunque las empresas recibian fuertes subvenciones por aquel Estado en ruina, económica y moral. Me imagino a los tiarrones de la Ria hablando por los codos y presumiendo lo que está escrito, como acostumbran - o acostumbraban- hacer. No me extraña que ante tanto poderío y petulancia incluso los anfitriones se sintieran empequeñecidos, y no digamos la sirvienta andaluza, que jamás habia visto un euskaldun en su vida, lo que explica esa mirada de desorientación (muy mal, por despectivo, lo de bovino)que le atribuye nuestra admirable cronista. Qué pais. Un fuerte abrazo

Merche Pallarés dijo...

FERNANDO MANERO, mi tia no era politicamente correcta, es verdad. Tambien algunas cosas que dice en el libro me provocan vergüenza ajena y, tengo que admitir, me las salto. En aquellos años la diferencia de clases debió de ser abismal. Mis tios proviniendo de la burguesía ilustrada vasca y aunque iruneses, más humildes que los bilbaínos, quizá a veces se sentirían un poco "por encima" (mi tia más que mi tio que era muy "jatorra"--sencillo) de los locales que en aquellos terribles años deberían de estar muy atrasados en algunas cosas porque en otras, ya irás leyendo, eran más listos que el hambre. Lo de "bovina" tampoco me ha gustado mucho, la verdad. Muchos besotes, M.

Thiago dijo...

Dios, ya llego el capitalismo en pleno, jajaja...

Bezos

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Es que lo que muchos hacia daño a otros le hací vivir...me refiero a la guerra...un abrazo

TORO SALVAJE dijo...

Unos muriendo y los otros enriqueciéndose.
Como siempre.

Besos.

Kety dijo...

Creo que fue realista al describir los sucesos. No nos engañemos, siempre ha habido y habrá clases sociales, por desgracia.

Un abrazo

Pedro Ojeda Escudero dijo...

En la guerra siempre hay gente que saca provecho económico vendiendo lo que necesitan los que se matan.
Besos.

pancho dijo...

Sorry for my delay in commenting. I know I owe you some comments, but I couldn't 'cause my connection doesn't work very well lately. I hope it starts to work correctly once and for all.

I wouldn't have liked to be close to him if he kicked that way. Maybe he could have been a good footballer.

Merche Pallarés dijo...

THIAGO, sí, llegó. Besotes, M.

TUCCI, la guerra era/es una bicoca para muchos... Besotes, M.

TORO, sí, como siempre, querido. Besotes, M.

KETY, ahora no creo que la diferencia de clase sea tan dispar como, sin duda alguna, lo sería en esa época. Y mi tia, con sus casi noventa años, todavía mantenía esa diferencia en su subconsciente. Besotes, M.

PEDRO, sí, que cruel sacar provecho de algo que mata a inocentes sobre todo... Besotes, M.

PANCHO, you're forgiven. Yes, he probably would've been a very good soccer player... Besotes, M.

GRACIAS MIS QUERIDOS

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Me sumo al comentrio de Fernando Manero, con el toque de Toro Salvaje.

Besos...!

/ dijo...

Muy interesante. El señor que tiraba las patadas, era un tic nervioso, o era una gracia de él????

Muchas gracias por visitarme, querida Merche.

BESOTEE HERMOSA!!

Merche Pallarés dijo...

CORNELIVS, ¡qué cómodo eres con tus comentarios! je,je... Besotes, M.

STANLEY, lo de las patadas era una metáfora de lo sarcástico que podía ser a veces... Besotes, M.

Teresa dijo...

Me sumo al comentario de Fernando Manero. Y me he reído con tu anotación (¿qué pinta la criada en este párrafo?) quizás para recalcar su propio estatus social