Capítulo LI - 2ª parte de nuestra lectura colectiva en el blog "La Acequia" de Pedro Ojeda Escudero (sin traducción al inglés)
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Chapter 51 - 2nd part of our joint reading in Pedro Ojeda Escudero's blog "La Acequia" (without an English translation)
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"Amaneció el día que se siguió a la noche..." así de bellamente empieza este capítulo que más bien va de misivas entre Quijo y Sancho. Primero tenemos al maestresala sin poder dormir pensando (ejem, ejem...) "...en el rostro, brío y belleza de la disfrazada doncella...". Mientras el mayordomo ocupó parte de la noche "...en escribir a sus señores lo que Sancho hacía y decía...".
El pobre Sancho se despierta y el "doctor" le da para desayunar ¡"...un poco de conserva y cuatro tragos de agua fría..."! Que a gusto la trocaría por "...un pedazo de pan y un racimo de uvas..." pero como no podía ser "...pasó por ello, con harto dolor de su alma y fatiga de su estómago...". Pedro Recio de Tirteafuera le hace creer que "...los manjares pocos y delicados avivaban el ingenio..." de los que se dedicaban a mandar. "Con esta sofistería, padecía hambre Sancho, y tal, que en su secreto maldecía el gobierno...". (¡Sancho está del gobierno hasta el papahigo y las pedorreras!).
Luego le presentan un caso surrealista y enrevesado. Tiene que ayudar a unos jueces a juzgar.
Trata de un río que dividía "...dos términos de un mismo señorío." Sobre este río había "una puente y al cabo de ella una horca y una como casa de audiencia, en la cual...había cuatro jueces que juzgaban la ley que puso el dueño del río...". La ley tenía que ver con que cualquiera que cruzara el puente tenía que decir a dónde iba y para qué. Si mentía se encontraba con la horca. Sabiendo ésto, todo el que cruzaba decía la verdad. Hasta que se presentó un caso en que el hombre dijo que cruzaba para encontrarse con la horca. Los jueces le piden consejo a Sancho. Siguen unas conversaciones rocambolescas sobre el tema hasta que Sancho ataja diciendo que "...le dejen pasar libremente, pues siempre es alabado más hacer bien que mal." Esto fue un consejo que Quijo le dió "...que cuando la justicia estuviese en duda me decantase y acogiese a la misericordia..." (viendo como está la justicia hoy en dia, lo de la misericordia--caso Garzón--brilla por su ausencia).
Bueno, Sancho quiere comer y que luego "...lluevan casos y dudas sobre mí, que yo las despabilaré en el aire." El mayordomo se apiada y le da de comer contraviniendo "...las reglas y aforismos del doctor Tirteafuera...". En éstas "...entró un correo con una carta de Don Quijote para el gobernador." Sancho pide al vizcaíno que se la lea. "--Bien se puede leer en voz alta, que lo que el señor Don Quijote escribe a vuestra merced merece estar estampado y escrito con letras de oro...".
Quijo le dice que "...esperaba oír nuevas de tus descuidos e impertinencias..." sin embargo oyó maravillas de sus "discreciones" lo cual le alegra, da gracias al cielo "...el cual del estiércol sabe levantar los pobres, y de los tontos hacer discretos." A continuación le llena de consejos: "Vístete bien, que un palo compuesto, no parece palo"; "...ser bien criado con todos"; "procurar la abundancia de los mantenimientos, que no hay cosa que más fatigue el corazón de los pobres que la hambre y la carestía." (¡si supiese...!); "No hagas muchas prágmaticas"; "Sé padre de las virtudes y padrastro de los vicios"; "Visita las cárceles, las carnicerías y las plazas" (éste es el único consejo que han seguido nuestros politicastros actuales, lo de las plazas quiero decir); " No te muestres codicioso, mujeriego ni glotón; porque en sabiendo el pueblo y los que te tratan tu inclinación determinada, por allí te darán batería, hasta derribarte en el profundo de la perdición" (solo hay que ver lo que le ha pasado a Zapatero con su optimismo beatífico...); "Mira y remira, pasa y repasa, los consejos y documentos que te di"; "Escribe a tus señores y muéstrales agradecido, que la ingratitud es hija de la soberbia".
Le informa que la duquesa ha mandado la camisa y un presente a su mujer. Que él "...ha estado un poco mal dispuesto, de un cierto gateamiento que me sucedió no muy a cuento de mis narices...". Lo achaca a los "encantadores". Luego quiere saber si el mayordomo tiene algo que ver con "la Trifaldi, como tú sospechaste...". Que le informe de todo lo que acontezca "...pues es tan corto el camino: cuanto más que yo pienso dejar presto esta vida ociosa en que estoy, pues no nací para ella." (¡Sííí, que se vaya pronto de ese maldito castillo!). Termina con un latinajo que espera Sancho comprenda porque siendo gobernador, el latín "lo habrás aprendido".
Sancho escuchó la misiva con mucha atención y decide escribirle de vuelta. Le cuenta que no tiene tiempo para nada ni "...para rascarme la cabeza, ni aun para cortarme las uñas...". En ese gobierno tiene "...más hambre que cuando andábamos los dos por las selvas y por los despoblados." El duque le ha avisado que han entrado en la ínsula "...ciertas espías para matarme, y hasta ahora yo no he descubierto otra que un cierto doctor que está en este lugar asalariado para matar a cuantos gobernadores aquí vinieren..." Que el Tirteafuera admite "...que él no cura las enfermedades cuando las hay, sino que las previene..." (¡Hasta en la medicina preventiva actual era visionario Cervan!); "...él me va matando de hambre y yo me voy muriendo de despecho...". Claro, soñó que siendo gobernador iba a comer como un rey, dormir "entre sábanas de holanda, sobre colchones de pluma..." pero ha venido "...a hacer penitencia, como si fuera ermitaño...".
"Hasta ahora no he tocado derecho ni llevado cohecho...". El ha visitado las plazas como Quijo le aconseja. En una de esas visitas se encontró con una tendera que vendía avellanas buenas mezcladas con otras "...viejas, vanas y podridas". Se las dió a los huérfanos del asilo porque ellos las sabrían distinguir "...y sentenciela que por quince días no entrase en la plaza." Luego despotrica contra "las placeras". Le pide que, de su parte, bese las manos a la duquesa por haber enviado la camisa y el regalo a Teresa Panza. "No querría que vuestra merced tuviese trabacuentas de disgusto con esos mis señores..." porque si Quijo se enoja redundará "...en mi daño". Y ya que él es agradecido lo mismo le pide a su amo, porque ha recibido "...tantas mercedes...y con tanto regalo ha sido tratado en su castillo." (sí,sí...).
Lo del "gateado" no lo ha entendido pero, sin duda, será obra de los "malos encantadores". Le quiere mandar alguna cosa a "vuestra merced" pero no sabe qué a eso de que no le envíe "...algunos cañutos de jeringas, que para con vejigas los hacen en esta ínsula muy curiosos; aunque si me dura el oficio, yo buscaré qué enviar, de haldas o de mangas".
Termina pidiéndole que si escribiera Teresa, le mande la carta enseguida porque está deseando saber de ella y de sus hijos. Que Dios le libre de los "...malintencionados encantadores y a mi me saque con bien y en paz de este gobierno, que lo dudo, porque lo pienso dejar con la vida, según me trata el doctor Pedro Recio."
"Cerró la carta el secretario y despachó luego al correo". Mientras, los burladores "...dieron orden entre sí cómo despacharle del gobierno; y aquella tarde la pasó Sancho en hacer algunas ordenanzas tocantes al buen gobierno...ordenó que no hubiese regatones de los bastimientos..." Que trajeran vino de todas partes con denominación de orígen (qué moderno). "Moderó el precio de todo calzado...; puso tasa en los salarios de los criados...; puso gravísimas penas a los que cantasen cantares lascivos y descompuestos, ni de noche ni de día; ordenó que ningún ciego cantase milagro en coplas si no trujese testimonio auténtico de ser verdadero...; hizo y creó un alguacil de pobres...". "En resolución, él ordenó cosas tan buenas, que hasta hoy se guardan en aquel lugar, y se nombran 'Las constituciones del gran gobernador Sancho Panza'
Continuaremos con el LII.
14 comentarios:
Tanto tiempo separados el uno del otro que sienten verdaderas ganas de saber de la vida de su compañero.. pero ya queda poco para vivir de nuevo juntos otra aventura....besos
Me gtusta tu comentario, Merche.
Y sí, D. Quijote y Sancho creo que se añoran, pronto volveran a estar juntos.
Besos...!
jaj por dios, que grande Sanchiño, ya ves y pareceía tonto cuando lo compramos, ajaj Está muy bien lo de la horca en el puente y el dilema que plantea el viajero.. ¿miente o dice la verdad? jaja genial y me encantó lo de la denominación de origen, ya ves, todo está inventado ...¡y en el Quijote! además, jaa
Bezos
Sancho juzga bien y come mal, su amo esperaba de él descuidos e impertinencias, ciertamente el gobierno no es lo que esperaba.
Demos tiempo al tiempo.
Antes cuando se reían de ellos por lo menos se tenían el uno al otro, ahora ni eso, y además Sancho por lo menos comía a placer. Aunque Sancho está resultando unmuy buengobernador, mucho mejor que los junten ya, que se necesitan.
Besos
De vez en cuando Cervantes deja correr su pluma para regalarnos descripciones tan bonitas como la transición de la noche al día que señalas.
Las pedorreras de Sancho van a aumentar de volumen a medida que el hambre vaya haciendo su efecto en las gorduras del escudero.
El caso del puente y la horca queda bien explicado para que se entienda.
El papel del presidente sólo puede ser tratar de traer un poco de optimismo al pesimismo por la crisis que muchos están empeñados en acentuar, es lo único que puede hacer cuando todo son malas noticias.
Un abrazo
TUCCI y CORNELIVS, ay, sí, estoy DESEANDO verles juntos de nuevo, como tiene que ser. Besotes, M.
THIAGO, cuando te adentras en El Quijote te das cuenta cuán actual es. Cervan, además de un genio era un visionario asombroso. Y, sí, Sanchiño, como tu tan cariñosamente lo llamas, era, dentro de su analfabetismo, MUY sabio. He conocido a gente como él, muy, muy sabia aunque no tuvieran estudios.
Lo del puente es que el hombre decía la verdad, no mentía, el quería cruzar el puente para ahorcarse.
Por cierto que yo empezé a publicar en mi blog los resúmenes de los capítulos un poco tarde pero en "La Acequia" tengo todos los de la primera parte (por si te interesa bucear en ellos). Muchos besotes, M.
PACO CUESTA, nuestro querido Sancho, sin comer bien, aún es un excelente gobernador pero el pobre se está hartando. No me extraña. Besotes, M.
ASUN, tienes razón, por lo menos se tenían el uno al otro y Sancho...comía en abundancia. Tienen que volver juntos, sin duda alguna. Faltan cuatro capítulos para que ésto ocurra. Paciencia. Besotes, M.
PANCHO, pronto--dentro de tres capítulos--Sancho se pone las botas, ya verás.
Referente al presidente, lo que me llamó la atención del consejo de Quijo es que un líder NO puede mostrar sus debilidades, sean cuales sean, porque por ahí le comerán vivo. Eso es lo que está pasando con ZP, que todos le saltan a la yugular. Muy injusto y cruel, todo sea dicho. Besotes, M.
GRACIAS MIS QUERIDOS
Pobre Sancho, que no sabe lo que le espera. Lo del gateado va por los arañazos del gato.
Me gusta tu ejem sobre el maestresala y que comiences por las cartas, que lo explican todo.
Besos.
PEDRO ¡Sé que el gateado viene por los arañazos! Hijo, que yo entiendo El Quijote muy bien aunque no lo diseccione a nivel erudito, que para eso ya estas tú y todos los compañeros cervantistas. Yo solo hago un simple resumen, bastante "sacrílego" (lo reconozco), pero resumen al fin y al cabo. Besotes, M.
UN INCISO. Sé que es difícil seguir a todos los que comentamos sobre los diferentes capítulos pero quiero agradecer a PANCHO, THIAGO, PACO CUESTA Y ASUN que presiento léen, por lo menos, todas mis paridas. También, cuando aparecen, ANTONIO AGUILERA y ABEJITA. Gracias. También estoy muy agradecida a todos los demás que tomais vuestro tiempo para hacer un comentario. Simplemente, quería agradeceros a todos. Besotes, M.
MERCHE, gracias a ti por esos resúmenes como tu dices "sacrílegos". A mi estas cuñas personales que introduces y esa ironía que le pones me resultan muy divertidas. Espero que sigas en esa linea.
Besos y feliz domingo
ASUN, ¡Gracias! Besotes, M.
Bello inicio del cap. tal como mencionas, el amanecer de un día posterior al anterior...
Nuestro Cervantes quiere ya unir de nuevo al amo y escudero: si por separado son magníficos, juntos son sublimes.
Siempre he escuchado de quien sabe más que uno que lo mejor del libro son los diálogos entre d Quijote y Sancho. No hay nada comparable a estos diáogos en la literatura universal.
Muy bueno el final del cap. con las supuestas "Constituciones del gobernador Sancho Panza", muy buena la expresión: creó todo un infinito futuro de sucedáneas constituciones.
Te mandé El Espolón al nuevo domicilio, ya me dirás si llega, miercoles...
Besos Merche
ANTONIO, gracias por "El Espolón" ya te diré si lo recibo. Me voy este sabado.
Me ha encantado eso de que Sancho y Quijo juntos son sublimes. Tienes razón y sus conversaciones, geniales. Muchos besotes, M.
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