domingo, 11 de abril de 2010
UN CEMENTERIO "PRIVADO" (2)
"Martinillo era de manos hábiles y muy ingenioso, y allí era donde, además de las jaulas y los cepos, fabricaba las graciosas marionetas, a las que hacia bailar con gran desparpajo. Para su construcción, empleaba palos, hilos, alambres, cañas y calabacitas enanas. Les enseñó uno de los muñecos, vestido de campesino andaluz, con zahones y sombrero cordobés. Martinillo cantaba sevillanas mientras hacia bailar al muñeco, tirando de unos hilos, sobre la mesa de piedra donde solían depositar a los muertos antes de darles sepultura.
Luego les enseñó las herramientas que empleaba para construir las marionetas. Las extrajo del pequeño féretro de niño que reposaba en la estantería. Las herramientas eran de fabricación casera: con un clavo rayado, dos palos y una moneda de diez céntimos, Martinillo se había hecho un berbiquí; el martillo era una piedra alargada, sujeta a un palo con un trozo de cuero. Un cuchillo viejo y la mitad de una sierra roñosa, clavada en una madera, completaban su equipo.
--Cuando hace muy mal tiempo, me quedo a dormir aquí--les informó el enterrador.
En las largas y tormentosas noches de invierno, Martinillo no dejaba solos a sus muertos. A la luz de su candileja, tensaba alambres, cortaba maderas, afilaba palos, tejía la redecilla para los cepos, y luego se echaba a dormir, cerca de sus silenciosos vecinos.
María quería terminar aquella visita, que empezaba a producirle escalofríos. Salió del cementerio pensando que Martinillo estaba tan acostumbrado a vivir entre sus muertos, que daba la impresión de que, cuando le llegase el turno a él, se tumbaría tranquilamente en un hoyo de los que había preparado, como si se acostase en su cama de la cocina de José."
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A "PRIVATE" CEMETERY (2)
Martinillo had agile hands and was very ingenious. There, besides the cages and the traps, he made his cute puppets. He made them dance with great skill. For their construction he used sticks, strings, wires, stalks and midget pumpkins. He showed them one of the puppets dressed like an Andalusian peasant with his leather overalls and Cordoban hat. Martinillo sang "sevillanas" (flamenco) while he made it dance handling the strings, on top of the granite table where the corpses were placed before their burial.
Afterwards he showed them the tools he used to make them. He took them out of the small white coffin resting on the shelf. The tools were home-made: with a scratched nail, two sticks and a ten-cent piece, Martinillo had made himself a crank; the hammer was an elongated stone, fixed to a stick with a piece of leather. An old knife and half of a rusty saw nailed to a piece of wood, completed his equipment.
-- When the weather is very bad, I sleep here-- the grave-digger informed them.
In the long and stormy winter nights, Martinillo didn't leave his dead alone. At the light of an oil lamp, he tensed wires, cut wood, sharpened sticks, weaved mesh for his traps and, afterwards, went to bed, close to his silent neighbours.
María wanted to finish that visit which was beginning to give her the creeps. She left the cemetery thinking that Martinillo was so used to living among the dead, that when the time came for his decease, he would simply lie down in one of the holes he had dug and would fall asleep just like he did in Jose's kitchen's bed.
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24 comentarios:
Martinillo reinaba entre los muertos.
Un soplo de vida en el páramo.
Besos.
Sumido en las soledades y en los tiempos inertes del cementario, Martinillo necesitaba dar vida a lo que tenía a su alrededor. Era una necesidad, un gesto espontáneo y obligado por una situación que de otro modo le hubiera resultado insoportable. Sus habilidades con las manos no eran sino la expresión de su fortaleza de espíritu para sobreponerse al entorno de la muerte que no cesa. Y, a fe, que lo consiguió. Logró dar vida a la materia e insuflarla ese ánimo que da el deseo de sentirse vivo, seguramente siempre acompañado de una sonrisa, de una mueca complacida, convencido de que su legado iba a ser con el tiempo lo único que daría color y vida a ese espacio de desesperanza. Un fortisimo abrazo, Merche. Hacia tiempo que deseaba visitarte.
Con tanto fiambre...tendría la criatura tiempo hasta de hacer bolillos ¿quién le molestaría?...entiendo a María...aun sabiendo que los pobres estaban bien muertos...huía al país de los vivos...un beso
Está bien eso de reinar en los páramos, y más con la vitalidad y felicidad o facilidad con que lo hace Martinillo.
Besos!
El caso es que todos los sepultureros coinciden en adorar su trabajo. Por algo será.
Este hombre era un manitas de primera.
Besos.
mmm Es una entrada original? es un fragmento de algun libro? Perdon, ya sabes eso de la "ignorancia es atrevida" y en mi caso lo es aun mas. Pregunto,porque me ha impresionado, si es un fragmento de que libro? y si es original! me quito el sombrero! aunque lo que me fastidia es que me deja con ganas de mas!
Abrazos!
TORO, sí, era el rey del mambo sepulturero... Besotes, M.
FERNANDO MANERO, como siempre he disfrutado de tu vuelta. Espero que hayas leido mi post "KITT SONDERGAARD" que fue mi compañera de cuarto en la residencia de estudiantes en París y con quien hicimos auto stop a Irún (he puesto fotos que ella me ha mandado porque yo las había perdido) nos hemos vuelto a reencontrar en Facebook.
Martinillo, como dices, tenía que distraerse haciendo esas marionetas para poner un toque de alegría entre tanta tristeza. Muy bien visto. Besotes, M.
TUCCI, supongo que sí, María sentía las ganas de un poco de aire... Esa visita debió de ser agobiadora. Besotes, M.
MODERATO, como le digo a TORO, Martinillo era ahí el rey del cotarro... Besotes, M.
PEDRO, creo que es porque los sepultureros al estar tan cerca de la muerte que es lo único cierto que tenemos los mortales, se sienten más seguros y confiados. Y, sí, Martinillo era un manitas de cuidado. Besotes, M.
GARY RIVERA, gracias por tu visita. Te cuento. Estos pasajes son copias de un libro que escribió mi tia-abuela a los 80/90 años. Dolores Salís. El libro, publicado, se titula "Exilios" y cubre un periodo desde 1936-1945. Yo simplemente voy copiando y traduciéndolo al inglés. Miguel y María son mis tios que en realidad se llamaban Luis y Lolita. Espero que ya te haya quedado claro y vuelvas a por más aunque tambien te digo que mi tia tiene una manía de no rematar las historias. Salta de una a otra. Ésta de Martinillo queda aquí. Besotes, M.
Este Martinillo era un muy buen manitas y un excelente necrófilo.
Besos y me salgo rápido que ya dieron las 12 campanadas.... aquí, a ver si se me pega algún alma en pena...
La calabacita de la cabeza del títere sería de su propia cosecha ¿no?. Se aprovecha todo, con la cáscara un muñeco y las pipas a secar para que los niños coman mientras disfrutan de la función.
Qué gráfica esa caja de herramientas tamaño usuario. GLUPS
MYR, espero que no se te pegara ninguna alma en pena, ja,ja... Besotes, M.
BIPO ya te he contestado por e-mail tus doce comentarios anteriores... Ahora, bueno me había percatado antes..., sé que aunque estés desaparecida luego te pones al dia. Gracias querida.
Sí la caja de herramientas no podía ser más tétrica... Besotes, M.
jaj genial y divertidísimo pasaje, cari, en que la muerte sobrevuela toda la historia de manera desmitificadora, me he imaginado a esa marioneta, cantando alegramente aquello de "bailaré sobre tú tumba...!.
Bezos.
Vaya oficio, nena. No lo querría, ni muerta jajaja
Genial, la historia.
Ah! yo, envidio tus 60. Así me quiero ver ;)
Te quiero, reina. Besos!
Hola Merche ,algunas veces entro a leer tu magnifico blog ,sin dejar comentarios , gracias por tu visita y comentario en mi querido blog .Un buen relato de miedo de terror , jeje jeje no me gustan los cementerios, pero reconozco que en ellos hay paz , a pesar de todo el dolor que encierran .
Un abrazo grande de MA para ti .
Un poco sórdido el ambiente donde este hombre creaba sus marionetas, pero con esas herramientas, Martinillo era un verdadero artista!
BESOTES HERMOSA Y TE DESEO UN LUNES MARAVILLOSO!
THIAGO, muy apropiada la canción esa... Besotes, M.
SILVIA D. muy bueno tu comentario. Los 60 son jodidos, te lo aseguro, empiezan los achaques, la libido se va al garete... en fin... solo queda esperar el final y que no sea muy traumático, querida. Besotes, M.
MA, gracias por tu comentario de nuevo. Intentaré visitarte pero ya tengo tantos bloggers que a veces me es difícil visitar a todos los nuevos aunque quisiera. Besotes, M.
STANLEY, sí, Martinillo era un artista sin lugar a dudas... Feliz semana. Besotes, M.
No he recibido tu email Merche y reclamo lo que es mío.
¡BIPO! Te juro que he contestado a todos tus comentarios por gmail. No entiendo que no los hayas recibido... Últimamente veo que Google tarda en publicar los comentarios. Ahora, sin ir más lejos, le escribí un comentario a RAÚL URBINA en su último post que no ha aparecido. No sé lo que está pasando, quizá ¿somos demasiados usando internet? Besotes, M.
Este Martinillo era todo un ejemplo de reciclaje. ¿No se le colaría de vez en cuando algún huesecillo en sus trabajos manuales?
AAAyyyyyy.... voy a a dejar el tema, que luego tendré pesadillas.
Besos
Si todos enfocáramas la muerte como un lugar donde acostarse!
Mira lo que encontré a ver qué sabes del asunto (tal vez en el libro aparezca algo, aunque esto es anterior me parece)
...hasta principios del siglo, en España, en las barberías de aldea, había un huevo de madera...que los clientes viejos se ponían en la boca para rellenar la mejilla y ofrecer a la navaja una superficie desprovista de arrugas.
"Era un solo huevo, que a lo largo del día entraba en sucesivas bocas. La noción de higiene llegó hace poco"
Lo encontré en un libro...
Por cierto, el que habla es mi padre.
Un beso Merche!
ASUN, sí, Martinillo era un manitas y experto en reciclaje, ahora lo del huesecillo...no creo. Besotes, M.
MARCELO, ¡Qué asco lo del huevo! Yo nunca había oido eso pero en este país ¡cualquier cosa puede pasar! Como Martinillo durmiendo en el cementerio...
Pues tu padre es todo un excelente locutor y contador de historias... Ya veo a quien has salido... Besotes, M.
There is a shortage of gravediggers in spite of being a quite well paid job. There is not much unemployment in this area.
A nice location for a horror film or a novel with dead people coming to life. The best place to have an everlasting rest, hardly anyone bothering you.
PANCHO, no wonder there is a lack of grave-diggers! Who would want such a spooky job? I wouldn't... Besotes, M.
¿Y qué iba a hacer, el pobre hombre? En algo tenía que entretenerse y así, no hacía mal a nadie.
AMELCHE, estaba super entretenido, entre la huerta, el panal, su plantación de tabaco y sus marionetas ¡no paraba! Besotes, M.
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