"Don Joaquín recetaba a todos sus enfermos prácticamente los mismos medicamentos. Era raro que saliese de las pastillas de clorato de potasa, del agua de Carabaña, del bicarbonato, de los emplastos de linaza y mostaza y del sifón. ¡Esto último no podía faltar!
"El Perdigón" tenía la precaución de disponer siempre de una buena cantidad de sifones, porque era sabido que, después de la consulta, todos iban a por el consabido sifón. Al principio "El Perdigón" se los hacía traer de Montoro, pero, en vista del gran consumo, compró una pequeña máquina que vio anunciada en los periódicos de Barcelona y empezó a fabricarlos él mismo, poniendo buen cuidado en que el agua procediese del pozo de los galápagos del patio de Mari Juana.
Obviamente, el farmacéutico de Candera no podría hacer fortuna con los medicamentos recetados por don Joaquín, pero el titular de la farmacia era rico, y a la sierra no llegaban los inspectores, razones por las que él vivía tranquilamente en Córdoba, dejando que atendiese la farmacia un individuo que al mismo tiempo hacía de sacristán."
(Nota mia: para refrescaros la memoria, "El Perdigón" era el delicado dueño de la taberna casado con la fiera de "Peporra")
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A NOT TOO SELF-SACRIFICED DOCTOR (2)
Don Joaquín prescribed the same medicine to all his patients. It was rare that he would go beyond the potassium chlorate pills, "Carabaña" water, bicarbonate, linseed and mustard poultices and soda water. The latter could NOT fail!
"El Perdigón" (The Pellet) always made sure he had a good stock of it because he knew that after the doctor's appointment, everyone would go and get the alluded soda water. At the beginning, "El Perdigón" had it brought from Montoro but, seeing the great success, he bought a small machine, he saw advertised in newspapers from Barcelona, and started making it himself, making sure the water came from Mari Juana's tortoise well.
Obviously, Candera's pharmacist couldn't make a fortune with the medicines prescribed by don Joaquín, but he was a rich man and since no inspectors came to that part of the mountains, he lived comfortably in Córdoba, leaving the pharmacy in the hands of a man who at the same time was the sexton of the church.
(My note: to refresh your memory "El Perdigón" was the gentlemanly owner of the tavern, married to the fiery "Peporra")
23 comentarios:
Vamos como Ramón y Cajal...
Que desastre de médico.
Besos.
Farmacéutico y sacristán. Y a sifonazo limpio, no hay bactería que se resista. Voy a comprarme uno.
Besos
De haber sabido las propiedades del sifón, los actuales responsables sanitarios de este país no habrían comprado tantas vacunas para la gripe A este invierno. Directamente habrían recomendado unos buenos lingotazos por ejemplo de vermouth con sifón, o de vino con sifón...
Es más incluso el farmacéutico-sacristán los podía haber repartido en la comunión (para pasar la oblea, digo) jajajaja
Besos
Me gustó eso d elas ocupaciones múltiples... y lo del agua de los galápagos, sencillamente: ¡Genial!
Besos
jaja y pq dejarían de fabricar sifones con lo buenos que eran para todo? jaja
Bezos.
Creo que yo también me compraré un sifón. Menuda historia más buena por no decir increíble. Sifones y no vacunas es lo que nos hace falta a todos jajaja.
Excelente.
Un abrazo.
Hola Merche: no he tenido que esprar a mañana. que bien! i además de risa.
Vaya con el sifón! en cuanto a lo demás: O.K.
En el pueblo donde crecí, había un médico de cabecera que siempre recetaba un “Octalidón y agua de Vichy”. No era el de nuestra familia. Pero leyendo tu entrada, recuerdo a pacientes suyos, coincidir en la tienda de ultramarinos, donde vendían el agua de Vichy y preguntarse extrañados…
.-Qué raro que te haya recetado para el mareo, lo mismo que a mí para el dolor de estomago. Y el vendedor de la tienda, respondía…
.- Para mi migraña, también me lo recetó y ya no me duele la cabeza.
Todos salían con dos botellas.
Un abrazo
Veo que aquí el que no corre vuela!!
Pavada de doctor!!
BESOTES HERMOSA Y BUENA SEMANA!!!!
Mi compañera de blog , la arañita campeña, vive en Carabaña (Madrid),aunque trabaja en Campo Real , de ahí lo de campeña. Le podíamos preguntar por ese remedio que, según mi madre, sabía a rayos. Era un agua purgante, como la de Loeches, pueblo cercano, que debía ser parecida.
Vaya joya de médico, lo del sifón no entiendo qué pretendía curar.
País tercermundista, hace tan poco.
Un abrazo
Si, ya lo creo, estupendo post. Recuerdo con cariño aquellos sifones...!
Besos.
ahora que recuerdo, yo conocí a alguien que sin ser medico, lo arreglaba todo con lo mismo, jejejej
Un beso cielo
los sacristanes en esa época eran multitarea...sabían mucho los muy ladinos...un beso
Yo a ese médico lo conozco. No será inmortal y ciudadano del mundo?
Un beso Merche!
TORO, igualito, sí... Besotes, M.
PEDRO, ¡qué pena que ya no vendan sifones! Si son tan milagrosos, creo que yo tambien me compraría uno. Besotes, M.
ASUN, he quedado admirada de las cualidades del sifón... Lo de las óbleas no es mala idea... Besotes, M.
MYR, es que no podía ser de otra manera, querida. El agua tenía que venir de ese pozo... Besotes, M.
THIAGO, seguro que dejaron de fabricarlos al percatarse las poderosas farmaceúticas los logros de sus virtudes. ¡Les quitaba negocio! Besotes, M.
MODERATO, eso, eso. Necesitamos sifones. Besotes, M.
MONTSERRAT SALA, ésto del sifón veo que ha tenido mucho éxito. Besotes, M.
JAN PUERTA ¡excelente anécdota! Tendremos que apuntar el agua de Vichy tambien. Por lo menos esa todavía existe... Besotes, M.
STANLEY, listo que fue "El Perdigón" al fabricarlos el mismo, visto el éxito... Besotes, M.
ABEJITA, nunca probé el agua de Carabaña pero en mi niñez sí que era popular. Ahora, no sabía que el sifón era tan bueno para todo... Habrá que reivindicar su vuelta. Besotes, M.
CORNELIVS, yo tambien me acuerdo. Besotes, M.
ALEX, pues qué curioso... Sí, alguna virtud tendrán los sifones... Besotes, M.
TUCCI, se ve que eran hombres para todo... Besotes, M.
MARCELO, no me extrañaría... Besotes, M.
GRACIAS MIS QUERIDOS
Menudos recuerdos esas botellas de sifón¡
Genial, nena,
Un besazo!
En mi vida solo vi un sifón. Me pareció más divertido que salutífero.
Abrazos.
No quisiera pecar de cenizo pero, por animar el debate, me resisto a sumarme a la sarta de improperios que se están soltando sobre ese médico rural. A falta de saber porqué sanó la mujer malherida que llegó a su "consulta" en el serón de un asno, lo cierto es que el panorama que presenta el relato es el típico de la medicina rural en la España de los años cuarenta, donde ni los médicos tenían medios, ni muchas veces la formación necesario. Pio Baroja, que fue médico en Cestona, describe las enormes penurias que tuvo que pasar, lo que le obligó a dejar la bata y a dedicarse a la literatura, y Miguel Delibes en varios de sus libros alude también a la medicina de la época, con ese grado de comprensión que ponia en sus personajes el maestro desaparecido. Lo del sifón era un sucedáneo del agua carbonatada, que a veces se utilizaba para aliviar la acidez de estómago, y en muchos sitios ni había. Y lo del agua del pozo de las tortugas quizá fuera porque no estaba tan contaminada. Y en cuanto a la farmacia, nadie hablaba entonces de farmacia en el rural profundo. Era simplemente la botica, con frecuencia ubicada en la tienda de ultramarinos y coloniales, y quien la regia era el boticario, un tipo experto en pócimas y brebajes, ya que, salvo alcohol, sinapismos, parches y sangrias, no habia productos farmacéuticos que llevarse al coleto. Ni puta idea tenia el tipo de farmacología (Delibes también lo cuenta). La penicilina llegó a España en los cincuenta y la aspirina algunos años después. No quiero disculpar a ese médico, sino entenderlo en su época, en la época en que se hablaba de matasanos y sacamuelas. Una España terrible, cerrada al exterior, sin un duro, con médicos mal pagados y con una esperanza de vida que sólo llegaba en 1950 a los 52 años. Entiéndeme, querida Merche, es por animar la tertulia. Un fuerte abrazo.
SILVIA D., sí ¡cuántos recuerdos esas botellas de sifón! Yo, la verdad, las echo mucho de menos. Besotes, M.
JUAN LUIS, Ay, qué joven eres... Besotes, M.
FERNANDO MANERO, excelente tu comentario y querer, a toda costa, defender a don Joaquín y crear un debate que mucho me temo no llegará (a nivel "multitudinario" quiero decir...). Referente a la anciana del serón, no sabemos porque se curó--por lo menos mi tia no lo cuenta--¿Sería por el sifón? ¡Quién sabe!
Y, sí, lo de "farmaceútico" era demasiado pomposo para la época, especialmente en Candera... Sería el boticario, como tu bien dices pero parece ser que no estaba "embutido" en un ultramarinos sino que tenía su propia farmacia... Tambien puedo comprender las penurias de los médicos rurales de esa época negra y en eso te doy la razón, querido Fernando pero, como describe mi tia a don Joaquín, creo que era un vivalavirgen que pasaba olímpicamente de sus pacientes. Mañana postearé el final de esta saga medicinal. Besotes, M.
Me rindo a tus argumentos, querida Merche. Acepto que Don Joaquin era un badulaque o un currutaco, mas también reconozco que me cuesta no ser condescendiente con los profesionales que en aquella época de sordidez y miseria franquista tenían que sobrevivir y tratar de hacer viriguerías con la miseria que aquella atroz guerra civil y los matones que la ganaron trajo consigo.Un beso, Merche
FERNANDO MANERO, totalmente de acuerdo, querido. Seguro que en esa época oscura franquista muchos médicos rurales, y no tan rurales, las pasaron canutas. Seguro.
¡Me ha encantado lo de "badulaque" y "currutaco"! Pero no tengo ni idea de lo que significan. Por favor traduce. Gracias. Besotes, M.
placebos para matar la falta de penicilina
Holaa que interesante! Trabajo en una empresa en Alemania que se llama Die Siphon Manufaktur y restaura a los sifones de soda antiguos y los envía a todo el mundo. La intención de la empresa es revivir la cultura del agua de seltz :) Saludos.
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