viernes, 20 de agosto de 2010
DON QUIJOTE
Capítulo LXIII-2ª parte de nuestra lectura colectiva en el blog "La Acequia" de Pedro Ojeda Escudero (sin traducción al inglés).
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Chapter 63-2nd part of our joint reading in Pedro Ojeda Escudero's blog "La Acequia" (without an English translation).
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Este capítulo es muy marinero (MUCHA descripción naútica), mucha batallita, muy rocambolesco y muy largo.
Primero, Quijo y Sancho siguen dándole vueltas a las respuestas de la "cabeza encantada" y el posible desencantamiento de Dulci.
Segundo, Antonio Moreno les lleva a ver las galeras. Tan pronto como aparecen nuestros héroes "...todas las galeras abatieron tienda y sonaron las chirimías". "Arrojaron luego el esquife al agua, cubierto de ricos tapetes y de almohadas de terciopelo carmesí, y en poniendo que puso los pies en él don Quijote disparó la capitana el cañón de crujía y las otras galeras hicieron lo mismo...". Toda la "chusma" les dió la bienvenida a bordo "diciendo "¡Hu, hu, hu!" tres veces".
Tercero, Quijo está inflado de orgullo al ver tal recibimiento. "Sancho, que vio tanta gente en cueros, quedó pasmado...". La "chusma" le cogen en volandas y se lo van pasando "...de banco en banco, con tanta priesa, que el pobre Sancho perdió la vista de los ojos y sin duda pensó que los mismos demonios le llevaban... Quedó el pobre molido...". Quijo al ver este recibimiento, piensa que a él le van a hacer lo mismo y dice "...que si alguno llegaba a asirle para voltearle, que le había de sacar el alma a puntillazos; y diciendo esto se levantó en pie y empuñó la espada."
Cuarto, se hacen a la mar. Sancho no puede entender porque azotan a los remeros "¿Qué han hecho estos desdichados, que así los azotan, y cómo este hombre solo que anda por aquí silbando tiene atrevimiento para azotar a tanta gente? Ahora yo digo que éste es el infierno, o por lo menos el purgatorio". Quijo aprovecha para decirle a Sancho "--¡Ah, Sancho amigo, y con qué brevedad y cuán a poca costa os podíades vos, si quisiésedes, desnudar de medio cuerpo arriba, y poneros entre estos señores y acabar con el desencanto de Dulcinea!" Sancho no está por la labor.
Quinto, el general quiso saber "...qué azotes eran aquellos" cuando un marinero le avisa que se divisan moros en la costa. Salen al encuentro y descubren un bajel y tambien un bergantín con "dos turcos borrachos" que disparan y matan a dos soldados. El general jura que no saldrán con vida "...todos cuantos en el bajel tomase...". Les apresan a todos y vuelven a la playa "donde infinita gente los estaba esperando, deseosos de ver lo que traían."
Sexto, atraparon "...hasta treinta y seis personas, todos gallardos, y los más, escopeteros turcos. El general quiso saber quién era el "arráez del bergantín". Resultó ser un mancebo "Y mostrole uno de los más bellos y gallardos mozos (ejem...ejem...) que pudiera pintar la humana imaginación...no llegaba a veinte años...". El general le jura que (aunque sea tan bello...) lo matará. En esto aparece el "virrey" "--¡Buena ha estado la caza, señor general!" "--Y tan buena--respondió el general--cual la verá Vuestra Excelencia ahora colgada de esta entena".
Séptimo, resultó que el "mancebo" era, una vez más, "manceba" además "Mujer cristiana". El virrey la indulta ipso facto (bueno, cuatro páginas despues...). ¿Y quién era este bellezón? ¡La hija del moro Ricote! Les cuenta toda la historia de su huida a Berbería, la de su padre a Alemania, la del hidalgo que la requebraba Gaspar Gregorio que tuvo que disfrazarse como mujer para también poder huir, pero se quedó en el "serrallo" con las otras mujeres en Argel; Ana Félix venía a recuperar el tesoro escondido. Ella, para lograr escapar "...entre aquellos bárbaros turcos en más se tiene y estima un muchacho o mancebo hermoso que una mujer por bellísima que sea." (Ay, estos turcos...estos turcos...).
Octavo, a todo esto, resulta que Ricote se había introducido en la galera disfrazado de peregrino "--¡Oh Ana Félix, desdichada hija mia! Yo soy tu padre Ricote, que volvía a buscarte, por no poder vivir sin ti, que eres mi alma". Se funden en un abrazo. Sancho volviendo en sí de su mareo, ve que sí, que es Ricote su vecino. Corrobora la historia. Desembarcan todos, el virrey y cia. "Antonio Moreno se llevó consigo a la morisca y a su padre, encargándole el virrey que los regalase y acariciase cuanto le fuese posible...".
Seguiremos con el XLIV.
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13 comentarios:
La historia de Ana Félix recuerda a otras anteriores, tal vez por la moda del momento o como recopilatorio.
Pues nada. Que este Quijote es movida y no la madrileña.
Un beso.
PACO CUESTA, sí, está visto que lo de la "manceba" disfrazada de mancebo daba mucho juego erótico en la época... Besotes, M.
JOSÉ ALFONSO, ni que lo digas... Besotes, M.
Una imagen totalmente SUGERENTE
La Arañita Campeña parece que ha pasado por Cardeña,Montoro
Merche: al parecer la arañita campeña (Esther) y la mosca cojonera (Julio) han pasado por esas tierras de los relatos de tu tía.
¡Qué remero más guapo nos pones!
No entiendo el juguillo que veían en la mujer vestida de hombre y viceversa. Eran otros tiempos en que la homosexualidad podía ser castigada con la pena de muerte...
Tus ejem son de lo mejor. hay que ver el virrey, cómo se queda al ver al mancebo manceba. Lo que valía una cara bonita, los feos, y feas, lo tenían muy crudo.
Un beso
BIPO, estás salida, hija... Besotes, M.
SABADO, gracias MIGUEL, me he percatado. Besotes, M.
ABEJITA, por ahora todos los mancebos y mancebas han sido ¡bellísimos! ¿Es que no habría feos y feas en la época, me pregunto? De todas formas "El Quijote", si se lee entrelíneas, es una loa a la homosexualidad soterrada y prohíbida en la época. Así es como lo percibo yo, incluso, como sabes, de la "amistad" entre Quijo y Sancho. Besotes, M.
Veo que no te han gustado las descripciones marineras...
En el capítulo tienes otra demostración de la presencia de la homosexualidad en el Quijote, por supuesto.
Por cierto: vaya galeote que te has buscado para ilustrar la entrada.
Besos.
PEDRO, ¿a qué son guapos? Es Charlton Heston en la pelicula Ben-Hur... Me alegro de que tú también te estés percatando de la homosexualidad latente en todo "El Quijote"... Besotes, M.
Yo con tanta descripción náutica me mareaba un poco, no por el efecto de la mar sino porque es un terreno cuyos vocablos se me escapan, y tantos y tan seguidos...
Besos
ASUN, a mi me ha pasado lo mismo. No entendía la mitad (¡qué digo la mitad--ninguna!) de las descripciones... Besotes, M.
GRACIAS MIS QUERIDOS
si ami me pareció un poquito largo y rocambolesco...pero en una segunda lectura le sacas un montón de cositas de la historia del momento, que como tu sabes es lo que verdaderamente me encanta...un beso
TUCCI, es que a los hombres estos capítulos de tanta batallita y tanto barquito ¡os encanta! Yo, te digo francamente, este capítulo NO lo leería dos veces te lo puedo asegurar. Con una me ha bastado y sobrado. Besotes, M.
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