miércoles, 16 de julio de 2008

ALZHEIMER

Dicen los expertos que cuando empiezan los síntomas del Alzheimer (toda la vida se le ha llamado demencia senil...) uno se acuerda de acontecimientos que pasaron a los tres años pero no lo que pasó ayer. Chicos/as, queridos bloggers, eso me está pasando a mi. Antes de que se me vaya la olla del todo, os voy a contar algunos acontecimientos que me pasaron a los tres años. Primero, lección de humildad: a esa tierna edad le llamé bruja a mi amona (abuela en euskera), ella me hizo arrodillarme delante de ella y pedirle perdón. Lo hice. Jamás le llamé bruja en mi vida. Con cuatro años, lo de la edad de la razón (supuestamente era a los siete) ya me carcomía las neuronas. Me preguntaba ¿por qué dirán que la edad de la razón es a los siete, cuando me doy perfecta cuenta si hago bien o mal? A esa edad, la existencia de Dios (o quien sea) tambien me comía el coco. No lo veía, quería verle, entonces me era muy dificil creer en él. A los cinco, me chocaba ver a muchos (era la postguerra) con chepas, jorobas en la espalda. Tambien me sorprendía ver a nuestra vecina, delgada, de repente con un bombo en su estomago. Un dia paseando con mi padre, me dijo, Mari-Merche (es como me llamaban en casa) anda más tiesa porque te va a salir una chepa en la espalda, le contesté, ay, papá, no me importa con tal de que no me salga en el estomago... Tambien en aquellos años, no sabíamos NADA del sexo ni de donde venían los niños... Durante muchos años estuve convencida de que nacían por el ombligo ¿por qué, para qué servía ese apéndice? Tambien con cuatro años descubrí porque hacemos daño a la gente que queremos. Iba por el campo con mis perros, les adoraba, les tenía entrenados para que cuando fueramos a pasear, cada uno me diera su patita e ibamos andando juntos. Nos paramos en el alto de un montecillo y les pegué con saña, con rabia, me miraron con unos ojos incrédulos, no entendian nada. Me di cuenta de por qué hacíamos daño a lo que más queríamos, les abracé. Fue un momento de locura pasajera que me hizo entender que somos muy contradictorios en nuestros sentimientos. Mañana lo escribo en inglés.

Experts say that when Alzheimer begins to appear, it's when one doesn't remember what one did the day before but remembers what one did when she/he was three-years-old. Well, boys and girls, dear bloggers, this is what's happening to me, so, before my brain goes down the drain..., I'm going to tell you some of the things that happened to me at that tender age. First of all, a lesson of humility. When I was three I insulted my grandmother saying that she was a witch. She made me kneel down in front of her and apologize. I knelt down and apologized. Never called her a witch again in my life! When I was four, the age of reason (supposedly, was at the age of seven) also gnawed my brain cells because I couldn't understand WHY it had to be SEVEN when I knew perfectly well the difference between right and wrong. At that age the existence of God--or whoever--was another concept that I couldn't digest. I wanted to see him. It was very difficult for me to believe in him...
When I was five, I saw many hunchbacked people (it was the post-civil and Second World war years), I also saw our very slim neighbour all of a sudden with a huge tummy. One day walking with my father, he told me to walk straight because, if not, I would get a hump on my back; I said to him: "Dad I don't care but I'd HATE to have one in my tummy..." Also, in those years, we didn't know, absolutely, anything about SEX. For many years I thought babies were born through the belly-button because, WHY did we have that appendix? At the age of four, I discovered why we hurt people we love. I adored my two dogs--I had them trained, when we went to walk through the countryside, each of them stood up on their hind legs, I grabbed one of their front legs and we started walking hand in hand-- one day when we sat down on top of small hill, suddenly, I started spanking them with rage, they looked at me in disbelief with very sad eyes... I couldn't understand what overcame me and why I hurt them. I embraced them. That made me realize the ambivalence and contradictions of human feelings.

27 comentarios:

Francisco O. Campillo dijo...

Creo que compartimos una inquietud común en algunos temas, así que aquí te dejo un par de tercetos que he oido hoy y que tal vez te hagan reflexionar.

No digo que sí o que no.
Digo que si Dios existe
no tiene perdón de Dios.

No digo que no o que sí.
Digo que me gustaría
que Él también creyera en mí.

Son de Manuel Alcántara.

P.S. Pon CAMINANDO en tus favoritos. Lo digo por lo de la demencia senil ;-)

Anónimo dijo...

Querida Merche:

Alzheimer y demencia senil no son exactamente lo mismo. El primero es una manifestación específica de entre muchas otras demencias. Mi madre tenía Alzheimer (murió el pasado enero a los ochenta y pico) y todavía recuerdo cuando empezó a ser incapaz de repetir: manzana-caballo-peseta.
Pero, encaminándonos al asunto de tus recuerdos de infancia y con la inquietud religiosa de fondo, yo también me acuerdo de unos versillos que aplico a la religión: "Ni contigo, ni sin ti. / Contigo, porque me matas / Sin ti, porque me muero). Un abrazo.

Teresa dijo...

Pues me apunto al carro. Siempre he sido muy rebelde en estos aspectos, recuerdo haberle pedido todos los días de mi vida, a mi madre que me sacara del colegio de monjas, no me cuadraba nada. ¿Cómo era eso de predicar con el ejemplo?...

Lo del bombo y la chepa tie mucha gracia...

Lo que eras y eres es una persona muy inteligente y en la sociedad de hoy eso es una putadita. Los tontos van al cielo jeje

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Mari-Merche: a mí también me dijeron lo de la chepa. Llegué a la conclusión de que, donde no quería que me saliera, era en el alma.
Hoy hace una noche bellísima. Besos.

amelche dijo...

Bueno, al menos, no pensabas que a los niños los traía la cigüeña de París... Algo más encaminada ibas.

Pero no exageres, que no creo que te esté entrando de repente la demencia senil. Será que lo que hiciste ayer fue tan aburrido y rutinario que ya se te ha olvidado, mientras que lo de los 3 años, por algo se te quedó grabado y te acuerdas.

Merche Pallarés dijo...

FRAN, veo que tu y yo hemos tenido las mismas inquietudes en nuestra infancia... Me gusta mucho el poema. Tienes razón te tengo que linkear... Besotes, M.

RAUL, perdona no lo sabía pero seguro que tienes razón. Siento mucho lo de tu madre. Mi tia Mercedes tambien lo tuvo desde los 80 hasta que murió a los 94. Catorce largos años viviendo como un vegetal... yo, por si las flies ya he hecho mi testamento vital. No quiero ser una carga para nadie si me pasara. Ese poema me suena muy conocido pero no me acuerdo si es de Sta. Teresa o de Becquer (lo mas probable es que es de Neruda...) Besotes, M.

BIPO, gracias por tus piropos pero, la verdad, es que soy mas bien normalita... Besotes, M.

PEDRO ¡No me digas que ahora me vas a llamar Mari-Merche! ¡Horror de los horrores! Me ha gustado mucho lo de la chepa en el alma... Besotes, M.

AMELCHE, he exagerado un poco... sí que me acuerdo lo que hice ayer y antes de ayer. Me he permitido una licencia literaria... Besotes, M.

GRACIAS QUERIDOS

Merche Pallarés dijo...

Por cierto, FRAN, sí que tengo linkeado como uno de mis favoritos. Besotes, M.

TORO SALVAJE dijo...

Que bien me lo paso con tus recuerdos Merche.

Es un privilegio leerte.

Besos.

Merche Pallarés dijo...

TORO, ¡Bienvenido de vuelta! Ya te echaba de menos... Besotes, M.

Fernando Manero dijo...

Merche, no vuelvas a utilizar la palabra Alzheimer para referirte a tí. No lo soporto ni lo entiendo. No me provoques. Te veo lúcida, divertida, ocurrente, lozana, curiosa impenitente. No te compliques la mente con fantasmas que no existen. Vive la vida. Disfruta de tu tiempo, sumérgete en tu espacio y mira siempre hacia el futuro, manteniendo esa mirada hacia el pasado que tan buenas lembranças (recuerdos) nos ofrece. Carpe, diem, amiga. Tue evocaciones revelan una niña despierta, curiosa y ávida por descubrir. A edad temprana todo un mundo de sensaciones se abria a tus ojos que lo querían abarcar todo. Y, a fe, que lo conseguian. Tu mente no paraba, todo eran interrogantes, todo deseo por aprender. Con esas mimbres fraguadas en la infancia, con ese espíritu abierto a lo nuevo, que se renueva sin cesar, con ese afán por avanzar en la senda de lo indescifrable.... con todo eso, ¿cómo entender que se baja la guardia y se teme por lo que no tiene sentido?. Conserva la curiosidad por lo que te rodea, aquí y acullá, y lo que te rodea te mantendrá lozana como la planta vivaz que nunca pierde su verdor. Un fuerte abrazo

Merche Pallarés dijo...

FERNANDO ¡Qué bonito lo que has escrito! Gracias. No te preocupes, el Alzheimer no me quita el sueño aunque en mi familia, como le digo a Raúl sí que tuvimos el caso de mi añorada tia Mercedes (la de tio Gerardo) pero ha sido el único. Yo estoy tranquila y sigo el carpe diem al pie de la letra, ¡no faltaría mas! Besotes, M.

Silvia_D dijo...

Yo no es que tenga muchas tetas, es que voy "echá pa lante" , jolín que manía tenían con lo de la chepa :P

Tú alzeimer no padeces , no jajajaj

Besos, querida amiga y bon dia

David Baz dijo...

Hola Merche!!!

He leído que dices que sigues el carpe diem al pie de la letra, y eso es algo que me parece genial, con esas intenciones tienes poco que temer! (Admirable)
Con tu permiso me he reído mucho con lo de la chepa en la barriga, me ha hecho mucha gracia, yo pertenezco a otra generación posterior y aunque no me atrevo a decir que hemos estado más informados (igual hemos sido informados de otra forma...) me ha llamado la atención.

Qué bueno es que quieras compartir tus recuerdos Merche, a mi es lo que más me suele interesar de una persona, creo que en ellos hay gran parte de nosotros.

Un besazo!!!

MeTis dijo...

chica, me has asustando con tus primeras lineas¡¡

mira, eso es sobre algo que no bromeo y te dire, aunque te rias, que ultimamente es un tema que me preocupa bastatne, son incapaz de recordar 3 articulos seguidos cuando voy a buscarlos al almacen, se me olvidan nombres, acontecimientos... si ya se, le pasa a todo el mundo, pero hasta mis compañeras se han dado cuenta y me han recomendado que vaya al medico.. no siempre aparece entrada la vejez (y que conste que no lo digo por ti eh1)

yo no me acuerdo de apenas nada a esa edad. lastima¡ hare ejercicios de memoria.

un beso wapa

Unknown dijo...

Querida Merche: la gente que estamos más cerca de los 60 que de los 40 tememos esta maldición del alzheimer. Pero como una es optimista piensa que para cuando nos toque ya habrá salido algún remedio y si no Dios dirá.
Y la tememos más si en la familia hay alguien con esta enfermedad. En mi caso, una tía paterna y ahora una prima. Con mi prima Montserrat se me rompe el corazón, tan sensata con una memoria prodigiosa y ahora...
Sea como sea es una tontería preocuparse por lo que pueda pasar si no está en nuestras manos solucionarlo.
Tu abuelita usaba métodos expeditivos, creo que me hubiera gustado un montón. Nada de tonterías ni faltas de respeto y en cambio no te veo traumatizada(ja, ja, ja!!!!)
Lo de la chepa debía ser endémico de la época. Mi madre solía rayarme con "ponte derecha", no te arrimes al fregadero y "camina como una señorita que pareces un albañil". También con lo de "fumando como un "homenot" o ir al bar como un hombre".
Muchos besos.

Merche Pallarés dijo...

DIANNA, ¿¿¿qué tienen que ver las tetas con la chepa??? Nena, estás estresada, tienes que descansar... Hoy toca ¡Quijote! Besotes, M.

DEVIN, gracias por tu comentario. Sí, soy una vieja loca que disfruta con lo que la vida le ofrece. En mi época, el sexo era tabú. No sabíamos nada de nada, en España. Porque en Canada sí que un cura (irlandés MUY guapo...) nos daba lecciones de sexualidad cuando teníamos 17 años.
Si quieres saber más sobre mi vida tienes que clickear los posts antiguos. Te vas a divertir... Besotes, M.

METIS, querida, eso es normal. Que no te acuerdes de tres artículos insignificantes y aburridos que tengas que ir al almacén a buscarlos. No te preocupes. Yo estoy bien, como le digo a Amelche, lo he escrito como licencia literaria (eso de que no me acuerde lo que hice ayer...) y lo de que no te acuerdes de tu infancia, tambien es normal porque está muy cercana. Uno se acuerda cuando han pasado MUCHOS años... Besotes, M.

ANTONIA, Sí, seguro que para cuando nos toque--espero, que nunca--el alzheimer de los collons...ya habrán encontrado una cura o habrán aprobado la eutanasia (por eso he hecho mi testamento vital...) y, yo encantada, me voy "colocada" al otro mundo con un buen chute de algo... Y, sí, lo de las chepas era endémico de la época por eso nuestros padres tenían tanta manía de que anduviéramos derechos. Y,no, no me traumatizó lo de mi amona, al contrario, me quitó el orgullo malsano que estaba desarrollando en la época; por eso digo que fue una lección de humildad. Gracias por tu comentario, querida. Besotes, M.

Porteña en Madrid dijo...

Hola Merche:
primero, te debo la explicación de como conectar con la radio de los chicos. Es www.cadenadelsol.com y está en Paraguay, por si la pones en google. La verdad es que yo intenté escucharla y no la agarro bien, pero bueno, inténtalo tu.
Sobre este post: me quede con la escena de los perros. A mi me paso lo mismo, pero a los 20 años con una gata que tenía. Le pege fuerte y me hizo tan mal, que tuve que hablarlo en terapia. Al final comprendí que llevaba una agresividad puesta (cosas de la vida) que nadie se merecía recibir. Creo que ahí empecé a ser buena.....

un abrazo.

Merche Pallarés dijo...

MARIANA, gracias por la información de los Chuquis. A ver si les escucho este sabado... Hija, a los 20 es un poco mayor para atacar a tu gato... por eso has tenido que ir a terapia... Yo, gracias a dios--o quien sea--aprendí por mi cuenta. Nunca he ido a terapia. Estoy loca de nacimiento. No hay nada que hacer. Gracias, querida, por tu comentario. Besotes, M.

Myan Daras dijo...

¡Hola!, Mariana ha preguntado lo mismo.... Saludos, muchos, muchos

Anónimo dijo...

Alzheimer es deterioro, tu estás muy lúcida, aún en tus recuerdos hay vida.Es de lo que se alimenta el alma, de recuerdos y sentimientos.Qué cercanos parecen,casi se podrían tocar.

Noche de luna llena, buenos deseos y besos

Merche Pallarés dijo...

MYAN, siempre tan enigmático... Besotes, M.

CARMEN, gracias de nuevo por tu comentario tan cariñoso. Besotes, M.

Abuela Ciber dijo...

Esa palabrita alemana no la tengo en mi vocabulario, lo mismo que demencia senil.
No sirven nada más que para dañar.
Por lo tanto las borre con una buena goma.
No dejare que mis pensamientos se vean ateridos por ellas.
Ni ahi!!!
Cariños.

Merche Pallarés dijo...

ABU, yo tambien la quiero borrar pero, desgraciadamente, existe ¡qué le vamos a hacer! Esperemos, como le digo a Antonia P. que no nos toque. Gracias por tu comentario, como siempre, muy cariñoso. Yo te leo a menudo aunque no siempre te haga comentarios (¡tienes ya tantos!) Besotes, M.

Anónimo dijo...

Leyéndote se me hizo un nudo en la garganta, porque también recuerdo malas actitudes que tuve de niña. Lo doloroso es que ya no las puedo remediar, ¡para colmo las recuerdo constantemente!... ojalá las olvidase para siempre.
Y ahora a ponerle un cachitín de alegría, que si no terminaremos todos abrazados, llorando como pavos... MARIANA, ¡qué barbaridad, le pegaste al gato!

Merche Pallarés dijo...

CHUQUIS, la infancia es un espacio de aprendizaje, hay que experimentar varios sentimientos y uno de ellos es el odio pero tambien el amor... Yo, en el fondo ¡adoraba a mis perros! No nos pongamos tristes... Besotes, M.

Pilar dijo...

Me encanta cómo escribes, cómo te sinceras, cómo nos cuentas tu vida.
Me encanta, ya te lo he dicho más veces.
Yo, la verdad es que tengo recuerdos desde muy temprana edad.
Fui una niña feliz y tranquila.
Lo que recuerdo perfectamente es que me enamoré a los 10 años, y recuerdo perfectamente lo que sentí cuando nos fuimos de vacaciones y sabía que iba a dejar de ver a ese chico que me gustaba durante 15 días...Sentí la angustia y la separación. Puede parecer ridículo pero así fue.
Lo de Dios es algo tan difícil y fácil a la vez que no hay quien lo entienda. Tal vez está aquí y no lo vemos, quién sabe, Merche.
un beso, corazón.

Merche Pallarés dijo...

PILAR, ¡Gracias por tu comentario siempre tan cariñoso, además estando de vacaciones! No sabes qué ilusión me ha dado. Gracias de nuevo. ¡Ah, esos amores infantiles! A mi tambien me gustó uno mucho, antes de irme a Canada... (cosa que agravó mi mal de país cuando llegué a Toronto). Besotes, M.