Retomo las historias de mis tios. Dejamos el último capítulo con las dificultades de la locomoción, ahora sigo con este capítulo:
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I'm continuing with my aunt and uncle's stories. The last chapter had to do with the difficulties in transportation, now I continue with the following:
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"Miguel mantenía frecuente contacto con la gente del pueblo. Acostumbraba a ir al bar de "Perdigón" a charlar con el facultativo de minas, con Mateo, con el maestro de escuela, con algunos mineros y cortijeros, y hasta con el cura.
De vez en cuando, se incorporaba a la tertulia algún guardia civil. Allá se hablaba de todo y se bromeaba, mientras se tomaban tapas y banderillas de conejo, morcilla, higadillos, piel de cerdo, setas de saúco y hasta de lagarto, acompañadas de vino manchego. La taberna de "Perdigón" era el tamiz por donde pasaban todas las noticias de Candera y sus alrededores.
Por su aire aristocrático, el tabernero destacaba desconcertantemente entre toda aquella gente. Se antojaba absurda la presencia de un hombre tan distinguido en aquel ambiente. "Perdigón" era alto, rubio, delgadísimo, con manos de pianista y modales de cortesano del Renacimiento. Servía un vaso de vino como quien ofrece una flor.
Habría que buscar tal vez el orígen de esta distinción en las cacerías de venados y jabalíes, que los duques y marqueses de Madrid, Toledo y Córdoba organizaban por aquella parte de Sierra Morena.
En honor a la verdad, diremos que, a pesar de tanta elegancia y delicadeza, la eficacia de los servicios de "Perdigón" era dudosa. Pero allí estaba para suplir sus deficiencias "Peporra", su mujer. "Peporra" era alta, fuerte, de pelo rojizo y cara blanca, con muchas pecas. A través de su blusa, transparente y muy ceñida, se marcaban sus músculos de boxeador. Trabajaba sin parar y sin cansarse. Cuando alzaba los brazos para coger en una estantería una caja de botellas o se subía en un banquillo para descolgar un jamón, la clientela contemplaba admirada su grupa de caballo percherón." (Continuará)
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Miguel had frequent contacts with the village people. He used to go to "Perdigon's" bar to talk to the mine's foreman, to Mateo, to the school teacher, to some miners and farm owners, and even to the priest!
From time to time, a Civil Guard, joined the conversation. They talked about everything and joked while eating rabbit, bloodpudding, liver, pigskin, mushroom and even lizard "tapas" accompanied by red wine from La Mancha. "Perdigon's" tavern was the sieve where all the news of Candera and its surroundings, filtered.
Due to his aristocratic look, the barman, bewilderingly, stood out among all the rest. His very distinguished demeanour felt somehow absurd in that ambience. "Perdigón" was tall, blond, very thin with beautiful hands and his manners were that of a courtly Renaissance man. He served a glass of wine as if he was handing you a flower.
Perhaps the origin of this distinction had to do with the hunting sprees of venison and wild boar, dukes and marquesses from Madrid, Toledo and Cordoba used to organize in that part of the "Morena" mountain range.
However, in truth, we must admit that despite all his elegance and refinement, "Perdigon's" efficiency was quite lacking. But there was his wife "Peporra" to make up for his deficiencies. "Peporra" was tall, strong, red-haired, with a very white face full of freckles. Through her transparent, very tight blouse, one could see her muscular, boxer-like arms. She worked constantly without ever getting tired. When she lifted her arms to grab a case of wine or she stood up on a stool to lower a leg of ham from the ceiling, the clientele admiringly looked at her horse-like rump. (It will continue)
lunes, 25 de enero de 2010
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21 comentarios:
¡Ya teníamos ganas de volver a saber de ellos, que nos dejasta a medias!
Hola Merche
Ves? Ha dado resultado
Ahora debo pensar cuando iré por allí
¡Qué bueno, ya estaba espererando ansiosa la continuación!
Besos
¡Caramba! ahora se descubre el interés del General Franco con tanta capitanía general. Me quedé en diciembre creo. Así que ya volveré a leer este capítulo
jajaa por dios, no si ya dicen que detrás de cada gran hombre... ¡Qué genial descripción de la típica taberna: él hablando con los parroquianos mientras la mujer carga con todo el curro, jajaj
¿Grupa de caballo percherón? jajajajaa.
Bezos.
La grupa de Peporra....
Que sexy.
Besos.
En un bar así me pasaría media vida.
Un abrazo
Bueno, me imagino que Perdigón hacía de relaciones publicas y por eso de su educación exquisita...
Un beso
PEDRO, pues aquí están... Besotes, M.
FORO, ¿Miguel? Qué información más interesante pero qué raro que no mencionen Candera... Besotes, M.
MYR, me alegro. Gracias. Besotes, M.
BIPO, no he entendido lo de Franco y las capitanías generales... Besotes, M.
THIAGO, parece ser que los pantalones los llevaba ella, sí... El era divino... Besotes, M.
TORO, tenía toda la pinta de ser MUY sexy... Besotes, M.
JAN PUERTA, te imagino hablando con todos los parroquianos y sacando fotos, sí... Besotes, M.
ALEX, creo que en esa relación la mujer era Perdigón y el hombre Peporra (por la descripción que hace mi tia). Besotes, M.
GRACIAS MIS QUERIDOS
bienvenida!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!11
¡METIIIIIS! Te llamo un dia de éstos para nuestro bullit (que no se me olvida...). Besotes, M.
this was a good start to the return of the story. Again, your aunt's narrative abilities are great! She really has the knack for creating vivid visualizations of the scenes and people she is describing.
thx for sharing!
Es interesante la lectura del relato, aunque sea a retazos, suponiendo que "Candera" sea en realidad Cardeña :-). Útil para echar a andar la imaginación y situarse en aquella época.
La verdad es que las minas de Cardeña, sean de wolfram o de cualquier otra cosa, son siempre muy interesantes...;-)
Echaba de menos esta saga de relatos...!
Estupendo, como siempre.
Besos.
NORTHSHORE, thanks. I also think that my great-aunt, for her age, had a wonderful knack at describing local situations. Hugs, M.
ANÓNIMO, ante todo me gustaría saber quién eres, no me gustan los anónimos... Quizá tienes razón y era Cardeña en vez de Candera. Pero no entiendo porque mi tia insistiera con Candera... Besotes, M.
CORNELIVS, gracias por seguir la saga. Besotes, M.
Bienvenida a casa, guapa! Y a seguir la historia...
Un beso
MARCELO, ¡gracias, corazón! Besotes, M.
La distinción aristocrática de Perdigón daría para otra novela. En cuanto a Peporra me recuerda de una manera que no podría explicar a mi abuela aunque jamás le oí una palabra soez.
Besos.
ANTÓNIA P. sí, muy misterioso ese Perdigón... pero qué pareja más estrambótica ¿no? Besotes, M.
¿No era un lujo el tapeo y el vinito.?
¡Qué afortunados fueron!
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