viernes, 13 de noviembre de 2009

TORMENTA EN EL SECARRAL TOLEDANO (4)

CASTILLO DE GUADAMUR - GUADAMUR CASTLE


"La camioneta empezó a rodar por callejas desniveladas, entre casuchas bajas, dando tumbos. Casi al final del pueblo, se detuvo.

--Esta va a ser su casa por algunos dias--dijo el capataz--- Dejen aquí el equipaje. Mañana ya se arreglarán como puedan, pero hoy cenaremos en casa del facultativo de la mina.

Mientras decía ésto, el capataz sacó de su bolsillo una llave y les abrió la puerta de la casa de una sola planta con ventanas enrejadas. Dejaron las maletas en la entrada y, sin visitar el resto de la casa, cerraron la puerta con llave y volvieron a montar en la camioneta, que los llevó a la casa del facultativo de minas.

En el pueblo había luz eléctrica, aunque de muy mala calidad, pero aquella noche infernal había caído una chispa en el transformador, y todo estaba a oscuras.

La mujer del facultativo tenía ya encendidas en el comedor dos lámparas de acetileno, y en el centro de una mesa redonda, sobre un mantel de lino tosco, aparecía, en un gran plato de Talavera, el disco amarillo de una tortilla salpicada de pimientos rojos.

Se pusieron a cenar. Cuando terminaron, el temporal había amainado, y pudieron ir a la que iba a ser su casa durante unos dias, guiados por el capataz, quien les acompañó provisto de un farol con una vela. En la casa les dejó tres lámparas de acetileno. Una de ellas, encendida, brillaba sobre la mesilla de noche del dormitorio." (Continuará)

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STORM IN THE TOLEDO DRYLAND (4)

The van continued through twisted roads, between low shacks, bumping all the way. Near the end of the village, it stopped.

--This is going to be your house for a few days--said the foreman--. Leave your luggage here. Tomorrow you'll arrange everything, but tonight we'll have dinner with the mining expert.

While he said this, the foreman took out a key from his pocket and opened the door. It was a one-floor house with wrought-iron windows. They left the luggage at the entrance, and without looking at the rest of the house, went back to the van which took them to the mining's expert house.

In the village there was electricity although of very bad quality, but that infernal night a spark fell on the electric transformer and everything was dark.

The expert's wife had two oil lamps lit in the dining room and in the centre of a round table, over a coarse linen tablecloth, a big, ceramic "Talavera" plate on top of which was a yellow omelette spiced with red peppers.

They proceeded to have dinner. Once they were finished, the storm had calmed down and they could go to the house that would be theirs for a few days; guided by the foreman with a lantern lit by a candle. He left them three oil lamps. One of them shone on the bedside table of their bedroom. (It will continue)

15 comentarios:

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

no te vayas a creer que las citadas lámparas están muy lejos de su uso...de niño, en mi casa la luz era tan incostante, bueno la que fallaba era la compañia sevillana (Endesa, hoy)... que simpre teníamos a mano lámparas de ese tipo...

Besos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Estas tormentas en mitad del campo o de un páramo son terribles. Qué buena descripción.
Besos.

/ dijo...

Al menos pasó la tormenta y tenían un techo donde dormir, cuántas peripecias llevan vividas, verdad?

Muchas gracias por el comentario, sos adorable!!

BESOTES HERMOSA Y BUEN FINDE!

amelche dijo...

El castillo se ve muy bonito, a ver qué les deparan los siguientes días en esa casa y ese pueblo.

Merche Pallarés dijo...

TUCCI, lo sé. En los '70, aquí en Ibiza cuando vivimos en Can Plácido, las usábamos. Besotes, M.

PEDRO, son terribles en cualquier lugar pero, tienes razón, más en el campo o en un páramo. Besotes, M.

STANLEY, pues todavía les espera más peripecias... Besotes, M.

AMELCHE, leeremos. Besotes, M.

Antonio Aguilera dijo...

Me he leìdo de una tirada las cuatro entregas sobre los yermos campos toledanos, y la diluviante tormenta que les cogiò a tus tíos.

La prosa no puede ser más amena y fluida; se lee sin respiro, a tirón seguido.

Curioso que tu tía escribiera tan bien a sus noventa años. Muy lúcida ella, y mucho arte narrando.
Seguro que era una mujer de cultura, como la sobrina ibicenca, de otra forma no se entiende esta calidad.

Besote grande

TORO SALVAJE dijo...

Me tienes en ascuas, venga....

Besos.

Merche Pallarés dijo...

ANTONIO AGUILERA, si vas al principio del libro, creo que a principios de 2009, leerás lo que escribió su hijo sobre ella... Por cierto que están de camino a ¡Sierra Morena! Besotes, M.

TORO, qué impaciente... Besotes, M.

GRACIAS MIS QUERIDOS

Merche Pallarés dijo...

TORO, para darte el gusto, continuo ahora. Besotes, M.

Myriam dijo...

Menos mal que ya llegaron a Toledo y que la tormenta amainó.

¡Cómo me gusta esta Ciudad!

Besos

Merche Pallarés dijo...

MYR, sí, Toledo es fascinante. Muchos besotes, M.

Anónimo dijo...

Aquello era ir a ciegas y sin saber donde. Que vida mas dura la de aquellos tiempos.

Un beso

Merche Pallarés dijo...

ALEX, sí la vida era dura en esos tiempos pero ¡lo bien que se lo pasaban! Besotes, M.

Myriam dijo...

bbbbbrrrrrrrrrrrr que frio debió de hacer.....

Besos

Teresa dijo...

Tortilla con pimientos rojos?
de toda la vida con pimientos verdes